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El Alfa más fuerte. Tomo 1 y 2 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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El teléfono temblaba sobre la mesa


Goshoku, que había empacado su equipaje en una maleta que estaba descansando sobre la cama, se detuvo y miró hacia atrás por un momento. La mesita de noche, con el teléfono, estaba detrás de Araki así que no podía verlo bien.


"Por favor, date prisa".


"Pero el teléfono está..."


"Seguramente volverá a llamar más tarde. Tu seguridad y la de tus hijos es la prioridad".


Araki había llegado solo hace unos diez minutos, pero ya había sacado a Takeda de la casa y acabado con la poca paciencia que tenía Goshoku. Sin embargo, obedeció en silencio porque no era su intención ponerse a discutir frente a los niños. Cerró la maleta y metió los pañales de su bebé dentro de la mochila. Todo lo que tenía que hacer a continuación era traer un poco de la leche que había quedado en el refrigerador y ya. 


"¿Estás listo?"


"Terminé."


Y cuando puso su teléfono en el bolsillo de su pantalón y salió de la habitación, descubrió que los niños, que no pudieron jugar lo suficiente con Takeda, esperaban silenciosamente en la sala de estar. Meg y Taki no dejaban de mirar dentro de la pequeña cunita y en realidad, hasta parecían un poco asustados.


"Mami..."


"¿Qué pasa? ¿Qué tienes, Yo-chan?"


Pero incluso aunque hablaba con una voz increíblemente suave, el poder de Yo para aferrarse a la pierna de Goshoku le hizo creer que era un asunto urgente. ¿Por qué estaban actuando así? Hasta era raro que Yuki, quien era el más travieso de todos los niños, estuviera sentadito como si no supiera para donde moverse.


"¿Y papá?"


"Él está bien, no se preocupen por eso. Papá nos prometió que vendría después de terminar con su trabajo. Vamos a ir a una casa de seguridad y luego todos podremos reunirnos en algunos días. Debemos ser muy pacientes hasta entonces ¿Esta bien?"


Y mientras acariciaba la cabeza de Yo, el teléfono celular volvió a sonar de repente. Lo miró un momento y contestó:


"¿Hola?"


"Mi amor..."


Su corazón recuperó la calma cuando escuchó la voz de Kurose. ¿Desde cuándo había tenido ese efecto en él? Intentó hacer memoria, pero no pudo recordarlo. Sin embargo, cuando estaba a punto de hablar sobre esto, lo escuchó decir:


"No te espantes y escucha bien".


Resultó ser una mala noticia. 


"¿Araki está a tu lado? Que no note que yo te estoy llamando. No digas nada."


El corazón se le hundió en un lago helado. 


"¿Qué sucede, profesor Takeda? ¿Olvidó algo?"


Hubo un momento en el que no escuchó nada así que pudo imaginar cómo se veía Kurose en ese momento.


"Es un impostor, no es una persona del gobierno. Se encontró el cadáver real de Araki hace un momento así que probablemente sea un miembro de "AAsA".  Es el S Alfa que escapó. Es él".


"... Ya "


"Tomó la identificación de Araki y la reemplazó por una foto suya. Los datos de sus huellas dactilares también fueron pirateados y reescritos. Por eso no sospechamos nada cuando llegó".


"Bueno profesor, en serio no lo dejó en los cosas de los niños pero... Supongo que lo buscaré. No se preocupe".


"Voy a ir de inmediato, mi amor ¿Escuchaste? Voy a ir por ti. No importa lo que pase."


Los latidos de su corazón se hicieron cada vez más rápidos y dolorosos, más aún porque ahora parecía que solamente el podía proteger a sus niños. Dijo que iban a llegar algunos soldados de la guardia pero hasta entonces, quedaban cinco minutos. Araki no debería enterarse de que ya conocía su secreto.


Respiró y volteó el cuerpo para mostrar una expresión relajada. Sin embargo, lo que saltó a sus ojos fue Araki hablando con Meg y sosteniendo su osito de peluche cerca de su cara. Meg estaba feliz de ser elogiada por su muñeco favorito y sus coletitas si que se rió. Goshoku sintió que no podía respirar.


"Entonces, voy a tratar de tener cuidado."


"No cuelgues, déjalo justo así."


"Entiendo. Lo haré así entonces. Nos vemos luego."


Manteniendo un tono ligero, fingió colgar y guardar el celular en su bolsillo de enfrente. Comprobó la posición de los niños sin dejar de sonreír.


"¿Quién era?"


"Takeda. Parece que no estaba satisfecho por como lo trataron aquí. Y es peor porque olvidó una de las llaves de la tienda".


"Es un poco descuidado por lo que veo".


"No se puede evitar. Ven aquí, cariño. Ven conmigo"


Primero, estaba intentando mantener a los niños alejados del hombre para asegurarse de que no les fuera a pasar nada. Todo aquel que ingresaba a la mansión era revisado por lo que estaba seguro de que no tenía armas.


"Meg, ven..."


"¿Está bien señor Goshoku?"


"Por supuesto. Ya terminé de empacar desde hace un rato."


"Entonces vámonos ya."


Maruo y Meg seguían fuera de su alcance. Como lo pensó, era completamente imposible proteger a siete personas a la vez. Era frustrante ¿Y dónde estaban los malditos guardias? Ya deberían estar allí.


"Meg, te dije que vinieras."


"¿Pero por qué? ¿No se supone que ya somos amigos?"


Entonces, el hombre sujetó a Meg entre sus brazos de tal forma que la niña gritó.


"¡Meg!"


"Incluso si no tengo un arma, puedo romperle el cuello a un niño con una sola de mis manos ¿Quieres ver?"


Goshoku tenía los dientes apretados. 


"El celular, sácalo."


"Libera a Meg, ahora."


"¡No le hagas nada terrible a Meg!"


Al mismo tiempo que hablaban Maruo y Goshoku, Yuki decidió intervenir:


"¡No te perdonaré si le haces algo malo a mi hermana!"


"Jajaja, no puede ser. ¡Pero si todos ustedes son una bola de estúpidos Omega! ¿Qué van a hacerme? ¿Algo como esto?"


Entonces, el hombre comenzó a dejar salir sus feromonas.


Yuki se dobló contra su propio abdomen y al instante siguiente, todos los niños parecieron revolcarse del dolor. Incluso el bebé comenzó a llorar violentamente dentro de la cuna porque sintió que la atmósfera estaba mal. 


"¡Espera! Espera por favor.¡Mis niños no tienen la culpa! ¡Detente! Escucharé cualquier cosa. Te seguiré en silencio, así que suelta a los niños. Te lo prometo. Lo prometo así que..."


"Pensé que sería más complicado. Ya sabes, no es fácil engañar a los militares. Solo, supongo que estoy teniendo mucha suerte."


Al parecer, se hizo pasar por un oficial de una organización externa e identificó la mansión donde se encontraba refugiado Goshoku. Estuvo trabajando por un tiempo para poder captar toda la estructura y la seguridad que había en el interior y así, pudo planificar sus movimientos con cuidado hasta este día.


"Te diré que quiero. Deseo fabricar un Alfa perfecto que pueda ayudar para el futuro de este país. Una fábrica Alfa, por así decirlo. Por supuesto, para eso también necesitamos un útero perfecto."


Fue una palabra muy desagradable. Pero eso era justo lo que "AAsA" representaba. Para ellos, un Omega no necesitaba derechos humanos. Era solo una persona inútil que daba a luz a los niños que querían. Y él tenía una alta probabilidad de dar a luz a un Alfa, incluso si la tasa de implantación era baja.


"¿Entonces? ¿Necesito presionar un poco más?


"¡...!"


Metió la mano en su bolsillo y tomó su teléfono. Podía imaginar fácilmente a Kurose chasqueando la lengua. 


"Vamos, tómame. Llévame donde tengas que llevarme y haz lo que sea que tengas que hacer conmigo pero... Déjalos ya."


Cuando le entregó el celular, como muestra de que hablaba enserio, le quitó la batería y luego lo pisó. Por supuesto, la conexión con Kurose se cortó de inmediato en ese momento. Además, él tomó los supresores que Goshoku tenía guardados en su maleta. 


"También esto. Necesito que entres en celo con mi propia voluntad. ¡Mírate ahora! Eres un S Omega pero pareces un Beta estando así. Eso no es divertido."


Goshoku respiró profundo.


"Los militares van a llegar pronto. ¿Crees que puedas escapar a eso?"


"Solo mírame".


Araki le sonrió y de inmediato le pregunto por cada una de las salidas que conociera dentro de la casa. 


"La seguridad de los niños es tu máxima prioridad, recuerda eso. Si haces lo que te digo, van a estar bien".


Era frustrante, pero pareció lógico pensar que no había más remedio que obedecer. Por supuesto, estaba más enojado que nunca en la vida y con una impotencia que creyó olvidada. Le dijo que se metiera a la habitación del segundo piso y que hiciera que los niños guardaran silencio. Sin embargo, en el momento en que ingresó al cuarto, pudo escuchar perfectamente un par de pasos que cruzaban desde el pasillo principal. Abrió la puerta y saltó en la dirección de los hombres mientras sostenía todavía a su bebé entre los brazos. Los militares corrieron.


"¡Encontré a Goshoku!"


"Señor, tengo a Goshoku."


Estaban contactando a alguien de forma inalámbrica así que se imaginó que era Ai. Lo sentía tanto.


"¡El falso Araki se escapó! ¡Parece que está bajando las escaleras en el lado norte hacia el patio trasero!"


"Iremos enseguida."


Un grupo de militares fluyó en la dirección señalada por Goshoku. 


"Venga con nosotros, joven Goshoku. ¿Qué hay de sus hijos?"


Era un joven soldado, lo podía imaginar por la insignia de rango que estaba en su pecho.


"... Aquí."


Cuando lo invitó a la habitación, Araki, que había estado escondido, se coló por detrás y lo hundió en el suelo en un abrir y cerrar de ojos. Después de quitarle el uniforme militar, lo amarró, lo amordazó y le robó su arma. Luego, simplemente lo metió en el armario y cerró la puerta. Sorprendido por su destreza, Goshoku se quedó casi estático en su lugar. El Alfa se cambió al uniforme militar y se puso incluso la gorra:


"Mamá morirá si hace algo estúpido."


Habló para despertarlo y para hacer que todos siguieran obedeciendo. Yuki pareció enojado pero cuando vio a Meg, temblando en el suelo, solo dijo que "estaba bien" y se quedó muy quietecito. El bebé no dejaba de gritar.


"Andando."


En el camino, pasó junto a algunos soldados pero nadie se dio cuenta de que Goshoku estaba siendo secuestrado. 


"Mami..."


Sus ojos se encontraron con los de Yo, que parecía inquieta, así que sonrió y dijo: "Todo va a estar bien", antes de salir completamente del pasillo. Como dijo, no iba a pasar nada. Incluso lo repitió para si mismo un montón de veces. Era un signo de la determinación que tenía por proteger a los niños incluso aunque significara estar pasando por esto.


Cinco minutos después, el hombre tomó a Goshoku, salió por la puerta principal y lo subió al auto.


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