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Duple Vita por OdiumAmoris

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Duple Vita

Por: Gaa || OdiumAmoris


 

IV

Veritas


 

Y la vida sigue...

Se removió de aquella cama incómodo por la luz que se traslucía por aquellas cortinas rojizas, admiró de mala gana que ya era bastante tarde como para ir a su primera clase, pero lo suficientemente temprano como para salvar sus demás ramos.  Giró su cuerpo encontrándose atrapado entre la cama y otra entidad aferrándolo entre la suavidad de las sábanas y el calor embriagante de su calor.

—Gaara —con sus pálidas manos trazó un patrón sobre el cuerpo contrario tratando de despertarlo con sutileza mientras se removía. Escuchó los gruñidos del menor y sonrió con sorna para luego atrapar aquellos esquicitos labios finos bajo los suyos moviéndolos levemente hasta hacer participar al contrario.

—Es muy temprano —mascullaba enojado el pelirrojo cuando se separaron por unos momentos y tuvo la posibilidad de ver el reloj de mesa. Sus orbes aguamarina se dirigieron a Sasuke quien comenzaba a recoger sus cosas y adentrarse al baño aledaño.

—Lo sé, pero hoy es miércoles y tengo que ir a estudiar... si quieres te puedes quedar más tiempo en cama y yo me voy —adjuntó como si nada adentrándose en aquel habitación de negras baldosas.

—Está bien... pero me bañaré contigo —el poseedor de las orbes negras asintió mientras dejaba la puerta abierta y comenzaba a llenar la bañera, era esa una de las razones por las cuales le gustaba tanto Gaara: Nunca le recriminaba nada y confiaba ciegamente en él.

Cuando Uchiha Sasuke pisó la Universidad T* sintió aquellos brazos contrarios rodeándole  su pecho con fuerza algo dolorosa mientras aquella fragancia clásica de Ramen mezclado con perfume NY le llegaba de manera inmediata.

—Eres un maldito teme, no me llamaste en toda la tarde —la voz recriminadora se dejaba caer pesadamente en su lóbulo y en un movimiento algo soso escapó de aquella prisión de músculos para voltearse y encontrar aquellos orbes azulados.

—Naruto —soltó aburrido.

—¿Por qué no me llamaste? —él tendía a ser muy controlador cuando quería y por cualquier cosa que hiciera o no estaba arriba de su persona dirigiendo su vida.

—Naruto déjame —exclamó mientras giraba por sus talones y se encaminaba nuevamente a su aula. Aquella actitud del Uzumaki lo descolocaba, de cierta manera retorcida le agradaba —muy en el fondo— que estuviera encima de sí preocupándose y tratando de controlarlo lo más posible para que no se escapara de sus manos, pero también quería su espacio personal, poder pensar sin tener su cabeza rubia metida entre sus cosas, poder respirar sin ver aquellos orbes zafiros haciendo aquella acción.

Naruto era muy desconfiado del mundo... aunque a veces creía él que su posesividad se debía a que antes no tenía nadie a quien querer y sentir aquella sensación de ser amado.

—Teme! —sintió cómo los pasos de su rubio novio se alejaron de él dándole un poco de espacio antes que lo acribillara con sus palabras de lo tan mal pareja que era y si no fuera por su misericordia hace tiempo habrían terminado.

—Dobe —sonrió de medio lado con prepotencia y con aquella expresión tan lejana y frívola del mundo se adentró a sus clases pensando en cómo quizás solucionar aquel inconveniente que le había nacido en la mañana.

Y de lo dicho al hecho...

Su rubio se había molestado  con él,  pero también tenía que comprender que un Uchiha también tenía privacidad.

—¡Y ni siquiera te disculpas! —gritaba su pareja mientras juntos se adentraban a su departamento peleando como siempre. Sus vecinos estaban acostumbrados a los gritos de Naruto mientras que él tenía que intentar calmar a la bestia —, ¡a veces pienso que no me quieres!, ¿es que estás con otro? —a pesar de lo que muchos podían pensar él no se colocaba nervioso cuando le mencionaba en su relación un tercero.

Pensó en su pelirrojo por unos momentos y volvió su vista al rubio: ahora lo más importante era Naruto. Suspiró cansino sin negar ni afirmar nada y caminó hasta la figura masculina abrazando por los hombros al rubio, quien a pesar de tener casi la misma altura se dejaba hacer.

—Si no quisiera estar contigo... hace tiempo te hubiese cortado —él no daba palabras miserables de fidelidad, porque precisamente aquello no era, sino que decía la verdad.

No es que no lo quisiera, no es que no apreciara que él —una persona tan extrovertida, alegre y audaz— se fijara en alguien tan arrogante, frío y soberbio como lo era él... si bien el rubio era torpe, desquiciante, chillón, demasiado hablador e impulsivo esos mismos defectos le gustaban en su justa medida: aquello lo hacían ser Uzumaki Naruto, la persona con la cual podía discutir horas sobre alguna estupidez y nunca se aburriría de su presencia y a pesar de que su ‘noviazgo' era una extensión sólida de lo que era su amistad anhelaba aquel lazo en secreto y sin destilarlo mucho.

Él no estaría con Naruto si no le gustara, eso estaba asumido: él quería al rubio por lo que era... como también quería y asumía su condición con Gaara.

El poseedor de marcas en las mejillas hizo un extraño mohín con sus labios y lo golpeó fuerte en el hombro donde ahora recaería un hematoma, pero no le importaba. Pronto se vio preparando la cena con la cual tranquilizaría a aquel inquieto ente en su sala quien desordenaba todas sus cosas para hacerse notar y se reía de él...

Cuando llegó la hora de despedirse besó al rubio en la puerta del departamento contrario. Los fuertes brazos contrarios lo ciñeron al cuerpo trigueño mientras que aquella juguetona lengua buscaba la suya con frenesí. Sintió suspirar a la persona entre sus brazos sobre sus labios y mordió la mejilla en un claro gesto de aceptación y se soltaron con ansias de llegar a más, pero ambos tenían que estudiar y sabían que no lo lograrían teniendo la presencia de ellos muy cerca.

—¿Irás el Viernes a la conmemoración? —cuestionó con su habitual tono de voz.

—Sí, te vendré a buscar —afirmaba y tras besarlo castamente se largó antes que aquella situación se descontrolara.

Su sentido moral a veces lo atosigaba cuando hacía eso, ¿dónde quedaron la enseñanza de sus padres?, ¿dónde quedaron sus ideas conservadoras?... ¡verdad!: todo se fue al traste cuando los conoció.

Tan distintos y tan iguales.

Naruto y Gaara... antagónicos fieramente pero producían el mismo sentimiento de querer acapararlos por completo, de ansiar su cuerpo, su vida y sus sentimientos hacía él.

¿Qué si estaba satisfecho?: Por supuesto. Irónicamente con su vida siempre había sido frío y calculador, las personas poco le importaban y si bien con Naruto comenzó a hablarle porque lo sacaba de quicio y Gaara porque era un existencialista extravagante a su vista, las cosas avanzaron por su propio rumbo. Él no planeó sentir aquella emoción por Naruto cuando intempestivamente él se le declaró de la manera más bizarra posible... no lo pudo evitar.

Mientras estaba con el rubio aquel sentimiento de ser un niño no se le quitaba de la cabeza, verdaderamente se sentía vivo con él.

Cuando estaba con Gaara el sentimiento de sentirse comprendido le golpeaba rudamente, aquella silenciosa compañía que de repente se volvía adrenalinita también lo hacía sentirse vivo, y si le preguntaran decidirse por uno... él no sabría qué contestar.

Sin Naruto... no se imaginaba la vida sin Naruto, el sólo hecho de pensarlo algo extraño sucedía con su cuerpo y pensar que lo hacían colapsar y buscar a su rubio para mantenerlo en sus brazos y no dejarle escapar.

Pero sin Gaara... Dios, la vida era complicada ¿por qué ellos no podían ser uno?

Se había enamorado absurdamente de dos personas y no sabía cómo afrontarlo, y tampoco era como que se ocultara mucho en los meses que  llevaba saliendo con ambos.

Los mismos meses, el mismo sentimiento, el mismo día de aniversario, la misma pasión...

No podía controlar lo que su alma le pedía, y se sintió indefenso, antes no le pasaba aquello: no dependía de nadie ni de nada. Cómo cambian las cosas ¿eh?

Suspiró un poco y se revolvió sus cabellos... no era tan importante estudiar ya que comprendía la materia y estaba seguro de que Naruto siquiera abriría el cuaderno al llegar a su casa y lo llamaría. Sonrió con sorna al saber lo que haría su pareja y decidido a no desperdiciar su tiempo sin él —tenía una imperiosa necesidad de él en esos momentos— tomó las llaves de su departamento y se calzó sin pensarlo mucho, pero bastó para abrir la puerta cuando una figura de casi su misma estatura estaba indecisa entre tocar o no el timbre.

—Esto... Sasuke-teme —murmuró el rubio cohibido por haber sido pillado allí titubeando por no saber qué hacer.

—Hn... rubio —susurró antes de abrazarlo rudamente. Aspiró aquel aroma hasta quedar obnubilado por la fragancia y sintió los  trigueños brazos envolver su espalda tan necesitado como él mismo se sentía.

No hacían falta palabras... no, no lo hacían. Torpemente buscaron sus labios hasta perderse en aquella fiera necesidad que poseían, desesperados por más contacto el Uchiha lanzó el cuerpo contrario a la pared sin siquiera pensar que estarían a pasos en su casa resguardado de las miradas curiosas...

No, no pensó porque lo quería ya.

Bajo torpes y rudos movimientos logró hacerse de aquella espalda tan fornida y el contrario logró introducir sus manos en su estorboso pantalón de vestir.

—Naruto —el suspiro de aquel nombre rodeado de tanta necesidad por hacerse del cuerpo contrario hicieron temblar de ansia al menor quien suspiro lentamente en el oído contrario. Apretó la espalda de su pareja con vehemencia mientras a tientas intentaba llegar a su casa.

—¿Sasuke?

Pero tarde o temprano...

—Joder —masculló el rubio separándose de su novio —, ¿qué quieres Gaara?

Las cosas se sabrían...

—Sasuke-teme ser tu novio es un asco... siempre hay algo que nos interrumpen.

—¿Novios?... ¿Sasuke?

Y él tendría que ser hombre...

—Gaara... —levantó su vista por fin fijándola en la aguamarina. No se había dado cuenta el tono condescendiente que  había utilizado y su rubio no hacía nada más que cagarla más.

—Sí novios, ¿por? ¡No le dijiste teme! —gritó Uzumaki señalando al Uchiha.

—Con que novios —aquella rudeza en la voz del pelirrojo... aquel instinto asesino.

—Creo que hay algo que tienen que saber —murmuró armándose de valor como todo un Uchiha mirando a ambas personas. Una de ellas queriéndolo matar y otra como si fuese a recibir un regalo.

Y a pesar de eso... no sentía culpa.

—Gaara: él es mi novio Naruto el de la Universidad —el pelirrojo asintió como si nada de aquello fuese relevante y miró al rubio esperando sus reacciones —... Naruto: él es mi novio de la cafetería, Gaara.

Dos novios... una sola persona.

Los amaba a ambos.

—No bromees Sasuke-teme...

—Él no bromea.

—¡Tú no me hables!

—¿Crees que es normal que  tu novio tenga otro novio?

—¡Eso es mentira!

—Tan mentira como esto...

Unos labios ajenos a los del rubio pero tan candentes y furiosos con él que no los pudo negar...

Quizás cuándo los volvería a besar...

—¡Basta!

Esto era la verdad...

—¡Basta es mentira!, ¡Sasuke nunca me haría eso!... es mentira.

Lágrimas...

—Eres despreciable Sasuke.

Odio.

—¡Dijiste que me amabas!

Rencor...

—Esta es la última vez...

Dolor...

—Yo... yo de verdad los amo...


Notas finales:

Original Notes:

*Universidad T: Universidad de Tokyo.

*Veritas: Verdad.

Bastante confuso el encuentro pero lo hice. Una persona me dejó un comentario diciendo que no había la misma pasión de Sasuke por Naruto que la que tuvo Sasuke con Gaara y no le doy más razón porque la tiene completamente.

El anterior capítulo me salió algo forzado... tenía visto éste como el segundo capítulo pero se me ocurrió en el trascurso de la escritura que debería hacer uno solamente de Gaara y uno solamente de Naruto para explicarles su relación y luego recaer en esto.

Si hay algo que me gusta es escribir acerca de la relación tan brusca que tiene Sasuke con Naruto... con Gaara —desde mi punto de vista— la tiene algo más existencialista y asesina, también me gusta pero amo la rudeza :D

Ustedes me dirán que probablemente el Sasuke del final —diciendo te amo— es muy rancio... Yo lo tomé por el lado de que si son pareja, de verdad los ama tanto como él dice no tendrá inconveniente de develar aquellos sentimiento "los Uchiha sin temor a nada". Ellos lo que quieren lo toman por lo cual traduje el dicho a el sentir "el los ama y los toma" con aquellas palabras.

Espero sus comentarios —sí, los espero con ansias—. 

P.D: Cambie de Nick, este es más genial xDD (en fanfiction.net)


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