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El Alfa más fuerte. Tomo 1 y 2 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Cuando regresó a la mansión, el aire pareció estar un poco pesado. Goshoku estaba mirando el rostro dormido de Yuki, repasando las líneas de su carita y dándole pequeños besitos de vez en cuando.

"Pobrecito..."

Aunque todavía están pequeños, todos los niños eran Omega, excepto por su pequeño bebé. Y eso solo significaba que tenían que llevar esta condición del celo a cuestas y vivir con esto durante toda su vida. Nunca había experimentado el calor de sus feromonas hasta que conoció a Kurose, pero estos niños eran diferentes y estaban destinados a afrontarlo desde la época de su adolescencia. Dios, si tan solo pudiera, quería crear un mundo donde sus niños pudieran vivir cómodamente. Al menos tanto como fuera posible. 

"¿Todavía sigue durmiendo?"

Kurose entró en la habitación de los niños y miró alrededor de las camas, una por una.

"El medicamento que le recetó el doctor está funcionando. Va a estar durmiendo hasta la mañana..."

"Estaba asustado. Espero que al menos tenga un sueño divertido".

Kurose acarició el flequillo de Yuki y besó su frente. Deseaba seguir viendo esta escena para siempre, pero se sentía como una felicidad frágil que podía colapsar en cualquier momento. Probablemente era por su forma de ser, pero se decía a si mismo que definitivamente podía protegerlos a todos... Y con los eventos de hoy, la mente de Goshoku perdió estabilidad. 

 

"No hay duda de que la información sobre ti y nuestros hijos se está filtrando hacia el exterior." Suspiró. "No se puede evitar. Hasta que el S Alfa sea capturado, sería mejor para ti quedarte aquí en la casa".


"Entré en celo..."

Y diciendo eso, se volvió más que evidente que salir de aquí era mala idea. Al menos, como dijo, por un tiempo. 

"No fue tu culpa. Además, pudiste actuar racionalmente incluso si su feromona te estaba afectando. Lo hiciste muy bien".

"Lo siento. Te hice abandonar tus deberes a pesar de que estabas de guardia".

El accidente en la carretera fue provocado. Estaba claro que fue algo diseñado para exponer a Goshoku y se decía que ya se estaba investigando la conexión entre el conductor y "AAsA". 
No culpaba a sus guardias, porque le estaban dando un masaje al corazón a un niñito involucrado en un accidente. Es más, se alegraba de que no lo abandonaran allí hasta que muriera.

"¿Salvaron al niño?"

"Sí. Parece que el trato fue bueno".

"Entonces, esa acción fue la respuesta correcta". 

Se dio cuenta de la línea de visión de Kurose así que decidió seguir:

"En realidad, estuve en un estado constante de celo en estos días. Pensé que era un problema de mi cuerpo pero, si el hombre de hoy me estuvo siguiendo desde algún lugar, podría haber provocado este efecto".

Un S Alfa podía poner en celo a un Omega con solo estar cerca de él. Y aparentemente Goshoku no fue una excepción. 

"¿Por qué no me lo dijiste?"

"Porque estás ocupado. El trabajo militar es difícil así que pensé que podía lidiar con eso por mi cuenta".

Además, deseaba ser el esposo más confiable del planeta tierra. Su apoyo y su mano derecha.

"Pero fue malo guardar silencio, lo entiendo."

"No te preocupes por eso ahora". 

Pero los ojos de Kurose parecían enojados. Era como si solo intentara, soportar. 

"Estás molesto..."

"Lo estoy... Pero creo que es más conmigo mismo."

Otra vez, estaba sintiendo lo mismo que cuando lo abrazó en el callejón. Esa sensación de que podía mostrarle la profundidad de su corazón a su esposo. Es decir, obviamente sus sentimientos eran correspondidos y comenzaba a sentir como si su alma estuviera fusionada. Como si hasta compartieran la misma mente.

Los dedos de Kurose le sujetaron la barbilla. 

"... Iida."

Luego, el hombre bajó la mano y con ella le sujetó suavemente la parte superior del brazo. Al parecer era para poder sacarlo de la habitación de los niños. Era vergonzoso pero, no se resistió. 

"Está bien. Ahora ya no necesitas la medicina..."

Y la verdad era que solo haciendo esto, solo hablándole así, la emoción se aceleró constantemente hasta que comenzó a quemarlo en llamas.

"Lo aguantaste todo el tiempo, mi amor. Eso seguramente fue cansado..."

"Sí, así es..."

La cuestión aquí era que había llegado a su límite. Y la bestia que había dentro de Goshoku, la que había sido suprimida con medicina y drogas, tenía tanta hambre que ahora se estaba quejando con su dueño.

"Ya no tienes que hacerlo."

"Pero... Tomé medicina hace un..."

En el momento en que sus ojos se encontraron, todo desapareció.

"Hmm..."

Lo besó, y luego puso sus brazos alrededor de su cuello. Por supuesto, con solo comportarse así había provocado que su cuerpo se le encendiera de inmediato. La medicina no tenía efecto frente a Kurose. 

"¡Aaah...!"

Le quitó la chaqueta del uniforme militar y también comenzó a desabotonar su ropa. Ver su camisa cayendo al suelo provocó que su ropa interior comenzara a mojarse con dulces expectativas. Exageradamente además.

"¿Estás ansioso, mi amor?"

"Sí, estoy ansioso. Quiero... Quiero que me toques."

Ya no servía de nada ocultarlo. Una vez que la verdadera intención de su cuerpo se derramaba frente a él, era como si todo se desbordara continuamente.

"Aunque sea tu pareja… Mi feromona… Ah, mi feromona ¿Afectará a alguien más…?"

"No lo sé..."

"Ese S... ¿Puede enlazarse conmigo así como lo hiciste tú?"

"No lo sé."

"¿Cuándo? ¿Cuándo... Podremos vivir con tranquilidad...?"

"No sé".

Kurose no tenía respuestas para esto. Y parecía honestamente frustrado por la situación también.

"Yo soy tu destinado, pero... Tan fácilmente... Mi celo... Él me hizo entrar en celo ¡No pude hacer nada...!"

"No, tu mantuviste a salvo a nuestros dos bebés. Mi amor, tú hiciste que no les pasara nada."

"Si hay un S Alfa malicioso... Entonces nuestros hijos... ¿Qué va a pasarles? Todos son Omegas."

"Nosotros los protegeremos ¿No es verdad? Ellos van a estar bien y nosotros vamos a estar bien también. Te lo prometo."

Nacer como Omega no significaba que no pudieran ser felices. Es decir, Goshoku conoció a Kurose al final ¿No era cierto? Estaba atado a un compañero que podría llamarse su destinado. Si Yuki y sus otros niños podían conocer a una persona así, entonces seguramente serían muy felices. Eso pensaba o... Debería haberlo pensado. La convicción y la ansiedad se precipitaron alternativamente, tratando de colarse con los pensamientos de Goshoku. 

"No dejaré que nadie les ponga una mano encima a nuestros bebés."

Solo quería escuchar esa palabra. 

Mientras se cubrían con la respiración del otro, comenzaron a quitarse todo lo que todavía les quedaba encima. Cuando se acostaron, ambos estaban completamente desnudos. 

"Ah..."

De repente, su cuello fue golpeado por sus dientes de tal manera que sintió como si su barbilla se elevara también en su dirección. Y la verdad era que deseaba que le doliera mucho más. 

"Hmm... ¡Um!"

El cuerpo le tembló, encantado. Al mismo tiempo, la respiración de Kurose comenzó a cambiar en señal bestial de que también estaba perdiendo el control. 

"Iida..."

No podía apartar la mirada de él. El cabello que le acariciaba la espalda estaba desordenado y su frente parecía completamente sudorosa. Algo así como una belleza violenta. Un abrumador atractivo sexual que lo golpeaba igual a si fuera una marea.
Y cuando el celo, que apenas y fue suprimido por la droga, se volvió incontrolable, Kurose también pareció contagiarse y entrar en calor. Empujó hacia arriba el cuerpo de su esposo y lo hizo caer en un bucle en el que la existencia de cada uno hacia más estimulante el momento de su encuentro. El calor comenzó a propagarse de manera constante y su cuerpo lo aceptó, volviéndose suave como una fruta.

"Ah, ah, ah, allí... Justo allí."

Sus dedos largos lo penetraron. Estaba loco por la manera en que se balanceaba y por lo familiar que se sentía. Lo estaba volviendo tan extraño que hasta tomó las sábanas con fuerza y ​​sacudió la cabeza para tratar de contenerse. Aunque obviamente fue en vano. 

"Ah, ah, ah."

Sin embargo, su esposo estaba complacido con la existencia completa de Goshoku, que se había convertido en una bestia superficial que devoraba el dulce castigo que le ofrecía igual a si fuera una recompensa

"Ah, es tan raro... Ah, es raro, Kurose... ¡Ah!"

El placer le brotaba de la parte posterior del cuerpo, como burbujas. Sus manos estaban temblando y su espalda dolía por la expectativa de que comenzara a devorarlo.

"Ah, rápido..."

"Iida."

Un suspiro bestial se derramó en su oído, la saliva goteó y las respiraciones violentas se cruzaron en esa habitación con las luces apagadas. Y cuando pensó que ya no podía soportarlo más, un terrible dolor atravesó violentamente a Goshoku hasta que gritó:

"¡Aaaaaah!"

Fue como un choque que le rompió el núcleo del cuerpo.

Su pene, que era una prueba de que era un S Alfa, le llegaba hasta la parte posterior del estómago para apretar todo lo que estaba en su interior. Era demasiado grande y feroz para que no le molestara a Goshoku teniendo un cuerpo tan delgado.

"Ah..."

Su voz amortiguada sacudió el aire y su suspiro entonces se elevó hasta volverse un pequeño eco.

"Ah, ah, ah, ah..."

Era insoportable. 

No conocía ningún otro placer como este ni un sonido tan húmedo como el que ocasionaban sus cuerpos. El ano hinchado desbordaba semen y comenzaba a contraerse con fuerza como para tratar de exprimir a Kurose a profundidad. Era indecente y codicioso y muy diferente de como se comportaba todos los días.

"Ah, ah, ah."

Y tal vez fue porque inconscientemente estaba estirando las piernas que sintió un ligero calambre alrededor del muslo. 

"Hah, huh, Es-Espera..."

Pero la bestia, que estaba utilizando sus caderas y sus piernas para moverse, pareció no poder detenerse de inmediato. Solo siguió devorando a Goshoku una vez y otra vez, con el pene que se le había convertido en un arma. 

"Espera solo un... ¡Umm!"

Pero el acto solo se hizo más intenso y se volvió un poco más difícil también. Sin embargo, el dulce dolor que le estaba ofreciendo era justamente lo que Goshoku necesitaba. Y aunque se quejaba y lloraba, también había una parte de él que estaba encantada y muriendo de placer.

Su esposo dobló su cuerpo para que encajara cómodamente en la placa de su pecho y vertió palabras apasionadas en su oído que decían:

"¡Te amo! ¡Te amo, Iida...!"

Y cuanto más lo penetraba con fuerza y ​​más lo abrazaba dulcemente, entonces más podía sentir la fuerza de sus sentimientos. Lógicamente, entonces era atacado por una sensación de felicidad sin precedentes. 

"Ah... Ah, Iida... Iida."

Kurose parecía sufrir también.

"Ya no puedo... Ah, voy a... Voy a..."

"¡Iida!"

Comenzó la larga eyaculación de Kurose. Estaba temblando violentamente por dentro y agrandando la base de los genitales para hacer una especie de tapón en su trasero. Era una función de un Alfa para proporcionar una conexión firme y garantizar descendencia.

"¡Ah...!"

"Kurose... ¡Kurose!" 

Dijo que Goshoku era su primera vez. Hasta este año no se había entregado a nadie y ahora el hombre estaba sacudiendo violentamente su pene dentro de él. Tomándolo y diciendo que lo quería.

"Iida, te amo."

"Yo también... Yo también te amo."

Al pedirle un beso, el hombre se lo ofreció mientras movía suavemente sus caderas para adelante. Pero cuando los labios de Kurose bloquearon sus labios húmedos en otro beso, entonces dejó escapar un rugido aterrador y su semen fluyó hasta mojar las colchas.

La eyaculación de Kurose duró una hora. Mientras tanto, Goshoku no tuvo más remedio que aguantar todo este tiempo mientras se obligaba a si mismo a no desmayarse. Y como si fuera un sacrificio, comenzó a temblar cuando los afilados colmillos de la bestia se clavaron nuevamente sobre él.

"Quiero mantenerte oculto para siempre."

La voz de Kurose de repente fluyó, y el brazo alrededor de su espalda pareció aumentar de poder.

Mientras disfrutaba de la temperatura corporal que se transmitía directamente hacía él, tomó sus mano y entrelazó sus dedos con los suyos para apretarlos con fuerza. Por supuesto, se sentía feliz hasta con el simple acto de sostenerse. 

"Iida... También llama mi nombre. Mi primer nombre."

Iba a decir "Kurose", pero negó con la cabeza de inmediato y habló:

"... Rei".

Sonrió y lo dijo de nuevo:

"Rei".

Se preguntaba si estaba más emocionado cuando lo llamaba así o es que solo era su imaginación. Kurose, que había dejado su peso sobre el cuerpo de Goshoku, levantó la cara. Y mientras se miraban el uno al otro, lo llamó otra vez:

"¡Rei... Ah ¡Rei!"

Sus labios fueron robados y sus palabras fueron tragadas por su boca. Ah, sintió como si estuviera en llamas. Un hombre que siempre estaba vestido con uniforme militar y endurecido con una armadura llamado "razón", cambiaba repentinamente solo para él. 

"Iida, mi amor, quiero verter mi semen en ti mientras pronuncias mi nombre". 

Y entonces lo empujó profundamente por detrás. 

"¡Hmm…!"

Era una presencia impresionante. Tanto que había dejado de sentirse a si mismo para ahora solo sentir el espesor de Kurose.

"Te amo, te amo, te deseo tanto." 

Kurose, que estaba mostrando la sangre del S Alfa dentro de él, también era irresistiblemente atractivo.

"Ven amor, acuéstate…"

Mientras Goshoku enterraba su rostro en la almohada, claramente comenzó a sentir los dientes de Kurose por tercera vez entrando en su carne. Le recordaba a la época en que su hermano lo obligó a enlazarse con él. En ese momento, Kurose se aferró a Goshoku, dejó un perfil dental en su nuca y sobreescribió el destino para pertenecerse. Se supone que nunca más debió poder volver a abrazar a Kurose y sin embargo, ahora podía disfrutar de su ser querido con todo su cuerpo y tanto como le viniera en gana. Iba a aprovecharlo, por supuesto.

"Rei, Rei…Más… Más fuerte. Rei ¡Rei!"

Puso su nombre en sus labios una y otra vez hasta que Kurose, que suspiraba y gruñía, pareció volver a enlazarse a su cuerpo.

Nadie podía sobrescribir esta marca. Incluso ese estúpido S Alfa no podía separarlos. Y a medida que avanzaba la noche, se hundió en la alegría ser solamente suyo.


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