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Implosión del alma por Dark Amini

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Notas del capitulo:

ES UN RELAJO ACTUALIZAR, ASI QUE APROVECHO Y LES DEJO UN CAPI CORTO CON LEEEMMOONN

Mientras Aarón me besaba y acariciaba, no pude evitar que el nerviosismo se apoderara de mí. ¿Se cumpliría mi sueño y Aarón me hará suyo? Trate de ignóralo al intentar seguir escribiendo en la computadora, pero él la apago sin aviso, mientras me besaba voluptuosamente. Mientras me retorcía y me resistía ante las caricias de él, hubo un momento en que rozo mis pezones con sus dedos y fue tan la fuerte sensación que lo empuje, pero Aarón estaba decidido y se empecino a continuar. Ante el forcejeo, perdí el equilibrio y me caí al suelo con el encima. Mientras lo escuche reírse y continuar con sus caricias, mire al techo y suspire. ¿Qué es lo que tengo que hacer?... me incomodaba un detalle imperdonable para cualquier chico de mi edad: nunca lo había hecho, ni siquiera con una chica. Eso era muy vergonzoso, y siempre que me preguntaban fanfarroneaba con los detalles aprendidos de películas pornográficas.

Mire hacia donde estaba Aarón, el cual se veía muy entretenido desnudando y lamiendo mi pecho. Más que el placer, los nervios me tenían presa y no sabía qué hacer… ¿Y si era una broma?, ¿si realmente  esto es un juego?, todo tipo de dudas me aprisionaron el pecho. Entonces él interrumpió sus caricias para acercarse a mi rostro y mirarme directamente a los ojos. Yo me ruborice hasta un extremo casi fosforescente y el con su sonrisa burlona me dijo:

-          ¿Acaso estas nervioso?

-          ¡Claro que estoy nervioso!... ¡cualquiera lo estaría contigo encima, lamiéndolo como un helado! – le grite bastante airado

-          Pareces novato Bruno… - dijo él, mientras su mano se deslizaba hacia mi cadera

-          ¡¿De qué hablas?!... – gruñí

-          ¿Nunca lo has hecho? – dijo mientras me besaba el rostro

-          ¡Claro que sí!... ¡muchas veces!... – dije mientras miraba hacia la ventana, con la voz cortada por los nervios

-          Otra vez… hazlo otra vez… - dijo mientras mordisqueaba mi cuello

-          ¡¿De qué demonios hablas?! – dije mientras trataba de empujarlo y me resistía

-          Me encanta cuando te pones nervioso…  pones una cara muy sexy

-          Eres un idiota Aarón – dije mientras resoplaba molesto, viendo de nuevo al techo

-          Me encanta tu cuerpo… se eriza tu piel mientras la acaricio los dedos, y puedo sentir como te estremeces cuando te  beso.

¿Qué es lo peor que podía pasar?... ¡que mi primera vez seria con un hombre!...

-          Este… mmm… yo creo que ya es suficiente – le dije a Aarón, mientras apretaba los labios al sentir su lengua rozar mi cintura y lo empujaba con los brazos para intentar levantarme.

-          Tranquilo… confía en mí…

Y apenas dijo estas palabras, me enfade y logre zafarme rápidamente con un fuerte empujón. Al darme vuelta para incorporarme lo vi con recelo, y en el momento en el que me levantaba y trataba de acomodarme la camisa, el se levanto y me aventó a la cama.

-          ¡Oye!... ¡¿Qué te pasa?!

-          ¿Sabes?... creo que se lo que falta – dijo mientras se ponía sobre mí.

Y sin decir más me beso. Me resistí, y el solo se limito a sujetar mis muñecas mientras su boca invadía la mía en un pasional beso. Y como si fuera la fórmula mágica, mi cuerpo se fue relajando e involuntariamente comencé a corresponderle. No sé cuánto tiempo nos besamos, pero juro que nunca me había hecho sentir tan bien esa caricia, poco a poco, me fue soltando para abrazarme y besarme el rostro, mientras yo me estremecía. Su boca comenzó a deslizarse hacia mi pecho, y al lamer mis pezones, no pude evitar gemir. Ahí termino todo… ya no podía echarme para tras, lo único que no quería es que supiera que yo era virgen.

Mientras el devoraba mi cuerpo y lo iba desnudando con paciencia, me era bastante evidente que él tenía mucha experiencia… eso me disgustaba, nuevamente era el segundón, y me hería el ego que fuera en el sexo. Mis pensamientos y mis divagaciones terminaron cuando sentí que me desabrochaba el botón del pantalón. Sorprendido e impávido, mire hacia abajo mientras Aarón me observaba de forma traviesa y me decía con un tono lujurioso:

-          Bruno… estas duro…

-          ¡¿Y que esperaba idiota?! – le dije ofendido

Pero el no me dio respuesta, solo bajo la cremallera, descubrió mi sexo y ante mi vergüenza, comenzó a lamerlo.

-          ¡Dioses!... – exclame mientras arqueaba la espalda y comenzaba a gemir.

Al principio trate de acallar mis gemidos tapándome la boca con las manos, ya que eso me daba mucha pena. Nunca, ni en mis más alocados sueños imagine a Daniel darme el mejor oral de mi vida. Todo mi cuerpo se tensaba con cada lamida, era realmente intenso, tal y como lo había soñado.

-          No te reprimas Bruno, dejate llevar… - dijo Aarón, mientras lamia juguetonamente la punta.

Pero yo no podía contestarle, mi cuerpo estaba completamente entregado al placer. Aarón se incorporo y me quito completamente la ropa, se quito la camisa y se desabrocho el pantalón lentamente. Al verme con los ojos vidriosos ante la evidente expectativa, me dijo en un tono tranquilizador:

-          No temas… no hare nada que tú no quieras.

Y dicho esto, continuo dándome la más exquisita caricia con sus labios en mi miembro. Después hizo una pausa y se quito el pantalón para mostrarme su erección. Afortunadamente no era más grande que él mío, y mientras se deslizaba de nuevo a mis caderas, yo estaba a punto de reventar. Entonces al notarlo, él se deslizo hacia mis labios y comenzó a besarme de nuevo. Yo lo abrace y deje que mi erección se rozara con la suya. Si me lo hubiesen contado, yo nunca pensaría que lo que hacíamos fuera realmente erótico… y sin embargo yo estaba tan caliente que el pudor se me desvaneció y comencé a gemirle en el oído. Él tomo mi pierna y la elevo sobre sus caderas, y mientras me mordía los pezones, llevo su erección hasta mi entrada. Yo sentía perfectamente como me rozaba con la punta mi entrada, y mi inexperiencia no me hizo evidente la intensión de él… hasta que comenzó a penetrarme.

-          ¿Qué haces? – pregunte mientras sentía como se abría paso en mis entrañas y me tense de inmediato.

-          Tranquilo… no me aprietes tan fuerte… - dijo con el rostro todo enrojecido, mientras se recargaba en mi pecho – nunca…

Corto sus palabras mientras empujaba y gemía en mi oído. Jamás imagine ver el rostro de él de manera tan sensual, parecía que se perdía en mi, mientras me abrazaba con fuerza y su cuerpo se tensaba por completo. Confieso que me dolió un poco sentir como entraba en mis entrañas, pero al verlo así, de inmediato me relaje. Él al notarlo comenzó a mecerse suavemente, pero aún era molesto. Un poco impaciente me dijo:

-          Espera… creo que se cómo solucionarlo…

Sin aviso, abandono de manera un poco brusca mi interior, originando una queja de mi parte. Busco algo en su cajón, y después regreso a la cama. lo que había conseguido era un frasquito con un liquido espeso y transparente, olor a lima. Se lo unto en su miembro, me puso un poco en mi entrada,  después se coloco encima de mí para besarme apasionadamente. Y entre los besos, la temperatura comenzó a elevarse de estrepitosamente, y Aarón levanto de nuevo mi pierna y volvió a penetrarme lentamente.

La diferencia era enorme, y yo sentí que invadía hasta mi alma. Cuando comenzó a mecerse, yo gemí descaradamente, al igual que el. Confieso que tenerlo arriba, tomando mi cuerpo, besándome y gimiendo, hizo que me sintiera tan ardiente, que podría derretir los polos de la Tierra yo solo. Él aumento el ritmo y yo cada vez más entregado, rasguñaba las sabanas. No puedo medir con una escala mi excitación, solo puedo decir que hasta ese momento nunca había experimentado ese nivel tan alto. Aarón me desprendió y me cambio de posición a cuatro puntos, haciendo que su penetración fuese más profunda e intensa, y también dándome la oportunidad de masturbarme al compás de su vaivén. El rechinido de la cama era un sonido bastante estimulante, y quizás sería algo que difícilmente podría olvidar. Llego un punto donde me cogió del cabello de la nuca con una mano y con la otra me sujetaba con fuerza de la cadera, mientras me penetraba con fuerza, haciendo que me perdiera por completo  en un escandaloso orgasmo. Al instante el tuvo el suyo, con espasmos de placer y un grito que quizás haya despertado a la cuadra completa.

Jadeando, nos desplomamos pesadamente en la cama, y él me abrazó. Yo aun trataba de recuperar el aire, mientras él parecía entrar en un sueño profundo.

¿Cómo diablos había llegado al punto de entregar mi virginidad a mi rival?, y lo peor ¿Quién iba a despertar conmigo en la mañana?... ¿Aarón o Daniel?

Esas preguntas hicieron que se abriera un hueco en mi pecho. Daniel me detestaba, y si el despertaba desnudo y abrazándome… quizás me mataría.  Eso era deprimente. No tuve otra opción más que levantarme y vestirme. Aun era tarde y no podía ir a mi casa, así que decidí tomar unas sabanas y bajar a dormir al sillón. Mientras me instalaba, aun sentía la calidez de sus labios y en mi entrada se sentía aun  su miembro. Suspire decepcionado al tener que fingir que no había pasado nada… pero quizás al fin de cuentas era lo mejor.

A la mañana siguiente, me despertó el chillido de Daniel, el cual parecía muy desconcertado de su situación:

-          ¡¿Qué diablos paso?!

Se escucho todo un estruendo de cosas que caían de la cama, además de una evidente caída de él al piso. Después de muchas maldiciones, bajo por las escaleras y yo me fingí completamente dormido. Después de dar vueltas como león alrededor de mí, se atrevió a despertarme:

-          ¡Bruno!... ¡Bruno!...

-          ¿Qué?... aun es temprano, déjame dormir… - le dije mientras me envolvía en las sábanas

-          Oye, despierta… ¿Qué paso ayer? – dijo con cierta ansiedad

-          ¿No te acuerdas?... ya era de madrugada cuando andábamos buscando las estúpidas imágenes que según tú, escaneaste. Te pusiste de muy mal humor,  me arrojaste la sábana y la almohada, y me dijiste que me viniera a dormir al sillón porque ya estabas muy cansado y tenías mucho calor.

-          ¿En serio? – pregunto incrédulo

-          Pues eres un pésimo anfitrión… imbécil… - le dije descubriéndome la cara, para observarlo con reproche

No sé qué pasó, pero él al mirarme el rostro se sonrojo. Parecía conflictuado y avergonzado… pero había algo en su mirada que no me quedaba claro… ¿se habrá acordado de lo que paso anoche? Pero después cambio a una mueca de fastidio y dijo:

-          Yo creo que mejor te vas. Yo termino de agregarle las fotos al reporte y ya está listo para imprimir.

-          Por lo menos dame de desayunar… - le dije mientras lo veía con cara de reproche

-          No hay nada de comer. Solo leche… - contesto de manera seca, al buscarla en el refrigerador

-          No tienes que ser tan grosero conmigo. Si te levantaste de malas es tu problema. Deja que levante mis cosas y arregle lo que me prestaste.

Acto seguido me levante bastante molesto a doblar las sábanas. ¿Quién diablos se creía para tratarme así? Dejamos de hablarnos mientras tomaba mis cosas, y salía de su casa maldiciendo mi suerte… ¿Por qué tenía que ser las cosas así?... ¿Por qué no podía ser como Aarón?

Mientras me marchaba, Daniel estaba muy contrariado por su falta de memoria y tras un arrebato de enojo, arrojo un cuaderno a su escritorio… ahí se dio cuenta que la computadora aún estaba encendida, lo único apagado era el monitor. Refunfuñando, guardo el trabajo y se dio cuenta que una aplicación estaba encendida: la cámara, que captaba la mayoría de su habitación. Un presentimiento invadió su alma, y abrió el programa para ver lo que estaba grabado en su computadora, y recordar lo que había pasado esa noche…

CONTINUARA...

Notas finales:

ME IMPORTAN MUCHO SUS COMENTARIOS!!!


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