Acababa de recostar a Syusuke, después de un largo día de calor, lo habíamos pasado en la piscina que tengo en el patio trasero, el no quería meterse, creo que por miedo ya que no sabe nadar y la piscina tiene dos metros de profundidad, como no quería verlo asustado infle la silla inflable para que el se sentara en ella mientras yo la movía guiándola por toda la piscina, el sonreía contenta, por que además hacia sonidos de caballo o le decía “¿A dónde señor?”,” ¿A la esquina o en medio?”,” Le recomiendo allá” como si fuera su mayordomo.
Después de mucho nadar, el se bajo lentamente de la silla y se aferro a mi, un rato después el estaba abrazándome con fuerza en una esquina, yo solamente le acariciaba el cabello y le susurraba al oído lo lindo que era o lo tierno que se veía, hasta le decía piropos con los que el se sonrojaba.
Pasamos horas en la piscina, divirtiéndonos lanzándonos agua, chapoteando, yo enseñándole a nadar (fue difícil por que se asustaba fácilmente cuando lo soltaba para que nadara solo), pero en sus ocurrencias se salió corriendo, tomo una manguera, abrió el grifo y comenzó tirarme agua con ella, la cual estaba helada, yo salí de la piscina, lo agarre de las muñecas, y besándole el cuello lo regrese al agua, simplemente el solo reía animado, cuando salimos de la piscina me di que el había puesto la ropa en el frízer, al principio no entendí, pero cuando me la puse, se sentía fresca y me agradaba.
Aun sigo culpándome por todo el sufrimiento de Syusuke, pensar que pude cambiar todo eso, que pude dejar mis estudios y atenderlo, darle cariño, amor, protegerlo, amarlo tanto como debí hacerlo, por lo menos se que el segundo año no fue tan malo como el primero, o quizás me equivoque, por que le pasaron cosas peores, ahora que se durmió ese segundo año me molesta en la cabeza, ¿Por qué tuvo que contármelo Oshitari?
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En segundo año fue de mal en peor, Syusuke apenas pudo soportar el primero, pero las cosas cambiaban para mal, lo único que tenía para mantenerse en pie era su trabajo, pero pronto eso cambiaria por un malnacido compañero de trabajo.
Un compañero de trabajo, llamado Harry o algo así, sentía envidia por que Fuji era el mesero al que pedían, ya que era amable y amistoso, además que el jefe le tenia mucha confianza y se había amigado con el, tanto era eso que el lo llamaba y daba recomendaciones para que sea el próximo jefe de esa sucursal, ya que el hombre pronto se jubilaría.
Harry decidido a hacer mal a mi Suke, cometía accidentes apropósito, como mesclar aceite, o poner en la freidora las hamburguesas dietéticas, solo para culpar a mi amado Syu, pero regaño que le daban se convertían en elogios por que a los pocos segundos hacia cosas y agradaba a los clientes más exigentes, eso ponía a Harry molesto, quería ser el siguiente jefe, por varias razones, era cinco años mas grande que Syusuke, trabajo mas que el en ese lugar, el era el brazo derecho del gerente, pero cuando llego Fuji todo se dio vuelta y sus planes se arruinaron.
Decidido a acabar con la suerte de mi ojiazul (maldito, si lo agarro un día lo mato) decidió ponerle una trampa con la cual lo despedirían, una trampa aprueba de bobos, a mejor dicho a prueba de Fujis, un plan que no fallaría y con el que de seguro (y de mala suerte funciono) despedirían a mi adorado y amado tensai.
El plan era simple, pondría en el casillero donde mi Syusukito guardaba sus cosas un paquete con cocaína, pegamento, heroína y otras drogas, luego le iba a decir al gerente que revisara el nombrado, este lo vería e inmediatamente despediría a mi Syu (definitivo, a ese lo mato a golpes) el plan funciono al pie de la letra, solo que el gerente no solo despidió a Syu, sino que llamo a la policía, la cual lo arresto por tenencia ilegal de drogas, a pesar que no estaba drogado.
El la comisaria no lo dejaron poder defenderse, las pruebas eran claras y suficiente, la sentencia fue tres años de prisión, ya que era mayor de edad no debieron llamar a sus padres y el no quiso utilizar su única llamada.
Comenzó a compartir celda con un chico mayor que el por mas o menos seis años, que tenia mas músculos que cuerpo, tatuajes por donde se viese, no era nada amistoso, y estaba cumpliendo una cadena por asesinato (maldito sea yo, debí de sacarlo, ¿Por qué tuve que estar en Alemania ese año? Debí estar a su lado)
En ese tiempo Yuushi Oshitari, el otro genio de Japón, iba a ver a un viejo amigo a la prisión, seis meses después de que Syusuke fue arrestado, Yuushi lo vio en la prisión, Syusuke le explico la razón por la que estaba allí, como el genio contrario decidió visitarlo todos los días, ya que nadie iba a verlo (¿Por qué no me aviso? Atobe sabe mi numero, pudo decirle y este avisarme y yo pagaba la fianza, pensándolo bien, menos mal que no me dijo, no me gusta deberle favores a nadie y menos a un soberbio, desequilibrado, abusador, molesto…)
Un día, el buen Oshitari llego como de costumbre al lugar a hablar, pero esta ves vio a Syusuke extraño, ya no hablaba, se veía pálido y en su rostro tenia una expresión de susto, los días pasaron y mi Syu se veía peor, según el, comenzó a temer por el, pensar en el por que cambio le asustaba, hasta que un día lo vio temblando, asustado, saco un préstamo bancario y pago la fianza.
Pasaron los días, Yuushi llevo a Syusuke a vivir en su casa junto a Gakuto, el cual no estaba muy de acurdo con que el anduviera por allí, para el Syusuke estaba de mas y al ser un Seigaku no era muy amigable, pero todo el tiempo que Syu paso allí, que fueron los días en que Oshitari anduvo a su lado, permaneció callado y encerrado en la habitación donde se hospedaba.
Nadie sabia nada de lo que pasaba el, solo salía del cuarto para comer o cuando Yuushi lo llamaba a ser algo, pero en todo momento (incluso durante el primer mes conmigo) permaneció en silencio, sin decir una palabra.
Pero eso fue por poco tiempo (me refiero a de estar en casa del cuatro ojos de Ihotey) (¿Qué dije? Yo también uso anteojos) el día en que Syusuke cumplía tres meses de libertad, en el mes de diciembre exactamente, se escapo dela casa donde lo protegían, y desde ese momento, nadie supo mas de el.
Ahora que duerme como un cachorro, aunque lo es para mí, veo su rostro lleno de felicidad, una mueca que me encanta mirar, esa sonrisa que siempre me gusto, que nunca cambio, que me hace feliz cada día, y me hace preguntarme, ¿Por qué no estuve a su lado cuando me necesito? ¿Por qué no lo busque antes?
Syusuke se acurruca en mi pecho, como un niño pequeño buscando protección, es entonces cuando noto lo mucho que me importa, cuando lo acaricio con amor y ternura, cuando lo beso y le demuestro que lo quiero y le hago saber que sin el mi vida no tiene sentido, espero que algún día me perdóname, todo fue por mi culpa, lo que paso y no pude evitar, todo, y lo único que puedo hacer es dejar salir esas lagrimas que no pueden contarse por mirarlo, y abrazarlo con fuerza.
Es entonces cuando me siento indefenso, molesto conmigo mismo, se despierta, por que una lagrima le callo en la cara y me mira con esa cara de ángel y abre esos hermosos ojos azules, los que me atrajeron a el, me sonríe con su siempre fiel y feliz acompañante sonrisa, solo para decirme “¿Por qué estas llorando?”
Sin pensarlo dos veces lo acurruco en mi pecho con temor y le dijo con toda mi sinceridad “no quiero poderte nuevo”.
Mi ojiazul comienza a reír, no creo que sea divertido, pero me abraza con fuerza y me dice “nunca me has perdido”, no pasa mucho, hasta que se sube a mi cabeza y comienza a besarme en los labios, se lo que quiere, pero temo lastimarlo, solo lo consentiré un poco, besándolo, mimando y desvistiéndolo, se que no le gusta que no lleguemos a hacer el amor, pero es lo mejor en estos momentos, por que aun le falta recuperar peso, ¿Qué? Pesa la 40 kilogramos, eso es poco para su altura y le edad que tiene, debería estar entre los 60.
Al menos se que los años que faltan por contar no los conoce Yuushi, ya que Syu me conto que solo paso hambre y frio en una casa a medio construir y abandonada, de que lo único con que vivía era de lo que le daba de comer una vecina, cuyo marido a veces le quitaba la comida de la boca, o le hacia hacer trabajos humillantes (juro que nunca va a tener que hacer cosas así) como revisar la basura, limpiar la mugre que el hacia apropósito.
Lo único que jamás cambio en todos esos años, fue su adicción a las cámaras fotográficas y el tenis para el, siempre tuvo una cámara y su raqueta a su lado, nunca las perdió ni permitió que se las quitaran, perdió ropa, zapatillas, pero es cámara siempre la tuvo ( eso me recuerda que debo arreglarle el flash, la lente que esta rallada, y ponerle royo, pero voy a gastar lo que sea, nada es suficiente para Syu) al igual que la raqueta ( a la que le debo cambiar las cuerdas) y no dejo que nadie las tocara, no intento venderlas, le traían buenos y bellos recuerdos, que no quería olvidar.
Lo único feo a lo que llego fue a robar, y de suerte a una persona, pero eso ya no importa, a mi no, lo único que en este momento quiero es pasar un rato, demostrando amor a la persona que mas quiero y deseo que nunca se separe de mi.
Continuara.
