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Crimen por zion no bara

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Notas del fanfic:

Es una historia en la que trabajé, espero que les guste.

Notas del capitulo: Es pero que le den una oportunida y que les interese, al menos un poco.
 

Temprano por las mañanas Saga se levantaba para tener en orden sus cosas y hacer a tiempo su rutina matutina antes de irse a su trabajo. Así que su día daba inicio con una sesión de entrenamiento de una hora que incluía correr, flexiones y levantar pesas, después de eso se daba un baño y finalmente desayunaba, nada que no estuviera perfectamente controlado y pesado, la comida chatarra estaba fuera de discusión. Una vez que terminaba con eso tomaba las llaves de su camioneta y se iba a su trabajo, para el cual, por demás, estaba perfectamente calificado y le gustaba.

--Hola Saga-lo saludaron amablemente al llegar.

--Hola Milo ¿hace mucho que llegaste?

--Apenas unos minutos.

--¿Ya llegó alguien?

--No, como siempre llegamos antes que ellos.

--Es mejor tener todo listo.

Se pusieron a revisar que el equipo estuviera en orden y que nada se encontrara fuera de su lugar para cuando llegaran los estudiantes, lo cual no tardó en suceder. Ellos se encargaban de jóvenes que practicaban gimnasia pero no solo a nivel escuela, de hecho los buscaban porque eran de los mejores y se sabía que buscadores de talento iban a ver a sus discípulos para becas estudiantiles o prepararlos a nivel superior.

--Buenos días-dijo un joven de cabello oscuro.

--Buen día Seiya-le respondió Saga-espero que hayas entrenado durante el fin de semana como te lo indiqué.

--Lo hice.

--Bien, empieza a calentar, quiero que trabajemos el caballo.

--Bien.

De inmediato se puso a hacer lo que le indicaron, y fue una escena similar la que se dio con el resto de los muchachos que iban llegando, a cada uno le preguntaba si había entrenado, de inmediato los enviaba a calentar y una vez que estuvieran trabajando se daría cuenta de si era verdad lo que le habían dicho o no. Toda la mañana la paso observando muy alerta a los jóvenes, indicando en que partes debían tener cuidado y cuales eran los fallos, además de tomar tiempos y llevar sus propias estadísticas de rendimiento.

--Muy bien jóvenes-les dijo casi al mediodía-Es hora de tomar un descanso, después seguimos.

Vio como los muchachos se sentaban sobre las colchonetas y él fue a su oficina, se dedico a leer unos informes, en eso recibió una llamada.

--¿Bueno?

--¿Cómo estás Saga?

--¿Sucede algo Kanon?

--¿Debe suceder algo para que llame a mi hermano?

--Si.

--De acuerdo, solo quería saludar y saber como estabas.

--¿Y además?

--¿Siempre debe tratarse de un favor?

--¿No es así?

--Tú ganas, necesito que me hagas un préstamo.

--¿Para qué?

--Me atrase en un pago de mi auto, te prometo que te pagare en una semana.

--Está bien ¿vas a mi casa o voy a la tuya?

--Voy a la tuya, de paso hablamos un poco.

--Nos vemos entonces.

--Nos vemos.

Termino la llamada, se llevaba bien con su hermano pero a veces no era sencillo tener tiempo para verse y aunque había ocasiones en las que parecía que no se entendían en realidad no era así, simplemente que a veces no compartían las mismas cosas. En eso llamaron a la puerta.

--Adelante.

--Buenos días.

Levantó la vista y se encontró con un joven frente a él, era muy esbelto y de grandes ojos con el cabello verde, tenía una expresión muy tierna, como la de un niño aunque ya era un adolescente.

--¿En que puedo ayudarte?-le preguntó Saga.

--Mi nombre es Shun, tengo una cita.

--Es verdad, por favor siéntate.

Un conocido de una academia le había llamado para decirle que le enviaría a un joven que estudiaba gimnasia y que le parecía que era muy bueno, por lo cual le pedía que lo evaluara, habían acordado la cita antes del fin de semana.

--Bien Shun, me dijeron que eres muy bueno, además de avanzado para los compañeros de tu clase.

--Eso decía mi entrenador por eso me envió aquí.

--Mi curso ya esta empezado, así que no sería sencillo aceptar a alguien a esta altura, tal vez no podría acoplarse, de todas maneras prometí que te haría una prueba, solo quiero advertirte que no te ilusiones demasiado si no puedes ir al mismo nivel de los demás.

--Estoy de acuerdo-dijo el muchacho con confianza.

--Ve a cambiarte y me alcanzas con los demás.

--Bien.

Unos minutos después apareció el joven donde los demás practicaban, lo que hizo que los otros muchachos lo miraran con curiosidad.

--Atención jóvenes-dijo Saga a su equipo-Él es Shun, hará una prueba para ingresar, quiero que lo vean y me digan al terminar sus opiniones.

Saga esperaba que vieran los errores y que al señalarlos indicaran también la manera de corregirlos, él enseñaba de esa manera, le hizo una indicación al muchacho de cabello verde de que podía iniciar, hizo una rutina de piso, no parecía en un inicio nada fuera de lo común pero al ir avanzando aumento la velocidad y los movimientos se hacían más complicados a la par de más fuertes, todos quedaron bastante sorprendidos cuando pudo realizar dos gigantes sin el menor problema, lo seguían asombrados pues parecía que estaba al mismo nivel que ellos e incluso, tal vez, un poco adelantado a algunos.

El entrenador lo miraba con asombro, en verdad era un joven talentoso, cierto que había podido notar algunos fallos pero sabía que Shun nunca había recibido clases más allá de la escuela, así que si se le podía preparar de la manera adecuada sin duda lograría ser un excelente gimnasta. De repente el joven se detuvo.

--¿Qué tal lo hice?-preguntó mirando a Saga.

--Lo hiciste bien Shun, los demás, ¿alguien tiene algo que decir de su rutina?

Pero ninguno de los muchachos dijo una palabra, a su juicio no había habido fallos que pudieran comentarse.

--Estás dentro-le dijo el entrenador.

--Gracias-respondió el muchacho con una linda sonrisa sin dejar de ver a Saga.

Desde ese momento Shun se quedo en el equipo entrenando con sus demás compañeros pero fue cuestión de días para que todos se dieran cuenta de que era un joven muy ágil y hábil, no tardo en estar completamente al mismo nivel que los otros y para nadie era un secreto que muy pronto podría superarlos, lo que hacia que se esforzaran más.

Un día, cuando terminaron las prácticas, Saga tenía algo que decirle.

--Shun ¿puedes esperar unos minutos?

--Claro.

--¿Cómo te sientes de estar aquí Shun?

--Me agrada, todos son muy atentos conmigo.

--Que bien que te guste, me gustaría proponerte algo.

--¿De que se trata?

--No es un secreto que eras un joven muy talentoso, aunque tienes ciertas fallas que son más bien técnicas pero estoy convencido que puedes superarlas y estar listo para la competencia de este año.

--¿De verdad lo cree?

--Si, es por eso que quiero proponerte que entrenes un poco más, yo mismo te supervisaría para que estuvieras listo.

--¿Cree que puedo ir a competencia este año?

--Si te preparas lo suficiente estoy seguro de que lo harás muy bien ¿Qué te parece? ¿Aceptas?

--Claro que acepto ¿Cuándo nos veríamos?

--Cómo el día de hoy, después de terminar con el equipo ¿está bien para ti?

--Muy bien.

--Entonces puedes retirarte por hoy y comenzamos mañana mismo.

--Entonces nos vemos mañana-dijo sonriente.

Esa noche Saga tenía un compromiso, había quedado de verse con su hermano.

--Hola Kanon-dijo al llegar a su casa.

--Por fin llegas, siempre tienes cosas que hacer antes que verme.

--No molestes, tan solo me retrase diez minutos.

--Bueno, al menos ya estás aquí. Ponte cómodo.

El resto de la noche lo pasaron hablando de lo que habían estado haciendo en esos días, ante lo cual la conversación tuvo que recaer en sus respectivas actividades.

--¿Todo marcha bien en el despacho?-le preguntaba Saga a su hermano.

--Todo esta bien, aunque podría ser mejor, a veces no se porque elegí una carrera en la que debo apoyar a alguien aunque no me agrade.

--Tú fuiste el que quiso ser abogado.

--Y tu eres el administrador que lo dejo para ser entrenador.

--Al menos hago lo que me gusta.

--Y llevas bien tu negocio.

--No tengo quejas al respecto, además me gusta trabajar con los muchachos, no se sabe hasta donde llegaran hasta que los apoyas.

--Creo que me quedo siendo abogado.

--Además apareció un muchacho sumamente talentoso.

--¿Enserio?

--Si, tiene un gran potencial, si se le prepara de la manera adecuada creo que puede llegar a nivel olímpico.

--Debe ser muy bueno entonces.

--Lo es, voy a entrenarlo tiempo extra para poder mostrar todo su potencial, no se sabe cuando un buscatalentos pueda estar cerca, creo que se le puede formar un buen futuro en la gimnasia.

--Si tu lo dices, ya sabes que yo nunca pude con ella, por eso me fui a atletismo.

--Te fuiste a atletismo porque te gustaba uno de los corredores.

--También por eso.

Siguieron con la conversación hasta que ya era bastante tarde pero Saga se quedo a dormir en casa de su hermano, cuando despertó se alisto rápido y regreso a su casa, tan solo hizo lo más indispensable de su rutina y se fue a entrenar.

Una vez que llego se llevo una sorpresa.

--Buenos días entrenador.

--Buenos días Shun, llegaste temprano.

--Estaba tan emocionado que apenas si pude dormir, así que me levante y me dispuse a llegar a primera hora.

--Tienes iniciativa, eso me gusta.

--¿De verdad?-le pregunto con un brillo extraño en la mirada pero el otro no se dio cuenta.

--Si ¿Qué te parece si empiezas a prepararte entonces? De paso aprovechamos mientras llegan tus compañeros para explicarte en que quiero que trabajemos.

--Está bien.

Así que mientras los otros muchachos llegaban y calentaban, ellos dos se preparaban para lo que el entrenador deseaba que trabajaran, el de cabello verde se mostraba muy atento a las palabras del otro hombre pero este lo tomaba como atención simplemente.

De esa manera las clases extra dieron inicio, cada momento Saga se convencía más de sus decisión de entrenar más a Shun, sin duda era un atleta nato y podría lograr cosas importantes de trabajar en su talento, se sentía contento de poder tener a un muchacho así a su alcance. Además le parecía que era un joven muy agradable y en cierta forma tierno, seguía teniendo la sonrisa de un niño. Pero no se había dado cuenta de algo más hasta cierto día en el que llevaba al muchacho a su casa.

--Gracias por traerme-dijo Shun.

--De nada, es lo menos que puedo hacer ya que te tengo entrenando tiempo extra.

--A mi me gusta entrenar.

--Que descanses Shun, nos vemos mañana.

--Hasta mañana...Saga.

Y diciendo eso le dio un beso en la mejilla antes de bajar del vehículo, lo que dejo al de cabello azul un poco desconcertado pues el muchacho nunca había actuado de esa manera pero le pareció que lo mejor era dejarlo pasar, era simplemente un jovencito, así que se fue a su casa a descansar.

Aunque siguieron los entrenamientos ninguno de los dos comento nada sobre el beso que le diera el de cabello verde, de tal manera que Saga no pensó más en el asunto.

--Shun, ¿estás listo?-le preguntaba el entrenador en cierta ocasión que practicaban solos.

--Si, solo termino de estirarme.

--Bien.

--¿Puede ayudarme?

--Claro.

Se colocaron frente a frente, sentados en una de las colchonetas, Saga sostenía firmemente las piernas del muchacho de cabello verde mientras que este se estiraba tocando la punta de sus pies pero en algún momento mientras trabajaban en eso el de cabello azul se dio cuenta de que el joven parecía mirarlo de manera particular, nunca antes se había dado cuenta, parecía muy sonriente.

--¿Todo está bien Shun?-se animó a preguntar.

--Si ¿Por qué?

--Pareces muy contento por algo.

--Debe ser porque me estás tocando Saga.

Al decir esas palabras colocó su mano suavemente sobre las de él sin dejar de mirarlo por un momento, en un primer momento el de los ojos verdes supuso que sería un tipo de broma pero no necesito más que un par de segundos para saber que no bromeaba.

--Es mejor que empecemos con la práctica-dijo levantándose y alejándose del joven.

Este por su parte solo sonreía.

Las cosas no terminaron ahí, definitivamente algo sucedía y estaba inquietando demasiado a Saga, quien no sabía como reaccionar ante las actitudes de Shun, quien parecía no perder la oportunidad de tocarlo de cualquier manera, ya fuera darle un beso, tomarle la mano, acariciarlo, sencillamente parecía que cada vez que volteaba el joven de cabello verde ya estaba ahí, mirándolo intensamente y con esa sonrisa que parecía hechizarlo, pues esa era la verdad, le estaba costando trabajo evitar esas atenciones y pretender que nada estaba pasando, aunque trataba de decirse que era solo cuestión de muchachos y que se le pasaría, sin embargo no hubiera pensado lo mismo si hubiera puesto más atención al comportamiento de Shun en lugar de solo estar de acuerdo con él cuando conversaban de algo, gracias a lo cual los dos se dieron cuenta de que en algunas cosas eran bastante similares, como, por ejemplo, en no darse por vencidos cuando algo les interesaba y era el caso que el de cabello verde estaba más que interesado en su entrenador.

Desafortunadamente para Saga la cuestión no terminaba en que Shun se sintiera atraído por él, también era que el de cabello azul comenzaba a asentirse atraído por ese jovencito que se mostraba tan dulce, tan alegre, tan comprensivo, parecía que en muchas ocasiones se comprendían con tan solo mirarse y más de una ocasión se encontró a si mismo en la situación de quedarse mirando a ese dulce jovencito mientras hacia algo, incluso cuando no hacía absolutamente nada, ni que decir la de veces que tuvo el impulso de pasar su mano por esa mata de cabellos verdes, suaves cabellos verdes, incluso una vez tuvo que irse a su oficina pues después de verlo terminar un ejercicio algo complicado y que había realizado a la perfección lo abrazó con efusividad, tanta que sintió que no era de la manera que debía acercársele, pero era muy difícil tratar de ignorar lo que estaba sucediendo.

Las cosas empeoraron para Saga una mañana.

Había llegado temprano como siempre, eso era usual y como se había hecho usual también vio que Shun ya estaba ahí.

--Buen día Saga.

--Buen día Shun.

--¿Quieres que hablemos sobre las rutinas?

--Me parece que ya las hemos estudiado bastante.

--Entonces hablemos de otra cosa.

--Es mejor que tú empiece a calentar, yo tengo que ver algunas cuestiones.

--¿Te puedo acompañar mientras lo haces?

--Shun...es mejor que empieces con lo que te dije.

Se quedaron mirando directamente, ninguno de los dos se engañaba de lo que estaba sucediendo.

--Saga.

Sin dejar de mirarlo por un instante Shun se acercaba poco a poco al hombre frente a él, no se veía tan seguro como siempre pero si se veía decidido y Saga no podía dejar de verlo ni moverse de donde estaba, hasta que quedaron frente a frente.

--Shun.

--Saga.

Para fortuna del de cabello azul en ese momento llegó Milo.

--Hola, buenos días-los saludo.

--Buenos días-respondieron, uno aliviado y el otro no muy contento.

Pero afortunadamente las horas siguientes ayudaron al entrenador a calmarse y a decirse tanto como pudo que ese muchachito de cabello verde no podía atraerle de la manera en la que pensaba hacía tan solo unos momentos. De todas maneras lo mejor era alejarse un poco y evitar cualquier escena del tipo de la que se había dado unos momentos atrás.

Terminaron las prácticas regulares y los demás empezaron a retirarse, como siempre, además de que a nadie sorprendió que Shun se quedara un poco más, lo cual por cierto el joven esperaba con impaciencia.

--Saga-dijo con una sonrisa cuando finalmente los demás se habían marchado.

--Shun, tenemos que hablar.

--¿De que quieres que hablemos?

--Creo que lo mejor es que deje de ser tu entrenador fuera de los horarios regulares.

--¿Qué? ¿Por qué?

--Shun, estas teniendo ideas extrañas de mi, es mi obligación ver por tu bienestar mientras estés bajo mi supervisión, no considero correcto que escenas como las que se han venido dando entre nosotros continúen.

--Esto es una broma ¿verdad?

--No es una broma.

--Pero me gustas.

--Shun...

--Y se que yo te gusto.

--Eso no es lo que discutimos.

--¿Por qué quieres alejarme?

--Porque eres un chiquillo.

--No lo soy.

--Lo eres, y no voy a permitir que sigas creyendo que algo se va a dar entre nosotros porque no es así, Shun, eres un joven sumamente talentoso, creo que puedes ser uno de los mejores que haya visto para la gimnasia, así que no lo eches a perder distrayéndote conmigo.

--¿Es lo que te preocupa? ¿Qué no atienda el entrenamiento? No te preocupes por eso, seguiré entrenando y...

--Shun, estoy tratando de razonar contigo, por favor.

--¿Por qué me haces esto? He visto como me miras, no digas que no te gusto, porque se que si te gusto.

Ante esas palabras Saga no tuvo una respuesta.

--¿Lo ves? No lo puedes negar, yo te gusto, tú me gustas ¿Cuál es el problema?

--Es mejor que te retires Shun, ahora.

--No, por favor...

--Ahora.

Pero cualquier determinación que hubiera tenido el de cabello azul se vino abajo cuando el muchacho de cabello verde se le acerco lentamente sin dejar de mirarlo directamente, nuevamente estaba frente a él, se levanto en la punta de sus pies y apoyándose en su pecho le dio un suave beso en los labios. Saga sabía que no debía permitir que eso continuara, así que levanto sus brazos para separarlo de su cuerpo pero lo único que hizo fue estrecharlo contra él y devolverle el beso. Fueron unos momentos pero los dos se sintieron dichosos de lo que estaban compartiendo.

Pero Saga pareció recuperar la fortaleza y lo separó finalmente.

--Esto no debe suceder de nuevo-le dijo el de cabello azul.

--Pero...

--Retírate, ahora.

El tono en el que habló le dijo al de cabello verde que no estaba bromeando, así que decidió que lo mejor era irse, tomó sus cosas y se marcho, dejando a un Saga bastante confundido con lo que había sucedido.

 

 

En los días siguientes y para lo que se habían estado preparando en los anteriores, los jóvenes debían presentarse para cumplir con un compromiso, se trataba de una competencia a nivel inter-distritos de gimnasia, había de las dos ramas, femenil y varonil, obviamente, ellos iban en la categoría varonil, todos se mostraban entusiasmados pues en los años anteriores que se habían presentado habían obtenido excelentes calificaciones y ganaron varios premios. Ese año iban más confiados que los anteriores debido a Shun, incluso los otros equipos parecían haber escuchado de él porque en cuanto llegaron a registrarse los observaban  preguntaban entre ellos quien era a quien debían tener en observación.

--¿Todo listo Milo?-preguntaba Saga.

--Listo, ya están todos registrados y tenemos los horarios para las pruebas, cada uno esta en su categoría y no hay error en los datos.

--Bien, entonces podemos ir a descansar un poco.

--El hotel esta listo, solo esperan que lleguemos.

--Vamos a instalar a los muchachos y hablamos con ellos ¿te parece?

--De acuerdo.

Así que una vez registrados fueron al hotel en el que se hospedarían, la competencia duraría un total de tres días para todas las pruebas pero los participantes debían estar desde el primer día ya que el reglamento así lo indicaba, además de que esa competencia era pre-clasificatoria para llegar a la competencia estatal, por lo cual Saga sabía que no podían permitirse errores desde el principio. Reunió a los muchachos y les hablo sobre las pruebas de ese año y lo que se esperaba de ellos, además de mencionarles lo importante que era obtener un buen puntaje desde el principio para llegar con menos presiones a las competencias siguientes. Los jóvenes se mostraban seguros y listos para participar.

Claro que la competencia no era lo único que Saga tenía en la cabeza en esos momentos, se había mantenido discretamente atento a Shun, después de la última vez que se vieran a solas había procurado no tener mucho acercamiento a él, solo el necesario y como el de cabello verde parecía que ya no trataba de acercársele le pareció que todo estaba en orden y que el jovencito había aceptado sus palabras, lo que en parte le alegro pero por otra parte, que no quería aceptar, le había entristecido por no poder seguir a su lado de cerca, de todas maneras se decía que era lo mejor para los dos.

Cuando dio inicio la competencia, abrió con las pruebas de la categoría femenil, que siempre llamaba bastante la atención, pero los jóvenes estaban más ocupados repasando sus rutinas mentalmente y preparándose lo mejor que podían para competir.

Al día siguiente dieron inicio por la mañana las pruebas varoniles, de tal manera que cada joven se alistaba para hacer su rutina, el equipo de Saga empezó a brillar desde el principio, los muchachos demostraban porque los entrenamientos valían la pena, claro que de otros equipos no se quedaban atrás, de tal manera que había primeros lugares para pruebas individuales pero el triunfo por equipos todavía no se decidía, sin embargo todo quedo en claro cuando Shun entro a hacer su rutina. Estaría en manos libres, a pesar de que era el competidor más joven en esa categoría, tan solo llevaba un minuto de los cuatro de su rutina cuando los presentes supieron quien ganaría, el muchacho de cabello verde se veía perfectamente concentrado, no cometió un solo error en sus movimientos, nadie dudaba de su flexibilidad y por si eso no bastara era tan lindo que la gente no dejaba de verlo, a algunos de los presentes les costaba trabajo creer que alguien que se veía tan joven pudiera ser tan fuerte pues la rutina era exigente pero el joven la realizo a la perfección y sin un solo error. A nadie sorprendió ver que obtenía un diez perfecto en el puntaje, con lo cual se llevaron el primer lugar por equipos.

Saga y Milo los felicitaron animadamente, estaban bastante contentos con los resultados, así que los llevaron a descansar al hotel.

--Mañana será la premiación-les dijo Saga-Espero que estén listos porque será por la mañana, así que después de cenar descansen, necesitarán su fuerza para la ceremonia de premiación y de clausura.

Los muchachos seguían animados por los resultados, se felicitaban entre ellos y se veían muy contentos.

--Vaya que fue reñida la competencia este año-le decía Milo a Saga-Los equipos cada vez se hacen más fuertes.

--Es cierto pero seguimos manteniendo nuestro nivel.

--No podemos negar que Shun tuvo mucho que ver.

--Todos se esforzaron.

--Cierto pero se esforzaron más por ver el nivel de Shun, nadie quería quedarse atrás, me parece que ese jovencito puede lograr ser un muy buen deportista en esto.

--Yo también lo creo.

--La gente no dejaba de verlo, algunos comentaban que tal vez puedan ofrecerle becas desde ahora, aunque aún es muy joven.

--Si, es muy joven.

Toda la conversación los entrenadores habían visto a los muchachos reírse y hacer bromas entre ellos, Saga observaba a Shun pero él mismo se decía que ya nada estaba mal, simplemente el joven había estado confundido, era solo un adolescente que creía que le gustaba un superior, eso era todo. Pero en eso el de cabello verde volteó a verlo y sus miradas se cruzaron por unos instantes, lo cual puso nervioso al adulto.

--¿Sabes Milo? Me siento un poco cansado, creo que mejor me voy a descansar.

--No te preocupes, ve a dormir, yo me hago cargo aquí.

--Gracias, si sale algún imprevisto o algo...

--Ya te dije que no te preocupes, si algo sucede te hablaré en el acto.

--Gracias de nuevo.

Saga se fue a su habitación, le pareció que lo mejor era tratar de dormir un poco y estar relajado para el día siguiente, así que se cambio, como se sentía un poco tenso se aplicó algo de ungüento para relajar los músculos de los hombros y el cuello y se metió a la cama, aunque ciertamente le costó un poco conciliar el sueño pues en su mente seguía dando vueltas cierto muchacho de cabello verde que le sonreía con dulzura y simplemente con mirarlo lo ponía nervioso. Pero después de un par de horas consiguió dormirse.

Pero Shun también tenía sus propios planes y entre ellos no estaba el de aceptar un no por respuesta de Saga.

Esa misma noche, cuando todos los demás se habían ido a dormir, la puerta de la habitación de Saga se abrió cuidadosamente, muy despacio para no hacer ruido, se cerró de la misma manera, quien había entrado se acerco a la cama en medio de la oscuridad y comenzó a quitarse la ropa procurando no hacer ruido, se metió con cuidado bajo las sábanas.

Saga despertó un poco apresurado cuando sintió a alguien sobre él que pasaba su manos por su cuerpo y lo besaba con insistencia, apenas si logró separarlo un poco e incorporarse a medias para poder saber que era lo que estaba pasando.

--¿Pero qué...Shun ¿Qué estás haciendo aquí?-dijo reconociéndolo.

--Dijiste que te gustaba que tuviera iniciativa-le respondió con una sonrisa.

Saga se quedo sin palabras, no sabía que decir, ese simple instante de perplejidad fue todo lo que necesito el de cabello verde para volver a acercarse y besarlo, pasando sus brazos alrededor de su cuello.

--No me rechaces Saga-le decía entre besos-Te amo Saga, no tienes idea de cuanto te amo.

En su mente, el de cabellera azul se decía que estaba mal, el otro era un niño, debía detener lo que estaba sucediendo, tenía que parar esa situación, pero como su mente no pudo ganar el argumento contra su corazón que le decía que también amaba a ese jovencito, no se resistió más y empezó a corresponderle de la misma manera.

Siguieron besándose y abrazados por un rato hasta que los dos quisieron continuar con algo más, así que Saga permitió que fuera el joven quien le sacara la playera que usaba y entre los dos quitaron los pantalones, dejando al mayor en su bóxer únicamente pero el menor no tardó mucho en deshacerse de ellos, cuando vio el rígido miembro que se revelaba frente a él comenzó a inclinarse poco a poco, haciendo que Saga diera un suspiro trémulo al darse cuenta de lo que iba a hacer. Shun quería probarlo así que dio una ligera lamida en la punta, saboreándolo mientras que el otro solo podía mirarlo, deseando que siguiera con lo que estaba haciendo; el de cabello verde levantó un poco la mirada, vio hacia el rostro de Saga al tomar solamente la punta de su sexo en su boca, no creía poder con más, aunque lo intentó y lentamente tomó más del endurecido miembro, decidiendo además que le gustaba el sabor y la sensación, tanto que comenzó a mover su cabeza arriba y abajo haciendo que el adulto casi gritara; el de cabello azul requirió de toda su fuerza de voluntad para no forzar a que su sexo fuera tomado por completo y con fuerza por esa boca que lo estaba enloqueciendo por más que le gustara lo que sucedía, logró apoyarse en sus brazos para mirar como parte de su miembro era tomado por una deliciosa y sensual boquita de un jovencito que parecía no conocer lo que podía provocar en él, era lo más apasionado que hubiera visto en toda su vida. Por su parte, Shun estaba disfrutando de lo que hacía, pasando su lengua y probando tanto como podía del otro hombre del que escuchaba con regocijo los sensuales sonidos que emitía, sentía que no podía esperar para tenerlo por completo dentro de su cuerpo, solo unos momentos después escuchó una petición del hombre sobre la cama.

--Detente...detente...

Levantó su rostro un poco confundido.

--¿No lo hice bien?-preguntó.

--Lo hiciste bien Shun...muy bien.

Lo sujeto por los brazos y lo acercó a él de nuevo, besándolo con ansias, lo quería y quería estar dentro de él lo antes posible, así que no perdió más tiempo, lo recostó sobre su espalda en la cama, alcanzó con una mano el ungüento que había usado unos momentos antes de dormir y le hablo al jovencito.

--Abre tus piernas-dijo como un susurro.

Shun hizo lo que le indico, dejando sus piernas a cada lado de las caderas del otro, al verlo tan dispuesto y entregado Saga tuvo que respirar con profundidad para controlarse un poco, paso una de sus manos levemente sobre los suaves muslos para un instante después utilizar el ungüento, trazando círculos con uno de sus dedos en la virgen entrada del muchacho, lo que hizo que este jadeara y separara aún más sus piernas para unos momentos después provocar que gimiera al sentir como el lubricado dedo entraba lentamente en él, saberse en una posición tan vulnerable y sentir las manos del hombre entre sus piernas sobre su cuerpo casi lo hacen terminar en ese instante pero no fue así, sin embargo sintió como otro dedo entraba y lo dilataba más, tuvo que gemir de nuevo, sintiendo su propia excitación aumentar. Saga no podía dejar de mirarlo, su hermoso rostro no podía compararse con nada que hubiera visto en toda su vida hasta ese día, para los dos era increíble, cada uno a su manera estaba experimentando sensaciones que no habían vivido hasta ese momento. Finalmente los dos sentían que estaban listos, ya no podían esperar más. Saga se colocó más ungüento en su miembro, separando un poco más las piernas del muchacho con las suyas, se colocó con cuidado, presionando la cabeza de su miembro justo en la entrada del jovencito, saboreando la anticipación, solo empujaba sutilmente, aún sin ingresar, sintiendo como Shun trataba de hacer que entrara en él, entonces sujetó sus delgadas caderas y comenzó a penetrarlo, adentrándose en la virginal intimidad lentamente, lo que hizo que el de cabellera verde gimiera más al ritmo que estaba siendo tomado; más y más, el mayor gradualmente logró entrar en él, el muchachito estaba muy estrecho, tanto que parecía que el excitado miembro no podría estar en su interior pero Shun estaba decidido y lo quería, así que se esforzó por relajarse todo lo que pudo, ambos tuvieron que cerrar los ojos hasta que el sexo del mayor estuvo completamente dentro del más joven, quedándose quietos para que Shun pudiera ajustarse y sentirse cómodo; el muchacho se sentía encantado con lo que pasaba, era mejor de lo que hubiera podido soñar, le dolía un poco pero le parecía que incluso ese dolor le gustaba, además de que se convertía rápidamente en algo placentero mientras se acostumbraba.

--Mmmm-jadeo.

El erótico sonido hizo que Saga gimiera a su vez y empezara a moverse, saliendo un poco y entrando de nuevo suavemente, siguiendo ese ritmo hasta que sintió como Shun empezaba a responder de la misma manera y gemía un poco más, abrazándolo, haciendo que Saga se sintiera más necesitado por ese muchachito, moviéndose un poco más rápido, por lo que el de cabellos verdes lo estrechaba más y a su vez el otro lo atraía más contra él; Shun gemía de placer y Saga se sentía perdido en esa increíble intimidad, el final se acercaba, así que el mayor sujeto con una mano el miembro del más joven y lo masajeaba al mismo tiempo que lo penetraba una y otra vez. Shun no podía ni pensar de lo bien que se sentía, tanto que no pudo hacer nada cuando el clímax llegó, liberándolo, haciendo que su semen quedara entre los dos y provocando que su intimidad estrechara más a Saga, quien al sentir como su intimidad lo estrujaba aún más se dejo ir por la sensación, entrando de nuevo y dejando su esencia dentro del jovencito, los dos gimiendo, sintiendo un maravilloso calor que los estremecía al recorrerlos por completo y la deliciosa debilidad que quedaba por lo que acababan de compartir; aún se quedaron así por unos momentos, temblando. Pero cuando estuvieron un poco más calmados Saga salió del interior de Shun con cuidado, quedándose a su lado y acariciando su rostro.

--¿Estás bien?-le pregunto a media voz, un poco preocupado al verlo.

Shun dijo que si con un movimiento de la cabeza, entonces abrió sus ojos y se miraron directamente, le sonrió de una manera tan inocente y sensual al mismo tiempo que casi hizo que el corazón del de cabello azul se detuviera.

--¿Y tú estás bien?-le devolvió la pregunta.

--Si.

Se quedaron recostados, el más joven abrazando al mayor, dejando que compartieran el calor de su cuerpo un poco más. Saga trataba de pensar pero sencillamente no podía, estaba feliz con lo que había sucedido, tanto que se durmió completamente.

A la mañana siguiente los ojos verdes se abrieron al mundo de nuevo, su dueño se sintió perfectamente bien en el primer momento pero al segundo siguiente recordó lo que había sucedido la noche anterior, primero sonrió pero después se quedo bastante asustado, tanto que se sentó de un movimiento en la cama mirando a su lado pero ya no había nadie, de tal manera que ahora si debía pensar en lo que había pasado.

Se llevo las manos al rostro ¿Qué era lo que había hecho? Shun era un muchachito que estaba bajo su supervisión, nunca debió dejar que ocurriera lo del día anterior pero sencillamente no había podido contenerse de tomarlo entre sus brazos y hacerlo suyo, no pudo, estaba perdido ante esa mirada y esa sonrisa pero sabía que eso no lo disculpaba, él era mayor, mucho mayor, Shun podía hablar de inocencia pero él ciertamente no podía. En eso llamaron a su puerta.

--Saga ¿estás despierto?

Se trataba de Milo.

--Si ¿Qué pasa?

--Ya es tarde, tenemos que irnos.

--Voy en un segundo.

Entonces vio el reloj, ya pasaban de las nueve, no tuvo otra alternativa que levantarse y alistarse para partir a la ceremonia de clausura aunque no tenía la menor idea de cómo podría volver a ver a Shun de frente. Sabía que acababa de complicar su vida de la peor manera.

Fueron todos a la ceremonia y aquellos que había ganado en alguna prueba estaban bastante contentos, los que no se decían decididos a mejorar para la siguiente competencia, estaban tan ocupados en eso que nadie se dio cuenta de que Saga mantenía una lucha de ideas en su interior, mientras que todos pensaron que la alegría de Shun se debía a que había ganado. Una vez que se dio por terminado el evento emprendieron el  regreso a casa.

Kanon fue a buscar a su hermano la noche del mismo día que habían regresado.

--Hola hermano ¿Qué tal te fue?-le pregunto en cuanto le abrió la puerta.

--Hola, todo salio bien.

--Por tu cara apenas si te lo creo ¿Qué pasa?

Era cierto, Saga se veía extremadamente intranquilo.

--No es nada Kanon, son cuestiones del equipo que debo resolver.

--Bueno, si lo puedes resolver supongo que esta bien.

En ese momento sonó el teléfono, Saga tomó la llamada, escucho por unos instantes pero apenas si dijo algo y a media voz cuando colgó.

--¿Quién era Saga?

--Una cuestión del entrenamiento.

--¿Seguro que puedes resolverlo?

--Si, pero lo haré mañana.

El resto del tiempo que estuvieron juntos tratando de conversar, Kanon no pudo evitar darse cuenta que su hermano estaba sumamente preocupado por algo pero sabía que no le diría nada sin sentirse seguro de hablar del tema, por lo cual procuro no mencionarlo más.

Al día siguiente se presentaron de nuevo todos al entrenamiento, no tanto porque hubiera práctica sino porque debían comentar el plan de trabajo que se seguiría desde ahí para prepararse para la competencia estatal, todos los muchachos se veían atentos a las palabras de los entrenadores pero Saga no podía evitar sentirse nervioso al notar que tan fijamente Shun lo miraba al seguir sus palabras. Después de que terminaron con la plática les dijeron a los muchachos que podían retirarse y que descansaran por un par de días, que se lo merecían, ante lo cual empezaron a irse todos, excepto Shun quien esperaba pacientemente a que sus compañeros se fueran para poder hablar con Saga.

Una vez que estuvieron solos nuevamente el de cabello azul tan solo miraba al jovencito frente a él.

--Shun, yo...

Pero no pudo decir nada más pues el de cabellera verde se arrojó a sus brazos para empezar a besarlo, a lo que el adulto no pudo resistirse y le respondió de la misma forma, no tenía sentido engañarse, lo quería y no deseaba separarse de él por nada del mundo.

Fue de esa manera que cuando los entrenamientos regresaron su relación continuó, la ocultaban bajo la fachada de que se quedaban más tiempo porque tenían que practicar tiempo extra para que Shun puliera sus habilidades, y no era que no entrenaran, lo hacían pero no dedicaban todo su tiempo a eso, eran amantes y se ocultaban, escondiéndose de miradas indiscretas que consideraran que no era correcto lo que pasaba entre ellos y que de saberse podría ser verdaderamente un problema y uno muy grave, ambos estaban concientes de eso, por eso aceptaban que debían evadir cualquier situación que pudiera darle una pista a los demás de lo que estaba sucediendo entre los dos.

 

Continuara...

Notas finales: Bueno, no se que les haya parecido pero me gustaría tener sus comentarios.

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