Capitulo 3
Eran las 11 de la mañana cuando Naruto despertó con un gran dolor de cabeza, abrió sus ojos azules y se encontró en un cuarto, el techo era blanco como las paredes giro su rostro y ahí frente a él había una ventana abierta, el aire bailaba con la cortina trasparente mientras el sol se colaba por ella, se incorporo lentamente, se llevo sus manos a su cabeza, le dolía terriblemente, qué diablos le había pasado para que le doliera así.
- Ya despertaste—Sai entro al cuarto con una pequeña charola de comida y un vaso de agua, la acomodo en la cómoda junto a su cama, miro a su capitán—te dieron duro, me pregunto quién fue el que te hizo semejante chichón, debió ser muy fuerte para dejar fuera de combate al Kyuubi—
- Sai cállate que me duele la cabeza—se sobo otra vez la parte afectada mientras le mandaba una mirada asesina a su amigo—como llegue aquí—pregunto mirando de nuevo la habitación.
- Estabas tirado junto a una fuente, ahí te encontré, no había nadien mas así que te levante y te traje, ya te reviso un doctor y dijo que no era nada de cuidado solo necesitas descansar para que se baje la hinchazón y el dolor—comento—quien fue el que te dejo en semejante estado—
- Ja no me los vas a creer…-- soltó una risita sarcástica— esa maldita zorra me las va a pagar—apretó sus puños al recordar los sucesos de la noche—cuando lo vea me las voy a cobrar—
Sai solo arrugo una ceja por los comentarios de su capitán, le miro sobarse otra vez la parte afectada después se paro buscando su ropa, se puso su ropa maldiciendo a todo el mundo, Sai le paso sus botas cuando termino se paso los dedos por su cabello rubio, después bajaron a la planta baja ahí en el comedor los esperaba el resto de su tripulación, los muchacho al ver a su capitán vendado de la cabeza se miraron entre si y empezaron a preguntar entre ellos quien había sido el que hirió a su capitán.
- Pisss, piss… Shikamaru que le paso al capitán— Inuzuka Kiba un hombre alto y musculoso vestido con un chaleco gris con piel negra en las mangas y cuello con gorro abierta al pecho, lleva dos marcas en la mejillas de cabello negro y apariencia rebelde pregunto al segundo oficial de la nave Kyuubi , el otro hombre levanto la mirada y la dirigió a su capitán solo contesto levantando los hombres y negando con la cabeza a su amigo el no preguntar si es que no quería ser castigado, kiba solo arrugo sus cejas mirando a su compañero sentado a su lado comiendo en paz; Aburame Shino un hombre más alto incluso que Naruto y Sai siempre con esas gafas oscuras cubriendo la mitad de su rostro incluso para comer , un hombre misterioso que se limita a decir lo necesario pero es muy inteligente, en las batallas para robar barcos o algún encuentro con la marina real es todo un estratega siempre va un paso delante de los enemigos convirtiéndolo en un gran líder como Shikamaru, ambos son igual de buenos aunque shino tiene más fuerza bruta que shikamaru por eso Naruto confía en ambos para cuidar y mantener a raya a los demás integrantes de la tripulación; le palmeo la espalda para que terminara de comer y sin preguntar.
Naruto solo se sentó frente a ellos y una chica delgada se cerco a preguntarle su orden, Sai le tomo su orden, la muchacha observo a Naruto sonrojándose al instante cuando el rubio la miro, después se regreso y puso su plato en la mesa.
En la mansión de los Uchiha, más específicamente en la habitación de cierto pelinegro estaba un joven de cabello rojizo, platicaba y se burlaba de lo sucedido la noche pasada, el otro chico le contaba con lujo de detalle lo sucedido, mientras reía de lo más feliz mientras que el pelirrojo le miraba aunque a su parecer su primo se había pasado un montón con aquel individuo.
- No crees que exageraste—trato de razonar con el.
- Claro que no Gaara , de qué lado estas mío o de ese tipo, además no se murió estoy seguro— se rio como loco golpeado su mesa de estudios—debiste haber visto su cara jajajaja-
- Sasuke… “mejor no le digo lo que pienso si no”…-- se rio también
- Bien me vas a acompañar sí o no—se paro mientras se ponía ropa no tan llamativa, se calzo con unas sandalias negras que le llegaban a la rodilla, unos pantalones negros y una camisa blanca suelta, todo el conjunto era muy sencillo quería pasar desapercibido por los soldados y demás gente rica, aunque no tenía inconveniente las personas casi nunca bajaban a convivir con los de clase baja, a él le gustaba estar allá con ellos porque era tratado como un simple humano sin títulos, posición social, le gustaba ir y pasar ratos sin preocuparse de verse bien, cuidar el vocabulario y tener buenos modales, no con ellos el ganarse el pan para comer era lo más importante y no se fijaban ni hablaban mal de alguien como lo hacían los ricos.
- Si... supongo…-- Gaara no muy convencido le siguió, pero al percatarse que se escondía y salía por la parte de la servidumbre solo suspiro—no me digas iremos de incognito ¿no?—
- Qué hay de malo es más divertido, además crees que mis padres me dejarían ir—llego a la puerta se asomo que no hubiera nadien conocido—no hagas tanto drama no es la primera vez que lo hacemos, ven – cuando se cercioró de que no hubiera nadien corrió hasta la puerta principal perdiéndose entre las calles.
Naruto iba caminado junto a Sai por las calles, aun estaba molesto el dolor había disminuido un poco, ojala y Sakura lo hubiera tratado no ese tonto medico, porque diablos se dejo convencer por ella para dejarla en aquella isla, ahora era cuando más la necesitaba, no es que le tuviera miedo a los médicos simplemente no confiaba en ellos si tuviera que elegir entre ellos y Sakura mil veces seria ella, pero en fin como iba a saber que las cosas serian así, tan concentrado mirando al suelo estaba que no sintió el llamado de Sai hasta que un codazo lo trajo de nuevo, levanto la cabeza y le envió una no muy buena cara a su amigo.
- Mira no es ese el hijo de Fugaku junto con el pelirrojo de ayer—pregunto apuntando a dos chicos que caminaban por la misma calle un poco más adelante que ellos, Naruto miro a donde apuntaba Sai a unos cuantos pasos delante de ellos había dos jóvenes mirando varios puestos y hablando entre sí, para Naruto fue imposible olvidar aquel cabello negro y esa piel blanca efectivamente ese era el causante de su jaqueca.
- Maldita zorra, ahora si me voy a cobrar lo que me hizo—camino rápido abriéndose paso entre la gente, Sai simplemente le siguió preguntándose qué le sucedía, finalmente llegaron a ellos y se quedaron quietos al principio observando lo que hacían.
- Vaya, vaya mira lo que el viento trajo—dijo burlonamente.
Sasuke al reconocer esa voz, al principio se quedo quieto después giro su rostro comprobando de quien se trataba, frente a él estaba el rubio ese recargado en una columna observándolo con no muy buenos ojos, estaba enojado claro que lo estaba quien no lo estaría con lo sucedió ayer pero él fue quien empezó no tenia por que sentirse mal, dejo las cosas que traía en sus manos jalo a Gaara y se fue rápidamente, Naruto borro la sonrisa de su cara arrugo la frente al ver la retirada del moreno, no lo pensó mucho golpeo en el pecho a Sai y los siguieron, Sasuke y Gaara caminaban rápido de vez en cuando Sasuke volteaba hacia atrás, veía aquellos dos hombres seguirlos de cercas, decidieron salir de aquel mercado por una esquina y con suerte despistarlos, Naruto tras de ellos se percato de sus intensiones, corrió tan rápido detrás de ellos al ver que ellos hacían lo mismo, los cuatro fueron a parar a un pequeño jardín, respiraban agitados.
- Porque nos sigues—Sasuke se paro frente a el rubio con las manos en su cintura.
- Creo que lo sabes no—
- Naruto déjalos — Sai llego junto a su amigo.
- Que dices Sai esta zorra fue el que me golpeo—al escuchar eso Sai enarco una ceja mirando con cara de sorpresa a su capitán y amigo—y quiero una disculpa.
- Una disculpa por que lo tendría que hacer—se burlo de él, Gaara por su parte le tomo del brazo e intento calmarlo, Sai miraba a Naruto y a ese chico si las miradas matasen se dijo mentalmente.
- Por esto—señalo la herida en su cabeza—te parece poco eh—
- Te lo merecías y no, no me voy a disculpar que te parece—dijo desafínate, a estas alturas Naruto ya estaba más que molesto, estaba molestísimo como era posible que alguien como él fuera de lo más irritante, tenía una cara bastante bonita si pero ese carácter, parecía de esas mujeres de los burdeles a los que estaba acostumbrado a ir mas bien era peor que ellas, Sai y Gaara tuvieron que sostenerlos para que no se dieran de golpes, insultos, burlas, verdades y toda clase de cosas con la voz tan alta trataron de controlarlos, Sai traía sostenido de los brazos a Naruto, conociéndolo no se aguantaría en darle una surra a aquel chico bonito; pero coincidiendo con su capitán también de delicado no tenía nada, era peor que las otras mujeres y donceles que había conocido; y la verdad no quería ver eso.
- Uyy que miedo me das—se burlo, gaara lo soltó finalmente.
- No me tientes pequeña zorra, porque te juro que no me detendré aun que seas un doncel mimado—el sonido hueco, el rojo de su mejilla y esa sensación de ardor con la cara girada, solo significaba algo si aquel doncel presumido se había atrevido a cachetearlo a él, el famoso Kyuubi el gran y temido pirata de renombre.
- Jamás me vuelvas a llamar zorra que no somos iguales entendiste imbécil— Sai estaba en shock igual que su capitán, en el tiempo que llevaba en conocerlo nadie jamás se había atrevido a ponerle un dedo encima, ni mucho menos poner en su lugar así a su amigo, ninguna mujer jamás le había pegado, solo Sakura pero ella no contaba pues estos dos se conocían desde pequeños, era como su hermana así que ella era la única que lo golpeaba con todos los derechos y bueno si era una mujer pero su comportamiento daba mucho que desear.
- Vamos hombre tranquilízate o nos delataras—le susurro tomándolo fuerte y evitar que lo golpeara tanto como se lo merecía, Naruto trataba de soltarse pero pensó, Sai tenía razón si metía la pata su plan se iría al caño, respiro fuerte por varios segundos, después Sai al comprobar que se había tranquilizado fue soltándolo poco a poco.
- Eres irritante ¿sabías?—tranquilo, le miro—pero no acostumbro golpear a mujeres y tu entras en esa categoría aunque…-- le miro de pies a cabeza – te mereces una buena tunda, si… lástima que no sea yo el que te la de, ahora hablemos como personas civilizadas.
- Yo hablar contigo, no estoy loco, no me sigas ni me dirijas la palabra idiota-- paso a su lado sin esperar nada, Naruto le miro irse apretó sus nudillos fuerte y pateo el suelo aguantándose las ganas de seguirlo y plantarle una buena surra.
- Ya, ya cálmate no es para tanto—dijo Sai, su capitán lo miro más feo de lo acostumbrado.
- Cállate Sai porque te juro que me voy a desquitar contigo—ladro—que tipo tan desesperante, juro si me lo vuelvo a encontrar ahora si no me voy aguantar las ganas, aunque sea un doncel le voy a dar duro ¡lo juro por mi abuela!—se fueron por el lado contrario a Sasuke y Gaara mientras el rubio iba gritando su venganza contra el hijo menor del gobernador.
- Y… en serio fue el…-- susurro despacio, Naruto cerró los ojos sabiendo que tarde o temprano Sai no se iba aguantar las ganas de lanzárselo a la cara ya lo estaba escuchando y eso iba a durar más de un mes, solo camino y lo ignoro para no golpearlo como quería.
Ya habían pasado 2 días desde ese segundo encuentro y Naruto había sido invitado por el mismísimo gobernador todos esos días para asistir, aunque se había negado muchas veces, no por miedo a la princesita, si no porque ya estaba aburrido de la vida pacifista y rutinaria de aquella ciudad; asistió y cada vez que sus ojos azules se encontraban con los negros este solo le miraba altanero o simplemente lo ignoraba y eso obvio hacia enfadar al rubio pero aparentaba no importártele, para Sai ver aquellas reacciones era de lo más gracioso y queriendo o no ayudaba a Sasuke a dejar en ridículo a Naruto claro frete a él, porque estando con su padre y demás invitados su comportamiento era digno de un joven de buena posición, cosa que hacia enfadar a Naruto, quien sabía que era un farsante; aun así empezaba a extrañar el mar sí, pero ya tenían revisada toda la ciudad, los muchachos habían hecho su trabajo como siempre, y si lees salía con que ya no su reputación como pirata estaría en duda, se levanto de la cama y salió a reunirse con sus amigos.
- Daremos el golpe hoy al anochecer, estén atentos y preparados—los tres hombres que estaban ahí sentados jugando cartas le miraron y asintieron a su orden—Shikamaru, ¿tienes noticias de los muchachos en el barco?.
- Está todo listo, esperamos tus ordenes—contesto el chico de coleta— ¿cuál es el plan?
- Simple, Sai y yo estaremos en la fiesta de esta noche entreteniendo a los ricos, Kiba hiciste tu parte.
- Claro Capitán, pase a tu nombre 100 barriles de cerveza a los soldados, esta noche estarán celebrando sin darse cuenta de lo que realmente están tomando.
- Genial, a media noche todos estarán dormidos como bebes, en ese momento Shino estará abriendo las puertas a los demás muchachos; Kiba y Shikamaru ya saben donde están las armas, tómenlas, después los llevaran a donde acordamos, si todo sale como lo planeamos mañana a esta hora estaremos dirigiéndonos a Amegakure.
- Naruto, ¿qué hay con la serpiente?— pregunto Sai
- Es cierto… pero sabes me importa un carajo si nos alcanza o no—contesto molesto al recordar a esa persona que tenia la función de vigilar sus pasos por orden de sus abuelos—Shikamaru esta noche vienes con nosotros.
El resto del día se paso en un abrir y cerrar de ojos ultimando detalles, cerca de la mansión de los Uchihas, más específicamente dentro de un carruaje, un hombre de unos profundos ojos negros, de cabello negro que cuelga cerca de sus mejillas y hace enmarcar mas su rostro, de una larga cola de cabello en la parte posterior de su pelo negro, de una piel oscura y unas grandes ojeras bajo sus ojos se removía en su asiento trato de acomodarse mejor , abrió la ventanilla a su costado reconociendo que no podría descansar, miraba a toda la gente de afuera ir y venir absortos en sus tareas pero un pequeño suspiro de su descubierto amigo Kisame llamo su atención, frente a él estaba un hombre de complexión más grande, de piel azul pálida, de unos ojos pequeños y blancos, en las mejillas tenía unas marcas, su pelo era de un color azul como el cielo pero también estaba encrespado hacia arriba, alto y musculoso, era capaz de asustar a todo hombre que se le pusiera en frente, pero esa apariencia solo era una fachada y él lo sabía perfectamente; cuando lo conoció varios le advirtieron no acercársele mucho ya que contaba con una mala fama y él siendo un Uchiha no era de seguir consejos, no les hizo caso, pasados los días y porque nadie lo quería en su equipo, descubrió que bajo esa apariencia había un hombre muy leal dispuesto a tomar cualquier orden cuando se la den, demostró muchas veces preocuparse de su bienestar y como el segundo al mando en el barco y por ordenes del capitán Madara debía protegerlo de cualquier peligro, aun siendo el sobrino de su capitán se gano su respeto y admiración y de ahí comenzó una amistad sincera, mas de las que había tenido en casa; dormitaba plácidamente en esa mala posición por ser alto, apenas y cabía en aquel estrecho carruaje, sonrió quería llegar ya para ver y abrazar a su madre y a su tonto hermano menor.
La oscuridad caía ya en toda la ciudad de Konoha, Naruto, Sai y Shikamaru fueron recibidos por uno de los empleados de mayor confianza para Fugaku, el cual los esperaba ya hacía más de media hora, como las siguientes 3 noches ellos ya no necesitaban una invitación formal como el resto de los invitados, Fugaku había dejado claro; ellos podían entrar cuando quisieran, para Naruto eso significo una puerta abierta a la mansión Uchiha, no dudo en asistir aunque claro no conto con la presencia de la princesita; como él lo llamaba ya formalmente aun en la cara de sus padres, estos solo sonrieron al saber que había alguien que no se dejaba intimidar por el genio de su hijo menor; suerte de ellos le arruino sus planes al hacerlo enfadar como ninguna otra vez., discutieron unos asuntos y después de eso insistió en verlo en la recepción que tenía reservada en su honor esa noche, ¿cuándo se había ganado la absoluta confianza del gobernador? No lo sabía o a caso había descubierto su procedencia y a lo que se dedicaba, ni en sus sueños pensó eso pero algo que le remordía la conciencia era su trato, el ir platicando junto a el por su jardín y decirle hijo le hacía recordar a su padre, pero sobre todo mirar a la señora Mikoto esperarlo en la mesa con una sonrisa pensaba en la madre que nunca conoció y anhelo durante toda su vida, el ambiente familiar que se daba junto a ellos y porque no aunque lo negara ya se estaba acostumbrando a los malos tratos de la princesita; le miraba y pensaba ¿acaso me estoy convirtiendo en un masoquista?, eso le hacían pensar si estaba bien o no pero después se decía así mismo que mas daba, hacia su parte y jamás lo volverían a ver.
- Tienes que contarme todo lo que viste hermano—Sasuke colgado del brazo de su hermano mayor caminaban campantemente por los jardines lejos de la multitud y miradas lascivas de aquellos hombres viejos—que cosas vistes—preguntaba emocionado.
- Bueno un poco de todo—respondió mientras se sentaba en la fuente que presenció la disputa entre el moreno y el rubio— ¿qué has hecho tú?
- Lo mismo de siempre, debiste haberme llevado—Itachi solo sonrió al ver esa expresión de enfado en el rostro de su hermano menor.
- Bueno, nuestra madre me conto que tienes un nuevo amigo ¿no?—miro el rostro blanco de su hermano arrugarse al nombrar al susodicho.
- No es mi amigo, no lo soporto, es un idiota en toda la extensión de la palabra--
- Supongo… pero nuestra madre está muy emocionada con “ese idiota”—Sasuke iba a contestar cuando fueron interrumpidos por uno de los sirvientes ambos eran buscados, al parecer la recepción iba a comenzar ya.
Ambos hermanos entraron, Sasuke iba todavía del brazo de su hermano, ambos vestían elegantemente, llegaron al lado de su padre en la mesa principal cuando Itachi se percato de alguien que él conocía perfectamente, esa cara jamás iba a olvidarla pues fue el responsable del hundimiento de un barco mercader, nadie en absolutamente nadie sobrevivo ni mujeres ni niños, se llevaron todo lo de valor y dejaron el barco a su suerte, en esos 7 meses que llevaba al servicio de su tío Madara ese hombre era el mas escurridizo de todos los criminales piratas, él y aquel hombre que se hacía llamar Kellerbee juntos han logrado poner patas arriba a toda la marina real de los 5 países, esa era su misión hasta el momento, cazar al Kyuubi y de todos los lugares menos imaginados donde pudiera atraparlo nunca se le paso por la cabeza su propia casa, Kisame le miraba, se hicieron señas esta era la oportunidad perfecta, él no se había dado cuenta de su presencia por estar tan concentrado comiendo.
- Sasuke alejate un poco, y pase lo que pase no intervengas de acuerdo—
- Pero… Itachi que pretendes…---
- Solo por hoy hazme caso—el chico no muy convencido se separo de él, miro a Itachi rodear la mesa por el lado derecho de vez en vez miraba a si amigo Kisame aquel hombre alto y musculoso; había sido presentado en la tarde como el mejor amigo e invitado de su hermano mayor; como se lanzaban miradas cómplices.
Con mucha cautela sacaron sus armas, Fugaku al percatarse de su hijo y esa mirada no tan buena intento decir algo cosa que advirtió al rubio, este giro la cabeza hacia donde el mismo Fugaku miraba, tarde reacciono cuando ya tenía la espada en su garganta y alguien lo sostenía.
- Estoy mas sorprendido que tu, jamás pensé encontrarme al famoso Kyuubi en mi propia casa—todos se callaron, esa voz sí que la conocía, ahora todo tenía sentido, días antes cuando conoció a la princesita se preguntaba de donde conocía ese rostro aunque demasiado delicado le recordaba a alguien y ahora que lo habían pillado desprevenido todo cobraba sentido, miro a Sai y estaba en las mismas condiciones que el.
- Itachi se puede saber qué rayos estás haciendo con mi invitado—se levanto el gobernador mientas golpeaba la mesa y exigía una explicación.
- Tu invitado—se rio— este hombre es un pirata, un prófugo de la justicia, es buscado en los 5 países, hay una recompensa por su cabeza, es el famoso “Kyuubi” padre.
Continuara...