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Cuando Un Chico Se Enamora De Otro Chico por Caballero de la Luna

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Notas del capitulo:

Hola pues aqué trayendoles otro capitulo. Quizá algunos no les gustó que se fuera Marcos, pero pues sigue presente en alucinaciones.

Bueno les dejo el capitulo, gracias por leer.

CAPITULO 12 – CUANDO BESÉ A OTRO

 

Lo que acababa de ver aún daba vueltas en mi cabeza, llegué al departamento y entrando comencé a desnudarme, dejando mi ropa regada por el suelo; con la respiración agitada y el cuerpo bañado en sudor, entré a la ducha y las heladas gotas de agua caían sobre mí en un desesperado intento por aliviar el calor que emanaba dentro de mí. Pero todo era inútil; a mi mente volvían una y otra vez la imagen de ese chico de cabello negro, es como si escuchara los gemidos de placer que su boca emitía; y la sensualidad con la que sus ojos me miraron invitándome a unirme a ese acto. Apoyé mis manos sobre la pared del baño y agité mi cabeza intentando olvidar todo lo ocurrido, pero era más fuerte que mi propia voluntad. Poco a poco mi miembro se iba endureciendo, inconscientemente lo tomé con mi mano derecha y empecé a masturbarme; imaginaba que me unía a ese chico, que lo despojaba de su delgada playera, que el desgarraba la mía, que me agachaba para darle placer con mi boca para luego él hacer lo mismo conmigo, sintiendo pasión, deseo, excitación. Casi perdí el equilibrio cuando finalmente logré acabar sobre mi mano, salpicando un poco el muro frente a mí. Lo había hecho, aunque fue breve, por un momento logré olvidarme de Marcos, de alguna forma sentí que estaba traicionándolo. Me senté ahí, golpeando el suelo con mis puños.

Durante el transcurso de la semana, evité ir a la biblioteca, no quería encontrarme a ese tipo por casualidad. Iba ya de salida cuando los vi venir hacia mí, Karo, Tess y Mike venían como a enfrentárseme.

-¿Qué hacen aquí? –Les pregunté indiferente.

-Nos preocupamos por ti hermano. –Karo sostenía un cartel en forma de corazón que decía “Te extrañamos Kyle”.

-Vinimos a ver cómo estabas amigo. –Pude notar que Mike y Tess, a quien no había visto de rubia, no se soltaban de las manos.

-Pues estoy bien, atareado. –Les enseñé unos libros de anatomía que llevaba cargando. –Así que si me disculpan...

-¡Hey! –La rubia se posicionó delante de mí, impidiéndome seguir avanzando. –Oye, no nos puedes tratar así, hemos sido muy pacientes contigo, ahora tenemos entradas para la película de Dragon Ball Z, a pesar de que yo sugerí ir mejor a ver la nueva película de Channing Tatum, lo menos que puedes hacer es venir con nosotros.

-No puedo. –Agaché la mirada y dejé que de nuevo las lágrimas cayeran sobre mi rostro, jamás pensé que el cuerpo humano pudiera producir tanta agua, pero estaba seguro que pronto me quedaría seco. –Marcos y yo prometimos ir juntos a ver, no la veré si no está él presente. ¡¿No lo entienden?! Para ustedes es tan fácil decirme que tengo que ser fuerte y que la vida sigue. Pero no sé cómo continuar. No sé cómo seguir viviendo sin él. Yo no tengo el corazón tan helado como el tuyo Tess, que parece que ya te olvidaste de él, eres una egoísta, traidora... –No pude seguir hablando porque recibí un golpe en el rostro, el agresor había sido mi amigo Mike.

-¡No te permitiré que digas eso de mi novia! –Me había golpeado con todas sus fuerzas. –Crees que porque actúa siempre tan altanera no sufre. Yo la he escuchado llorando a las tres de la mañana dentro de su baño, he estado con ella cuando despierta con pesadillas, todos la estamos pasando muy mal, no eres él único que sufre así que deja de quejarte y actúa como hombre, porque estoy seguro que Marcos se avergüenza de ti en estos momentos. Eres mi amigo y quiero ayudarte pero no lo haré si sigues actuando de esa manera. –Totalmente furioso tomó a las sorprendidas Tess y Karo y se las llevó del brazo, quedándome nuevamente solo siendo víctima de las miradas de los alumnos que habían presenciado eso.

-¡¿Golpeaste a mi hermano?! –Clark estaba anonadado ante la anécdota que mis amigos recién llegados a su consultorio le estaban contando.

-De acuerdo, se me pasó un poco la mano. –Mike sólo se encogió de hombros totalmente avergonzado por haber actuado de esa manera.

-¿Pero golpearlo? –Mi hermano mayor seguía reprendiéndolos. –Se suponía que iban a hablar con él ofreciéndole un entorno amigable.

-¡Por favor, hasta el Dalai Lama lo hubiera golpeado! –Tess se inmiscuyó en la conversación. –La verdad sí me sentí algo ofendida.

-Bueno... Ya no hay nada que se pueda hacer. –El psicólogo se dejó caer sobre su cómodo asiento y con sus manos echó para atrás su cabello. –Hablaré con él esta noche en el departamento. Regresen a sus casa, seguiremos en contacto.

Mi hermano se quedó solo en su oficina, en verdad estaba preocupado, quería ayudarme pues según lo que el temía podría terminar tratándose de un gran caso de depresión crónica que podría tal vez controlarse con medicamentos pero a como él observaba la situación tal vez tendrían que internarme en una institución mental y no quería llegar a eso.

Yo me encontraba leyendo en una de las bancas de la escuela, no quería regresar a la biblioteca para no encontrarme a ese sujeto. No podía concentrarme en leer nada, tal vez si había estado actuando mal con mis hermanos y mis amigos, incluso Tess se había portado bien conmigo, no tenía derecho de haberle hablado así.

-Ellos te quieren, ¿sabes? –Marcos se sentó al lado de mí, observé a mí alrededor y toda la gente había desaparecido. –En verdad están preocupados.

-Lo sé. –Le respondí dándole la razón, aunque inconscientemente sabía que me encontraba soñando, era agradable poder conversar con Marcos. –Oye... ¿estás decepcionado de mí?

-Jamás podría estarlo, yo mejor que nadie sé que eres un gran chico. Imagino estás pasando un mal momento por culpa mía, por eso no puedo responsabilizarte de nada.

-Tú no eres culpable de nada, lo que te pasó no fue culpa de nadie, así lo quiso el destino, pero no puedo evitar sentirme mal por no tenerte cerca de mí.

-Kyle... –Su rostro se fue acercando lentamente al mío, sabía lo que a continuación iba a pasar, los labios de Marcos, los extrañaba tanto ansiaba con toda mi alma volver a sentirlos sobre los míos.

-¿Qué pasa? –Ni siquiera pude abrir bien mis labios, abrí los ojos y me di cuenta que alguien me estaba besando así que lo empuje apartándolo de mí. -¿Quién eres?

-¡Oye! –Era el chico de la biblioteca. –Yo sólo te hacía un favor. Era obvio que estabas bajo una especie de embrujo que te había hecho caer en un profundo sueño, y era mi deber como un honorable caballero, liberarte de semejante maldición y obviamente funcionó.

-Aún no me has respondido. –Le recalqué muy molesto mientras que con mi mano me limpiaba los labios.

-Me llamo Bruno, es un placer. –Me extendió su mano que tras mucho meditarlo acepté saludándolo cordialmente.

-Kyle...Yo soy Kyle.

-Mucho gusto Kyle, y dime... ¿desde cuando eres voyerista? Porque sé muy bien que me viste el otro día en la biblioteca. –Mi cara se puso completamente roja, tomé mis cosas y comencé a caminar hacia el departamento de mi hermano, pero Bruno decidió seguirme. –No estoy molesto ni nada, debes en cuando es bueno tener público, observan todo desde una perspectiva diferente, y dime... ¿Lo disfrutaste? ¿O debo mejorar en algo? –No le respondí, me limité a seguir caminado acelerando cada vez más la velocidad, pero él me siguió hasta la puerta del departamento, rápidamente saqué las llaves de mi bolsillo e intenté abrir la puerta, cuando finalmente lo logré Bruno me impidió entrar. -¿A dónde vas conejo Blass? No vas a despedirte de mí, eso es grosero.

-¿Por qué me seguiste? –Pregunté, ahora estaba asustado, tal vez se trataba de un asesino sexual, en ese momento deseé no haber dejado de entrenar, le hubiera podido ganar muy fácil a ese sujeto en una pelea.

-No te seguí. Yo vivo en el piso de arriba, bueno en realidad lo comparto con mi hermana. –Quise volver a entrar pero Bruno me colocó de espaldas a la pared y me aprisionó entre sus brazos. –Ya te había visto antes, ¿sabes? Bueno, es imposible no fijarse en alguien como tú.

-¿No tienes a alguien más a quien molestar? ¿Por qué no vas a ver a tu amigo de la biblioteca? Seguramente estará feliz de verte.

-Él sólo fue uno más del montón... pero tú... –Con el dorso de su mano rozó mi cara y fue acercando su rostro cada vez más al mío. –Tú eres especial, y puedo sentir que también me deseas, lo vi en tus ojos esa tarde en la biblioteca. –No quería aceptarlo pero era verdad, tal vez era algo hormonal o no sé, pero muy en el fondo de mi ser lo deseaba. Sin querer impedirlo, Bruno acercó sus labios a los míos y me besó apasionadamente mientras introducía su lengua dentro de mi boca para juguetear con la mía. Era un beso diferente, totalmente diferente a los que había tenido con Marcos, quien era él único a quien yo había besado. Los besos de Bruno estaban llenos de deseo, pasión y excitación.

-¿Qué ocurre aquí? –Apareció mi hermano cargando en las manos bolsas del súper, mismas que dejó caer al verme besando con un chico extraño afuera de su departamento.

 

CONTNUARÁ...

Notas finales:

Algo corto el capitulo pero la historia está dando un cambio que me parece muy interesante. Ya ustedes dirán.

Muchas gracias por leer y nos vemos en el siguiente capitulo.


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