Acércate. Sí, tú. ¡Acércate te digo! Ahora dime algo; ¿Cuál es mi mejor ángulo? ¿Derecha ó izquierda? ¿En serio? ¿De verdad crees que es la izquierda? No estoy seguro. Creo que mi labio inferior se vería más atractivo del otro lado. Oh, estás de acuerdo, ¿no es así? Y supongo que estás de acuerdo con todo lo que digo, ¿no? Oh, es así. ¿Entonces como supones que voy a confiar en tu criterio? ¿Qué dirías si te afirmara que las rocas son comestibles? ¿Las engullirías sin chistar? ¿Concordarías conmigo? ¿Qué rayos quieres decir con sí señor, no señor, no lo sé señor? ¿Qué clase de ridícula respuesta es esa? ¿Es acaso que eres un cretino o algo parecido? Ve y busca unos espejos para que pueda verme mejor. ¡No te me quedes viendo! ¡Ve por ellos!
Sí, es muy importante; también algo muy natural que el pueblo perciba en mí la divinidad de un Uchiha puro. Nunca me verás vestido con garrafales y polvosas túnicas. Nunca admirarás la piel de mi pecho expuesta ante ojos denigrantes. No sin librar mi cólera sobre ellos, con el peor castigo. Yo, sí, yo. Yo soy la encarnación del reino de mis ancestros, inteligente y marcial, donde todo debe de correr bajo mi mando. Mi querida nación tan inflexible como el acero mismo.
Ah, por fin aquí traes los espejos. Ponlos allí debajo. No, ahí, idiota. Sí, ahí. Ahora pon el otro en esa dirección. En el nombre de Dios, ¿es acaso que tengo que hacerlo todo yo mismo? ¿Qué es lo que sucede contigo? Hm, creo que definitivamente es mi perfil derecho. Mueve ese espejo un centímetro más hacia el lado contrario. Más, más. Detente allí. Eso es. Maravilloso. Debe de ser en ese orden, donde todo mi pueblo me vea desde abajo y recuerden su posición. Debo siempre, escúchame bien, ¡siempre! Estar en la posición más alta. Manda a alguien para que busque la mejor vista del este, quiero cenar con el ocaso perfecto. Toma nota de esto también mientras aún tengo ánimo para dictarlo. “Por orden de su Majestad, todos los campesinos de las montañas deben de reforestar el paso que da hacia el Norte.” ¿Qué quieres decir que para qué lo deseo? ¿Acaso no es obvio? No quiero saber absolutamente nada del tratado con el Imperio de Doshiha. Mi hermano debió de haberlo firmado como un mal chiste, el cual no toleraré. Lo sé, una triste realidad, pero realidad a fin de cuentas; Sin embargo, yo haré la solución. Continuando, “Guerreros que han jurado lealtad, preparaos para nuevo aviso. Nuestros jóvenes, deben probar lo que es sangre y…” ¿Ahora qué? Juro que si vuelves a interrumpirme, perderás algo más que tus deseos de desaparecer de mi vista. Sí, nuestros guerreros deben de ser más fríos, como los que mi padre solía mandar a las batallas con los del Imperio de las Cuatro Islas. De hielo forjar sus almas, era su lema.
Ah, no puedo tolerar la idea de que muchos de nuestros guerreros estén esparcidos en contra de mi voluntad, tomando rameras por diversión. No, no me importa que sea un porcentaje aprobatorio. La moral y el autocontrol es indispensable para nuestros hombres cuando invadan otros imperios. He estado recibiendo reportes de sobrepoblación en pueblos de la frontera a causa de sus insanos deseos. Lo que me recuerda, ¿cómo van las pruebas de veneno en el filo de espadas y lanzas? Sí, contra los guerrilleros del Oeste. Espero que mueran lentamente es todo. Agonía máxima. Eliminar sus esperanzas. ¿Deberíamos invadir la Puerta Gris del Oeste? Curiosa pregunta, muy curiosa. Definitivamente algo en que pensar.
¿Qué? ¿El parlamento espera mi presencia para la aquiescencia del nuevo acuerdo de comercio? No estoy de humor para eso. Sí, diles exactamente lo mismo. ¡No me importa! Déjame recordarte, aunque estoy seguro que no lo necesitarías, soy el príncipe y nadie me contradice. ¿Crees que no entiendo de economía? ¿Crees que por eso decido no ir a esa estúpida llamada? Cuida ese tono, cuídalo bien. ¿Por qué otra razón piensas que mi hermano y yo concordamos con la autarquía todos estos años? ¿Cómo te atreves a contradecirme y decir que parece que aparentamos el libre comercio con otros Imperios? Tú, estúpido, animal, inepto. ¡Basta de reverencias y falsas disculpas!
Sirve de algo y manda un jinete con una carta de disculpas a mi prima describiendo mi pésame por la muerte de su padre, y la mutilación de ambas manos de su hermano. ¿Pero que esperaba al tratar de engañar a mi hermano sobre el robo de uno de sus anillos?
¿Dices que falta la mitad de mi mandato? Hn. Lo terminaré después, te dije que mis ánimos se terminarían pronto. Más con tus inútiles interrupciones. Sí, definitivamente has arruinado mi humor.
He estado leyendo entre los pergaminos reales. En primer lugar, hay un gran ultraje en las reseñas de la conquista de las islas que mi abuelo planeó toda su vida en colonizar… ¡Grandísimo retrasado! Estoy refiriéndome a la cruzada contra los nativos de Kamonwann. Manda por el mejor escritor para que se remienden esas sagradas escrituras. Sí, estoy vigente que Los Altos reprocharán como un acto atrevido. No me importa, hazlo.
Por cierto, recuérdame que debo de hablar con el duque Han y discutir acerca de su estancia en el Imperio Aliado; no puedo creer que se haya involucrado con uno de los criados del Rey. Debe haber límites, más si es de la realeza. Asegúrate de que el parlamento no se entere.
¿¡QUIÉN DEJO ENTRAR A ESE GATO?! ¿¡DESDE CUANDO TENEMOS UN GATO REAL?! ¿¡ES ESE EL GATO QUE ARRUINO MIS CORTINAS Y SABANAS?! BIEN SABES QUE ODIO LOS GATOS. ¿¡QUÉ CARAJOS QUIERES DECIR CON QUE “SON MÁS ÚTILES QUE LAS TRAMPAS PARA RATONES”?! ¡¡NO ME DIGAS CUANDO PUEDO O NO PUEDO USAR MI ESPADA DENTRO DE MI HABITACION!! ALEJATE DE MI O SERAS EL PROXIMO AL QUE YO MISMO DECAPITE. Listo, ahí lo tienes, he manchado mis zapatos favoritos por esto. No me importa la política de tener sensibilidad con los animales. ¿Qué quieres decir que sigue vivo? Llévalo fuera e incinéralo. NO, NO LO QUIERO HACER YO MISMO. ¿Crees que soy un bárbaro? Oh, Dios. Apesta horrible. Deshazte de todo lo que salpicó de sangre, y consígueme un nuevo par de zapatos. Voy a tomar una siesta, cuando despierte, más te vale que todo lo que te haya pedido esté listo. He dicho.