Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lucha por zion no bara

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Es la segunda de mis tramas en este proyecto, espero que les guste.

Notas del capitulo: Pues esta trama es la de Seiya y como simple comentario es la más actual con respecto al tiempo, todas las otras tramas van a ser de fechas anteriores a esta.
Espero que les guste, de verdad.
“Las palabras entre comillas se usaron realmente en reportes oficiales”
Cuando un tres de julio de mil novecientos ochenta y uno el New York Times inform que se estaba observando un brote de una rara forma de cncer, llamado el sarcoma de Kaposi, en cuarenta y un hombres que hasta ese momento haban estado sanos era algo que deba considerarse. El doctor Alvin Friedman-Kien del Centro Mdico de la Universidad de New York dijo que por lo menos nueve de los casos presentaban “graves falencias en sus sistemas inmunolgicos” y eso era algo que no saban bien como explicar.
Apenas unas semanas despus, el da veintiocho de agosto, los centros para el Control de Enfermedades de Atlanta revelaron que los casos de sarcoma de Kaposi as como una extraa forma parasitaria de neumona (neumocistis) aumentaban de forma inexplicable en los Estados Unidos. Tambin se haba observado que ms del noventa por ciento de los casos diagnosticados era en hombres homosexuales.
El New York Native, considerado el peridico homosexual de Nueva York, informaba en sus pginas de algo que pareca extenderse, una “plaga” que afectaba a la comunidad homosexual de la ciudad. El nmero de enfermos por linfaderopata (afeccin de los ganglios linfticos) estaba aumentando de forma alarmante. Algunos homosexuales mostraban decaimiento y “desintegracin”. Se observaba adems con frecuencia lesiones de aspecto escamado en los hombros y en la cara, varios ms sufran de sudores nocturnos.
Haba investigadores que especulaban que quizs la enfermedad tuviera algn tipo de relacin con el estilo de vida de los enfermos o con el uso de drogas; hubo quienes tomaron en serio estos informes pero muchos ms consideraban que estos datos eran vagos e imprecisos, no haba de que preocuparse as que seguiran con sus estilos de vidas que en varios casos se podra considerar promiscuo pues les gustaba y era divertido.
Casi a finales de ao se dio una reunin importante, los mdicos estaban desconcertados pero no quedaba sino aceptar la realidad despus de haber agotado todas las posibilidades: esta enfermedad los sobrepasaba.


Ese mismo da de la reunin, uno de diciembre de mil novecientos ochenta y uno, un joven castao que viva en Nueva York se estaba alistando para salir a celebrar, era su cumpleaos y no dejara pasar el momento para festejar, por eso se encontraba ya baado y con su ropa lista para la salida con sus amigos que no tardaran en ir por l. Estaba delante del espejo en su habitacin con su estereo a todo volumen y un disco sonando, uno de sus favoritos, se trataba de Greatest Hits* de Queen, lo haba comprado ese ao y le encantaba como todo lo que escuchaba de Queen. En ese instante no vacilaba en cantar a todo pulmn la letra de una de sus canciones.
-- Steve walks warily down the street,
with the brim pulled way down low
Ain't no sound but the sound of his feet,
machine guns ready to go
Are you ready
Are you ready for this
Are you hanging on the edge of your seat
Out of the doorway the bullets rip
To the sound of the beat
Another one bites the dust
Al mismo tiempo que bailaba y cantaba se iba vistiendo y arreglando, le gustaba esa cancin, sin duda l se senta muy listo para seguir el ritmo de las cosas y hablando de ritmo era al ritmo de Bycicle Race y Youre my best friend que sigui arreglndose, cuando qued de nuevo delante del espejo se trataba slo del peinado, tena un fijador para cabello trabajando tiempo extra pero no era tan sencillo como pareca levantarse el cabello como a l le gustaba, una vez que lo consigui sinti que estaba listo pero como los dems no llegaban an aprovech para seguir bailando y cantando hasta los coros pues estaba una de sus canciones favoritas desde que la escuchara.
--This thing called love, I just can't handle it
This thing called love, I must get 'round to it
I ain't ready
Crazy little thing called love
La verdad l no saba si el amor era una pequea cosita loca pero le gustaba que la describieran as. Estaba ya en los coros finales cuando casi de milagro escuch que llamaban a su puerta, le baj el volumen a su estereo, detuvo el LP y se apresur a abrir.
--Que bueno que llegan—dijo el castao.
--Llegamos antes—dijo uno de los recin llegados que tena el cabello rubio—Pero con tu escndalo no ibas a escuchar.
--No digas eso, escndalo cualquier otro pero Queen nunca ser escndalo.
--Como sea, mejor vaymonos—dijo otro de cabello castao pero un poco ms claro—No quiero llegar tarde.
--Estoy listo.
Unos instantes despus y los tres salieron juntos por la calle, an no era de noche pero ya era algo tarde, sin embargo ambos saban que era a la hora en que se empezaban a reunir y que conforme avanzara la noche el ambiente estara mejor y definitivamente eso era lo que les interesaba, sobre todo al castao que siempre encontraba muy divertidas esas salidas. Llegados al sitio que haban elegido de antemano no fue extrao que se encontraran con varios conocidos y que los saludaran, varios estaban enterados del motivo que los haba llevado y se apresuraron a felicitar al castao pues saban que la fecha era especial para l.
--Que bueno que llegaste—dijo un joven de cabello largo y negro—Felicidades.
Un instante despus le daba un abrazo que el otro correspondi.
--Muchas gracias Shiryu.
--Cmo te sientes de cumplir dieciocho Seiya?
--Con ganas de celebrarlo.
Sus dems amigos y conocidos tambin lo felicitaron y el castao no poda estar ms contento o al menos eso le pareca, estaba sonriente y conversador, le encantaba la msica y pas buena parte de su tiempo bailando hasta que los dems consideraron justo que viera sus regalos, siendo as empez a abrir sus obsequios y le gust todo y de todo hizo comentarios aunque uno en especial le result increble.
--Cmo lo conseguiste?—preguntaba el castao a su amigo Hyoga.
--Con un amigo en Inglaterra, tard semanas as que espero que te guste—dijo el rubio.
--Gustarme? Me encanta.
Y era sincero al decirlo, se trataba de un afiche de buen tamao de Freddie Mercury vestido como se vea en el video de Crazy little thing called love, con la chamarra y los pantalones de piel y justamente cuando estaba recostado a un lado de la motocicleta.
--Que bueno que te gustara Seiya—dijo Hyoga.
--Ahora puedo ver a mi novio en mi casa—dijo el castao rindose.
Los dems conocan bastante bien ese gusto de su amigo por el vocalista de Queen, inclusive ese asunto de que lo llamaba su novio pero era joven, todos lo eran, y no encontraban motivos para preocuparse de su estilo de vida, el cual en esos momentos era bastante libre en muchas formas y el castao era conocido por una en particular pero nadie se lo tomaba a mal.
Cuando la fiesta se reanud sigui la msica y el baile, tampoco pas mucho tiempo para que el castao viera a una persona en el lugar, un joven bastante guapo o al menos a l se lo pareci, se sonrieron un par de veces y se encontraron despus en los baos, no se dijeron mucho pues no les interesaba hablar, ambos estaban concientes de eso, de inmediato fueron por lo que haban ido a buscar y era un poco de convivencia y sexo, unos minutos despus los dos salieron por su cuenta, aunque alguien se diera cuenta eso no era poco frecuente y para quienes conocan a Seiya saban bien que era lo que llamaban alegre y libre, sobre todo en el sexo, no se comprometa, simplemente iba por la vida vivindola como ms le gustaba.
La fiesta continu por unas horas hasta que pareca que no quedaba nada ms por hacer o ya estaban muy cansados para intentar hacer algo, algunos se fueron en pareja y unos ms regresaron solos a casa, ese fue el caso de Seiya quien estaba contento, al llegar dej sus obsequios a un lado pero de uno se hizo cargo de inmediato. Desde ese da su afiche de Freddie Mercury ocup un lugar privilegiado en su departamento, sonri al verlo, de verdad que le encantaba ese hombre.
En esos das Seiya ya viva por su cuenta, era divertido, encantador y muy lindo, podra haber chicos ms guapos o con ms dinero y mejores en otras cosas pero el castao los superaba a todos pues era encantador como ninguno; trabajaba en una tienda de discos como vendedor pero sin duda lograra ms cosas, la mayor parte de su capital se iba en discos y ropa que le encantaban y el sueo de su vida era ir a un concierto de Queen pero hasta ese momento no haba podido, ya fuera porque tena un compromiso que no pudiera eludir o porque no tena dinero y sin embargo se consolaba con sus discos que le fascinaba escuchar a todo volumen.
Tambin eran momentos en los que viva su sexualidad de manera bastante continua, era joven y le gustaba el sexo, siendo como era siempre con hombres nunca consider cuidarse Por qu? Eran hombres, no haba riesgo de embarazo, as que si alguien le gustaba y l le gustaba no tena sentido perder el tiempo. Ciertamente que no haba nadie formal en esos momentos pero no le importaba demasiado, de alguna manera crea que si deba suceder la persona indicada aparecera. Por el momento era joven y eso no importaba o no demasiado, segua disfrutando de su vida de la forma que le gustaba vivirla.


Una maana de mil novecientos ochenta y tres tuvo lugar una reunin en las oficinas del profesor Luc Montagnier en el Instituto Pasteur de Pars, se encontraban presentes los doctores Willy Rosenbaum, Franoise Barre, Francaise Brun-Vezinet y Jean Claude Chermann; Montaigner les anunci que se haba descubierto un nuevo virus humano: era citoptico o sea que mataba ciertos tipos de clulas, los linfocitos-T, parte del sistema inmune del cuerpo. Esa noticia los dej a todos impresionados, en especial a Rosenbaum pues de los cinco l era quien ms saba sobre la misteriosa plaga que afectaba a los homosexuales y les cont a los dems lo que saba.
Rosenbaum haba estado observando que una enfermedad tras otra se acumulaba en los cuerpos de los enfermos, no servira de mucho tratar una enfermedad porque enseguida “haca erupcin” uno o dos das ms tarde y acababa matando al paciente. Tambin les dijo con cautela que lo nico que poda explicar ese conjunto de circunstancias era un virus que atacara al sistema inmune del cuerpo de tal modo que este se tornara incapaz de combatir cualesquiera enfermedades que lo atacaran. Un virus que atacara a los linfocitos-T pareca una explicacin aceptable. No haba pruebas pero exista la certeza de que ese nuevo virus poda explicar el brote de la enfermedad con la que estaban tratando.
Poco despus, el siete de marzo, el New York Native public un gran titular de primera plana: Mil ciento doce y va en aumento. Se trataba de la cantidad de personas que hasta ese momento haban muerto a causa de la plaga en los Estados Unidos. Al peridico llegaron numerosas cartas que declaraban que encontraban al artculo alarmista y sexualmente negativo. Otras estadsticas de la poca mostraban que una persona homosexual que tuviera veinte parejas sexuales por ao tena una probabilidad en diez de acostarse con un enfermo de Sndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, o Sida, como ya se denominaba a la enfermedad.
Ese mismo mes un informe presentado por tres siclogos homosexuales de San Francisco revelaron estadsticas para alarmarse pero de diferente manera. En los resultados se poda ver que aunque la mayora de los hombres homosexuales ya saban del Sida y sus causas un sesenta y dos por ciento an se involucraba en actos sexuales de alto riesgo con la misma frecuencia o ms que antes de tener conocimientos sobre el Sida. Tambin revelaba la importancia de las casas de baos pues ah sus usuarios no tendan a usar precauciones ni siquiera mnimas. Y la forma de sexo que menos haba cambiado era la del sexo oral y sin proteccin.
Para el verano del mismo ao la conciencia sobre el Sida aumentaba, el mes de mayo un programa de la ABC emiti su primera nota sobre una crisis alarmante. El mes de junio el New York Times public en primera plana una nota sobre el problema. Fue por la preocupacin y la creciente difusin sobre el Sida que se cerraron varias de las casas de baos de la ciudad donde se practicaban diversas formas de sexo.


Pero esas noticias no parecan alarmar mucho a finales de ao a un joven castao que segua con su estilo de vida de siempre y que estaba ocupado tratando de marcharse de su trabajo, para ese momento era el jefe de vendedores y por lo mismo le tocaba esperar un poco para retirarse, quera irse pues estaba citado con sus amigos. El castao en esos momentos segua siendo encantador y alegre, su vida era bsicamente la misma, trabajaba, iba al cine para ver las pelculas que le gustaban y eso era por su msica, compraba nuevos discos y vea videos de los cuales sacaba ideas para vestirse y pasos para bailar.
Particularmente segua encantado con Queen, tena el disco de Flash Gordon* y haba visto la pelcula unas cinco veces (1); cuando sali el disco Hot Space* estaba definitivamente encantado, a su juicio poder escuchar a David Bowie y a Freddie Mercury en una cancin como Under Pressure era algo genial y esa cancin de Las Palabras de Amor le gustaba demasiado, era un tema muy hermoso. Pero tena que darse prisa esa noche, sus amigos lo esperaban.
Cuando pareca que ya podra marcharse entraron de ltima hora dos personas a la tienda.
--Lo siento, estamos por cerrar—dijo el castao.
En ese momento mir con mayor atencin a los dos recin llegados, uno se vea mayor y el otro menor, el pequeo se vea lindo pero no para l, sin embargo el ms alto era guapo.
--No es posible—deca el pequeo que tena el cabello verde—Te aseguro que slo ser un instante, por favor.
--De acuerdo—dijo el morocho--Qu buscaban?
--Quiero el disco de Thriller (2).
--Muy bien, dame un instante.
Mientras buscaba el LP escuch un poco de lo que decan ambos.
--Que bueno que todava no cerraban—deca el de cabello verde.
--Espero que esto te ensee algo sobre prestar tus cosas—deca el ms alto que tena el cabello azul.
--No me regaes, sabes que me encanta ese disco.
--Como sea.
En ese instante el castao estaba delante de ambos con el disco que le haban pedido.
--Muchas gracias—deca el de cabello verde—Es que lo perd y me gusta mucho.
--Y a quien no?—preguntaba el morocho—Es un disco sensacional, y ni hablar del video.
--Verdad que es increble? Parece una pelcula. Me s la coreografa completa.
--Es un disco excelente, lleva un ao a la venta y sigue siendo de los ms vendidos.
--Ya tiene un ao?
--Justamente cumple un ao el da de hoy.
--No me haba dado cuenta.
--Lo recuerdo bien porque es mi cumpleaos.
--Felicidades.
En toda la conversacin el ms alto no se mezclaba pero como a Seiya justamente el que le haba gustado era el de cabello azul se arriesg a hacer un movimiento.
--Saben?—pregunt el castao—Mis amigos me van a hacer una fiesta por mi cumpleaos No les gustara venir?
--Claro—dijo el ms pequeo--Dnde es?
--Les doy la direccin.
De inmediato la escribi en una pequea nota y se las entreg.
--Espero que vayan—dijo Seiya.
--Con gusto. Mi nombre es Shun—dijo extendiendo la mano.
--El mo es Seiya.
--Mi hermano se llama Ikki.
--Tanto gusto Ikki.
Se estrecharon las manos y pareca que sera todo, el morocho los vio salir a ambos con atencin y se dio cuenta que el de cabello azul pareca callado pero confiaba en que ese pequeo de cabellos verdes lo convenciera de ir a la fiesta, despus de todo era para divertirse. Termin con su trabajo y se dispuso a marcharse, tena un cumpleaos que celebrar, su cumpleaos nmero veinte. Fue a su departamento aprisa, se ba y se cambi, estaba listo.
Ese ao sus amigos le haban organizado la fiesta en un conocido club, se veran ah y cuando el castao lleg ya estaban todos los dems, de inmediato se acercaron para abrazarlo y felicitarlo, todos estaban muy animados y las luces y la msica estaban en su apogeo. Durante la noche el castao logr ver que dos personas haban llegado y eso le dio bastante gusto, se acerc de inmediato para recibirlos.
--As que se animaron a venir—dijo el castao.
--Si—respondi el de cabello verde—Ya haba venido antes, gracias por invitarnos.
--Espero que les guste—dijo mirando de frente al de cabello azul.
--Gracias y felicidades—dijo Ikki.
El morocho no poda sino sonrer, de verdad le gustaba ese joven de cabellos azules y la noche avanzaba, sin duda tendra oportunidades. Sinceramente Seiya no fue muy discreto en mostrarse entusiasmado por el de cabello azul, bail con l, le habl, le cont chistes, le sonrea, era tan encantador como poda pero pareca que el otro no estaba del mismo nimo, eso lo atribuy a que no se separaba del de cabello verde y para que eso cambiara necesitaba ayuda de un amigo.
--Hyoga.
--Qu pasa Seiya?
--Oye, necesito un favor.
--De qu se trata?
--Ves a los hermanos que invit?
--Si.
--El menor, el de cabellos verdes, se llama Shun, scalo a bailar por favor.
--Cre que te gustaba Seiya.
--En realidad no es mi tipo Qu me dices?
No le dijo nada, el rubio simplemente fue al de cabellos verdes, se present y le pregunt si le gustara bailar, unos segundos despus ya estaban ambos en la pista disfrutando de la msica; unos instantes despus era Seiya el que estaba al lado de Ikki charlando.
--Qu tal te la pasas?—pregunt el castao.
--Est bien, parece que te gustan estos sitios Seiya.
--Si, me gusta bailar Te gusta a ti?
--No mucho la verdad.
--Ah, bueno, eso no importa.
A pesar de sonrer y ser encantador la verdad fue que el morocho no consigui mucho del de cabello azul, no era que le desagradara pero simplemente Ikki no responda de la forma que el castao esperaba, no haba avance alguno pero eso si, se quedaron charlando y de cierta manera al festejado le gust escucharlo y le interes lo que le contaba el otro joven, supo que era hermano mayor de Shun, que trabajaba y terminaba su carrera, tena planes a futuro y deseaba ponerlos en marcha cuanto antes. Pasaron de esa forma unas horas hasta que ya era tarde y el hermano mayor sinti que era hora de marcharse.
--Lo siento pero creo que debemos retirarnos Seiya.
--Tan pronto?
--Perdona pero tengo cosas que hacer temprano.
--Que remedio.
Unos momentos despus el de cabello azul llamaba al de cabello verde y este se despeda del rubio con una sonrisa e intercambiando telfonos, felicitaron de nuevo al castao y se marcharon; a Seiya le dio pena que se fueran, le hubiera gustado poder charlar un poco ms con el de cabello azul pero as era la vida. Unos minutos despus ya estaba de nuevo en la pista bailando con un desconocido y al terminar la fiesta se fue con l a su automvil donde sostuvieron relaciones. No le pareca un mal cumpleaos.


Seiya corri con un poco de suerte para volver a ver a Ikki aunque nunca coincidieron a solas de nuevo, eso se deba a que su amigo Hyoga se haba hecho muy cercano a Shun, como amigos que eran varias veces tenan planes en grupo y el de cabellos verdes invitaba a su hermano.
--Siempre est trabajando o estudiando—explicaba el menor de los hermanos—Tiene que distraerse.
Por eso nadie vea mal cuando el otro joven los acompaaba y eran momentos que aprovechaba el castao para estar con el de cabello azul y hablar pero no pasaban de ah, era como si Ikki pensara solamente en su carrera y su trabajo pero igual era agradable. Las cosas cambiaron un poco una tarde en la que haban acordado hacer una salida al cine, al estar llegando y reunirse se dieron cuenta que Shun llegaba solo.
--Qu pas con Ikki?—pregunt el castao--No va a venir?
--No—respondi el de cabello verde—Lo que sucedi es que mi hermano se fue.
--Qu?
--Si, adelant sus planes al final y se decidi a irse, le ofrecieron un buen empleo a condicin que se mudara de ciudad y l acept.
--Vaya.
--Si, me pidi que lo disculpara con ustedes por no decirles nada personalmente pero es que de verdad no tuvo tiempo de nada.
--Comprendemos.
Y la conversacin sobre la partida de Ikki termin ah, entraron al cine y vieron la pelcula, Flashdance, y ms que nada les gustaba la msica y no la trama pero estaba bien para pasar la tarde. Una vez terminada la cinta fueron a comer algo a un sitio cercano, estaban en la mesa y casi sin darse cuenta sali el tema de la rara enfermedad de la que se hablaba.
--No se que pensar—deca Shiryu—Si de verdad es una plaga creo que es mejor cuidarse.
--Si fuera una plaga diran algo abiertamente—coment Jab—Segn lo veo slo quieren asustar.
--A m no me lo parece—dijo Hyoga—Es el gobierno, no dirn nada hasta que las cosas se pongan de verdad mal.
--Yo estoy de acuerdo con Shiryu—coment Shun—Es mejor tener cuidado hasta que se sepa lo que de verdad pasa.
--De verdad lo creen?—pregunt Seiya—Unas cuantas personas se enferman y de inmediato se asustan, quieren meternos miedo porque no aceptan nuestra forma de vida, slo eso.
Los otros se miraron entre si pero la verdad nadie estaba seguro de qu pensar an, si en verdad era mera alarma de los medios o si deban hacer algo radical, al menos entre ellos el menos preocupado pareca ser Seiya, para el castao no pasaba nada, era como si pensara que a l no iba a sucederle.
Por eso era que el joven Seiya segua sin cambios notables en su comportamiento, el mundo segua y eso para el castao se limitaba a haber ascendido en su trabajo, ya era asistente del gerente, a comprarse ms discos sobre todo los de temas de pelculas al igual que estar a la moda en ropa, justamente de las pelculas era verlas hasta cinco veces para despus estar en los clubes nocturnos y en esencia seguir exactamente con el mismo estilo de vida que era bastante abierto en cuanto al sexo pero sin tomar precauciones.
Sus amigos no se tomaron tan a la ligera las noticias sobre la enfermedad, la palabra Sida se haca ms frecuente y ellos decidieron cambiar algunos de sus hbitos que hasta el momento no les haban parecido peligrosos. Hyoga se haba comprometido en una relacin formal con Shun, as que desde que tena al de cabello verde no hubo nadie ms en su vida; Shiryu nunca haba sido tan activo pero tena a veces sus aventuras, sin embargo cuando eso pasaba ya no hizo opcional el uso del condn, si queran algo con l era con proteccin; Jab era casi del mismo tipo de Seiya pero recort todo eso, si iba a clubes o a fiestas era slo para bailar y divertirse, ya nada de sexo casual y no volvi a los baos, si algo estaba mal no iba a averiguarlo de primera persona. Pero Seiya no cambi nada y sigui igual.


En la primavera de mil novecientos ochenta y cuatro, un veintitrs de abril, Margaret Heckler, la Secretaria de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos anunci que se haba encontrado una causa “probable” del Sida. Se trataba segn dijo de un virus transmisible que haba sido aislado haca poco por los investigadores franceses y estadounidenses. El veintisiete de mayo, apenas un mes despus de la conferencia, el astro del cine Rock Hudson visit a un dermatlogo de Beverly Hills para consulta por una especie de tumor pequeo pero persistente que tena en la nuca. El mdico le dijo que era sarcoma de Kaposi y unos das despus se confirm que el actor padeca de Sida, con ello se dio un impulso y un inters mayor por la enfermedad.


Esas noticias conmocionaron a muchas personas, fuera lo que fuera que creyeran hasta ese momento sin duda algo estaba mal; en cuanto a Seiya eso no era tan importante, no cuando ese ao Queen haba sacado su nuevo disco, The Works*, y qued encantado con I Want to Break Free, que Freddie Mercury y el resto del grupo saliera vestido de mujer le resultaba divertido y tambin Radio Gaga, eso de usar escenas de la pelcula Metrpolis (3) le pareca sensacional. Tambin estaba Its a Hard Life e Is This The World We Created…, todas las canciones le gustaban y se las saba de memoria.
Fue tambin ese ao que sali en noviembre el tema Do They Know It's Christmas? (4), el castao no slo compr el disco sino que se saba la cancin y conoca a todos los que participaron pues la fotografa de la contraportada los presentaba y estaba emocionado con la perspectiva de los conciertos que se planeaban hacer, de verdad estaba encantado con eso. Tambin se encontraba ocupado planeando la celebracin de su cumpleaos que si bien fue en un conocido club tuvo un poco menos de asistencia pero no importaba, saba que varios de sus amigos y conocidos se haban distanciado de su estilo de vida y sin embargo no se los reprochaba. La fiesta segua para l y lo disfrutaba.
Al ao siguiente Seiya continuaba con su vida tal y como la haba vivido siempre, en algunas ocasiones a sus amigos ms cercanos les daba la impresin que Seiya no deseaba crecer, era como si siguiera siendo un adolescente pero despus de todo no le peda nada a nadie y tena la edad ms que suficiente para saber lo que haca. Siendo as los amigos haban hecho un plan ese ao ms all de lo habitual pero que muchos jvenes compartan y era el asistir al concierto de Live Aid (5), les gustaba la cancin de Band Aid y en cierta forma les haca pensar que ayudaban a combatir la hambruna que azotaba frica, adems de disfrutar de msica en vivo de los mejores cantantes y msicos de sus das.
Pero haba una sorpresa en la vida del joven castao ese mismo ao y se present cuando estaba en una salida con sus amigos, iran a ver The Breakfast Club (6), la pelcula no les interesaba tanto pero les gustaba la banda sonora; al ir a recoger a Shun pues les quedaba de paso fue una sorpresa quien abri la puerta.
--Hola—dijo el joven de cabellos azules.
--Ikki—dijeron con sorpresa los dems.
--Mi hermano lleg ayer—dijo el de cabello verde apareciendo—Yo tampoco lo esperaba.
--Es que la compaa necesitaba a alguien aqu—explic el de ojos grises—Y me enviaron a m.
--Por qu no vienes con nosotros?—sugiri Seiya—As nos cuentas que tal te fue todo este tiempo.
--Pues…
--Vamos, te divertirs.
--Si no les molesta que los acompae…
--De ninguna manera.
Siendo que pareca que todos estaban de acuerdo no pas mucho para que el de cabello azul estuviera listo junto al grupo y fueron al cine, tal y como lo esperaban la pelcula no era sensacional pero les gustaba la msica y eso lo vala. Una vez que salieron de la sala de proyeccin se decidieron por tomar algo para charlar y ponerse al tanto de algunas cosas que en ese momento se trataba ms bien de cosas de Ikki pues estaba de vuelta.
--Entonces Ests de regreso?—le preguntaba Hyoga.
--Si, la compaa abrir unas sucursales aqu—coment el de cabello azul—Como tuve experiencia en Inglaterra pensaron en m y ya que me dara oportunidad de estar cerca de mi familia no dud en aceptar.
--Haremos lo posible porque te acoples de nuevo a vivir aqu—Dijo Shun—Pero sigo creyendo que puedes quedarte en casa.
--Lo s hermano pero ya me acostumbr a vivir por mi cuenta, es mejor que consiga mi departamento.
Siguieron charlando un largo rato hasta que algunos se despidieron pues tenan otras cosas que atender, de tal forma que al final quedaron solamente Seiya, Hyoga, Shun e Ikki conversando. La pareja del rubio y el de cabello verde pareca querer hacer algo ms y como el hermano mayor se dio cuenta prefiri despedirse.
--Creo que mejor regreso a casa—dijo el de cabello azul—Gracias por invitarme.
--Te acompao—dijo Seiya.
Se despidieron de los otros dos y se pusieron en camino aunque lo que en realidad quera Seiya era estar de nuevo al lado de Ikki, cuando el joven se haba marchado no haba logrado nada y ahora que estaba de regreso Quin saba? Quizs podra conocerlo mejor. En ese tiempo lejos el de ojos grises haba cambiado, segua tan atractivo como lo recordaba slo que mas apuesto an adems de poseer la madurez y seguridad que le haba dado su residencia en el extranjero, le hubiera gustado saber en qu pensaba en ese instante pero no se animaba a preguntar, aunque tena que decirle algo o haran el camino en silencio.
--Te da gusto regresar Ikki?
--Claro que si Seiya, puedo ver a mi familia y es una buena oportunidad en mi trabajo.
--Nunca he estado muy seguro de lo que haces.
--Es una compaa que se dedica al desarrollo y distribucin de equipos de audio, t sabes, cintas, equipo, grabaciones, trabajamos en varias cosas.
--Debe ser interesante.
--Lo es, de hecho me ofrecieron este trabajo porque vieron lo que hice en Wembley.
--Qu hiciste Ikki?
--Estuve en la grabacin en vivo del concierto de Live Aid en Inglaterra.
--Grabaste todo?
--No, no todo, slo la presentacin de Queen (7) pero vali la pena todo el trabajo.
A esas palabras el castao se le qued mirando sin decir nada, el de ojos grises se dio cuenta y esperaba que le dijera algo pero como no suceda tuvo que hablar de nuevo.
--Sucede algo Seiya?
--Estuviste en un concierto de Queen, los viste en vivo.
--As es—dijo el de cabellos azules sin comprender an.
--No lo puedo creer, tienes que decirme todo, por favor.
--Con gusto pero Por qu? Te gusta Queen?
--Gustarme es poco, me fascinan, me encantan, amo a Freddie Mercury.
--Pues si quieres te presto la grabacin.
--La tienes?
--Una copia.
Desde ese instante los dos empezaron a verse y cada vez con ms frecuencia.


Las salidas entre Ikki y Seiya ya eran algo conocido, fueron a ver pelculas y a algunos conciertos, escuchaban msica juntos y el de cabello azul tuvo oportunidad de comprobar que el gusto del joven castao por Queen no era una exageracin, cuando el morocho lo llev por primera vez a su departamento no tard en mostrarle todos sus discos desde el primero, Queen*, hasta el Mr. Bad Guy*. A l le gustaba tambin pero tena que reconocer que al castao le fascinaba.
--Desde la primera vez que los escuch—le explicaba Seiya en una ocasin—Cuando era nio, escuch Keep Yourself Alive y desde entonces me ha fascinado, es que Freddie Mercury canta de una forma que siento como si me cantara a m solamente, s que suena raro pero es lo que me pasa, por eso digo que es mi novio.
--Es un gran artista—coment Ikki—Sin duda hay pocos como l.
--No hay nadie como l, morira por verlo en vivo pero nunca he podido ir a uno de sus conciertos, siempre se atraviesa algo.
--Quizs puedas hacerlo a futuro, siempre puede haber una gira.
--Eso espero.
--Yo empec a escucharlo porque sala con alguien a quien le gustaba mucho.
--Qu sucedi Ikki?
--Nada, simplemente terminamos y cada quien sigui con su vida.
--Entonces No hay nadie contigo?
--Te refieres a una pareja?
--Si.
--No, no salgo con nadie.
A esas palabras el castao no pudo menos que sonrer, era bueno saber ese tipo de cosas ya que senta que tena el camino libre.
Seguan vindose y seguan saliendo con frecuencia pero las cosas no marchaban como el castao las esperaba, era verdad que compartan el tiempo pero nada ms, era como si Ikki no quisiera ms de estar a su lado y sinceramente eso desconcertaba al joven que no comprenda que a esas alturas apenas si hicieran algo ms que charlar y salir. Sin embargo esperaba que las cosas mejoraran pues con el paso de los meses se acercaba una fecha especial, se trataba de su cumpleaos, estaba por llegar a los veintids aos.
La idea de la celebracin agradaba a quienes fueron invitados pero no crean que hacerlo de nuevo en un club fuera una buena idea, los amigos del castao pensaban en algo ms tranquilo para esas alturas y as se lo hicieron saber a su amigo que se mostr de acuerdo que fuera en su departamento, siendo as le ayudaron a ordenar todo y que tuviera provisiones, nada fuera de lo esperado y lo que ms interesaba al festejado era que Ikki estuviera ah. Llegada la fecha sus amigos llegaron a la hora acordada a su departamento y como era de esperarse tratndose del castao lo primero era escuchar la msica y animarse con el ambiente.
Para Seiya lo ms importante fue cuando vio llegar a Ikki, el de cabello azul estaba sonriente a su lado felicitndolo con un clido abrazo, le sonri y bailaron juntos buena parte de la noche pero conforme avanzaban las horas los invitados sentan que era momento de retirarse, eso no molest al castao a quien le agradaba la idea de quedarse a solas con el de cabello azul lo cual termin por suceder y ambos quedaron sentados conversando en su departamento.
A Seiya le gustaba Ikki, le gustaba demasiado, era varonil y apuesto, alto y fuerte, pocas veces haba estado en esa situacin, al lado de un hombre que lo haca perder el control y que no haba cedido desde el principio a su encanto, por el contrario, el de cabello azul en realidad no era alguien de un slo encuentro, pareca buscar que hablaran ms que tocarse; claro que ya se haban besado (y el de ojos grises besaba muy bien) pero nada ms hasta ese momento. El castao no lo comprenda, estaba seguro que le gustaba a Ikki y no comprenda que an no pasara nada entre ellos, incluso esa noche estaba todo igual, esperaba que hiciera algn movimiento para acercarse pero no suceda nada.
--Ya es tarde Seiya, es mejor que me retire.
--Te vas tan pronto Ikki?
--Debes querer descansar, nos vemos maana.
El de cabello azul se levant y fue a la puerta, el castao lo acompa pero no poda seguir de esa forma, necesitaba una respuesta y era momento de aclarar las cosas.
--Ikki.
--Qu pasa Seiya?
--Es que ya tenemos tiempo vindonos y la verdad no s que hay entre nosotros.
--Salimos Seiya, me gusta estar contigo, eres una persona muy especial.
--Si pero…t me gustas y actas de una forma que no termino de comprender, a veces creo que no te gusto tanto como dices.
El de ojos grises lo miraba desconcertado, como si no comprendiera de lo que le hablaba.
--Ikki, t me gustas, eres genial, y me gustas, slo quisiera saber que esperar de ti y…
En ese preciso momento el de cabellos azules le tom el rostro entre sus manos y lo bes con intensidad, lo hizo abrir su boca e introdujo su lengua mientras el castao se le renda y esperaba por ms; al separarse se miraron de frente y con los ojos brillantes de deseo y necesidad.
--Eres encantador Seiya—dijo tomndolo por la barbilla.
--Lo s—dijo sonriendo.
Entonces el de ojos grises desliz sus dedos por el cuello del castao para llegar a la orilla de su camisa, se le qued mirando con seguridad.
--Quisiera tocarte.
--Ikki…
--Quisiera tocarte, quitarte la ropa, llevarte a una cama y hacerte el amor toda la noche.
Al escucharlo el morocho sonri, una sonrisa entre abierta y sorprendida, tom la mano del de cabello azul e hizo que acariciara su pecho, iba a decirle algo pero no pudo; en ese momento Ikki lo estrech con fuerza entre sus brazos para besarlo de la misma forma y apenas sin soltarlo le abri la camisa, se la quit y desabroch su cinturn; por su parte Seiya no permaneci inmvil, llev sus manos a la camisa del otro y la levant parcialmente para tocar la piel que cubra, unos momentos le bastaron para pasar sus brazos por el cuello del de ojos grises y al siguiente segundo enredaba sus piernas alrededor de la cintura de su compaero. No haca falta preguntar, al menos el ms alto no crey que fuera necesario para continuar, entre besos fue guiado a la recmara y no tard en alcanzarla.


Al llegar a la cama Ikki dej a Seiya sobre las sbanas de un movimiento para quitarle la ropa con velocidad dejarlo desnudo, el de cabello azul contempl por unos segundos a ese joven que pareca ansioso porque prosiguiera y no dud en complacerlo; el de ojos grises volvi a besar al castao usando su lengua mientras separaba sus piernas y desabrochaba sus pantalones aunque no los retir sino que comenz a frotarse contra l sintiendo como el otro responda moviendo sus caderas y gimiendo, excitndose por la tela y por saber lo que cubra.
--Ikki…Ikki…
Gimi el castao llevando su mano derecha a la entrepierna de su compaero acaricindolo y tratando de apartar la ropa, logr traspasar el bxer y encontr el firme miembro del de ojos grises y le gustaba tocarlo. Pero despus de unos segundos Ikki lo detuvo, le cost un poco apartarse pues el morocho no lo soltaba, sin embargo lo consigui y termin de desvestirse para acercarse de nuevo a Seiya y hacer que sus erecciones se encontraran; el de mirada castaa separ sus piernas como si buscara que el de cabello azul entrara en l en ese mismo momento pero sin duda este no comparta el mismo proyecto.
Si bien separ una vez ms los muslos de su compaero fue para llevar su boca al excitado sexo y empez a acariciarlo con su lengua, apretando la punta entre sus labios y apartando el prepucio, sigui as hasta llegar a la base para retroceder y besarlo con cuidado alrededor. En verdad a Seiya le encantaba el curso del encuentro, era apasionado y lo deseaba de una forma que no crea haber vivido antes, sinti que era levantada su cintura y no se opuso para sostener la posicin al tiempo que el de ojos grises besaba sus testculos y pasaba su lengua por encima, le gustaba que lo hiciera, le gustaba tanto que llev sus manos al cabello azul para guiarlo e insistir de esa manera que continuara.
Sin embargo Ikki quera ms, se incorpor a medias y con agilidad volte a Seiya boca abajo, el castao gimi de sorpresa para hacerlo de placer nuevamente unos instantes despus ya que el de ojos grises usaba sus manos para separar su trasero y hacer ms accesible su masculino pasaje, lo estremeci al pasar su lengua para sentirlo despus acariciarlo con la misma alrededor; unos instantes y estaba en l lubricndolo y excitndolo mientras su miembro casi se dola por estar prisionero contra el colchn.
El morocho curv sensualmente su cadera cuando un dgito entro en su cuerpo, se movi buscando que entrara ms en su interior, unos instantes y fueron dos dedos movindose en l hasta que encontraron lo que buscaban, presionando suavemente al principio y con insistencia despus en el centro de placer del de mirada castaa que gema y se arqueaba sintiendo que todo su cuerpo arda de deseo. Ikki retir sus dedos e hizo que Seiya quedara de nuevo boca arriba, se miraron por un instante siendo su primer impulso el de besarse pero el de cabellos azules se tom unos instantes para hacer algo: jal sus pantalones y sac un condn, se lo coloc con prisa sintindose listo para continuar.
El castao aguardaba con los ojos brillantes pero saba que no esperara ms, no fue una decepcin cuando su compaero lo tom por los tobillos separndolos y haciendo que flexionara sus piernas, lo senta frotar su sexo contra su intimidad hasta que la punta se ajust y traspas la entrada a su masculinidad, lo sinti empujar con fuerza y de inmediato retirarse para entrar de nuevo y seguir de esa forma hasta que se encontr completamente invadido por el de ojos grises. Desde ese momento todo fue como un torbellino de sensaciones.
Ikki ya no slo entraba y sala del cuerpo de Seiya, tambin haca sensuales crculos con sus caderas, se quedaba en su interior muy quieto permitiendo que fuera su compaero quien se moviera a voluntad; solt sus tobillos para apoyarse contra la cama y de inmediato el morocho enred sus piernas alrededor de su cintura logrando as movimientos ms profundos e intensos. Ambos jvenes se encontraron con pasin, demostrndose mutuamente lo mucho que les gustaba y les importaba compartir su intimidad.
Ikki busc con una de sus manos el turgente miembro de Seiya para estimularlo hasta el clmax, al sentirlo el castao movi sus caderas en una loca excitacin al mismo tiempo que llamaba entre gemidos apasionados al de ojos grises, no podan contenerse ni retrasar lo que sucedera, unos embates profundos, unos gritos ahogados, fue todo lo que se necesit para que la euforia se presentara por completo en ambos hacindolos gritar y quedarse sin fuerzas mientras el orgasmo se adueaba de ambos para separarse lentamente y buscar relajarse. El primero en lograrlo fue Ikki que se quit el condn y busc el rostro del castao, tena los ojos cerrados, se vea tan hermoso que tuvo que acariciarle el rostro para besarlo despus.
--Seiya…
--Eres maravilloso Ikki.
--Fue como lo habas pensado?
--An mejor—dijo rindose el castao.
--De verdad eres encantador.
A partir de ese momento se quedaron acaricindose hasta que se durmieron.


Para Seiya la experiencia de estar con alguien como Ikki fue de lo ms especial, era como tener a su lado a una persona que lo comprenda y se interesaba por l, alguien a quien le gustaba y le agradaba estar a su lado, que lo cuidaba y consenta, por encima de todo una persona que no lo juzgaba ni trataba de imponerse en su vida de ninguna manera. A los amigos les daba gusto ver que las cosas estaban cambiando para el castao, era como si finalmente estuviera madurando y se centrara en las cosas que quera y no en las que crea querer, de verdad que pareca que las cosas estaban bien en la vida del morocho.
Durante el tiempo que vino Seiya se senta bien, ms que bien, era la primera vez en su vida que se senta de esa forma, se daba cuenta que la llegada de Ikki a su lado lo haca ver las cosas de una forma un tanto diferente, como si su mundo cambiara y dedicara ms tiempo que nunca a tratar de imaginarse el futuro y eso nunca antes lo haba hecho por nadie, ni siquiera por si mismo. En un principio le gustaba mucho pero con el paso de los meses todo eso empez a inquietarlo.
Si bien era cierto que Seiya se haba comprometido en esa relacin con Ikki algo de su unin empez a poner nervioso al de cabellos castaos, para empezar que nunca haba durado tanto tiempo con una misma persona, no poda engaarse en que esa cercana a veces lo preocupaba, no se explicaba del todo sus sentimientos en esos momentos pero suceda, algo en su interior se revelaba a los acontecimientos. Era Seiya y no se engaaba, algo no terminaba de aceptar el tener tan cerca de alguien en su vida, alguien que empez a buscar ms de su relacin.
--Qu te parece?—le preguntaba el de cabello azul.
--Est bien—respondi el castao.
No era ago muy importante aparentemente, slo que Ikki haba comprado una nueva cmoda con cajones ms amplios que la anterior, le haba pedido al castao que lo ayudara a acomodarla aunque era algo que bien poda hacer una persona sola. Pero no era el mueble lo que le interesaba al de ojos grises que viera el morocho, era algo diferente.
--Los tres cajones de abajo sern para ropa—coment el de cabello azul como si nada.
--Y para que va a ser el primero?—pregunt el castao.
--Para ti.
--Para m?
--As es.
--Por qu?
--Es slo que si quisieras quedarte alguna vez ms de unas horas podras tener algunas de tus cosas aqu Seiya, podra hacerte espacio tambin en el armario si lo deseas.
Mientras le deca eso lo acarici tiernamente por el brazo sonrindole pero por alguna razn el morocho se sinti inquieto.
--No hace falta Ikki—dijo de inmediato—Ocupa tu espacio, yo tengo el mo.
--Seiya, ya tenemos tiempo juntos, nos entendemos, nos gustamos, conocemos y compartimos nuestros gustos, me parece bastante natural que tratemos de hacer las cosas ms formales.
--Formales?
--Si, t sabes, ser una pareja, no digo que nos mudemos de inmediato pero podramos intentarlo, hacer de esto que tenemos algo un poco ms serio.
Pero la mirada del castao declaraba que no estaba convencido de lo que escuchaba.
--Yo…bueno…Ikki…yo…yo tengo que irme, ahora.
--Seiya.
--Despus hablamos de esto est bien? Tengo que irme, adis.
Le dio un beso en los labios y se march aprisa, muy aprisa dejando a Ikki sin terminar de comprender porqu haba actuado as.
Y no era todo lo que estaba por suceder entre los dos.


La pareja sigui unida a pesar del incidente, se vean y se divertan, todo pareca marchar bien, pero eso era slo apariencia, lo que estaba pasando confunda a Seiya, no se senta capaz de llevar una relacin de ese tipo, l no era alguien que se comprometiera, no era una persona que estuviera tanto tiempo con alguien y lo que Ikki le estaba proponiendo era que hicieran una vida comn, que formaran un espacio mutuo en el que los dos se establecieran y eso lo inquietaba demasiado.
Una de las cosas que hicieron juntos en esos das fue algo que sin duda era Seiya quien ms entusiasmado estaba por hacer, se trataba de ir al cine a ver una pelcula que ya haban visto tres veces: Highlander (8) pues la msica era del disco A Kind of Magic* de Queen, como ya era usual el castao se saba las letras de las canciones y haba comprado el disco desde principios de ao, la cancin que daba el ttulo al disco y otras como Who Wants Live Forever, Friends Will Be Friends y la sobresaliente Princes of the Universe ya eran bastante conocidas para los dos y las disfrutaban.
Saliendo de ver la pelcula llegaron al departamento del castao y nada era fuera de lo usual entre los dos, no hasta que el de cabello azul sinti que era momento de comentarle algo a su compaero.
--Seiya.
--Qu pasa Ikki?
--Es que hay algo del trabajo y quisiera comentarlo contigo.
--De qu se trata?
--Bueno, es que me ofrecieron un ascenso.
--Eso es maravilloso Ikki, sin duda te aprecian en tu trabajo y saben lo que les conviene, lo hars muy bien.
--No es todo Seiya.
--No?
--No. La cuestin es que tendra que mudarme de nuevo.
--Vaya, eso no lo esperaba—dijo bajando la mirada--Qu has pensado?
--Es una excelente oportunidad y me gustara tomarla.
--As que ya sabas lo que haras Ikki.
--Es por eso que quiero que hablemos—dijo tomndolo por los hombros para mirarse de frente—Seiya, quiero que vengas conmigo.
--Qu?
--Quiero que formalicemos esto, que lo hagamos funcionar, confo en que podemos lograrlo, lo siento de corazn.
Por unos segundos el castao no le dijo nada pero despus se separ.
--No voy a irme Ikki.
--Seiya si quieres tiempo para pensarlo est bien, los dos tenemos que pensarlo.
--Yo no tengo que pensar nada, esa es mi respuesta, no voy a irme.
--T sabes que te quiero Seiya, no quiero que nos separemos.
--Haz con tu vida lo que quieras Ikki, yo har lo mismo con la ma.
--Pero qu te sucede? Te digo que quiero que formalicemos las cosas y t te pones de una manera que…
--Me pongo como se me da la gana—dijo cortante el castao—No eres mi dueo Ikki, hago lo que quiero con mi vida y t no me vas a ordenar ni a presionar para nada.
--Seiya…
Pero el morocho no le dio tiempo para nada ms, se dirigi a la puerta de inmediato y la abri, quedndose a un lado como esperando para que se fuera, como el de ojos grises tambin se senta molesto con la escena eligi marcharse antes de que pasara algo que en verdad lamentaran los dos. Una vez que el de cabello azul se fue, Seiya permaneci en pie contra la puerta, le daba miedo todo lo que estaba sucediendo en su interior y no poda comprenderse.
Despus de su discusin ambos permanecieron separados unos das, pareca ser lo mejor para calmarse pero Ikki estaba nervioso, quera que las cosas entre los dos se aclararan y finalmente se dirigi una noche a ver al morocho, tenan que hablar y decir claramente las cosas, necesitaba saber lo que el otro senta por l. Siendo as lleg a su departamento y llam a la puerta un par de veces antes de que alguien atendiera, en unos instantes Seiya estaba delante de l usando una toalla alrededor de la cintura nicamente.
--Qu haces aqu Ikki?
--Tenemos que hablar Seiya.
--No creo que…
--No, no digas nada, slo escchame. Seiya, te quiero, quiero que ests en mi vida y me gustara tomar esta oportunidad en mi trabajo pero si no vienes no lo har.
--Ikki…
--Prefiero quedarme a tu lado Seiya, yo…
Pero en ese instante apareci alguien ms, haba un joven ah y traa solamente su ropa interior, los ojos grises interrogaron de inmediato al castao.
--Tengo compaa Ikki, no debiste venir as.
--Seiya…
--Soy quien soy, me gusta vivir as, sin compromisos, sin atarme, no eres t Ikki, soy yo. Suerte con tu trabajo. Adis.
Sin otra palabra cerr la puerta dejando al de cabellos azules sin aliento y con un dolor que lo atravesaba por completo. El castao se dirigi a la ventana que daba a la calle y vio al de ojos grises alejarse, entonces volte y recogiendo la ropa del otro se la avent a las manos.
--Cuando salga de baarme ya no quiero que ests aqu—dijo el morocho.
Haba sido demasiado para una sola noche.


Los das siguientes fueron vividos de una forma un tanto acelerada, demasiado, los amigos no tardaron en saber que Ikki se march y que Seiya estaba en una etapa bastante activa sexualmente hablando; cierto que saban que era de encuentros casuales pero lo que vino fue ms como si estuviera desesperado, en una salida lo vieron irse con un tipo diferente en dos ocasiones diferentes, los tiempos que vivan no eran seguros y era mejor que alguien le hablara al respecto.
--Seiya.
--Qu pasa Shiryu?
--Seiya, s que eres muy libre de hacer lo que quieras pero me preocupas.
--Por qu?
--Te ests haciendo de una fama y bastante mala.
--Me gusta el sexo, siempre me ha gustado.
--No se trata de eso, te vas con el primero que te lo propone Seiya Al menos te cuidas?
--No tengo de que cuidarme.
--Sabes bien que si hay razones para hacerlo Qu te est pasando?
--Nada.
--Desde que Ikki se fue andas as, Seiya, una persona distinta cada noche no te har olvidarlo.
--Qu sabes t de lo que yo quiera o no?
--Soy tu amigo y me preocupas.
--Preocpate por ti Shiryu, por Jab tambin si quieres, si ustedes ya tienen eso de sentirse muy maduros por estar en pareja no significa que pueden decirme como vivir mi vida.
--Seiya…
Pero el castao no escuch nada ms, se dio vuelta para seguir bailando y unos minutos despus se march con un desconocido, sus amigos estaban preocupados pero saban que era cierto, ellos no podan decirle como vivir su vida.
Sin embargo todo eso no era ms que una fachada, a solas el castao no era tan alegre ni dinmico como quera hacerles creer a los dems, lo que en verdad senta era el vaco de estar a solas, sin Ikki. Ese ao no celebr su cumpleaos ni sali a ninguna parte, se qued en su departamento todo el da escuchando sus discos, en especial los de Queen, cant las canciones con verdadero sentimiento: Save Me, decir esa mentira de que se amara a alguien hasta la muerte y llorar por las noches para pedir ser salvado y no hacer frente a nuestra vida solos; Play the Game, abrir nuestra mente y permitir que nuestro corazn decidiera podra resultar sencillo si se amaba y se jugaba el juego del amor y sentir que el amor corra desde nuestra cabeza hasta los pies palpitando en nuestras venas; Somebody to Love, rogar de rodillas y llorando porque alguien nos ayude a encontrar a alguien a quien amar; pero ninguna cancin le llegaba tanto al corazn como la que sonaba casi para el anochecer.
-- Love of my life, youve hurt me
You've broken my heart and now you leave me
Love of my life, can't you see?
Bring it back, bring it back, don't take it away from me
because you don't know what it means to me...
Love of my life don't leave me
You've stolen my love and now desert me
Love of my life, can't you see?
Bring it back, bring it back, don't take it away from me
because you don't know what it means to me...
You'll remember when this is blown over,
and everything's all by the way
When I grow older, I will be there at your side to remind you
how I still love you, I still love you...
Pero l lo haba hecho, haba herido al amor de su vida y lo haba dejado ir, no encontraba forma alguna de que regresara y envejeciera a su lado para recordarle cuanto lo amaba. Al terminar con la meloda Seiya ya no cantaba, se qued llorando en silencio y abrazndose a si mismo, no poda engaarse, l quera a Ikki, lo amaba pero le haba aterrado tanto el que el de cabello azul lo amara que tuvo que ahuyentarlo, nunca se haba visto a si mismo como alguien que formara un compromiso y no saba como sobrellevarlo. Y haba ahuyentado a alguien a quien amaba por eso.


Para mil novecientos ochenta y siete la vida de Seiya estaba en un punto en el que senta que deba decidirse por hacer algo aunque no tena idea de qu, lo ms emocionante de esos das fue comprar sus discos de Queen: adquiri Greatest Hits II* y el Live Magic*, para l sobresalan dos canciones en ese instante, una era Barcelona y la otra era Show Must Go On. Desde haca un tiempo pareca costumbre que la cantara y la escuchara varias veces en el da, como esa maana que se arreglaba antes de salir para su trabajo.
--Empty spaces, what are we living for
Abandoned places, I guess we know the score
On and on, does anybody know what we are looking for
Another hero, another mindless crime
Behind the curtain in the pantomime
Hold the line, does anybody want to take it anymore
The show must go on, The show must go on
Inside my heart is breaking
My make-up may be flaking, but my smile... still stays on
Le daba la impresin que era una cancin que hablaba de l, de seguir con su vida delante de todos como un espectculo que nunca se detiene, podra estarse cayendo todo pero su sonrisa seguira en su sitio sin importar un corazn roto y un romance fallido, l continuara adelante. No termin de cantarla porque empez a toser, no pareca que fuera gran cosa, tal vez iba a resfriarse, por el momento no poda hacerse cargo, necesitaba ir al trabajo pero despus se atendera, sin embargo tuvo que hacerse cargo antes de lo que esperaba. Su salud empeor en poco tiempo, tena los sntomas de un resfriado pero la medicina no le ayudaba, tena sudores nocturnos que se convirtieron en fiebres elevadas y en ese punto supo que no poda seguir ignorando las cosas. Fue con un mdico, se senta demasiado mal para dejarlo pasar.
Cuando fue atendido le dijeron que pareca una bronquitis, deba ser atendido de inmediato y para eso lo internaron, las noticias que vinieron no fueron nada buenas, en realidad fueron devastadoras. Supo que algo estaba terriblemente mal cuando el mdico entr a su habitacin con una expresin que pareca que iba a decirle que iba a morir.
--Qu sucede?—pregunt el castao.
--Tuvimos que hacer pruebas para convencernos pero ya sabemos que tienes—dijo el galeno.
--Y bien?
--Tienes VIH. No debes tomarlo como una sentencia de muerte—se apresur a decirle el mdico—Hay un buen porcentaje que no se desarrolle en algo fatal si te tratas adecuadamente, podramos probar con la AZT (9), ha dado buenos resultados.
El morocho parpade un par de veces pero no dijo nada, no lo hizo siquiera cuando el mdico empez a explicarle sobre su situacin y los cuidados que debera tener, le habl de medicamentos que se estaban probando con ciertas esperanzas y que parecan funcionar pero en realidad no estaba escuchando demasiado. Cuando dej el hospital pareca estar mejor pero no lo estaba, una vez en su departamento puso sus discos de Queen y no se movi de la cama en todo lo que rest del da pero cant varias veces la misma parte de la misma cancin.
--Here we are, Born to be kings,
We're the princes of the universe,
Here we belong, Fighting to survive,
In a world with the darkest powers,
And here we are, We're the princes of the universe,
Here we belong, Fightinf for survival,
We've come to be the rules of your world,
Cuando escuchaba esa cancin le gustaba sentirse el protagonista, un inmortal, alguien que encontraba el sitio al que perteneca y peleara por sobrevivir en un mundo oscuro... pero estaba muy cansado para cantarla por completo.


No pas mucho tiempo para que se supiera lo que ocurra aunque no fue por el morocho, todo se deba a que alguien haba reconocido al castao en el hospital y se enter del tratamiento que llevaba, las cosas se salieron un poco de control ya que haba tenido varios compaeros que al saberlo se hicieron la prueba para saber si estaban enfermos o no. El propio castao no poda decir cuando se haba enfermado ni quien lo haba contagiado, mucho menos si l haba contagiado a alguien.
En un principio trat de que las cosas no le afectaran pero la verdad era que le afectaban, su aspecto haba cambiado, se vea desmejorado y perda peso, adems el medicamento era demasiado agresivo y lo entorpeca, los daos colaterales eran grandes y por ms que lo intentara era imposible que la gente que lo rodeaba no se diera cuenta que algo andaba mal. No ayudaba que tuvo un par de visitas de emergencia al hospital ni que ya hubiera tenido algunas discusiones con gente con la que lleg a sostener relaciones y le haba ido a reclamar a su casa y a su trabajo, con lo cual todos terminaron de enterarse.
La gente estaba asustada y a pesar de que ya se saba ms segua existiendo temor, al castao no escapaban las miradas ni que los dems preferan no tener que ver con l en el trabajo, sobrellevaba las cosas fingiendo que no le importaba pero para l que era alguien tan alegre y sociable no era sencillo sufrir el rechazo. Sus amigos ms cercanos procuraban visitarlo y apoyarlo pero no estaban seguros de qu hacer.
En esos das Shun lleg a una resolucin, no se lo dijo a Hyoga a pesar de ser pareja pero saba que tena que hacerlo: llam por telfono a su hermano y lo hizo por dos razones.
--Shun.
--Hermano.
Ambos de inmediato se pusieron a charlar.
--La verdad me llama la atencin que me llamaras Shun, no lo esperaba Todo bien en casa?
--Si, todo est bien en casa Ikki.
--Sucedi algo con Hyoga?
--No, nosotros estamos bien.
--Qu pasa entonces?
--Es que…Ikki, algo pas con Seiya.
A la mencin de ese nombre el de cabellos azules se tens pero procur que no se le notara.
--Terminamos Shun, no hay nada de Seiya que tenga que ver conmigo.
--Seiya est enfermo Ikki.
A pesar de no querer hacerlo esas palabras le interesaron.
--Enfermo? De qu?—pregunt el de ojos grises.
--Hermano, Seiya tiene Sida, se lo diagnosticaron hace unos meses. Ustedes fueron pareja, sent que debas saberlo.
El de cabello verde senta que su hermano deba saber lo que suceda porque deba estar al tanto de su salud y porque a pesar de todo estaba seguro que an amaba a Seiya.
--Ikki…
--Gracias por llamarme Shun, tengo algunas cosas urgentes que resolver pero te llamar en cuanto pueda.
--Est bien.
--Nos vemos.
El de cabellos azules pas las horas siguientes resolviendo lo que hara y para el anochecer ya saba que sera.
A finales de ao, prximo a su cumpleaos, Seiya tuvo un problema de nuevo, tuvieron que internarlo de emergencia, no tardaron en diagnosticarle que padeca de una infeccin viral que afectaba en especial a su corazn, algo muy extrao pero que no era desconocido entre los enfermos de Sida, tendran que operarlo pero tena buenas posibilidades o al menos los mdicos as lo crean.
--Vaya forma de cumplir veinticuatro aos—dijo el castao.
Justamente ese da lo iban a operar. Mientras esperaba porque terminaran de prepararlo tuvo algunas visitas pero no le sorprendi que fueran pocas, ms bien le sorprenda que an hubiera visitas. Al principio haban sido muchas pero con el tiempo disminuan cada vez ms.
Entre las personas que fueron antes de su operacin se presentaron sus amigos que an lo visitaban.
--Ests listo Seiya?—le pregunt Shiryu.
--Aunque no lo est, tengo que operarme.
--Si, aunque es mejor que te sientas listo—coment Hyoga.
--Eso supongo.
--Te deseamos suerte—dijo Jab.
--Gracias Qu te pasa Shun? No has dicho nada.
--Seiya es que alguien vino a verte—dijo nervioso el de cabello verde.
--Alguien amable, que bien.
--Quieres verlo?
--Claro, me gustan las visitas.
--Que bueno, le dir a Ikki que puede pasar.
A la mencin de ese nombre el castao se puso extrao, cerr los ojos por unos instantes pero definitivamente no quera verlo y se los dejo saber.
--No quiero que entre—dijo Seiya con firmeza.
--Pero…--trat de decir Hyoga.
--No quiero verlo de acuerdo? No quiero que entre a la habitacin, dganle que se vaya No quiero verlo!—dijo casi gritando el castao.
Temiendo que exaltarse fuera daino para su salud Shiryu les hizo seas de que salieran, los otros tres salieron sin decir nada pero el de cabello negro tena que hablar con su amigo.
--Qu sucede Seiya? A cualquiera lo hubieras recibido pero se trata de Ikki y no quieres verlo.
--No puedo hacerlo Shiryu.
--No s cmo ni porqu terminaron pero estoy seguro de que l slo desea saber como te encuentras.
--No puedo verlo, no puedo.
--De qu hablas?
--Cada maana me he mirado al espejo Shiryu, he visto como he cambiado, he perdido peso, todo el tiempo estoy cansado, creo que me veo amarillo y no de un tono saludable, no puedo dejar que l me vea as.
--No creo que eso le importe a Ikki.
--Pero me importa a m—dijo con tristeza el castao—Ikki conoci a alguien diferente, estuvo a mi lado cuando brillaba como una estrella, no quiero que vea en lo que me he convertido, no puedo dejar que sus ltimos recuerdos de m sean enfermo como estoy ahora.
El castao derram unas lgrimas sobre la almohada, su amigo de cabello negro nunca lo haba visto as, siempre haba pensado en Seiya como alguien que no se renda, que luchaba hasta el final pero en ese instante se dio cuenta que la verdad era que su castao amigo estaba cansado, muy cansado y que se senta vencido. No supo que decirle, slo acarici su cabello con amabilidad para dejarlo pues haban entrado por l para llevarlo al quirfano.


Cuando Seiya despert de la anestesia supo de inmediato que al menos por el momento lo haba logrado, haban drenado cierta cantidad de lquido de la membrana que rodeaba a su corazn, en cuanto estuviera estable podran darlo de alta y se ira a casa, parecan buenas noticias pero no estaba seguro de que lo fueran. Una vez instalado en su habitacin recibi una visita de sus amigos pero se retiraron aprisa, ellos tenan una vida que atender y el castao lo saba as que no se los reproch, procurara descansar.
Unos minutos despus le dio la impresin que alguien entraba en su habitacin pero estaba cansado y supuso que era alguien del hospital, se qued dormido; a pesar de haber despertado no abri los ojos, tard unos momentos en saber que algo no estaba como lo esperaba: estaban sosteniendo su mano. Definitivamente eso era nuevo, abri los ojos despacio para encontrarse con alguien conocido.
--Ikki—dijo con sorpresa pero muy cansado.
--Al fin despiertas—dijo el de cabello azul.
Por unos momentos se quedaron en silencio, mirndose simplemente.
--No vas a decirme nada ms Seiya?
--Les dije a los dems que no quera verte.
--Me lo dijeron pero como podrs darte cuenta no les hice caso.
El castao gir su rostro al otro lado y trat de apartar su mano pero no pudo pues el otro no lo solt.
--Quera verte Seiya.
--Ya te hiciste un examen?
--Si, estoy bien, no te preocupes por eso.
--Bien, al menos por eso no puedo sentirme mal.
--Cuando me enter que estabas enfermo no te dir que fue sencillo Seiya, tuve que debatirme por una decisin, pens que no sera fcil pero al final si lo fue.
Pero el castao no le dijo nada.
--Quiero estar contigo Seiya, desde hace mucho es lo que quiero, poder estar a tu lado.
--Tienes que irte Ikki.
--No.
--No necesito tu lstima, puedo cuidarme solo.
--Te equivocas, no se trata de lstima y quiero estar contigo. Para ti es sencillo, sabes lo que va a suceder pero Qu hay de m? Has pensado en m Seiya?
--Perdona si no lo he hecho, soy tan egosta que me he concentrado en lo que me queda de vida—dijo con sarcasmo el castao—Pero como sabrs siempre he sido as.
--Vamos progresando, al menos ya discutes.
--Ikki…
--No podemos cambiar las cosas Seiya, me gustara pero no podemos, an as todava tenemos tiempo, quiero tener ese tiempo contigo y no me voy a rendir, si tengo que acampar delante de tu puerta lo har pero ni suees que me voy a marchar.
--Eres un cabeza dura.
--Si pero an me quieres y te quiero, nunca pens que llegara a estar ante alguien rogndole que me deje ser parte de su vida Seiya y sin embargo lo hago porque siendo t no importa lo que crea, slo importa lo que siento y te quiero, an te amo.
No tuvo una respuesta con palabras, el de ojos grises sinti que la mano del castao estrechaba la suya, sonri y sin decirle nada a su vez busc el rostro del morocho para besarlo con suavidad.
Pasaron unas semanas para que dieran de alta a Seiya pero cuando lo hicieron Ikki estuvo ah por l y se lo llev, viviran juntos desde ese momento.
--Bonita casa—dijo el castao al entrar.
--Si, adems el clima te ayudara, aqu es soleado la mayor parte del tiempo. Te tengo una sorpresa.
Lo llev a su recmara y de inmediato el castao vio un afiche tamao natural: era Freddie Mercury en una imagen de una presentacin en vivo, llevaba una larga capa y una especie de corona de rey (10).
--Cmo lo conseguiste Ikki?
--Un amigo te gusta Seiya?
--Es maravilloso, aunque no me pidas que sea fiel si lo metes a la recmara, sigue siendo mi novio—dijo besando la imagen en un gesto casi infantil.
--No me importa compartir.
Los dos se rieron, al de cabello azul le alegraba eso, era la primera vez que escuchaba contento a Seiya desde que volvieran a encontrarse.


Las cosas marchaban razonablemente bien y de hecho mejor de lo que muchos pudieran pensar, pareca que Seiya estaba respondiendo bien al tratamiento y de hecho haba presentado una asombrosa mejora, se le vea contento y volva a escuchar sus discos de Queen para cantar abiertamente, haba recuperado un poco de peso, no mucho pero era algo bueno, no haba empeorado.
Las cosas entre los dos parecan estar bien, al menos parecan porque algo estaba por causar cierta problemtica, en el tiempo que llevaban viviendo juntos haban tenido una cercana fsica limitada, dorman juntos, se besaban, se abrazaban pero nada ms. Para Seiya estaba en claro que cualquier encuentro ntimo estaba descartado pero su compaero no pensaba lo mismo. Haba hablado con el mdico del castao al respecto y estaba conforme con que si se protegan las posibilidades de un contagio eran mnimas pero el morocho no pensaba lo mismo y en su manera de ver las cosas no iba a permitir que Ikki se expusiera de forma alguna.
Una tarde Ikki haba llegado muy sonriente a la casa para darle una noticia a su castao que estaba seguro que le alegrara escuchar.
--Seiya.
--Qu pasa?
--Adivina lo que haremos en unas semanas.
--Rernos de que no adivinara en este momento.
--Iremos de vacaciones a Espaa.
--Por qu? Nunca me habas dicho que quisieras ir a Espaa.
--De acuerdo, te dir sabes quien va a dar un concierto en Barcelona en unas semanas?
--Quin?
--Montserrat Caball.
--La cantante de pera? Si no es con Freddie Mercury no me interesa.
--Adivina de nuevo Seiya.
--Van a cantar juntos?—pregunt emocionado el castao.
--Si, preprate porque iremos.
--Un concierto de Freddie Mercury…y voy a verlo.
--Te da gusto?
--Me encanta—dijo abrazndolo—Gracias Ikki, gracias.
--Saba que te gustara. Espero que canten Las Palabras de Amor.
--Esa te la puedo cantar yo.
--De verdad?
--Don't touch me now
Don't hold me now
Don't break the spell darling, now you are near
Look in my eyes
And speak to me
The special promises I want to hear
Las palabras de amor
Let me hear the words of love
Despacito mi amor
Love me slow and gently
One foolish world, so many souls
Senselessly hurled through the never ending cold
And all for fear, and all for greed
Speak any tongue but for God's sake we need
El castao lo miraba con intensidad despus de lo que haba cantado, una declaracin completa de sus sentimientos, estar a su lado y mirarse a los ojos dicindose las promesas que queran escuchar. Y el de cabello azul no dud en proseguir con la cancin mientras lo abrazaba con ternura.
--Las palabras de amor
Let me hear the words of love
Despacito mi amor
Let me know, this night and evermore
This room is bare
This night is cold
We're apart and I'm growing old
But while we live, we'll meet again
So then my love we may whisper once more
It's you I adore
Sonrieron para despus besarse pero entre esos besos y el momento las manos de Ikki fueron ms activas, busc que el cuerpo del castao quedara contra el suyo para guiarlo con cuidado a la recmara, lo recost en la cama sin dejar de acariciarlo, pas su mano entre las piernas del morocho y lo sinti estremecer, desabroch su pantaln pero cuando iba a tocarlo directamente apartando la tela el castao se separ. Lo vio sentarse en la cama respirando con fuerza.
--Qu pasa Seiya? Te sientes bien?
--Si, estoy bien Ikki.
--Si iba muy rpido o te lastime…
--No, ibas bien.
--Qu ocurre?
--Te amo Ikki.
--Y yo a ti Seiya, lo sabes, te amo.
--Es por eso…Ikki…he hecho muchas idioteces en mi vida pero no voy a exponerte a esto, no podra perdonarme si te lastimara de esta forma.
--Seiya, el mdico ha dicho que si nos cuidamos…
--Por favor, no me pidas lo que no te puedo dar, por favor.
Tuvo que tomarse unos instantes para responderle pero finalmente el de ojos grises habl.
--Est bien Seiya, no buscar ms—y lo dijo abrazndolo—Es bastante poder sentirte.
--Gracias—respondi el castao abrazndolo a su vez.


Desafortunadamente en los das siguientes Seiya sufri otra recada, hubo una visita de emergencia al hospital pero lograron estabilizarlo, el mdico les recomend que no viajaran pero el de cabello azul dej que el castao eligiera y este no dud: quera ir. Siendo as se alistaron para su viaje y llegaron a Barcelona un par de das antes para estar listos y bien instalados. Durante el trayecto el castao haba ledo un libro: And The Band Played On (11). Era el conmovedor relato de Randy Shitts acerca de la epidemia del Sida, contaba once aos desde mil novecientos setenta y seis hasta mil novecientos ochenta y siete y mostraba como la sexualidad, la poltica y las rivalidades cientficas haban contribuido a permitir que la epidemia creciera ms rpido y en mayor secreto que lo que debera haber sido el caso.
El da ocho de octubre de mil novecientos ochenta y ocho presenciaron a dos grandes de la msica fusionar sus voces, cuando llegaron al momento cumbre, al cantar Barcelona (12) escuchando esas palabras que parecan dirigirse a ellos, sobre ese sueo perfecto que lentamente se vuelve realidad y esperamos que nunca termine, de dos personas que se encuentran y desde el primer momento resultan inolvidables, de cmo al entrar una a un saln le quit el aliento a la otra, dejar a la msica hablar y celebrar; Seiya trat de cantarla tambin pero no pudo, estaba demasiado dbil para hacerlo, an as Ikki que lo sostena en sus brazos se dio cuenta como brillaban sus ojos a un paso de las lgrimas por estar ah, vivindolo con toda su intensidad. No poda menos que sentirse feliz. Al da siguiente regresaron a casa.
El retorno al hogar no fue lo mejor, la salud del castao pareca seguir mermndose, aparte de los medicamentos tena que tomar mltiples complejos de vitaminas, otras drogas, haba muchos exmenes y los das buenos eran cada vez menos. Pareca que el tiempo corra en su contra.
--Me gustara una fiesta—dijo de repente el castao—Por m cumpleaos.
--Tendramos que planearla.
--Algo sencillo, slo los ms cercanos Qu te parece?
--Me encantara.
Seiya permaneca recostado en el dormitorio, senta a Ikki a su lado, se incorpor un poco para mirarlo, apenas si haba luz pues estaba cediendo la noche y daba la impresin que era una especie de sueo el poder estar juntos en esos momentos, no se dijeron nada a pesar de mirarse directamente pero no les haca falta, el castao se acerc y bes a su compaero con ternura, solamente deseaba sentirlo y probar sus labios con suavidad y con gusto se dio cuenta que el de cabello azul le corresponda, regresaba con indicios de pasin el beso que compartan. En algn momento los brazos del ms alto lo estrecharon y lo atrajeron contra su cuerpo de forma ms insinuante, al terminar con el beso tena algo que decirle a su compaero.
--Djame hacerte el amor Seiya—le murmur a su odo.
El morocho lo miraba como si no estuviera seguro de haber escuchado bien pero el rostro del otro le deca que no haba escuchado mal.
--Ikki, sabes que no puedo hacerlo.
--Por qu?
El de mirada castaa no entenda que el otro no quisiera comprender lo que estaba pasando.
--Sabes porque Ikki.
--Podramos usar proteccin.
--No es totalmente seguro, no voy a arriesgarte.
Un momento despus el de cabello azul lo tena sobre su espalda colocndose sobre l, sobre su abdomen.
--Si te tomara en este momento Seiya no podras evitarlo.
Hubo algo en su mirada que le indic al ms pequeo que hablaba en serio.
--Pero s que si lo hiciera no sera porque t tambin lo desearas Seiya y no me lo perdonaras, yo mismo nunca me lo perdonara—guard silencio por unos instantes pero prosigui—Slo quiero amarte, slo una vez ms, aunque nunca ms podamos hacerlo despus pero quiero…quisiera mostrarte cuanto me importas….cuanto…Te amo Seiya Por qu te parece tan equivocado eso?
El castao lo escuchaba, se daba cuenta que esa situacin estaba lastimando al de ojos grises y hubiera hecho lo que fuera por detener su dolor, comprenda lo que era estar juntos pero no hacer ms, entenda lo que era amar y no sentir que la relacin fuera completa, lo amaba con todo su corazn y era la nica persona que senta lo haba amado de la misma manera. En su vida el de ojos castaos saba que el sexo nunca se haba tratado de alianzas sino de mero placer pero tena a alguien con l que deseaba hacer el amor, verdaderamente hacer el amor y l no poda complacerlo. Le tom unos instantes de sumergirse en esa mirada gris para convencerse de lo que quera hacer.
--Hazme el amor Ikki.
Por un instante Seiya no estuvo seguro de donde haban salido esas palabras pero se convenci que eran de su corazn porque era lo que quera de verdad y para demostrarlo lo bes, su compaero lo estrech entre sus brazos para sentirlo ms cerca, el beso se hizo ms profundo y la lengua del de cabello azul invadi la boca del castao y este la lami a su vez. Se detuvieron unos instantes para quitarse la parte superior de sus pijamas mutuamente y dieron paso a las caricias.
Las manos del castao se deslizaron desde el pecho del de cabello azul hasta la parte delantera de su pantaln, sin esperar comenz a apartarlos bajndolos de su cintura y con velocidad quedaron a un lado de la misma manera el de ojos grises le quit sus pantalones con destreza. Justamente al quedar en esa situacin record lo de la proteccin, no esperaba tener que usar as que l no tena pero para su fortuna su compaero estaba preparado.
--Qu pasa Ikki?
--Dame unos instantes—le pidi suavemente el de ojos grises.
Se levant y sali de la habitacin para regresar unos momentos despus a la cama, no hizo esperar mucho al castao, no perdi el tiempo y lo hizo recostarse para besarlo directamente en su entrepierna y tomar su sexo en su boca succionndolo, lo haca desearlo ms a cada instante y su cuerpo reaccionaba con tanta energa como le quedaba hasta que sinti su miembro duro llenndolo de sensaciones que casi haba olvidado, se curvaba suavemente sobre la cama gimiendo suavemente, ms aun cuando senta las fuertes manos de su compaero acariciarlo en el pecho y frotar sus pezones.
Sigui quedndose sobre su espalda, su compaero de cabellos azules buscaba prepararlo tan aprisa como poda pero para Seiya eso no era tan indispensable, de hecho decidi que no le interesaba tanto que lo preparara, no le dio tiempo para que hiciera mucho, separ sus piernas y busc que entrara en l, por un instante el de ojos grises se resisti pero a su compaero no le importaba, quera sentirse lo ms estrecho posible para volver a tener en su interior al que estaba sobre l. Ikki debi darse cuenta de que ese era su deseo pues se coloc el condn apenas estuvo erguido su sexo y lo gui con una mano a su interior.
El morocho senta que era ms grande de lo que recordaba, no estaba seguro si era porque no estaba bien preparado o porque no haba estado con nadie durante algn tiempo pero no le import cuando se senta tan bien volver a estar juntos. Movan sus caderas al mismo tiempo con lentitud y con su mano libre lo acariciaba dulcemente en la cadera, empuj dentro de su cuerpo con cuidado, atrayndolo al mismo tiempo, tampoco tard en encontrar ese punto en su interior que haca que su cuerpo vibrara de placer.
El de cabello azul usaba una mano para apoyarse sobre la cama, su otro brazo pas por la cintura del castao y lo atraa haca l, le besaba el cuello, sus hombros y el pecho, cada vez que tocaba su prstata gema dbilmente, era la primera vez en la intimidad que apenas si poda hacer algo que no fuera responder simplemente; sus labios se encontraron con ternura y casi le pareci irreal al castao, todo pareca estar tan bien, como si no hubiera nada malo en sus vidas. Unos instantes despus el castao estaba de nuevo sobre su espalda y el de cabello azul segua montndolo con cuidado y suavidad, sin apresurarse ni forzarlo a nada.
Sus gemidos eran suaves, Seiya estrechaba por los hombros a Ikki y pareca que buscaba que entrara ms en l a cada movimiento, saba perfectamente que estaba controlando su fuerza para no herirlo; el turgente sexo del castao se frotaba contra el abdomen de su compaero, estir su mano para tocarse a si mismo pero el de ojos grises la apart para besarlo de nuevo y el castao se dio cuenta de lo que deseaba el otro. Pero por el momento segua embistindolo entrando muy dentro de su cuerpo, acaricindolo con un erotismo que nunca haba sentido, el morocho no quera que se detuviera, sin embargo no poda evitarlo ya que senta que se acercaba a su culminacin pero el de cabello azul se separ despus de besarlo para quedar sobre sus rodillas.
Tom al castao por las caderas y lo atrajo de nuevo contra l para seguir con su encuentro, los movimientos fueron ms lentos y slo se enfocaba en la firmeza de sus embestidas, en el vigor de cada movimiento y lo enloqueca de una forma muy distinta a cualquiera que hubiera vivido antes; Seiya trataba de luchar contra la necesidad de alcanzar el clmax pues quera que el de ojos grises siguiera haciendo con su cuerpo lo que deseara pero no tard en darse cuenta que su compaero se concentraba solamente en su placer, en complacerlo, olvidando el suyo pero el morocho no quiso que fuera de esa manera.
Logr indicarle a su compaero de ojos grises lo que quera pues en realidad no tena la fuerza para hacerlo, as que Ikki qued sobre su espalda y Seiya sobre l, pareca que el de cabello azul no esperaba del todo eso pero no se dijeron nada, se besaron con algo de fuerza para despus hacerlo con ternura, eso lo hizo reaccionar de una forma apasionada pues quera complacer al otro tanto como fuera posible, se apoy en la cabecera de la cama con ambas manos y movi sus caderas tan fuerte como pudo. La adrenalina suba y no poda dejar de cabalgarlo, nunca lo haba hecho as con nadie, el de cabello azul lo sujet por la cintura y ambos se movieron al mismo tiempo para seguir el camino al orgasmo que no tard en llegar pero no pudieron hacer ruido, simplemente se besaron y se abrazaron.
Seiya respiraba con pesadez y besaba a su compaero en el pecho, senta que estaba satisfecho y no poda sino sonrer por saber que lo haba complacido, una parte del castao se preguntaba si alguna vez antes Ikki haba estado as de complacido, saba que l nunca lo haba estado. De repente empez a sentirse cansado, el de cabello azul lo acariciaba y lo hizo recostarse pero el castao se senta un poco extrao, empez a marearse, no saba si era por el sexo o por su salud. Entonces su corazn empez a latir con violencia, en un primer momento fue como si su pecho ardiera pero despus se hizo doloroso, trat de ignorarlo y aferrarse a la presencia de su compaero pero algo sucedi.
--Seiya.
El castao trat de responder pero no pudo, todo fue oscuridad.
Fue necesario hospitalizar a Seiya, su corazn de nuevo estaba fallando, los mdicos fueron directos pues no crean que fuera una crisis como las anteriores, era sometido a diversos exmenes y diariamente le inyectaban vitaminas, su piel empez a verse como papel, su cuerpo se debilitaba con velocidad, a veces pareca que mejoraba pero volva a decaer. Hubo unas ocasiones en que Ikki y Seiya daban una pequea vuelta por los jardines del hospital pero no era frecuente.
Las horas de visita pasaban y los amigos se presentaron, el castao hablaba lento pero an lo haca, de alguna manera pareca que era la despedida y se presentaban para darle sus respetos, charl y brome tanto como pudo pero era slo cuestin de esperar, todos lo saban. El de cabello azul le llevo una grabadora y consigui la msica de Queen en cassette, la escuchaban juntos y a veces trataba el castao de cantarla pero la enfermedad segua avanzando. Una de las canciones que se haba vuelto frecuente que escucharan era One year of Love, definitivamente Seiya senta que Freddie Mercury cantaba para ellos dos, saber que un slo ao de amor con Ikki era mejor que toda una vida solo, que un simple momento en sus brazos era como una estrella fugaz directo a su corazn, que sin l siempre eran das lluviosos, que estaba prisionero de ese amor, que su corazn lloraba por el de l, que estaba solo y l poda salvarlo, que senta fro y l encenda una hoguera en su interior, que el amor poda doler y todo lo que poda hacer era rendirse a su amor.


El uno de diciembre de mil novecientos ochenta y ocho hubo una cumbre de la Organizacin Mundial de la Salud, era la Cumbre Mundial de los Ministerios de la Salud y se reunieron para discutir las estrategias y programas para la prevencin del Sida; se decidi que el da uno de diciembre de cada ao desde mil novecientos ochenta y uno, cuando se diagnostic el primer caso de la enfermedad, se estableciera el Da Mundial de la Lucha contra el Sida. Un da en el que se deba apoyar y ayudar a las personas infectadas con el mal.
Seiya no supo eso.
Por la maana del mismo da haba estado con Ikki como siempre, el de cabello azul no se separaba de su lado ms que para dormir y a veces ni para eso, estaban escuchando una de las cintas cuando el castao le pidi algo.
--Pon el de Jazz*—dijo en voz baja el morocho—Quiero or mi cancin.
--De acuerdo—dijo el de ojos grises.
No tard en encontrar la cancin que quera el castao, Don't stop me now y empez a sonar.
--Tonight I'm gonna have myself a real good time
I feel alive and the world turning inside out Yeah!
And floating around in ecstasy
So don't stop me now don't stop me
'Cause I'm having a good time having a good time
I'm a shooting star leaping through the sky
Like a tiger defying the laws of gravity
I'm a racing car passing by like Lady Godiva
I'm gonna go go go
There's no stopping me
I'm burning through the sky Yeah!
Two hundred degrees
That's why they call me Mister Fahrenheit
I'm trav'ling at the speed of light
I wanna make a supersonic man out of you
--Eres como dice la cancin, en verdad Seiya.
--Te lo parece Ikki?
--Si, eres una estrella fugaz saltando por el cielo, un tigre desafiando las leyes de la gravedad y no hay quien te detenga.
--Tambin viajo a la velocidad de la luz?
--Si e hiciste un hombre supersnico de m.
Se rieron de eso pero no con alegra. No hay alegra en el adis.
Ikki se qued con las manos de Seiya entre las suyas por las horas siguientes, hasta que el de cabellos castaos se durmi y no despert ms. Tena veinticinco aos y en ellos haba vivido, redo, llorado, amado y cado pero siempre haba combatido, nunca haba abandonado la lucha.


FIN
Notas finales: Notas de ésta trama:
Pues este trabajo no es por un interés en dar clases de historia ni mucho menos, simplemente uso datos verídicos para hacer una trama aunque no siempre sucedieran de la forma en que los plantee. En este caso debo decir algo además, honestamente no sé si la gente es idiota o le gusta serlo, sobre todo la gente más joven y con eso me refiero a los que no pasan de los veinte pues increíblemente es la población más irresponsable, el uso de un condón puede salvar vidas y no sólo por el Sida (que parece que con los años se ha olvidado que es una enfermedad y que existe) sino también por infecciones venéreas. Es que en serio que asusta escucharlos, parece que se sienten inmortales o algo porque no se cuidan, de verdad piensan que no les va a pasar nada por no cuidarse y eso es un grave error. Perdón por el intermedio emocional pero en serio me sorprende la indiferencia de mucha gente joven sobre el tema.
Ahora volviendo a la trama, pues debo decir que elegí a Queen, su música, por dos razones, para empezar porque me gusta y siguiente porque Freddie Mercury falleció a causa del Sida, me convenció hacerlo así y usar parte de sus canciones, además lo estaba escuchando mientras escribía la trama. De hecho iba a llamar Innuendo al trabajo porque me encanta la canción pero ese disco salió hasta 1991 y ya tenía decidido que el trabajo terminaría en 1988.
*Lo marcado con asterisco son nombres de álbumes de Queen.
Lo escrito en cursivas son canciones de Queen y ninguna de las letras de las canciones está completa como podrán suponer pues no se trataba de un song fic.
(1) Flash Gordon fue una película basada en el personaje de las historietas, lo más sobresaliente es que fue de Dino de Laurentis (el mismo de King Kong y Duna, en la que por cierto sale Sting) y que la musicalizó Queen.
(2) Thriller realmente salió a las ventas un 1 de diciembre de 1982, es el disco más vendido de Michael Jackson y de los más vendidos en la historia de la música porque se considera el que cambió el mundo musical de su momento además de entrar de lleno a la industria del video.
(3) Metrópolis es una clásica e increíble película de ciencia ficción, es del autor Fritz Lang, hasta el día de hoy no hay película de ciencia ficción que no se base en este trabajo, si no la han visto la verdad yo les sugeriría que la vieran, es antigua pero sigue siendo excelente.
(4) Está canción fue muy popular en su momento y de hecho cada año en época de navidad la siguen programando.
(5) Este grupo de ayuda sigue trabajando hasta el día de hoy y en verdad se hicieron esos conciertos para recaudar fondos para combatir la hambruna en África.
(6) Pues esta película fue muy popular en su momento pero lo que más se recuerda es la banda sonora.
(7) Esta presentación de Queen es considerada una de las mejores presentaciones en vivo no sólo de Queen sino de la música en general.
(8) Esta película fue conocida en español como El Inmortal, era con Sean Connery y Christopher Lambert y después hicieron una segunda y una serie de TV.
(9) El AZT fue una droga que se usó realmente para tratar a los enfermos de VIH, era primitiva y muy tóxica pero en su momento creyeron que funcionaba.
(10) Lo de esta imagen es de una presentación en vivo que hizo Queen pero honestamente no recuerdo en que gira fue pero creo que fue en la presentación en Río.
(11) Se llamaría algo así como Y la Banda Siguió Tocando. Es un libro interesante pues descubre mucho de los mezquinos intereses personales que se vieron involucrados durante la investigación del VIH y por los cuales no se detuvo una epidemia a tiempo.
(12) Freddie Mercury había dicho abiertamente en esos años que le gustaría cantar con Montserrat Caballé y lo hicieron, hay un disco de ellos dos, de hecho esa presentación en Barcelona fue la última vez que Mercury apareció en vivo. Esta misma canción se convirtió en el himno oficial de los juegos olímpicos de Barcelona en 1992 y la verdad a mí gusta bastante este tema.
Espero que les gustara.
La siguiente trama es la de Shiryu y se llama Pobreza.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).