Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Alfa más fuerte. Tomo 1 y 2 (Traducción finalizada) por yuniwalker

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Podía escuchar a su bebé llorando más allá de su conciencia.


Tengo que levantarme. 


Tengo que levantarme y ver qué está haciendo mi bebé.


Dijo eso muchas veces, pero no pudo abrir los ojos y su cuerpo apenas y pudo moverse. Estaba tan cansado que aunque ya se encontraba medio despierto, el sueño pareció no querer hacerlo salir de la cama. Y justo cuando estaba pensando en eso, casi más lento de lo que deseaba, finalmente abrió los párpados. 


"Ya... Ya voy."


Intentó levantarse, pero su cuerpo no le siguió. Y cuando logró tener la suficiente fuerza de voluntad para intentar salir de entre las sábanas, la puerta se abrió:


"¿Qué haces despierto? Ve a dormir."


"Pero nuestro bebé..."


"Estaba llorando, así que cambié su pañal y le di el biberón de leche. Está durmiendo profundamente ahora".


El monitor de bebé le mostró que el niño estaba pasando una buena noche de sueño así que sintió unas ganas todavía más profundas de volver a la cama. Pero aunque estaba cansado, también descubrió que ahora era como si su corazón estuviera completamente lleno. Ayer se abrazaron desde la noche hasta el amanecer. Y recordando a Kurose en celo, lo miró un momento como si quisiera ver si realmente era la misma persona. La fiereza del mar embravecido desapareció, y la tranquilidad de un lago tendido en el bosque lo hizo suspirar. 


"Tenemos tiempo."


Kurose se coló en la cama después de confirmar la hora y naturalmente, abrazó a su esposo. Y desde su cuerpo perfectamente superpuesto, comenzó a transmitirse la temperatura corporal del otro, los latidos de su corazón e incluso su flujo sanguíneo. Goshoku, sin querer, recordó cuando llegó Araki, una persona enviada por la organización, por primera vez hasta su casa. Yo, su hijita más tímida, dijo: "Tengo miedo" y entonces Kurose la abrazó hasta hacer que se durmiera. Ahora podía ver lo aliviada que debió estar en ese momento gracias a su papá. Teniendo su temperatura corporal y los sonidos de su corazón en la orejas que mantenía pegadas en su pecho.


"Oye, Kurose... Estaremos bien. ¿Verdad?"


"Estaremos bien, mi amor. Porque haremos todo lo posible para proteger a nuestros bebés. Ya lo dijimos". 


Era una forma de decir que se sentía preparado para hacerlo. Y dentro de él pareció brotar el coraje. Tokun, Tokun, el latido de su corazón fue transmitido perfectamente hacía él.


Estaba bien.


Estaban bien.


Era un momento de calma que no se imaginaba después de haberse amado con fiereza toda la noche.


De repente, recordó cuando Meg le preguntó si amaba a su papá. Amor... En ese momento, pensó que sería imposible decirlo honestamente, pero ahora estaba convencido de que podía hacerlo sin tardar demasiado. Ahora era posible hablar sin la ayuda de celo o del calor provocado por el sexo.


"Kurose..."


"¿Qué?"


"Te..."


Pero aunque tenía la intención de decirlo y probablemente porque dejó pasar demasiado tiempo, Goshoku fue secuestrado por el sueño antes de que lo que pensaba se convirtiera en una voz. Tal vez estaba mentalmente estable al abrazar a Kurose y eso se mezcló con el estado de calma después de su celo. Que Takeda le recetara un medicamento más fuerte también había tenido mucho que ver así que fracasó. Sin embargo, estaba seguro de que habría otra oportunidad. Y cuando ese momento llegara, decidió ser más honesto con sus sentimientos de lo que había sido alguna vez. 


***


"Lo siento, maestro. Por no poder verlo antes".


"Creo que fue difícil para ti, más si siempre pareces tan preocupado por todo. Tranquilo, hombre".


"Créame que lo estoy intentando."


Actualmente, los militares estaban vigilando el área alrededor de la mansión. No estaba claro cuando llegaría el celo de Goshoku, por lo que lo mantenían a cierta distancia y las personas sospechosas no tenían permiso de acercarse. Tomó tiempo confirmar la identidad de Takeda porque llevaba en las manos varios tipos de medicina china.


"En fin... Me voy a ir de la mansión por un tiempo".


"Sí, es lo que dicen. Es difícil, pero seguramente es lo mejor para ti. ¿Vas a ir a una instalación militar?"


"No. Iré un lugar preparado por una agencia externa".


"No se puede evitar, lo siento mucho".


Las violaciones de derechos humanos fueron cometidos por altos militares que ya habían sido arrestados y reorganizados, pero ahora que se había establecido además una organización externa, ya no era posible que los militares estuvieran tan comprometidos en los asuntos que tenían que ver con los Omega. Es decir, ya que ya no eran confiables, aunque una vez se decidió proteger a Goshoku en la instalación militar, ahora todo este plan se había retirado inmediatamente para mandarse a manos de una instalación más secreta.


"Sí. Es una molestia. Pero parece que las visitas familiares están permitidas y si lo solicito formalmente, entonces el maestro puede venir también. Les pediré que lo registren como miembro de mi casa. Además, ya que estoy en celo, he estado bebiendo la medicina china del maestro todo este tiempo. Definitivamente lo necesito".


"Así es. Además, voy a venir seguido porque necesito enseñarte como puedo ganarte en el ajedrez. No quiero que le quites la diversión a este pobre anciano".


"¿Ganarme? ¿No perdiste contra Yanai la última vez?"


Takeda gimió "Um..." con una voz que era casi inaudible ante las agudas preguntas de Goshoku. Él comenzó a reírse.


"Espere... Lo aprecio mucho pero ¿Qué hay de la tienda? Está ocupado, ¿No es verdad?"


"Contraté a un hombre nuevo. No lo hice oficialmente porque pensé que podrías volver, pero parece que sería mejor olvidarlo."


"Lo siento mucho por eso ¿Cómo está bola de masa?"


"Pues, es un gato gordo que come como de costumbre."


Goshoku suspiró. Extrañaba esos momentos en los que estaba preparando la medicina china de acuerdo con la receta que le daban en la tienda de Takeda. El espacio rodeado de pisos de color ámbar y muebles antiguos, que era tranquilo y que no tenía nada que ver con militares, Alfas u Omegas. Además, le gustaba eso de pulir el piso constantemente y relajarse jugando al ajedrez después. 


"¿Qué te pasa? ¿Estabas pensando en algo feliz?"


"¿Eh?"


Estaba sonriendo, así que le sorprendió que tuviera esa cara rara. Sin embargo, solo dijo que no.


"No es nada especial."


Pero mientras decía eso, su cara naturalmente se agitó. Takeda sabía que era una mentira, pero no quiso decirle nada más. Además, sin importar lo mucho que extrañara su antigua vida, era un hecho claro que no cambiaría su existencia junto con su esposo ni aunque le obligaran a hacerlo. Siempre decía que su familia era como una hermosa concha marina que un niño encontraba en una playa de arena. Como una bellota recogida en el bosque. Y con pensarlos solo un momento, empezaban a surgir cosas bastante cálidas y amables dentro de él. Algo que se extendía lentamente y que envolvía todo su cuerpo hasta hacerlo sentir mejor. Y recordando la noche en que no solo su cuerpo sino también su corazón pareció estar fuertemente conectado, hizo una cara que provocó que Takeda repitiera: 


"No sonrías".


"No lo hago".


"Ver tu felicidad me da envidia. Ya no hagas eso o no voy a visitarte otra vez".


E ignorando los evidentes sentimientos de soledad de Takeda, una pequeña vocecita se escuchó desde la izquierda: 


"Oye, abuelo ¡Vamos a jugar!"


Yuki, que había estado esperando desde hace un rato, salió de su escondite cuando comenzó a sentirse adolorido. Además, detrás de la puerta, los niños esperaban por ellos uno al lado del otro. Estaban emocionados de ver si mamá y Takeda finalmente armaban equipo.


"¿Ya juegas, Take-chan?"


"Oh, pero tiene que tener cuidado. Estos niños traviesos no conocen los límites de su fuerza física últimamente".


"Creo que podríamos tener un partido rápido."


"¡Sí!"


Se escuchó una voz bastante alegre. Luego, los niños le preguntaron si podían salir al jardín así que no tuvo más remedio que darles su permiso. Todavía faltaban alrededor de dos horas antes de que viniera Araki, de la organización externa, para verificar que todo estuviera en orden y llevarlo a otra casa. Sin embargo, el bebé pareció comenzó a llorar antes de que pudiera organizar su equipaje y preparar a su familia.


"¿Qué pasa, pequeño?"


Su pañal no estaba mojado así que lo abrazó con fuerza. La señal de sus hermanitos, que había sentido a su lado hasta ese momento, desapareció debido al partido así que se quedó completamente solo. Quería llevarlo con ellos, pero aún no parecía adecuado dejar la mansión. 


"No llores. No llores, amor. Ellos van a jugar contigo más tarde."


Recordó la cara de Araki esperando por él así que se deprimió un poco. Aunque fiel al trabajo, ese hombre parecía un poco... Sospecho. Incluso pudo sentirlo en la encuesta anterior. Era como si le estuviera diciendo a gritos que su libertad estaría limitada por un tiempo. 


"¿Qué pasa? ¿Estás de mal humor hoy?"


En ese momento, la persona a cargo del ejército, quien custodiaba la mansión, lo contactó. Araki parecía estar allí, mucho antes de lo previsto. Y después de un tiempo, el hombre apareció frente a él mientras mostraba su identificación.


"Es temprano..."


"Lo siento. Es por tu seguridad, así que es mejor llegar lo más temprano posible".


Entonces el bebé comenzó a llorar aún más violentamente. Lo besó, lo arrulló entre sus brazos, pero no podía detenerse. Era raro que estuviera de ese humor hasta ahora. 


"Me gustaría un momento más."


"Desafortunadamente, a mi me gustaría que pudiéramos irnos de inmediato". 


"Mis niños están jugando, solo quiero darles un minuto más. Además es mi casa."


"Pueden jugar después. Creo que entiendes que esto es para tu protección y la de tus hijos ¿Verdad? ¿O no quiere lo mejor para ellos?"


Sintió que se lo había dicho como una amenaza. Contrariamente a su actitud o su tono todavía demasiado amistoso, sentía que había una parte fría oculta en él. 


"No... Lamento decir eso. Me prepararé rápidamente".


Goshoku inclinó la cabeza y se dirigió a la habitación con el pequeño bebé que no dejaba de llorar. Revisó el interior de su maleta para ver si no quedaba algo y buscó en su celular el número de su esposo. Antes no sería tan obediente, pero podía "portarse bien" si eso significaba que los niños estarían a salvo.


Suspiró.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).