CAPITULO 10 – CUANDO SUS OJOS SE CERRARON
Había pasado una semana desde que Marcos me había confesado lo grave de su situación; y a pesar de que la preparatoria ya había acabado nos la pasábamos en los consultorios médicos, haciendo pruebas y exámenes. Se notaba que Marcos estaba cada vez más debilitado, le costaba respirar y caminar, varias veces estuvo a punto de caer al suelo pero por suerte ahí estaba yo para sostenerlo. Los doctores le recomendaban quedarse en el hospital, pero él era muy testarudo y les decía que quería pasar sus últimos días a mi lado, el simple hecho de escuchar esas palabras hacía que mi corazón se rompiera.
Esa tarde nos la habíamos pasando viendo animes en su casa, cuando recibió una carta de una universidad. La cual abrí con su permiso para descubrir que había sido aceptado en la facultad de medicina en la Universidad más prestigiosa de la ciudad.
-¡Esto es increíble!-Le di un beso en los labios que le demostraba toda mi felicidad. -¿Te das cuenta de lo que esto significa? Muy pocos son aceptados en esa escuela.
-Voy a necesitar que vayas al optometrista. –Me dijo señalando una parte en específico de la carta. –Por favor lee bien. –Al leer el destinatario, me di cuenta que no era para él, sino para mí, esa prestigiosa Universidad me había aceptado a mí.
-Yo no mandé la solicitud. –Dije confuso. –Yo presenté hice examen en la escuela pública, de hecho me iré a inscribir el próximo lunes.
-Ya lo sé. –Se sentó y me tomó la mano. –Yo envié la solicitud en tu nombre, y por lo visto les causaste buena impresión. Pero claro, si llevabas excelentes calificaciones y eras el capitán del equipo de futbol que llevó a la escuela a la victoria. –Yo seguía confuso, no entendía muy bien, lo único que pude contestar es que yo no tenía dinero para pagarla. –Ya todo está arreglado, hablé con el papá de Tess y el hará todos los arreglos para que tu colegiatura sea pagada y heredes mi dinero cuando yo ya no esté.
-Marcos... yo...
-Kyle. –Me calló dándome un tierno beso lleno de melancolía y resignación. –Prométeme que irás y que aceptarás el dinero.
-Aún nada es seguro, la medicina avanza mucho cada día y dentro de poco tiempo...
-Dentro de poco tiempo yo ya no estaré aquí. Así que si quieres que me vaya tranquilo, prométeme que aceptarás este último regalo.
-Lo prometo. –Lo volví a besar, pero esta vez aceptando la situación y sabiendo que quizás ese era uno de los últimos besos que nos dábamos.
Las semanas fueron pasando y las vacaciones de verano iban a la mitad, sólo quedaba un mes de vacaciones. El corazón de Marcos latía menos cada segundo, por indicaciones médicas tuvo que ser internado en el hospital; ya no llegaba casi sangre a las piernas, por lo que ahora se tenía que transportar en una silla de ruedas, misma que era empujada por mí en todo momento. Un día con el permiso de los doctores, llevé a Marcos de paseo, le tenía preparada una sorpresa.
-¿Qué hacemos aquí? –Me preguntó cuando vio que nos deteníamos en el edificio que hasta hace poco tiempo era nuestra preparatoria.
-Aquí nos conocimos. En el campo de futbol, ¿recuerdas? –Mientras lo llevaba, pudimos ver decoraciones con globos y flores, y un gran letrero que decía “Marcos y Kyle” con muchos corazones, seguramente eso fue obra de mi hermana.
Mucha gente estaba reunida ahí, para empezar todo el equipo de futbol incluyendo mi amigo Roberto, con quien tuve algunos problemas que luego se solucionaron. También estaba el expresidente del consejo estudiantil, ambos recordamos como nos hizo sufrir con su juego de póker, pero al final demostró ser un hombre de palabra. Otra sorpresa para nosotros fue ver a Ricardo, el capitán del equipo contrario que me quería robar a Marcos. Esta vez sólo se limitó a sonreír a hacernos un gesto de saludo con la mano. Al final de la línea estaban mis padres, ambos se acercaron y me dieron un abrazo. Mi madre se hincó para abrazar a Marcos, darle un beso en la mejilla e invitarlo a comer mole una vez que se recuperara. Mi amigo Mike nos esperaba también, me dio un fuerte abrazo y nos entregó unos trajes para que nos cambiáramos inmediatamente.
-Kyle... ¿Qué está pasando? –Me preguntó mientras estábamos en los vestidores cambiándonos, por supuesto que yo tuve que ayudarlo. Sólo me limite a responderle que era una sorpresa. Cuando salimos de los vestidores, nos dirigimos a un escenario que más bien parecía de un concierto de rock.
-ARE YOU READY??!!! – Pude reconocer la voz de Karo, de inmediato el escenario se empezó a llenar de fuegos artificiales y mi hermana, luciendo un vestido morado con chaqueta negra y pulseras de metal, junto con Tess, que vestí un sensual vestido azul marino de noche, aparecieron en el escenario. Karo tomó el micrófono dio un hondo respiro y gritó – ¿Quieren Rock & Roll? –El público enloquecido empezó a gritar de emoción. –No los escucho. ¿QUIEREN ROCK & ROLL? –Era oficial, mi hermana estaba demente.
-Dame eso. –Tess le arrebató el micrófono a la loca. –Perdonen querido público. –Se disculpó la pelirroja. –Estamos aquí para celebrar el amor de dos personas, un amor que muchos juzgaron y que incluso intentaron destruir. –Mi novio y yo nos miramos sonriendo para tomarnos de las manos. –Un amor que bien podría ser el de La Bella y la Bestia, o el de la Dama y el Vagabundo. Entiéndase que cuando digo “Bestia” y “Vagabundo” me refiero a Kyle. Un amor que incluso yo he llegado a aprobar.
-Y un amor... –Karo volvió a tomar el micrófono y una pantalla como de cine apareció detrás de ella. –que creo mi opera prima. ¡CUANDO UN CHICO SE ENAMORA DE OTRO CHICO, LA HISTORIA DE MARCOS Y KYLE!
-¡Kyle! –Se escuchó decir en la pantalla, se trataba de Marcos, tanto él y yo estábamos en la cinta, y al parecer sin ropa, y una mujer con voz grabe había doblado nuestras voces. -¡Kyle quiero que inundes mi ser con tu poderosa herramienta hasta que explotes como champán inundándome con tu néctar.
-Sí mi amor. –Ahora yo en la pantalla hablaba, esta vez era otra chica la que doblaba mi voz. –Voy a taladrarte tan duro que no te podrás volver a sentar, te demostraré mi amor de la única manera en que un seme puede mostrarle a un uke que lo ama, ¡Violándolo! –Las chicas que había ahí empezaron a gritar de emoción y excitación que culminaba con una enorme hemorragia nasal.
-Paren esa película. –Ya no pude resistir más y aparecí en el escenario intentando cubrir con mi cuerpo la pantalla. –Eres una loca psicópata amateur de Big Brother. No sé cómo pusiste cámaras ahí, pero al menos hubieras dejado nuestros diálogos. –Le grité enfurecido a mi hermana.
-Eran aburridos, la verdad mejoré mucho la historia mientras la editaba. Ya no puedes regresar el genio a la botella hermano. –Me dijo muy seria con un tono de mafiosa. –Mientras hablamos se están difundiendo los DVDs y Blu-Rays de la película, además miles de doujinshis yaoi se están imprimiendo y difundiendo por todo el internet. Debo admitir que el haberte causado tantos problemas y conflictos por fin todo valió la pena.
-Con que eras tú. ¡Paren el video, es un fraude! –Volví a gritar.
-Espera, yo quiero verlo. –Marcos se había acercado impulsando el mismo la silla de ruedas y se quedó viendo fijo la pantalla.
En ella ahora se mostraba como nos habíamos conocido en la práctica de futbol, como nos disfrazamos Karo y yo para seguir a Marcos y a Tess al cine. También pasó una escena en la que le confesé a Marcos que me gustaba cuando estábamos en el baño de hombres de la escuela y la pelea que habíamos tenido con la otra escuela cuando creí que Ricardo me lo quería robar. Al ver todas esas escenas tomé la mano de mi novio y supe que las palabras de Karo eran ciertas. “Todo valió la pena”. Luego apareció un montaje con la canción que Miley Cyrus había cantado en los VMA´s mostrando imágenes de Tess como porrista, peleando, cambiándose de ropa sonrojándose, comiendo helado.
-¡¿Qué demonios es eso?! –Le preguntó enfurecida la pelirroja a su amiga.
-Eso es un favor que le debía al equipo de futbol. –Dijo Haro guiñando un ojo y pidiéndole a los chicos que lo disfrutaran.
-Yo compraré ese video. –Se acercó Mike poniendo su brazo alrededor de Tess. Una vez pasó todo el alboroto de Karo, fue mi turno para hablar.
-Marcos, -tomé un micrófono para que todos me escucharan –como has podido ver, más bien como todos pudieron ver, nuestro amor no fue fácil ni sencillo, pero no me arrepiento de haberte conocido, te amo y se que tú a mí, y eso es más fuerte que cualquier cosa, incluso que esta enfermedad, sé que la venceremos, porque mientras estemos juntos. –Me arrodillé sacando de mi bolsillo una pequeña caja que contenía un anillo plateado, el cual coloqué en el dedo anular de la mano izquierda de mi novio. –No sé lo que la vida nos depare, pero sé que mi destino está ligado al tuyo. ¿Quieres estar siempre conmigo?
-¡Kyle! –El chico se encontraba dudoso. –Cómo has dicho, no sabemos lo que el destino nos tiene preparados, pero aquí y ahora, frente a toda esta gente, prometo amarte hasta el día en que me muera. –Tomó otro anillo que le dio Mike y me lo colocó a mí. Los dos nos abrazamos y entre lágrimas nos dimos un beso, todos los presentes aplaudían, algunos sonriendo, otros llorando pero todos atestiguando lo mucho que nosotros nos amamos.
Una vez que el evento terminó tuvimos que regresar al hospital, lugar en el que estuvimos sin salir por una semana más, durante todo ese tiempo yo permanecí junto a Marcos, a veces llegaban Karo y Tess para jugar juegos de mesa, o mis papás para llevarme algo de comida y ropa limpia, pues yo no iba para nada a la casa.
Esa vez estaban Karo y Tess con nosotros, Marcos apenas y se podía mover, y apenas y hablaba, pues le costaba mucho trabajo. Estábamos conversando acerca de las universidades a las que iríamos y que tal vez ya no nos veríamos tanto como antes.
-Chicos... –Habló Marcos en un tono que más bien parecía un susurro y pronunció su despedida. –Me divertí mucho con ustedes. Karo gracias por la película ha sido el mejor regalo, la vi todos los días, eres una gran artista. Tess, tú has estado conmigo toda la vida, eres más que mi amiga y eres mucho más que una hermana, no sé si Mike sea el chico para ti, pero no lo hagas sufrir mucho, él es un buen muchacho y creo que de verdad te quiere. –Las chicas se abrazaron mientras su llanto era incontenible.
-¡ENFERMERA, DOCTOR, ALGUIEN VENGA RÁPIDO POR FAVOR! –Grité desesperado, iba yo mismo a buscarlos pero Marcos usando sus últimas fuerza me tomó de la mano y me detuvo.
-Kyle... amor... –decía en susurros. –Dile a tu mamá que me perdone, no podré ir a comer mole a tu casa.
-¡Marcos no te atrevas a dejarme! ¡¿Me oyes?! –Pude sentir como la fuerza que oprimia mi mano poco a poco empezaba a ceder.
-Te amo. –Fueron sus últimas palabras antes de que sus ojos lentamente se cerraran. Di un último grito lleno de dolor, rabia y tristeza, me abracé a su cuerpo, aferrándome a él hasta el último momento. No sé que pasó pero mis fuerzas se comenzaban a ir, pude sentir que algo dentro de mí se desprendía, tal vez era mi alma desprendiéndose de mi cuerpo, lo último que recuerdo es que caí con los ojos cerrados sobre el cuerpo de Marcos, no me importaba si era en la vida o en la muerte, yo quería estar con él.
¿CONTINUARÁ?