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Cuando Un Chico Se Enamora De Otro Chico por Caballero de la Luna

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Notas del capitulo:

No me tardé más que la semana habitual que me debo de tardar. No sé si les guste este capitulo, espero que sí, aunque no tiene mucha comedia.

Aprovecho para mandarle un saludo Muse Darkness, a Lady Hunter y a mis compdares Will y Luis José, porque sus reviews me inspiran a seguir escribiendo, gracias por su sincero apoyo, espero no decepcionarlos a ustedes ni a las demás personas que me regalan un poco de su tiempo al leer esta historia. Muchas gracias a todos ustedes.

CAPITULO 19 – CUANDO TE DEPRIMES

 

Katherine Ariadna Rosalba Octaviana, ese es el nombre completo que mis padres habían decidido para la chica que todos conocen como Karo. Mi hermana gemela, la única persona que de verdad había estado conmigo toda la vida, aunque solíamos pelear todo el tiempo cuando éramos niños, la verdad siempre hemos sido inseparables e incondicionales el uno con el otro, o eso era lo que yo había pensado.

-¡Animo chicos! –Gritó mi hermana irrumpiendo en el departamento de mi hermano, cargando su enorme mochila color purpura.–Traje palomitas para microondas y renté la película de Los Juegos del Hambre, ahora que ya sale la segunda parte, hay que estar bien frescos cuando vayamos a verla al cine.

-¿En serio era hoy Karo? –Mi hermano se estaba amarrando su corbata mi entras se veía en el espejo del baño. –Me va a ser imposible acompañarlos, tengo un Congreso de Psicología, normalmente no me gustan esas cosas pero es bueno estar en contacto con los nuevos descubrimientos y hacer contacto con gente importante. –Ponía un poco de gel en su oscuro cabello y abría la boca para ver si su dentadura no llevaba algún rastro de perejil. –Pero, véanla ustedes, yo me acuerdo perfectamente de lo que pasó en la anterior.

-Perdón pero yo tampoco puedo. –Mi hermano salió del cuarto, fajándose la camisa blanca en los pantalones entubados color café. –Hoy le van a hacer nuevas pruebas a Marcos y quiero estar con él, tal vez estos análisis revelen algo nuevo. –Mi hermana dejó caer su pesada mochila que ocasionó un fuerte ruido al chocar contra el suelo. –Perdona. –Dije en un tono más suave, notando su molestia. –Parece que es uno de esos días en los que todos están ocupados.

-No se preocupen. –Se dejó caer bocabajo en el sillón. –Ustedes hagan lo suyo, yo estaré bien.

Luego de que mi hermano se disculpara mil veces más, finalmente salimos del lugar cada quien a dónde tenía que ir. Aceptando que pasaría el día sola, sacó su laptop de su mochila y sin muchas ganas checó su perfil en Amor Yaoi, para ver si alguien había comentado la actualización de su fanfic, pero nada, ni un solo review nuevo, lo único que la hacía sentir bien en momentos de aburrimiento, era sentir como su ego se inflaba al leer lo mucho que la gente adoraba su manera de escribir, pero ese día ni eso tenía. Desganada, caminó al refrigerador y vio que sobre este había una caja de galletas con chispas de chocolate. Tomó una y la comió, el sabor era delicioso por lo que decidió comer otra que devoró aún más rápido que la anterior, luego llegaron una cuarta y una quinta, fue hasta que vio su imagen reflejada en el microondas, con los labios cubiertos de migajas, que decidió parar. Durante esa semana no había comido más que ensaladas y barras de fibra, además había hecho dos horas diarias en la caminadora que tenía en su cuarto, pero ahora se arrepintió y sintió que había arruinado todo su esfuerzo.

-Tengo que hacer algo, si me quedo aquí acabaré con toda la cocina.

Limpió su boca con una servilleta de papel, y pensó en marcarle a su amiga Tess, quizá ambas podían salir al centro comercial y criticar a la gente que transitaba por ahí. Le envió un whatsapp pero no parecía recibir el mensaje, y marcaba que no se había conectado desde el día anterior, estuvo viendo la pantalla por un largo tiempo y sin darse cuenta volvió a ingerir tres galletas más. Como no obtuvo respuesta, le mandó un mensaje a mis papás preguntándoles dónde estaban, tal vez podían ir a comer juntos a algún restaurant.

“Hola hija, aprovechando que te quedarías el fin de semana con tus hermanos, tu padre y yo nos vinimos a unas aguas termales. ¿Todo bien por allá?”

Era el colmo de los colmos, hasta sus padres la habían dejado, no le quedó más remedio que responder que todo iba de maravilla. Comenzó a alterarse, no sabía qué hacer, sentía que todo el mundo la había abandonado. Es inexplicable lo mal que te puedes poner de repente cuando planeas pasar el día con unas personas y estos te abandonan Pero aún le quedaba alguien más, pero le daba miedo mandar ese mensaje, no sabía qué respuesta obtendría, luego de meditar por largo tiempo mientras caminaba por el pequeño departamento, decidió enviarle un mensaje a Fe.

“Hola estoy en casa de mi hermano, pero estoy sola y aburrida, tal vez tú y yo podamos a hacer algo, claro, si tienes tiempo.” –Luego de borrar y volver a escribir el texto al menos unas treinta veces, finalmente se animó a mandarlo. Dejó el celular en la mesa intentando controlar sus nervios, fue a servirse un poco de agua pretendiendo que aunque no hubiera respuesta favorable no le afectaría. Luego de tomar el tercer vaso de agua, su celular sonó indicando que había recibido un mensaje, rápido se acercó a leerlo pero para su mala suerte sólo era uno de la compañía de teléfonos diciendo que en navidad no hay mejor regalo que un celular. Resignada, bloqueó la pantalla, pero en ese momento le llegó otro mensaje, era de Fe.

“Claro, justo estaba pensando a quién molestar. Deja que me ponga algo de ropa y bajo enseguida.” –No lo podía creer, sintió una sensación cálida que le quemaba el corazón, la chica que desde hace tiempo le gustaba había aceptado tener una cita, o algo parecido, con ella. Realmente estaba nerviosa, luego los tres vasos de agua hicieron su efecto y tuvo que correr al baño, fue justo cuando estaba sentada ahí dentro que el timbre de la puerta sonó, hizo todo lo que pudo para terminar lo antes posible, y salió corriendo a abrirle a la chica justo cuando olvidaba lavarse las manos, por lo que tuvo que regresar.

-Pasa. –Dijo abriendo la puerta. –Perdona que me tardé, estaba... leyendo y creo que la lectura me absorbió o algo.

-Descuida, he esperado más tiempo por cosas peores. –La chica llevaba su cabello castaño ondulado obviamente con un rizador, y una blusa de licra sin mangas color azul marino y jeans negros deslavados. -¿Y no está el doctor o tu hermanita llorona?

-Yo no tengo hermana... ah, te refieres a Kyle. No, ninguno está.

-¿Y qué tienes en mente? ¿Para qué me llamaste? –La invitada se sentó en el sofá para una persona y tomó de una mesa contigua las figuras de acción de los caballeros del zodiaco que Clark coleccionaba.

-¿Planeado? –Así es, mi hermana no tenía nada en mente, pues ni siquiera pensó que le responderían. –Pues, creo que mi hermano tiene un Jenga, también están los videojuegos. ¿Has intentado mezclar varios cereales en el mismo tazón? Creo que eso es un deporte extremo en algunas culturas.

-Todo eso suena bien, pero creo que se me ocurre algo mejor. –Fe se levantó de sofá y se acercó cuidadosamente a mi hermana para darle un beso en los labios. –Entre chicas todo es más divertido. –Karo sólo atinó a sostenerse del sillón pues el besó la dejó algo mareada. -¿Por qué no mejor subimos a mi departamento? Te garantizo que las dos la pasaremos muy bien.

-OK. –Tomadas de la mano y entre sisas cómplices las chicas subieron hasta el pent house que se encontraba en la parte final del edificio. Una vez dentro, Karo pudo notar lo lujoso que era, al parecer esos hermanos no escatimaban en gastos si de su comodidad se trataba. Los muebles eran de piel oscura, una pantalla LCD de 60” colgaba de la pared. Su cocina también era muy amplia y con acabados de madera. Tenían una terraza en la cual se encontraba Bruno, estaba desnudo, acostado bocabajo sobre una camilla, recibiendo un masaje de un hombre musculoso que sólo llevaba por ropa una tanga blanca.

-¡¿Tan rápido te aburriste de la niña esa?! –Preguntó el hermano mayor desde afuera, pero al alzar la mirada se dio cuenta de que Karo también había llegado. -¡Vaya pero si tenemos compañía! –Se sentó de lado y luego se cubrió la cintura con una pequeña toalla blanca, su cuerpo estaba brilloso debido al aceite que el masajista le estaba untando.

-Creo que esta noche no dormiré sola hermanito. –Fe volvió a besar a Karo, quien a pesar de sentirse algo incomoda por la mirada inquisitiva de Bruno, no dejo de rozar los labios de su compañera.

-Ah bueno, entonces permítanme ofrecerles al menos alguna bebida. –Karo sugirió jugo de uva, pues sentía los labios algo secos ya. –Everardo, por favor sírvenos un poco de jugo. –El chico con tanga blanca, llegó con tres copas de un líquido color purpura, mi hermana lo tomó pero no sintió que el sabor fuera el usual, pero al ver que sus compañeros lo ingerían con naturalidad, ella también lo hizo. -¿Y cómo está tu hermano?

-No quiero hablar de él. –Bruno le hizo una seña a su hermana quien de inmediato comenzó a besarle el cuello a la chica y el chico volvió a hacer la misma pregunta. –Fue al hospital porque le iban a hacer unas pruebas a Marcos.

-¿Y quién es Marcos? –Bruno tomó una botellita color café oscuro de vidrio y la acercó a su nariz y dio una pequeña olfateada para luego convidarle a su hermana.

-Su novio o algo así. –Fe también olfateó el frasco y ofreció un poco a Karo. –No gracias, yo no suelo andar inhalando cosas.

-Vamos Karo. –Intentó convencerla la chica. –Esto no es droga, sólo son poppers, te ayudará a estar mejor preparada para lo que vamos a hacer. ¿O quieres seguir siendo esa niña inocente a la que todos dejan sola? Nosotros te entendemos Karo, tú eres como nosotros, anda, no me rechaces. –Volvió a besarla, esta vez con un poco más de lengua que las veces anteriores, seducida completamente, Karo también inhaló un poco, sintiendo una leve punzada en la cabeza.

-Dices que es su novio. –Volvió Bruno a la plática. -¿Por qué nunca lo he visto? Y jamás lo mencionó la noche en que lo hicimos juntos. –Con la mirada llamó a Everardo quien comenzó a darle masaje, introduciendo su mano bajo la toalla del chico.

-Está en coma, se encuentra internado en el hospital “Los Ángeles”. ¿Te acostaste con mi hermano?

-Al parecer nuestros hermanos han juntado sus palitos. Bueno, creo que ya fue mucha plática. –Fe se levantó y ayudó a Karo a hacer lo mismo, mientras caminaban a su habitación, volteó para ver a su hermano quien sin emitir sonido, movió los labios diciendo “Gracias”. Una vez en la habitación, Karo se dejó caer en la cama y sintió la suavidad de las sábanas de seda que la cubrían, volvió a inhalar de nuevo el frasco, comenzaba a gustarle esa sensación. Fe se colocó encima de ella y la besó en los labios para luego pasar a su cuello, le alzó la blusa y pasó a besar su vientre.

-Oye. –Karo no podía casi ni hablar. –La verdad es que es la primera vez que yo hago algo como esto.

-¿Con una chica? –Fe le acariciaba las piernas.

-Con un ser humano. –La castaña se detuvo.

-¿Es tu primera, primera vez? –Preguntó con una sonrisa, por lo que mi hermana, avergonzada, sólo cubrió su rostro con una almohada, pero Fe la apartó y de nuevo la besó. –Pues para mí está será la primera vez, porque jamás había estado con una niña tan linda y dulce como tú. –Pronto la temperatura comenzó a subir y entre besos y caricias fueron quedándose desnudas, y prefiero omitir lo siguiente de la historia, pero ya ustedes se imaginarán todo lo que ocurrió.

Eran las 7 de la mañana cuando mi hermana despertó con un dolor de cabeza muy fuerte, estaba desnuda envuelta en una sábana y Fe se encontraba durmiendo, dándole la espalda en la misma situación. Con su celular alumbró el suelo para buscar su ropa, pues no quería prender la luz o abrir las cortinas para no molestar. Se vistió y salió del lugar sin que nadie la oyera, llegó hasta la puerta principal pero tenía llave.

-Permítame abrirle señorita. –Everardo se acercó para auxiliarla, al parecer el sujeto se levantaba temprano. –Estoy preparando el desayuno para los señoritos, ¿se quedará a acompañarnos?

-No. Gracias por abrirme, hasta luego. –Mi hermana salió tambaleándose del lugar, y agarrándose de los muros logró bajar las escaleras y llegar hasta la puerta del departamento de Clark, tomó su llave y entró. Las cortinas estaban cerradas y el ventilador sonaba en la sala, yo me encontraba dormido sobre una colcha en el suelo, vestía mi pantalón de pijama negro y tenía la boca abierta. Karo intentó ser sigilosa pero en eso escuchó que alguien había jalado la palanca del escusado, y del baño salió Clark.

-¿Ya te levantaste? –Preguntó mientras bostezaba y se rascaba el pecho. -¿Tienes puesta la misma ropa de ayer? ¿Por qué la puerta está abierta? ¿Apenas vienes llegando? –Mi hermana no pudo responder pregunta alguna porque de inmediato sintió la necesidad de vomitar, por lo que corrió al baño para hacerlo. -¡¿Acaso tomaste alcohol?! –Su tono era un poco más molesto.

-¿Qué pasa? ¿Por qué hacen tanto ruido? –Me levanté al escuchar el griterío de mi hermano y los quejidos de mi hermana al vomitar.

-No es nada que les importe. –Enojada tomó su cepillo de dientes y se lavó la boca. –Me voy a dormir. –Mi hermano la detuvo jalándola del brazo y la interrogó por sus ojos rojos y si había consumido drogas. –No vengas ahora fingiendo ser el hermano bueno y preocupado, tú fuiste el primero en abandonarnos. –Quise calmarla pero luego la agarró contra mí y su enojo era tan fuerte que cuando gritaba le salían lágrimas de los ojos. –Y luego te fuiste tú Kyle, la persona con la que había estado toda mi vida, cada noche jugábamos videojuegos o veíamos series o animes, y ahora me quedé sola, no tengo a nadie, los dos me dejaron y aunque venga a verlos igual se alejan de mí, ni siquiera en mi cumpleaños se acordaron de mí, no fueron capaces de darme ni una tarjeta, todo siempre trata sobre Kyle, como si fuera el rey del universo.

-Pero eso no es excusa para que te metas drogas. –Le recriminé intentando defenderme un poco, le miré como venía despeinada y la ropa mal arreglada. -¿Estuviste con un hombre anoche?

-¡Dios, ni siquiera saben que me gustan las mujeres! –Eso fue algo inesperado. –Además no eres nadie para recriminarme nada, yo no soy la que deja a su novio en coma para irse a revolcar con el vecino de arriba.

-¿Quién te dijo eso? –Ahora Clark me miraba con desaprobación. –Sólo fue una vez, y no sabes lo mucho que me arrepiento. Pero Karo, tú eres mi hermana, admito que todo lo de Marcos me tenía confundido pero fue gracias a ti y a Clark que logré superarlo, lamento no haber estado ahí para ti, pero te juro que ustedes son lo más importante para mí. –La abracé y no pude evitarlo y yo también me puse a llorar. –Prometo nunca jamás abandonarte y estar cada vez que me necesites.

-¿Por qué tengo unos hermanos tan problemáticos? –Clark se unió al abrazo y creo que al desahogarse, Karo se sintió mucho mejor, bueno y luego de volver a vomitar unas tres veces más.

Para la tarde, luego de que Karo ya estaba más tranquila, llegó de Tess de visita al cuarto, trayendo en sus manos un pan glaseado que había comprado.

-En serio, Tokio está lleno de gente, y todos se ven exactamente iguales, aunque creo que allá es fácil ser una idol. –La rubia traía puesto un Kimono rosa.

-¿A qué fuiste a Tokio? –Preguntó mi hermana mientras comía un poco de pan glaseado y leche.

-Pues fui por un encargo muy importante. –De su bolsa sacó un paquete de DVD’s. –Son de Junjou Romántica y están firmados por el mangaka, es producto 100% original, y no tienen subtítulos en español, así que podrás divertirte creando tu propia Fansub. –Las chicas se abrazaron. –Perdóname por no contestar tu mensaje ayer, pero no hay cobertura hasta Japón, pero si quieres hoy podemos hacer algo.

-Tess, de verdad eres mi mejor amiga. –Las chicas se volvieron a abrazar.

-Yo le pedí que trajera los de Sensitive Pornograph. –Dijo Clark quien le enseñó el DVD. –Este no le he visto, ¿quieres que lo veamos juntos después?

-Creo que este prefiero verlo sola. –También se abrazaron los dos. Luego fue mi turno de entregar mi regalo.

-¿Qué tal el mío? –Mi regalo era un poco extraño, era una camiseta blanca con un letrero que decía, “Hago Yaoi Por Pocky”. -¿Qué te parece? Te dejaré que me pasees en la siguiente convención usando esta camisa, perdona el retraso en los regalos, pero Tess quería ir ella misma a Japón.

-Kyle, de verdad me conoces. –Ahora nosotros nos abrazamos. –Chicos, perdón por dudar de ustedes, no sé qué cosa me pasó ayer.

-Ah, te pones así cada vez que te baja tu periodo, ya estamos acostumbrados. –Comenté con una sonrisa. –Entonces, ¿todo bien?

-Claro que sí.

Mientras nosotros festejábamos un no-cumpleaños, en el hospital Los Ángeles, mi novio recibía una visita inesperada.

-Así que tú eres ese tal Marcos. –Bruno había entrado a la habitación sobornando a uno de los enfermeros y se encontraba hablando frente a Marcos quien seguía durmiendo conectado a todos esos cables. –Veo que eres guapo, ahora entiendo porque Kyle no ha podido olvidarte, pero ya estás deberías morirte y dejármelo sólo a mí. –Mientras lo veía con mirada amenazadora y de odio, la mano izquierda de Marcos dio un pequeño salto. –Vaya, eso es interesante.

 

CONTINUARÁ...

Notas finales:

Un capitulo de Karo, creo que ya hacía falta, se lo ha ganado y creo que tiene sus fans.

Como pudieron darse cuenta no sé escribir lemon yuri, no tengo idea de cómo hacerlo, es un verdadero misterio, bueno no tanto así porque soy fan de parejas entre mujeres de algunas series, además mi hermana me hace ver animes yuri y los que he visto están bonitos, pero de ahí a que me salga escribir lemon es muy díficil.

Bueno, ¿qué creen que hará Bruno con Marcos? ¿Les parece Fe una buena pareja para Karo? No se pueden perder el siguiente capitulo porque es el final de la segunda etapa del fic, y lo que muchos esperan, el regreso de Marcos.

Gracias por seguir aquí y nos vemos la p´roxima semana, tengo que escribir mucho, ya me estoy estresando. 


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