Duple Vita
Por: Gaa
VII
Polygamĭa
No podía creer que estuviese allí, ni mucho menos con él, la verdad realmente quería lanzarse sobre aquel estúpido pelirrojo y partirle la cara hasta desfigurarlo. ¡Sasuke lo prefería a él maldita sea!, él estaría dispuesto a perdonarlo... Dios realmente lo perdonaría.
Muchos dicen que por el amor uno hace locuras, y aquello era precisamente lo que el rubio -más conocido como Naruto- quería hacer.
"Mátalo... tíralo a un acantilado".
¿No sonaba tentador?
-¡Dime para qué me quieres mierda! -¡Oh sí!, estaba enojado y un Naruto enojado no le convenía ni al mismísimo demonio.
-Tranquilo Uzumaki, ya llegamos.
El de mirada zafiro miró de mala manera a su acompañante, ¿y si lo llevaba a un callejón y lo asesinaba antes?... no tenía que confiarse del enemigo.
Miró a sus alrededores buscando una posible ruta de escape, pero se dio cuenta de que aquel camino a él se le hacía conocido, y es que era por donde vivía Sasuke. En vez de doblar a la derecha -que era donde quedaba el gran edificio en donde su ex-moreno vivía- giraron en sentido contrario yéndose por una parte algo luminosa, cosa que le agradaba al rubio, y pronto se vio un fluorescente y elegante Bar-cantina de nombre Chidori.
-¡¿Qué?!, ¿me vas a embriagar para luego violarme y matarme? -vociferó con aún más rencor el rubio mientras fruncía el ceño, por otra parte Gaara de verdad trataba de controlarse y no dejar medio muerto al rubio, realmente era exasperante y no tenía ni una puta idea de cómo Sasuke lo pudo haber soportado siendo como él es.
-Realmente no sé qué carajos vio Sasuke en ti.
-¿Dijiste algo ‘ttebayo?
-Idiota.
-¡Habla más fuerte imbécil!
-¡Que ya llegamos! -realmente no comprendía qué demonios había visto Sasuke en aquel rubio, era despistado, tonto y algo efusivo -lo contrario de él- y por mucho que lo mirara tenía el mismo extraño atractivo que podía tener él y eso le molestaba.
-¿Me vas a decir para qué leches me trajiste aquí? -indagó nuevamente mientras abría la puerta y veía un ameno ambiente tranquilo. Apreció que toda una parte de la barra estaba siendo ocupada excepto un puesto algo alejado y solo.
-Tú sólo camina -el pelirrojo se hizo paso entre las miradas inquisidoras de los ‘amigos de barra' del Uchiha y se dirigió a aquel alejado puesto y miró de mala manera al que ocupaba la derecha de la silla -, muévete -declaró en un brusco tono de voz. Aquella persona iba a replicar, mas cuando vio la fija mirada asesina de Gaara desistió y se dirigió a la mesa.
-Eres malo -masculló Naruto mientras se sentaba en aquel lugar con desdén -, ¿me vas a decir que carajos quieres?
-¿Te puedes quedar callado un momento? -rebatió mientras buscaba con la mirada al Barman, más conocido como Konomi-san. No sabía qué lo inducía a hacer aquello, pero realmente le estaba jodiendo la existencia aquel rubio. Cuando estaba a punto de echarse para atrás e iniciar una trifulca donde machacaría al rubio pensó en Sasuke y en lo estúpido e insensible que es el amor; por eso nunca se quiso enamorar: uno hacía estupideces por ése sentimiento.
Apretó los puños con cólera mientras mirada impasible al rubio, él no quería compartir a Sasuke, nunca pensó en compartir al Uchiha con ninguna persona ya que él le pertenecía con todas sus letras.
Él era Sasuke de Gaara, no Sasuke de Gaara y Naruto.
-¿Gaara-san? -antes siquiera de tomar represarías en contra de la persona que le quitaba parte de la atención del Uchiha, Konomi llegó a su lado sorprendido de verlo a él, sobre todo a él con la supuesta otra pareja de Sasuke -, Sasuke-san hoy no ha venido Gaara-san -murmuró contrariado mirando al rubio quien le puso atención al nombrar a Sasuke.
-¡¿Qué?!, ¿me vas a decir que el bastardo es alcohólico?
Realmente lo desesperaba.
-¿Te quieres callar y escuchar Uzumaki? Me es de mi completo desagrado estar aquí contigo compartiendo algo que me gustaría dejarlo para mí, pero soy tan imbécil que lo único que pienso es en lo mejor para él y no lo mejor para mí, incluso para ti. Ahora hazme el favor de escuchar y no hablar -respondió tajante mirando hacia el frente con voracidad -. Contadle.
Konomi miró sorprendido a rojo y posó su mirada en rubio, quien abrió la boca sorprendido por aquellas palabras. Se fijó en su bar encontrándose solo ante aquellos chicos y suspiro.
-Usted debe ser Uzumaki Naruto-kun, ¿no? -cuestionó el cantinero con una sonrisa mientras sacaba los vasos -, creo que una vez escuché decir a Sasuke-san que usted no bebía, sino que le gustaba el jugo de naranja -le sonrió comprensivo mientras le servía el pedido -, a Gaara-san muy por el contrario le gusta beber cosas fuertes, ¿cómo un Brandy? -el menor asintió y pronto una copa baja y redonda se llenó de un líquido ámbar y de fragancia fuerte.
-¿Cómo sabe eso? -indagó el rubio sorprendido por aquel hecho. Konomi le sonrió con tanta paciencia que el rubio se relajó por unos instantes.
-Digamos que conozco a Sasuke-san el mismo tiempo que lo conocen ustedes... pero dígame Naruto-kun, ¿se acuerda usted del color favorito de Sasuke-san?
El rubio hizo un gesto incomprensible con su rostro y negó, que él recordara Sasuke era lo suficientemente amargado para tener un color favorito.
-Eso no está bien -murmuró -, ¿recuerda usted cuando cumplieron dos meses de novios y se le ocurrió regalarle una playera verde? -el rubio asintió automáticamente -, él le dijo que no le gustaba, que su color favorito era el turquesa. Sin embargo usted le dijo "la intención es lo que cuenta". Recuerdo perfectamente aquel día porque Sasuke-san le regaló una chaqueta negra y usted le recriminó que no ocupaba colores oscuros y la tuvo que ir a cambiar por una naranja, ése es su color favorito.
-¡Un acosador ‘ttebayo! -grito el rubio, aunque realmente se había sentido mal al recordar aquel paraje al cual nunca le prestó atención.
-No seas idiota -le interrumpió Gaara-, Konomi-san conoce a Sasuke porque el muy idiota venía a la cantina a "llorar la carta".
-¿Y eso que tiene que ver conmigo ‘ttebayo?
-Sólo escucha.
Konomi les habló desde el inicio, ante la atenta mirada de furia y nostalgia del rubio, el jugo y Brandy pasaron a ser regulares sobre todo cuando el Uchiha contaba cosas que les molestaba de ellos dos y nunca dijo nada.
-"¿Para qué quejarme de ellos si es mi culpa tener que soportarlos a ambos?"... -repitió las mismas palabras que el Uchiha dijo en su momento -... Ryo-san le dijo que era un idiota, no por andar con dos personas podía pasar por alto aquellas cosas. Sasuke-san le dijo que tenía razón, pero que eso era parte de su culpa.
Sasuke-san no dice muchas cosas, es tosco, brusco y bastante bastardo pero con un par de copas le pasa lo que a toda persona -aclaró ante la mirada de Naruto.
-¿Y eso qué? -espetó de repente tras escuchar toda la historia -... eso no quiere decir que no haya jugado con nosotros, no quiere decir que lo perdonaré. No puede venir aquí haciéndose el mártir -se sentía miserable y derrotado. Tenía la imperiosa necesidad de salir de allí y tocar la puerta del bastardo, molerlo a golpes, besarlo, seguirlo moliendo a golpes, hacerle el amor, matarlo y suicidarse.
-No sabes lo difícil que es enamorarse de dos personas -estas palabras no las dijo el cantinero, sino que Gaara. Se levantó y dejó el dinero y Naruto lo siguió con el ceño fruncido.
-¡¿Así no más?!, ¡¿con ése cuento barato lo disculpaste?! -tenía furia, porque él sí podía hacer borrón y cuenta nueva con el moreno, porque él estaba a su lado. No esperó siquiera a llegar a un lugar mejor. Caminaron hasta una plaza y lo empujó con desdén tratando de mermar aquel sentir; si tan sólo él desapareciera Sasuke correría a sus brazos.
-¿crees que no fue fácil? -masculló ante aquella incitación -, ¿Qué no me dolió que el bastardo me engañara? -frunció su ceño mientras caminaba con aquellos aires tan asesinos que incluso intimidaron a Uzumaki.
-¡Eso creo maldito!... ¿cómo? -masculló con los orbes cristalinos por la furia -, ¡¿cómo demonios lo perdonaste y dejaste el rencor de lado?!...por qué tú si puedes estar a su lado -susurró apretando sus puños.
Levantó su vista furioso agitando sus cabellos rubios y su zafiro mirada se fijo en la lúgubre del aguamarina quien mantenía aquella cara tan estoica que le molestaba.
-¿Es qué siempre tienes esa cara de yeso?, ¡¿Por qué demonios te prefiere a ti?!, ¡¿Por qué te ama más a ti?!, ¡¿POR QUÉ CONTESTA?! -vociferaba exaltado mientras sus orbes se volvían dos peligrosas rendijas.
Ambos respiraban agitados, se miraban con ira y les era imposible concebir que Uchiha Sasuke se fijara en alguien tan contrario a ellos mismos.
Naruto sollozaba de ira, no tenía pena, tenía la más pura y angustiante ira. Sentía su pecho inflarse de odio, su mente bombear venganza por aquel pelirrojo y siendo tan impulsivo como él era se lanzó sobre él golpeando su rostro con cólera, gritó como si nunca lo hubiese hecho y sintió su cuerpo tensarse al descargar aquel golpe contra aquella persona que le había robado a su novio. Las palabras de Konomi resonaban en su mente como un cantico infernal y sentía que el aire se le escapaba por momentos.
-¡Eres un bastardo! -mascullaba enojado mientras alzaba su pierna y golpeaba su estómago -, ¡te aprovechas de él!, el me ama a mí, me quiere a mí... ¡el sólo me quiere a mí! ¡Vete de aquí maldita sea, déjamelo a mí! -chillaba mientras sus marcas en las mejillas se hacían más marcadas por los gritos y la furia del momento -... deja que me ame a mí -murmuró cansado. Ya ni siquiera quería pelear, y lloró... lloró como no lo había hecho en los últimos días.
Pensó en su lado vacío de la cama, en los recuerdos de Sasuke, sus desayunos, pensó en él y su relación. Quería Sasuke con él.
-¿Crees que...? -miró de reojo a Sabaku quien se levantaba dificultosamente del piso, pero aún así manteniendo aquella aura insensible -... ¿crees que es sencillo saber que tu novio ama a otro?... que cuando te abraza no te ve a ti, que te diga que se siente incompleto, que cuando te hace el amor desea a otra persona, a alguien a quien aborreces...
Gaara se acercó a Naruto con su perfil en alto, con su mirada vacía y a pasos firmes. Se quedó allí frente a él intimidándolo con su presencia y a la vez llamando su atención.
-¿Crees que es fácil ir a ti y pedirte que escuches una historia que sé que sólo te hará amarlo más? -y por unos momentos el rubio lo vio, sólo fue un segundo en que aquellas culpables lágrimas cayeron una después de otras siendo limpiadas al instantes... él había llorado, llorado por Sasuke -... ¿crees que es fácil saber que no eres suficiente para la persona que amas? -argumentaba con paciencia, paciencia y suavidad que no tenía -, ¿crees que es fácil tener que compartir a la persona que amas?
¿Fácil?
-¡¿Eh?! -el rubio fue presente de la furia, cólera y pérdida de paciencia del menor. Fue presente de sus golpes, de su llanto como también de su estúpido amor y receptor de todo eso...
Se golpearon hasta que quedaron cansados, hasta que ninguna otra lágrima les saliera, hasta que el sol apareció y agitado se levantaron.
No era fácil...
Uno por el amor hace locuras.
-Te odio Sabaku.
-El sentimiento es mutuo.
Gaara se levantó del piso cansado, sucio con moretones y su rostro bañado en sangre, y con renitencia ayudó al rubio a caminar hasta el departamento del Uchiha, porque allí no había nada que hacer.
-¿Qué harás Uzumaki? -murmuró el pelirrojo cuando a rastras ambos llegaron al lugar que añoraban.
-Dime algo más y te juro que me tiro a la calle.
-Mejor para mí.
-¡Cállate!
-¿Te he dicho que eres demasiado gritón?
-¡Grito todo lo que quiero estúpido!
Cuando Uchiha Sasuke escuchó sonar el timbre maldijo a todo el universo por conspirar en su contra. Había estado preocupado por Gaara quien no había llegado a dormir y recién se había acostado a descansar un rato cuando aquel endemoniado ruido se volvía a escuchar.
Cansado se colocó sus pantalones y lanzando maldiciones a toda persona abrió con desdén la puerta encontrándose con lo que menos esperaba en aquel momento.
-Tengo sueño, me duelen las heridas, tengo hambre, mañana tengo examen y me han echado de mi departamento por orden de no pago.
¿Eh?
-¡Haz algo teme me estoy muriendo!
¿Eh?
-No lo insultes.
-Tú cállate pelirrojo, ya me puedes soltar.
-Te suelto y te caes rubio.
¿Eh?
-Sasuke me puedes dejar pasar por favor -aquel tonó.
Despertó de su reciente ilusión y se fijó en lo ponzoñosos que llegaban ambos chicos a su casa. Naruto estaba recargado en Gaara quien tenía el labio roto y su pómulo hinchado. Podía apreciar que el rubio no venía en mejores condiciones y se corrió de la puerta dejando pasar a ambos chicos.
-¿Tienes ramen ‘ttebayo?
Un retorcido mundo.
-Creo que queda algo en la alacena.
-Sasuke las gasas.
-Sí... de inmediato Gaara...
Su retorcido mundo.
Mientras calentó el agua en el hervidor y sacaba los paquetes de ramen instantáneo, se encaminó hasta el baño cogiendo el botiquín y pensó que fuese lo que hubiese hecho en aquel mundo retorcido, o si fuera un sueño o lo que fuese que pasara no quería despertar.
-¡Sasuke tengo hambre!
-¡Las gasas maldita sea!
Su propio mundo retorcido.