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En un 10 de Octubre por Higary

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Notas del capitulo:

Holi hola, gente bonita. Sí, sé que vengo con mucho retraso, pero es que la universidad me mantuvo muy ocupada (y lo sigo estando T_T), por eso no pude tener el fic a tiempo (ni terminar el capi 4 de "Un plan desesperado", pero estoy en eso, chicas n.n), y como no pensaba quedarme con las ganas hasta el próximo año, finalmente lo acabé, para conmemorar el cumpleaños de mi rubio favorito XD Espero que les guste, y si no, ya saben, en sus reviews recibiré quejas, sugerencias, felicitaciones, reclamos, pedradas y demás. Se me cuidan mucho y ahora sí: ¡¡a leer!!

Aclaración: El fic está dividido por cumpleaños, aunque creo que es bastante obvio ¬¬0

EN UN 10 DE OCTUBRE

 

***** CUMPLEAÑOS 16 *****

 

Hacía seis meses que los ninjas de Konoha, aliados con los de Suna y el equipo Hebi, se habían enfrentado a Akatsuki y salido victoriosos con bajas no importantes, como la de Karin; Suigetsu y Juugo, literalmente, habían decidido irse a viajar por el país del fuego como una feliz parejita de recién casados, y Sasuke, todo malherido, fue llevado de regreso a la aldea de la Hoja casi a rastras por el propio Naruto.

 

Y en ese tiempo el ya de por sí frío Sasuke se había vuelto más frío y parco en sus comentarios, excepto con su rubio amigo, ya que el Uchiha sabía que estar vivo en ese momento se lo debía al ninja número uno en sorprender a la gente.

 

Bueno, retomando la historia, faltaban tres días para el cumpleaños de nuestro rubio consentido, así que sus amigos se encontraban reunidos detallando lo que sería su fiesta sorpresa.

-Entonces –habló Sakura- será en el dojo de los Hyuuga porque es bastante grande.

-Sí –respondió Hinata

-Ino y yo nos encargaremos de la comida –dijo Chouji

-Y Lee y yo de la decoración –añadió Tenten

-¡Sí! ¡Pondré todo mi espíritu en ello! –no hace falta especificar que eso lo dijo Lee, ¿verdad?

-Ya me encargué de avisarle al Kazekage y sus hermanos, qué problemático –dijo el chico observa nubes

-Cómo no –dijo la rubia-, si tu adorada Temari vendrá también.

El Nara se sonrojó y se quedó callado.

-Oigan –llamó el chico Inuzuka-, ¿vamos a invitar a Sasuke?

Inmediatamente todos se quedaron serios.

-Pues es su mejor amigo a pesar de todo –habló Neji-, yo supongo que Naruto será feliz si lo ve allí.

-¿Y quién se encargará de invitarlo? –preguntó Shino

Todos miraron a Sakura, la cual agachó la cabeza: aún no le perdonaba al Uchiha haberse ido con Orochimaru.

-Yo me encargo –dijo Sai-, de todos modos tengo que hablar con él. Los veo luego –y desapareció en una nube de humo

-Entonces tenemos que arreglar lo que falta –comentó Shikamaru-. Qué problemático es hacer una fiesta.

 

En otra parte, Sasuke caminaba tan pensativamente que no hacía caso a las miradas de reproche y temor que le lanzaban.

-<<Mmm... ¿Qué podría regalarle a ese dobe?... La verdad no sé por qué me molesto en pensar un obsequio para él, pero... últimamente cada que lo miro me siento raro>>

-Disculpa que interrumpa tu meditación, Uchiha bastardo.

El azabache soltó un leve gruñido al escuchar la melodiosa voz del pintor.

-¿Qué quieres, copia barata?

-Huy, como siempre andas con tu buen humor. Yo sólo venía a decirte que el viernes le haremos una fiesta sorpresa de cumpleaños a Naruto en el dojo Hyuuga como a eso de las siete de la tarde.

-Me sorprende que quieran que yo vaya.

-La verdad a mí me da igual, pero dudo que él piense lo mismo. Deberías agradecer que él te siga apreciando igual que antes.

-No –sonrió de medio lado-, el dobe y yo no podemos apreciarnos como antes –de un salto se subió al techo de una casa y miró al cielo-. Pero ninguno de ustedes podrá entender nuestro lazo jamás –y dicho esto se fue a toda velocidad

Sai soltó una risita.

-No soy tan tonto como crees, Uchiha bastardo. Puedo asegurarte que me di cuenta de los sentimientos de ambos mucho antes de que ustedes si quiera se pusieran a pensar en ello.

 

Finalmente llegó el diez de Octubre. Entre Jiraiya y Kakashi se encargaron de entretener a Naruto, pero cuando el chico estaba comenzando a sospechar de su rara actitud, afortunadamente llegó Gaara para seguir distrayendo al rubio.

-Naruto –el pelirrojo miraba que el sol ya estaba casi oculto-, vamos, ya es hora.

-¿Hora para qué, Gaara?

-Tú sólo sígueme.

 

Sin decir nada más vio cómo su amigo Kazekage lo llevaba hasta la casa de Hinata.

-¿Qué hacemos aquí, ttebayo?

-Sólo entra –y lo empujó

Naruto ingresó a la casa, pero no miró nada porque todo estaba oscuro.

-¡Sorpresa! –gritaron a coro varias voces

Las luces se encendieron y Naruto pudo ver a todos sus amigos y maestros allí reunidos, habían inflado muchos globos y colocado adornos por todo el dojo, una mesa en el centro estaba llena de comida y a un lado se encontraban varias cajas con botellas de sake, era obvio que venían por cortesía de Tsunade.

-¡Muchas gracias, chicos! –dijo Naruto, feliz

Comenzaron a abrazarlo: primero Sakura, Hinata, Temari, Ino y Tenten; luego los chicos, comenzando con Gaara, Sai (quien casi lo asfixia), Kiba, Shikamaru, Kankurou, Lee, Chouji, Neji y Shino; después llegó el turno de los adultos, Tsunade también casi ahoga a Naru, luego lo felicitaron Iruka, Kakashi y Jiraiya, los cuales lo miraban como un padre orgulloso de su hijo.

 

En medio de las risas, pláticas y regalos, Naruto pudo divisar al ex vengador parado en la parte más alejada del alboroto. Al percatarse de su mirada, Sasuke le indicó con un movimiento de cabeza que lo siguiera al jardín de la casa.

-Dime, Sasuke –habló el rubio una vez afuera

-Eh... yo... te traje un regalo –se sonrojó levemente-, sólo que no quería dártelo allí dentro.

Le extendió una katana metida dentro de una funda color negro con bordes dorados. Naruto la sacó y examinó: la hoja era completamente negra al igual que la empuñadura, y en el mango traía grabados la espiral, la hoja y el símbolo de los Uchiha.

-Sasuke –el ojiazul no cabía de asombro-... Esta katana es increíble...

-Tuve que buscar a un excelente herrero que la forjara. El nombre de la katana es Zangetsu.

-Es preciosa, muchas gracias, Sasuke –la volvió a meter en la funda y miró a su amigo-. Ah... ¿puedo pedirte otro regalo?

Antes de que pudiera responder algo, Naruto se abrazó con fuerza al pecho del azabache.

-Es la primera vez que puedo celebrar mi cumpleaños con todos mis amigos –dijo, sonriendo con los ojos cerrados-. Estoy tan contento.

Sasuke no pudo evitar sonreír de medio lado y correspondió al abrazo estrechando con fuerza al rubio.

-Feliz cumpleaños, usuratonkachi.

-Muchas gracias, teme.

 

Desde una de las ventanas cierto pelirrojo contemplaba cómo aquél par de amigos se abrazaba en el jardín.

-Creo que le están quitando a su querido Naruto, Kazekage-sama –comentó Sai, llegando a su lado

-Claro que no –sonrió con sinceridad sin apartar su mirada de afuera-. Naruto nunca podría ser mío, eso me quedó claro hace mucho tiempo.

-Jeje, es verdad. Será interesante ver cómo se desenvuelve ahora la relación entre esos dos.

-Estoy de acuerdo.

-Kazekage-sama, ¿qué le parece si mejor comienza a salir conmigo?

-Ni loco.

 

***** CUMPLEAÑOS 17 *****

 

Casi un año había transcurrido y en él varias cosas pasaron: Kiba y Shino comenzaron a salir, al igual que Sai y Gaara, la amistad entre Sasuke y Naruto era ahora tan estrecha que ya todos sólo esperaban que anunciaran oficialmente que eran pareja.

 

Faltaba un día para el cumpleaños del rubio ahora jounin, el cual volvía de una misión. En ese momento se encontraba en el despacho de Tsunade.

-Veo que la misión fue todo un éxito.

-Sí, obaa-chan, no tuve ningún problema.

-Excelente. Ve a descansar, ah, y mañana tienes el día libe.

-Estás muy amable, jeje.

-No debería decirlo, pero después de todo eres mi shinobi preferido –se sonrieron-. Este año la fiesta será en casa de Sasuke, ¿verdad?

-Sí, lo cual me alegra mucho, ya que significa que su relación con los demás ha progresado bastante.

-Tienes razón. Bueno, vete ya, aún debo revisar unos detalles para los festejos de los ninjas que murieron en el ataque del Kyuubi.

-… Nos vemos mañana, obaa-chan.

 

Cuando salió del edificio suspiró y miró hacia las caras de los Hokages.

-Es verdad, ya casi olvidaba que mi cumpleaños significa también el aniversario luctuoso del Cuarto Hokage y muchos ninjas más.

 

Las horas pasaron rápidamente y llegó el momento de la fiesta. Todo el grupo se encontraba reunido en la mansión Uchiha.

-Toma, Naruto –Tenten le dio un paquete que traía unos hermosos kunais con la espiral grabada

-Muchas gracias, Tenten.

-Este es de parte de Gaara, mis cuñados y mío –dijo Sai

Le dieron un abanico como el de Temari, pero al abrirlo se apreciaba una increíble imagen del Kyuubi con sus nueve colas extendidas, la cual estaba dibujada y pintada a mano por el propio Sai.

-¡Es precioso! ¡Muchas gracias, chicos!

Siguieron entregando los regalos hasta que llegó el turno del de Kakashi y Jiraiya. Naruto abrió la caja que le dieron. Se quedó boquiabierto, su cara se puso completamente roja y los miró, enojado.

-¡¿Cómo creen que voy a usar esto?! ¡Están locos!

-Yo creo que se te vería muy bien –opinó el sannin

-¡Claro que no!

-¿Qué te dieron, Naruto? –preguntó Kiba

Le quitó la caja y de su interior sacó un traje de sirvienta cuya minifalda era muy, muy corta, y además traía muchos holanes. Todos los demás miraban con sorpresa y conmoción el traje.

-¡Par de pervertidos! –gritó la Hokage

-¡Kakashi! ¡¿Cómo se te ocurre regalarle eso?! –gritó esta vez Iruka

-No tiene nada de malo –se defendió el ninja copia-, estoy seguro que cuando Naruto lo use va hacer muy feliz a alguien –con su ojito feliz miró discretamente a Sasuke, el cual se sonrojó e hizo acopio de todo su autocontrol para no imaginarse al rubio con el trajecito, porque de lo contrario tendría una hemorragia nasal segura

 

La fiesta transcurrió entre bromas y mucho sake, hasta que cada uno de los invitados comenzó a retirarse. Al final sólo quedaron el festejado y el dueño de la casa.

-Uff, estoy agotado –comentó Naruto, dejándose caer en el sillón de la sala

-Sí –Sasuke se sentó a su lado-. Es tarde, lo mejor será que te quedes a dormir aquí.

-¿En serio? –vio que su amigo asintió- ¡Qué bien! Es la primera vez que me invitas a dormir en tu casa.

-Es que aún falta mi regalo –sonrió de medio lado cuando el rubio lo miró-. Tengo sueño, vamos a descansar y mañana limpiamos este desorden.

-De acuerdo.

 

Sasuke lo guió hasta una de las habitaciones; cuando ambos entraron, el azabache cerró la puerta con seguro.

-Pero Sasuke... esta es tu habitación.

-Sí...

-Eh –se sonrojó-... ¿no habrá problemas si me quedo aquí?

-No, quiero darte tu regalo.

-¿Qué...?

Se quedó callado al sentir los labios de Sasuke sobre los suyos. Fue un sencillo y tímido contacto, el cual terminó al cabo de unos instantes.

-Sasuke...

-Shh –puso sus dedos en los labios del ojiazul-, esta vez déjame hablar a mí –suspiró y miró fijamente aquellos ojos-. Naruto, yo… desde hace tiempo he querido decirte algo –agachó la cabeza-: Gracias...

-¿Eh?, ¿por qué?

-Porque fuiste tú quien me trajo de regreso de la oscuridad, fuiste tú el único que nunca dejó de creer en mí, que no me vio como un traidor, porque eres tú por quien daría mi vida sin dudar ni un instante y porque eres tú el único de quien podría enamorarme.

El rubio no pudo evitar que algunas lágrimas escaparan de sus ojos. Sasuke las borró con los labios y sujetó la cara de su aún amigo.

-Naruto, te amo, ¿está bien?, ¿crees poder aceptar a un arrogante, frío y orgulloso como yo?

-Creo... que podré con ello –y le sonrió

Se abrazó con fuerza al azabache hasta que le oyó susurrar

-Entonces finalmente te lo puedo decir... Cuando me fui con Orochimaru no fue sólo por mi deseo de venganza, sino también... quería volverme más fuerte para poder proteger a mi último ser querido, aunque por aquél entonces aún no entendía qué era lo que realmente sentía por ti.

-¿Es en serio? –vio al otro asentir- Baka, si me lo hubieras dicho no habría pasado tanto sufrimiento por tu culpa –refunfuñó, haciendo un puchero

-Pues qué esperabas, dobe. Sabes que no soy de los que hablen mucho sobre sus sentimientos.

Naruto le jaló ambas mejillas.

-Jejejeje, pero finalmente te atrapé, teme.

-No –lo tumbó en la cama, quedando él encima-, creo que soy yo quien te atrapó, usuratonkachi.

Volvió a capturar los labios del rubio y se fundieron en un húmedo y apasionado beso. Ambas lenguas danzaban felices porque desde hace tiempo que se ansiaban la una a la otra. Al separarse, Sasuke capturó el lóbulo derecho de su chico mientras sus manos las dirigía a su camiseta.

-Sasuke... ahh... espera –se sonrojó-... E-Esta es mi primera vez y...

-¿Y crees que la mía no? –replicó, igual de rojo

-¿Eres virgen? Creía que tú...

-Es que nunca me ha llamado la atención nadie que no seas tú... Supongo que desde niños fuiste algo así como mi primer amor.

-Entonces vayamos despacio, ¿sí?

-Claro...

 

A la mañana siguiente, Gaara, sus hermanos, Sai y Sakura buscaban a Naruto porque los chicos del desierto debían volver a Suna.

-Naruto no estaba en su casa –decía el Anbu-, así que supongo que se quedó a dormir con el Uchiha bastardo.

Sakura lo miró con mala cara, ya que ahora ella estaba interesada en ese chico de cabello rubio, ojos azules, piel bronceada, cuerpo sexy y... Ehem, como iba diciendo, ahora Sakura estaba interesada en Naruto, lástima que pronto iba a descubrir que el bomboncito dorado ya tenía dueño.

 

Tocaron la puerta de la mansión Uchiha, pero nadie les abrió.

-La puerta está sin llave –dijo Sai-, ¿deberíamos entrar?

La pelirosa empujó al Anbu y buscó inmediatamente a los chicos. Abrió puerta por puerta hasta que dio con la de la habitación de Sasuke.

-Oh, no perdieron el tiempo –dijo Kankuro, soltando un chiflido

-¡Se ven tan lindos! –literalmente Temari tenía corazones en los ojos

-Mi Naru-chan ya es todo un hombre –Sai se limpiaba las lágrimas con un pañuelo

-… -sí, Gaara estaba en shock

-¡Aaaahhh! –gritó Haruno

Y es que lo que descubrieron tras la puerta fue la tierna escena de Uchiha Sasuke y Uzumaki Naruto dormidos en la cama muy abrazaditos y con las ropas de ambos regadas por todo el suelo.

-¿Qué...? –Naruto se tallaba los ojos debido al ruido que lo despertó. Miró a sus amigos, luego a Sasuke y por último su bello cuerpo desnudo- ¡Waaaaaa! ¡No me vean! –dijo, ocultándose bajo las sábanas

-¡Naruto! –gritó Sakura- ¡Explícame qué significa esto!

-Creo que es demasiado obvio que el dobe y yo hicimos el amor durante toda la madrugada –comentó Sasuke ya despierto y de mal humor-. Por cierto que aún es muy temprano para que vengan a molestar a mi casa.

-Uchiha... Sasuke... –murmuró Gaara con la cabeza gacha

La arena de su calabaza comenzó a salir al tiempo que su chakra se tornaba negro. Inmediatamente Sai y sus cuñados retrocedieron: era bien sabido que para el Kazekage, Naruto era como su querido hermano.

-¡Te mataré!

Sasuke apenas si pudo alcanzar a ponerse un pantalón antes de salir corriendo y huir de un desquiciado pelirrojo que clamaba por su cabeza. Así que aquella mañana, de un modo un tanto peculiar, toda Konoha se enteró de que la pareja yaoi favorita de las chicas ya era oficial. Oh, y si preguntan por Sakura, ella seguía congelada después de haber encontrado a sus compañeros de equipo en la cama.

 

***** CUMPLEAÑOS 18 *****

 

Otro año había transcurrido. Luego de que los instintos asesinos y sobreprotectores de Gaara se calmaran y de que persiguió a Sasuke por toda la aldea de la Hoja, el pelirrojo aceptó la relación entre su amigo rubio y el chico con peinado de cacatúa. Todos sus amigos y los sensei estaban felices por la parejita, excepto por cierta chica de cabellera rosa que aún no se resignaba a admitir la derrota, por lo que el buen Sasuke se había pasado un año frustrando los planes de la kunoichi por quitarle a su rubio.

 

Pero este año era muy importante, puesto que Naruto obtendría las dos condiciones para ser todo un hombre (al menos para las mentes masculinas): ser mayor de edad y dejar de ser virgen, y como la segunda ya la había cumplido hace un año, pues... En fin. Tsunade se encontraba en su oficina revisando los reportes con los últimos detalles para los festejos luctuosos en honor a los caídos durante el ataque del Kyuubi hacía casi dieciocho años.

-Eso es todo –le entregó unas hojas a Shizune-. Que Ebisu se siga encargando de supervisar lo demás.

-Está bien, Tsunade-sama.

 

Cuando se quedó sola, la rubia suspiró y posó su mirada en la ventana.

-Con que ya volviste de tu viaje, Jiraiya.

-Claro –el peliblanco entró por la ventana-, no podía perderme el día de mañana. Le traigo un regalo muy especial.

Sacó un portarretrato azul cielo en donde estaba la fotografía de un guapísimo hombre rubio de ojos azules, acompañado de una hermosa mujer pelirroja que lucía una pancita de unos cuatro meses de embarazo.

-Entonces finalmente vamos a decírselo.

-Mañana él cumplirá los dieciocho años, creo que ya no podemos ocultárselo más. Naruto tiene derecho a saber los secretos de su familia.

-Lo sé, pero me preocupa la reacción que tendrá cuando se lo digamos. Tú sabes que él siempre ha admirado a Minato, pero... ¿lo seguirá haciendo aún cuando sepa que su propio padre fue quien selló Kyuubi en su interior?

-Es un riesgo que debemos correr, pero estoy seguro que Naruto lo comprenderá –miró la foto con melancolía-. Después de todo, es hijo de ellos dos.

 

Ahora vamos a la plaza de Konoha donde el chico de ojos azules, junto con Lee, ayudaban a llevar sacos de harina a la panadería.

-Muchas gracias, Naruto-san, Lee-san –decía la dueña

-Jejeje, no es nada.

-Claro, como dignos ninjas debemos mantener nuestro espíritu ardiendo.

- Ah... bien... creo.

-¡Hola, Naruto! –saludó la Haruno, llegando

-¡Hola, Sakura-chan! –contestó con su linda sonrisa

-<<¡Sí! –pensaba la chica- Aprovecharé esta oportunidad ahora que está solo>> Eh... Naruto –sin que nadie lo viera, Lee hizo una mueca inconforme-, ¿ya acabaste con tu misión de hoy?

-Sí, este era el último saco.

-Ahh, qué bien. Es que yo pensé que tal vez...

-¡Naruto-kun! –interrumpió el pelinegro- ¡Mira, ahí viene Sasuke-kun!

El rubio volteó para toparse con la ya acostumbrada cara de perro a punto de morder de Sasuke.

-¡Teme! –corrió hacia el azabache y se lanzó a sus brazos

-¿Ya terminaste, usuratonkachi?

-Sí.

-Entonces vamos a comer. Te invito al Ichiraku.

-¡Ramen! Vamos, vamos –lo jaló del brazo-. Nos vemos, cejotas, Sakura-chan –y se llevó corriendo a su novio

Lee estaba intentando contener la risa ante la cara de Sakura.

-<<Grr, era mi oportunidad de conquistar a Naruto>>

Mientras su subconsciente seguía maldiciendo a Sasuke, el genio de los ojos blancos llegó al lugar.

-¿Ya terminaste, Lee? –preguntó

-Sí –sonrió-, vamos a entrenar.

-¿Por qué estás tan contento? Bueno, más de lo usual.

-Jejeje –miró al cielo-, se siente tan bien después de haber hecho una buena acción.

-¿Eh?

 

En el Ichiraku, Naruto devoraba su comida bajo la mirada de su azabache.

-Oye, dobe, los chicos cambiaron el festejo para el próximo sábado, ¿verdad?

-Sí, porque hasta ese día podrá venir Gaara.

-Ese maldito cabeza de cerillo sin cejas –murmuró con furia

-¿Dijiste algo?

-Nada. Entonces, ¿qué tal si mañana vamos a las aguas termales? –colocó una mano sobre la pierna del rubio- Mañana cumplirás la mayoría de edad, así que hay que festejarte.

-Ahhh –gimió al sentir cómo la mano lo acariciaba-... Sasu...

-Cofcof –voltearon a ver al dueño del local-, chicos, está bien que todos sepan sobre su relación, pero al menos sean más discretos.

 

Durante la tarde, y tras una excelente ronda de sexo desenfrenado, la feliz pareja se encontraba recostada en la sala de la mansión Uchiha viendo la televisión, hasta que oyeron que alguien tocaba la puerta.

-Yo voy –dijo Sasuke

Se encaminó a la puerta y tras ella se encontraba un anbu.

-Uchiha bastardo, Tsunade-sama dice que prepares tus cosas porque tiene una misión inmediata para ti.

-¿Qué? La vieja debe estar más borracha que de costumbre.

-¿Qué ocurre, Sasuke? –preguntó el rubio llegando a su lado- Ah, hola, Sai.

-Hola, Naruto. Es que vine a avisarle a tu amargado novio que tiene una misión, pero parece que no quiere ir.

-Sasuke, si obaa-chan te mandó llamar a ti es por algo.

-Hum –sin mucho ánimo aceptó la misión-. Usuratonkachi, quédate a dormir aquí, trataré de volver pronto.

-Está bien, Cuídate mucho.

-Sí –se acercó a su oído y le susurró-. Recuerda que mañana festejamos solos tú y yo.

-Pervertido –dijo, aunque sonrió mientras el azabache simplemente le besó la mejilla y salió

-Nos vemos, Naruto.

-Hasta luego, Sai.

 

A la mañana siguiente, el Uzumaki fue despertado por alguien que lamía insistentemente su mejilla.

-Naruto, despierta.

-Uh –abrió los ojos y sonrió-. Buenos días, Pakkun.

-Hola, Naruto. Kakashi me envió porque dice que Hokage-sama desea hablar contigo de algo muy importante. Ah, y feliz cumpleaños, te traje esto –con su hocico jaló una bolsa que estaba a un lado de la cama

-¡Miso ramen del Ichiraku! ¡Muchas gracias, Pakkun!

- De nada.

 

Nuestro rubio protagonista llegó a la oficina de la Hokage y entró, donde ya lo esperaban los dos sannin que quedaban.

-¿Qué sucede, obaa-chan? –preguntó al sentir el ambiente tan tenso

-Naruto, hoy es tu cumpleaños número dieciocho, así que es hora de que te hablemos de algo muy importante.

-¿Algo... importante?

-Sobre los secretos de tu nacimiento, tus orígenes –el rubio, al escuchar a su sensei, se puso serio-. Toma –le dio el retrato envuelto en papel-, no lo abras hasta que escuches todo lo que tenemos que decir.

-Como bien sabes –habló la rubia-, un día como hoy, pero hace dieciocho años, Kyuubi atacó la aldea y mató a muchos ninjas, entonces Yondaime Hokage se enfrentó a él y usando un jutsu mortal selló al demonio dentro de ti.

Inconscientemente el ojiazul llevó su mano a su estómago.

-Ése día –continuó el hombre- una hermosa y fuerte kunoichi de la aldea del remolino estaba por dar a luz, pero debido al ataque, el parto se complicó y ella murió poco después del nacimiento de su bebé. El nombre de ella era... Uzumaki Kushina.

-Uzumaki –murmuró, sorprendido-... Entonces yo...

-Sí –confirmó la Quinta-, llevas el apellido de tu madre. El Tercer Hokage creyó que era la mejor forma de protegerte.

-¿Protegerme de qué?

-Por la sangre que llevas. Si tuvieras el apellido de tu padre habrías corrido un mayor peligro no sólo por tener al Kyuubi dentro de ti. Muchos habrían deseado poder controlarte.

-No entiendo.

-Uzumaki Kushina estaba casada con un ninja rubio ojiazul muy poderoso, amable, y algo despistado, llamado Namikaze Minato.

-... –intentó recordar dónde había escuchado ese apellido y se sorprendió aún más-... No puede ser...

-Así es, Naruto, es como lo has concluido. Él era el legendario rayo amarillo de Konoha, quien llegó a convertirse en el Cuarto Hokage y la persona que selló a Kyuubi dentro de ti: Namikaze Minato, tú padre –finalizó Ero-sennin

 

El rubio se dejó caer en una silla, mudo de la impresión.

-Naruto –lo llamó la rubia-, Minato deseaba que todos los aldeanos te vieran como un héroe que resguardaba en su interior al más terrible de los demonios.

-Mi propio padre... fue quien lo selló dentro de mí... y me condenó a vivir todo ese sufrimiento...

-No, Naruto. Minato confiaba en ti y...

-¡Basta! –gritó y ambos adultos se callaron- Durante años he admirado al Cuarto, incluso quería ser como él, pero... ¿por qué...? ¡¿Por qué me condenó a algo tan doloroso?! –los miró con enojo- ¡¿Por qué nunca me dijeron nada?!

-Naruto... –intentó calmarlo Jiraiya

El rubio dio media vuelta y se marchó a toda velocidad. La Hokage notó que estaba llorando.

-Ellos deben estar enojados conmigo –suspiró el peliblanco-. Por mi culpa ahora es probable que su hijo les guarde rencor.

-Es comprensible. Lo que ahora ocupa es estar solo.

 

Por la tarde Sasuke y Sai regresaban de su misión. Gracias a sus habilidades había resultado algo fácil y rápido.

-Uchiha, te encargo que le entregues el reporte a Hokage-sama, yo debo ir a arreglar mi casa para la llegada de mi Gaara-chan.

-Hey, espera –pero el Anbu desapareció al estilo Kakashi-. Maldito Sai, yo quería ir inmediatamente con Naruto.

 

De mal humor, Sasuke se encaminó hasta la oficina de Tsunade y entró sin siquiera tocar la puerta.

-Oye, vieja, aquí está el informe de la misión –miró su expresión y la de Jiraiya-. ¿Qué sucede?

-Tsunade-sama –entró Shizune rápidamente-, aún no encuentran a Naru... –se calló al ver quién más estaba allí dentro

-¿Naruto?, ¡¿qué le pasó a Naruto?!

-Cálmate, Sasuke –pidió el sannin

-¡No voy a calmarme! ¡¿Qué ocurrió con Naruto?!

-Le contamos todo sobre su familia –lo miró seriamente-. Siéntate, te diré todo a ti también.

 

El Sol se ocultaba en la aldea de la Hoja mientras Naruto estaba sentado sobre las cabezas de los Hokages. Contemplaba fijamente la fotografía que Jiraiya le había regalado.

-Finalmente te encontré –habló Sasuke-. No esperaba que precisamente estuvieras aquí.

El rubio permaneció inmóvil.

-Esos ancianos me lo contaron también. Se quedaron muy preocupados por como te fuiste del despacho de la borracha.

-… Quería estar solo.

-Lo sé –se sentó junto a él-. ¿Sabes? –miró al cielo- Está bien lo que sientes. Si quieres estar triste, tienes el derecho; si quieres estar molesto con el Cuarto, también puedes hacerlo, nadie puede reclamarte o decirte que estás mal. Ellos no fueron los que sufrieron esa dolorosa infancia –notó que el chico lo miró-. Si quieres gritar, hazlo; y si quieres llorar, te prestaré mi hombro, pero por favor, desahógate –le acarició la mejilla-, porque me duele mucho verte sufrir solo.

Sin poder contenerse más, el rubio rompió en llanto y se abrazó con fuerza a su novio.

-Yo... creo que lo entiendo –habló entre sollozos-... Él era el encargado de proteger la aldea... y selló a Kyuubi en mí para que yo continuara con lo que él no pudo terminar... Pero aún cuando lo sé... eso no borra las heridas y el dolor que pasé... Y ella... murió para que yo pudiera vivir...

 

La noche cayó en Konoha. Naruto seguía sentado en el regazo de Sasuke mientras éste lo continuaba abrazando.

-Naruto... aún es diez de Octubre.

-¿Todavía quieres darme mi regalo?

-También, pero antes quiero que vayamos a un lugar.

 

En la oscuridad, ambos jóvenes caminaban tomados de la mano. Sasuke cargaba un hermoso ramo de flores.

-Esto es...

Se habían detenido en el cementerio de la aldea. El rubio miró a su pareja.

-Kakashi me lo dijo hace tiempo –habló mientras avanzaba-, que después de que volviste de tu entrenamiento y yo seguía con Orochimaru, tomaste la costumbre de visitar las tumbas de mis padres siempre que podías –se detuvo-, así que ahora quiero hacer lo mismo.

Naruto bajó la cabeza y leyó los nombres de las lápidas frente a ellos: Uzumaki Kushina y Namikaze Minato.

-Minato-san, Kushina-san –dejó flores en ambas tumbas-, o debería decir suegro y suegra.

Naruto rió bajito sin poder evitarlo.

-Muchas gracias por traer a la vida a Naruto –miró a su chico y le sonrió, luego regresó la vista a sus "suegros"-. Les prometo que yo lo protegeré.

Se levantó y abrazó al rubio.

-¿No les dirás nada, dobe?

-Aún no –metió la mano en uno de sus bolsillos y apretó con fuerza el portarretrato-, pero seguro que un día lo haré.

-Entiendo.

 

***** CUMPLEAÑOS 19 *****

 

Aquél diez de Octubre muchas cosas iban a cambiar. En los años venideros, la fecha ya no sería recordada con tristeza y dolor, sino también se le recordaría como el día en que comenzó el legado del más grande Hokage de Konoha.

-Otou-san, okaa-san –el chico se encontraba de rodillas frente a dos tumbas-, el día de hoy me nombrarán Sexto Hokage. Espero que se sientan muy orgullosos desde donde sea que estén.

-¡Naruto!

El rubio volteó a su llamado y miró a Sasuke caminar hacia él, luego éste le aventó una especie de gabardina blanca y un sombrero.

-Dobe, ya es tarde. Todos están esperándote para comenzar la ceremonia.

-Está bien –se terminó de acomodar la ropa-, vamos.

 

Emprendieron el camino hacia la torre de los Hokages.

-Sasuke…

-¿Qué?

-Desde hace un año que vivimos juntos...

-¿Y?

-¿Cuándo me pedirás matrimonio?

El Uchiha se detuvo en seco con la cara completamente roja por las palabras de su novio.

-Jejejeje, era broma, no te asustes –siguió caminando con alegría

-Naruto...

-Dime.

-… Nada <<Mejor se lo pido como regalo para su próximo cumpleaños>>

 

Y el tiempo seguirá pasando, vendrás más cumpleaños, las bodas, los hijos... Pero eso será a su debido momento.

 

FIN

THE END

OWARI


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