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El Alfa más fuerte. Tomo 1 y 2 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Cuando Goshoku fue llevado a la mansión de Kaminuma, se sintió increíblemente reconfortado al ver las caras de los niños. 


"¡Mamá! Bienvenida".


"Mami, mami".


Meg también fue corriendo hacía él para darle un abrazo enorme. Por supuesto, en cuanto olió su aroma tan familiar y comenzó a sentir sus besitos en la mejilla, se calmó. 


"Lo siento. ¿Se sintieron solitos?"


En la habitación infantil, que habían preparado para tener reunidos a los niños, los pequeñitos parecieron estar esperando por el regreso de Goshoku desde el momento mismo en que se fue. Era un lugar mucho más grande que la mansión de Kurose y habían puesto un montón de juguetes nuevos para ellos, pero ninguno tenía evidencia de haber sido utilizado porque seguían en la misma caja. Incluso los curiosos Taki y Al no parecían querer mirar. 


"Taki, ¿Estás bien?"


"Estaba solo".


Y cuando además dijo: "Como una piedra." Finalmente se puso a reír.


"¿Qué hay de ti, pequeño? ¿Cómo estás?"


"No hay nada de comer."


"¿Enserio, Maruo? Pobrecito."


"Pero, estoy bien."


Y ya que aparentemente era cierto que todos estaban a salvo, un suspiro gigantesco salió de su boca.


"Gracias a Dios."


"Oye, mamá, ¿Qué va a pasarnos?"


"No te preocupes, todos vamos a protegernos entre nosotros para estar a salvo ¿De acuerdo?"


Pero aunque dijo eso, la verdad era que no tenía ni la menor idea de qué hacer. La puerta estaba cerrada por fuera y había barrotes para limitar la libertad. También estaba herido y se sentía completamente preocupado por Kurose. Después de todo, si no hacía nada por él, sería ejecutado como lo prometió. 


"Oye, mami".


"¿Hmm?"


"Allí".


Yuki se subió la manga y señaló hacía la pared. En lo alto, había un respiradero. Que Goshoku fuera era imposible, pero los niños podían pasar por allí a la perfección. Al parecer, mientras él se estaba quejando por no poder salir, el pequeño niño estuvo asimilando la situación actual hasta exprimir su sabiduría para ayudar a su padre. Esto se debía a que Kurose ciertamente les había dado mucho amor y ellos habían crecido con la idea de retribuirle.


"Vamos a ir por allí, mami".


"Pero... Es peligroso. ¿Y si los encuentran?"


"Pero, ayer un guardia dijo que mi papá será asesinado. ¿No es así?" 


Podía sentir que el ambiente se había puesto espeso. No importaba cuánto lo intentara, no podía ocultar el aire perturbador en esta mansión. 


"Mamá... ¿Papi va a morir?"


"Está en peligro, es verdad". 


Era algo terrible para contarles pero, si ejecutaban a Kurose, también afectaría a los niños de alguna manera.


"Pero no va a morir."


Podía tomar la decisión de mandarlos por el ducto porque la habitación de los niños estaba en el primer piso y la distancia al exterior no era tan larga. Goshoku se pegó a la ventana y se asomó. Difícilmente podía encontrar a alguien moviéndose porque el sitio era inmenso, pero siempre estaban entrando y saliendo autos de reparto. Eran camiones con la imagen de unas verduras en la parte derecha.


Goshoku buscó apresuradamente algo en el joyero. A pesar de que era una habitación para niños, parecía estar preparada con vasos y licor occidental en un aparador. Había tesoros caros, joyas y plumas así que tenía que hacerse con algo que no fuera ni muy pesado ni muy voluminoso y finalmente, tomó un cortapapeles que estaba lleno de diamantes.


"¿Qué es eso?"


Él susurró:


"Es un artículo de agradecimiento. Se lo vas a dar al hombre de ese camión de verduras".


Buscó crayones, lápices de colores, papel de dibujo y comenzó a escribir una carta:


"Cuando llegues allí, le entregas al señor este papelito."


Junto con un memorándum con la dirección de Takeda, colocó el cortapapeles envuelto en papel de dibujo en el bolsillo de la chaqueta de Yuki. No sabía si funcionaría, tal vez el hombre podía tomar solo el oro y tirar la carta. Sin embargo, en la hoja había prometido que le daría una recompensa mayor si lo cumplía. 


"Yuki... Yuki, ¿Escuchaste lo que dije? No se lo des a nadie con uniforme militar. Dáselo al conductor".


"Pero..."


"Haz lo que te digo. Quiero que trabajes conmigo para que podamos salvar a papá".


Se preguntaba si podía dejar que el niño se hiciera responsable de todo esto hasta el final, pero esta era la única opción que le quedaba. Solo rezaba para que el adulto que se encontrara en su camino fuera amable. 


"¡Buena suerte, Yuki!"


"Por favor, Yuki. Haz tu mejor esfuerzo!"


Los otros niños dijeron eso y luego, vieron como su mamá lo ayudaba a desaparecer por el respiradero. Cuando se mezcló por completo con la oscuridad, Goshoku miró por la ventana y pidió a Dios todo este tiempo para que lo ayudara a llegar a salvo. Tenía que aparecer en algún lugar del jardín así que, después de mirarlo por un rato, finalmente descubrió un pequeño objeto en movimiento que salía de detrás del edificio. 


"¡Yuki!"


Maruo habló en una voz animada. 


Mientras todos contenían la respiración, Yuki se coló en la plantación y se metió en un auto de reparto que estaba estacionado. Unos cinco minutos más tarde, una mujer con un jersey y un comerciante con un overol, se subieron al vehículo y abandonaron el lugar sin dar explicaciones. Se había olvidado de respirar debido a la tensión así que, después de que el auto se fuera a salvo, se sentó en el piso porque descubrió que le estaba doliendo muchísimo el pecho.


"Oye, mamá. ¿Yuki va a estar bien?"


Meg estaba preocupada, así que se protegió en los brazos de Goshoku. 


"Estará bien. Yuki es muy fuerte así que estará a salvo".


Cuando los niños asintieron, Goshoku entonces comenzó a mostrarles los juguetes para que se pudieran distraer por un ratito. Y tal vez por la tranquilidad de saber que mamá estaba finalmente con ellos, todo el mundo comenzó a enloquecer por los juguetes que ni siquiera habían mirado para empezar. Minutos más tarde, Kaminuma entró a la habitación junto con Kusumi. Los niños se escondieron detrás de su espalda porque tenían miedo.


"Um... Estabas muy callado".


Podía jurar que Kusumi estaba de pie junto a la puerta como todo un maldito traidor, pero eso no afectaría el corazón del hombre en absoluto. Tenía que ser paciente. Además, ni siquiera iba a notar que Yuki no estaba allí porque estaba completamente seguro de que Kaminuma ni siquiera los había mirado con detenimiento. Puede que ni recordara cuántos hijos hizo nacer. 


"Ven aquí. Anda."


Mientras los niños siguieran como rehenes, tenía que dar el testimonio que Kaminuma quería. Salió de la habitación y volteó el cuerpo un poco para decirles a los niños:


"No tardaré". 


Y mientras caminaba con Kaminuma y los demás, pensó en lo que debería hacer para evitar que su plan fuera descubierto.


"¿Puedo cenar en la habitación de los niños? Todos están preocupados así que me sentiría mejor estando allí a su lado."


"Si testificas correctamente, puedes hacerlo".


"Y... Me gustaría preparar la comida yo mismo. Es divertido cuando ellos me ayudan así que pensé que esto también podía funcionar".


"Sí, también puedes hacer eso."


"Gracias." 


Eso seguramente iba a ayudarle a tener algo más de tiempo.


"Solo porque estoy de buen humor. Anoche fue un momento significativo. Nunca me había sentido tan satisfecho conmigo mismo".


Lo abrazó por el hombro y le tocó el estómago. 


"Estabas en celo anoche así que es un hecho que mi hijo está aquí ahora. Es un hijo de un Alfa y un Omega S así que puede ser S Alfa."


"..."


"Espero que sepas que no es solo tu cuerpo ahora y te preocupes por cuidarlo."


Aunque el embarazo en un S Omega tenía una tasa baja, el hombre estaba completamente seguro de que había logrado lo que deseaba.


"Espero poder llevarme bien con el bebé..."


"¿Tú conciencia como padre finalmente se despertó?"


"Bueno... No me gustas, pero soy el padre de este niño así que es lo correcto".


Kaminuma estaba de buen humor.  Quería tanto a un niño Alfa que ahora estaba metido en su propia nube.


"Y me portaré aún mejor cuando nazca nuestro hijo así que, también tú portate bien".


"Trataré de hacer mi mejor esfuerzo".


"Le diré al consejo que mantenga la entrevista lo más breve posible".


"Sí, gracias. Voy a dar a luz a un niño sano para usted así que, por favor, ame a los otros niños también. Todos son sus hijos y yo seré su esposo".


"Así es. Eso es verdad".


Pensó que ​​​​debería hacerles creer que había movido su corazón de Kurose a Kaminuma.


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