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El Alfa más fuerte. Tomo 1 y 2 (Traducción finalizada) por yuniwalker

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Una vez que dejó ir su razón, fue llevado a un instinto en el que estaba siendo completamente arrastrado por una corriente fangosa.

Ahora mismo estaban chocando, yendo al fondo de la habitación y apartando lo que cada uno llevaba encima. Luego, casi sin querer, ambos fueron bloqueados por un escritorio así que parecieron dejar de caminar muy abruptamente. Una mano subió por la espalda del hombre que lo devoraba y un brazo se enredó alrededor del cuello de Kurose. Su cabello estaba descansando entre sus dedos y sin embargo, más que una caricia, pareció ser algo así como un toque desesperado y alimentado por lo que estaba a punto de pasar.

Goshoku se quejó y notó que su cuerpo estaba siendo más sensible que de costumbre ante el beso que le había dejado detrás de la oreja. Además, fue como si cada uno de los lugares que estaba tocando Kurose se calentaran al máximo sin darle siquiera tiempo alguno de detenerlo.

"Ah, ah, espera ¡Um!"

Los labios se movieron desde detrás de las orejas de Goshoku hasta su nuca, arrastrándose por las partes más débiles y jugando con la sensibilidad y el hambre del Omega. Cuando comenzaba a jadear gracias a eso, su cuerpo se inclinaba tanto que hasta pareció que su manzana de Adán se había vuelto más prominente.

"Aaah, más ¡Más!"

Sosteniendo la cabeza de Kurose, Goshoku pidió por más mientras notaba la manera en que su abdomen se estaba apretando.

"¡Ah!"

El dolor y el placer lo golpearon al mismo tiempo. Le había comenzado a doler la mitad inferior del cuerpo y no lograba soportar el hecho de que estaba doblando las piernas tan descaradamente. Luego, impulsado por su propia voz chillona, ​​puso una mano sobre el escritorio y otra alrededor de la espalda de Kurose para poder abrazarlo según su propio entusiasmo. Cuando las cosas que estaban encima de la madera se esparcieron debido al impulso de su deseo, Kurose lo tomó de tal manera que terminó por sentarlo en el suelo. Se acomodó y, en un abrir y cerrar de ojos, le quitó todo lo que lleva puesto en la parte inferior del cuerpo.

La forma violenta en que lo hizo excitó a Goshoku.

"Ah, Rei ¡Rei! ¡Rei!"

¿Existía un hombre que le pareciera tan odioso y a la vez tan querido? Todo hasta ese punto, había ocasionado una tormenta tan grande que no sabía cómo sentirse al respecto. Estaba vivo. Maldito. ¡Que injusto fue él como para hacerlo sufrir de esta forma por meses! Por supuesto que las lágrimas se desbordaron de inmediato cuando lo recordó.

"¡Ah...!"

"Mi amor..."

Y quizá estaba satisfecho con la reacción que era demasiado fácil de entender, pero Kurose volvió a besar a su esposo. Luego lo hizo más profundo y lo succionó tanto y tanto que comenzó a dolerle hasta la raíz de la lengua.

"Hmm, hmm, hmmm..."

Abrió los ojos:

"¿Me esperaste todo este tiempo...?"

"Sí. Yo esperé. He estado esperando... Ah, he estado esperando por ti... Umm, um..."

"¿Qué estuviste esperando?"

"Que me... Tocaras."

"Eres tan sexy, cariño."

Una palma caliente se coló debajo de su camiseta e inmediatamente después, sintió un par de palmaditas en su flanco derecho. Luego, un suspiro tan increíblemente dulce como todos los anteriores se escapó de entre sus labios:

"¡Aaah...!"

"Estás mucho más delgado."

"Estuve comiendo... Correctamente."

"¿También lo haces correctamente por aquí?"

Estimuló las partes débiles de su trasero y lo tocó hasta matar todos los esfuerzos de Goshoku por ahogar su voz. Y justo después, el cuerpo que pareció volverse más débil debido al éxtasis, fue llevado a un lugar que estaba más allá de toda su voluntad.

"... Yo, traté de estar bien solo por ti."

Los largos dedos de Kurose buscaron el calor de su piel hasta que llegó a su límite. Puso su frente contra la suya y comenzó a bajar las manos hasta llegar dentro de sus nalgas. Goshoku abrió los labios:

"Ah, ah, ah.... Espera."

Los dedos se apretaron en las profundidades de Goshoku solo por la satisfacción de disfrutar de la reacción de su esposo y de la forma lenta y frustrantemente suave de su cuerpo.

"¡¡Ah!!"

Los largos dedos del hombre estaban revelando un cuerpo que había estado desatendido durante meses. De hecho, hasta descubrió que se estaba comenzando a quejar de esto como si no fuera suficiente.

"Rei..."

Kurose, que debería haber entrado en celo de la misma manera que él, en realidad pareció ser el único cuerdo entre los dos. Sin embargo, lo que se reflejó en los ojos de Goshoku, que estaban completamente puestos en su dirección, fue la figura de un hombre que no podía aguantar ni siquiera un segundo más. Lo estaba mirando con tanta urgencia que no era exageración decir que se asustó.

"¿Vas a arruinar mis esfuerzos de ser un hombre decente con mi esposo?"

El gesto de Kurose, intentando calmarse frente a él, se sintió terriblemente sensual. Además, mirando hacia abajo, el pene del hombre le estaba contando con exactitud sobre los días en que no pudieron encontrarse. Se preguntaba si eso podía caber dentro de él y al mismo tiempo, le impulsaba el deseo de ser uno a su lado.

"¡Date prisa... ¡Ah! ¡Por favor date prisa!"

Tan pronto como le rogó, un bulto de calor se precipitó dentro de él.

"No sé que hacer... Me gustaría ir lento pero..."

"Ah, ah ¡Dios!"

"¿Es doloroso?"

"Es doloroso... Pero no quiero que te detengas ¡No quiero! ¡Ah!"

La fiebre de Kurose estaba desgarrando su cuerpo. Era pesado y palpitante, como un bajo profundo y rugiente dentro de su ano.

"¡Aaaaaaaah!"

No sabía si era Kurose o él, pero cada movimiento del escritorio pareció ser caliente y completamente loco.

"Ah... Mmm. ¡Mmm!"

Mientras lo besaba, sacó las caderas y pidió un poco más que al principio. Era algo profundo y superficial. Una cosa que le hacía sentir obsesionado con el vaivén de la cintura de Kurose y con la forma de sus piernas, que de vez en cuando se volvían tan fuertes como para jugar un poco con la desesperación de Goshoku. Hizo coincidir sus frentes entre si y luego lo miró a los ojos igual a si quisiera asegurarse de que estaban en la misma sintonía.

"¿Estás bien?"

Asintiendo, pidió que se moviera más rápido y al mismo tiempo se encargó de poner su fuerza en los dedos que había llevado directamente a los hombros de Kurose.

"¿Lo quieres en tu culo?"

'Lo quiero ¡Ah! ¡Lo quiero!"

No podía creer que pudiera emocionarse más de lo que ya lo estaba, pero el calor se precipitó profundamente en su estómago hasta que el encuentro sexual se sintió voluminoso y mucho más fuerte de lo que esperaba. Le hizo darse cuenta de lo mucho que lo deseaba en realidad.

"¡Ah!"

De repente, sus piernas estaban abiertas de par en par, a izquierda y a derecha, mientras que él miraba completamente para abajo como si no supiera que hacer.

"Esta posición..."

"Quiero ver todo tu cuerpo. Necesito verte."

Pero aunque él intentó hacer lo mismo, la realidad era que Kurose estaba tan sexy como siempre. No pareció infinitamente desordenado como él.

"Rei..."

"Necesito saber que sigues siendo mío..."

Goshoku se llenó de una alegría indescriptible con solo reflejarse en sus ojos. Era lo mismo de cuando se encontraron por primera vez. Desde el momento en que quedó atrapado en la línea de su visión, debajo de la gorra del ejército que ocultaba lo profundo de sus ojos, el corazón de Goshoku fue capturado por completo hasta amoldarse en sus manos.

"¡Ah!"

Mientras desbordaba una dulce voz de entre sus labios, deseó fervientemente que lo empujara con más fuerza. Deseaba que temblara más, que lo rompiera más. Que lo asfixiara hasta el desmayo. Ser retenido e invadido hasta la locura, justo como un monstruo incontrolable. Un hombre con una codicia insondable que lo miraba directo a la cara.

Kurose se erigió más y más hasta que el globo, en la parte de la punta de su pene y que era algo particular en los Alfa, se agrandó tanto que, en el momento de pulsar, escuchó incluso sus pequeños gemidos descontrolados.

"¡Ummm!"

Tembló.

La eyaculación de un S Alfa era increíblemente larga.

El placer adormecedor continuó manteniendo su punto máximo y el impulso no disminuyó en un tiempo considerable, convirtiéndose en un oleaje que golpeaba profundamente a Goshoku desde todas las direcciones posibles.

"¡Ah! ¡Ah! Espera... ¡Um!"

Kurose dobló lentamente sus rodillas y se acomodó en el suelo. Goshoku, que se arrodilló a horcajadas sobre él, no pudo evitar llegar la penetración más profunda que se pudo imaginar debido a que, para empezar, sus piernas no eran precisamente fuertes.

"Ah ... Ah ..."

Cambió la posición rápidamente hasta que, Kurose, con la espalda recargada contra el escritorio, le agarró ambas muñecas y le hizo sostenerse del borde de la madera. Fue un poco más fácil cuando puso la fuerza en sus brazos pero, Goshoku igual pensó que de no tener cuidado, sus rodillas no se sostendrían más y terminaría por apretar y apretar su verga hasta ser muy incómodo.

"... Rei... Ah. Ah. No puedo... No puedo..."

"Pero si no hemos terminado todavía, mi amor."

Colocó ambas manos en su cintura y lo instó a moverse por su cuenta. La parte más baja de su ano estaba increíblemente hinchada pero no tenía la sensación de dolor. Solo encontró placer, una increíble sensación de placer. Goshoku se mordió los labios mientras buscaba un buen lugar por si mismo.

"Está bien, muévete como quieras..."

"Ah".

Llevó sus manos hasta su pecho, dobló las caderas y apretó con muchísima fuerza. Casi como si tuviera miedo de sacar ese pene del interior de su culo. Luego, se balanceó para adelante y para atrás estimulado por la lengua hirviendo de su esposo.

"¡Aaaaah!"

La areola la tenía hinchada y abultada y la protuberancia que estaba en el centro pareció roja y muy afilada. También estaba muchísimo más sensible que antes. Aunque estaba avergonzado de que su cuerpo se hubiera transformado en una figura obscena, estaba a merced de un montón de deseos pecaminosos que le permitían encontrar placer incluso con pequeños estímulos. No sabía si dolía o se sentía bien. Además, era estimulado por un lado por un dedo mojado con saliva y provocado por un pene enorme hasta que su cuerpo rebotó. No puedo reprimir un cuerpo que era más expresivo que su boca.

"Eres hermoso..."

"Rei..."

"Eres hermoso, Iida... Tú siempre has sido completamente maravilloso."

Una sensación aterradora recorrió todo su cuerpo, dándole una sensación de hormigueo que pareció mezclarse con el placer.

"Ah, ah, ah, ah..."

Descubrió que Kurose, quien lo llenaba desde abajo, se había vuelto aún más voluminoso y más caliente. Pensó que ya habían llegado el límite, así que se quejó al descubrir que no era verdad.

"Um..."

Era imposible pensar correctamente y sin embargo, también estaba ese deseo de ser completamente empujado hacia arriba y devorado por él. Mientras tanto, la mano de Kurose comenzó a buscar cada una de sus protuberancias sensibles, apretando y acariciando igual si tuviera miedo de que se fuera a escapar de allí.
Y mientras se inclinaba, sacaba la placa del pecho en su dirección y lo disfrutaba, Goshoku pareció increíblemente consciente de una cosa: Este encuentro aún no había terminado y en realidad, estaba muy lejos de hacerlo.


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