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Cuando Un Chico Se Enamora De Otro Chico por Caballero de la Luna

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Notas del capitulo:

Hola, ya estoy aquí para traerles el final de la segunda temporada de esta historia.

Me salió bastante largo el capitulo, casi el doble de los otros, y es que pasan muchas cosas, a ver si no se hacen bolas, espero que no.

Habrá despedidas inesperadas, pero marcan el final de una etapa y una nueva está por comenzar. 

Espero les guste.

CAPITULO 20 – CUANDO OCURRIÓ LO INESPERADO

Me encontraba en una habitación totalmente blanca, no había paredes ni techo, y si los tenía no podía verlos, todo era tan claro, que me costaba trabajo tener los ojos abiertos. Yo estaba en una especie de cama, también era blanca y enorme, pude sentir que estaba desnudo, cubierto por una suave sábana del mismo color. Todo era tan suave y los sentidos los sentía muchos más agudos. Una vez teniendo control total de mis ojos observé hacía una ventana, la única en la habitación aunque no parecía estar sostenida en alguna pared, simplemente estaba ahí, conectando otro mundo.

-¿Por qué no vuelves a la cama? –Pregunté y mi voz se transformó en eco. Había un joven parado, sólo vestía unos pants color blanco y tenía el abdomen desnudo. Era Marcos, veía fijamente por la ventana sin parecer prestar atención a nada más.

-Ya he estado mucho tiempo acostado. –Volteó a verme y aunque quiso sonreír su cara no mostró gesto alguno. Al lado mío apareció acostado de repente un Marcos conectado a un montón de cables, esa imagen no pudo haber durado más de dos segundos. -¿Cuánto tiempo ha pasado?

-Un año. –Me levanté de la cama, caminando desnudo hacía él. -365 días en los que el sol no ha brillado para mí.

-No tienes pantalones. –Me miró de pies a cabeza.

-Creo que contigo no los necesito. –Intenté abrazarlo pero se desvaneció entre mis brazos, volteé a mi lado izquierdo y ahí estaba, la ventana inexplicablemente se había movido también y él seguía pendiente de ella. -¿Por qué siempre te me escapas? –Le pregunté y al no sentirlo cerca fue que me comencé a sentir desnudo.

-Yo no soy él. No es a mí a quien debes hacer esa pregunta.

-¿No eres Marcos? –Lentamente me acerqué a él, ahora traía puesto mi uniforme de futbol de la preparatoria, el mismo que traía puesto cuando ambos nos conocimos.

-Sí soy Marcos, pero... yo no soy el que decide. –Intentó caminar hacia mí per las piernas no le respondieron y perdió el equilibrio, yo llegué a tiempo para sostenerlo y evitar que se golpeara pero de nuevo se desvaneció y volvió a cambiar de lugar junto con la ventana. –Ya no quiero dormir. –Una lágrima cayó de su ojo derecho pero su rostro no expresaba dolor alguno.

-Te traeré de vuelta. – Mi tono de voz se alzó y retumbó todo el lugar. –He estado estudiando y creo que encontré la manera de que...

-No lo entiendes. –Me interrumpió. –Ya no quiero dormir, pero no quiero despertar.

-Marcos. –Tragué un poco de saliva, sentí mis labios secos. –El tiempo se acaba, la gallina de los huevos de oro se fue y es momento de salir al bosque, yo llevo las migajas de pan y planeo usar mis mejores galas.

-Allá afuera no hay un  bosque. –Por primera vez miré a través de la ventana y vislumbré un desierto interminable, kilómetros de arena que eran cobijados por un ardiente sol, cualquiera que intentara salir seguramente moriría de deshidratación. –Allá afuera no hay vida.

-Allá afuera estoy yo. –Y así era, me vi a mi mismo vestido como árabe montando sobre un camello. –En ese mundo me dejaste, pero he estado escarbando y tengo la esperanza de pronto encontrar agua, las mujeres de la aldea estarán muy agradecidas.

-Pero se acerca una tormenta. –El cielo afuera se empezó a oscurecer y una tormenta de arena comenzó a cubrir el desierto. –Cuando pase la tormenta decide si quieres llevarme a ese mundo.

Finalmente la tormenta nos envolvió y cuando el vidrió de la ventana se rompió, desperté de ese sueño que olvidé justo al instante. Como siempre mi hermano ya tenía listo el desayuno, platicamos un rato mientras comíamos y luego se marchó a su trabajo. Yo aproveché que estaba solo y use mi celular para hablar con una persona, no era alguien de fiar, de hecho se trataba de un ladrón, preguntando me contacté con un joven que trafica con drogas y pastillas, le pregunté si podía conseguirme una sustancia y que sólo ese hospital manejaba; había estado estudiando mucho y quizá esa era la clave para mejorar el tratamiento de marcos, sin que sus doctores se dieran cuenta yo había estado inyectándole esta sustancia y había notado cambios favorables en sus reacciones musculares. Esa llamada era ponerme de acuerdo con el chico, me indico el lugar y hora de nuestro encuentro así como el precio. Cuando terminé, me iba a poner a ver un poco de televisión cuando escucho que el timbre suena, abrí la puerta y un sujeto con un gran ramo de rosas que le cubrían la cara estaba parado frente a mí.

-Buenos días, amor. –Bajo el ramo y me di cuenta que se trataba de Bruno. -¿Me invitas un café?

-No soy tu amor. -Le respondpi tajante.

-Tomaré eso como un “adelante, siéntete como en tu casa” –Entró y ya ni siquiera me molesté en correrlo, seguramente vendría a alguna tontería y luego se iría, si le prestaba más atención a lo mejor se quedaría más. –Las traje para ti, toma. –Me ofreció el ramo y no tuve más remedio que aceptarlo.

-Gracias, ahora si ya terminaste...

-Que desconsiderado! Cuando tu hermana fue a mi departamento la tratamos como cliente VIP.

-Sí ya me dijo. –El chico se notaba nervioso, era la primera vez que lo veía actuar así. -¿Estás bien? –Sin decir más, se arrodillo, me tomó de la mano y finalmente lo dijo.

-Te amo. –Yo de inmediato me solté de él totalmente confundido pero volvió a agarrarme con más fuerza. –Jamás había sentido esto por nadie, para mí todo era sexo y diversión, pero esa vez que estuve contigo, sentí algo diferente. No había estado con nadie como tú. Tu pureza tocó mi corazón y por primera vez lo sentí latir, te amo Kyle.

-¿Es un chiste verdad? –Fue lo único que pude responder.

-¿Tú no me amas? –Preguntó confundido.

-Bruno, no te ofendas pero amo el dolor testicular más que a ti. –Me solté finalmente de él y lo ayudé a pararse, al parecer no era el resultado que he esperaba. –La verdad, ni siquiera me caes bien.

-Pero, te traje flores y me arrodillé.

-Te lo agradezco mucho. De verdad son muy bonitas, pero sucede que no puedo creerte, y aun cuando tus intenciones fueran ciertas, lo cual dudo, no puedo amarte porque yo ya amo a alguien más.

-Pero, son rosas rojas, simbolizan el verdadero amor y yo te las traje. Y prometo ser bueno, de verdad.

-Bruno, no te humilles, ni tú mereces eso. –Lo ayudé a parar y lo encaminé a la salida. –Ahora, me espera una larga mañana de ver infomerciales, hasta la vista. –Cerré la puerta, sin siquiera darme cuenta que había despertado a una bestia.

Mientras tanto mi hermana y Tess paseaban de compras por el centro comercial, habían recorrido casi todas las tiendas.

-Tenemos que cambiar tu estilo por completo. –Gritaba la rubia. –No por ser lesbiana, usarás camisas holgadas, jeans, y te coratarás el cabello de forma drástica. Estoy pensando en cambio completo de look, un nuevo corte de cabello, también lo teñiremos de otro color, necesitamos más vestidos, sobre todo si son entallados y cortos, ah y muchos tacones.

-Tess, para mí es más importante estar cómoda, y el usar ropa de diseñador no me interesa. –Decía mi hermana quien se reusaba a dejar sus camisetas negras con estampado de anime.

-Vuelves a decir algo así y te juro por Dios que te golpeó en un seno. –La chica contó hasta diez e intentó respirar. –Además, no me has presentado a ese chica misteriosa, no te preocupes, el día que lo hagas prometo ir desmaquillada para que no se enamore de mí; aunque quizás eso no baste, tendrás que prestarme también algo de tu horrible ropa.

-Por favor ya para. Cambiemos el tema. ¿Dónde está Mike? Hace tiempo que no lo veo.

-En un partido de futbol, creo. Eso me dijo, yo tampoco lo he visto mucho, de verdad lo extraño.

-Me sorprendes, amiga. Cualquiera diría que estás enamorada de verdad.

-Lo estoy. Pero tengo miedo de alejarlo con mi actitud, quizá no lo has notado porque eres mi amiga, pero a veces digo cosas muy insensibles.

-¿En serio? No tenía idea. –Dijo sarcásticamente aunque Tess no lo entendió. -¿Por qué no haces algo lindo por él? Podrías, llenarle el cuarto con globos de helio que digan “te amo”

-O... podría comprarme lencería nueva y sorprenderlo en su habitación para revolcarnos como animales mientras sus padres ven el noticiero de la noche. –Karo se le quedó viendo con desaprobación. –Vamos a comprar los globos.

Las chicas compraron los globos, y luego la rubia llamó a la madre del muchacho, quien dijo que no podía ayudarla pues estaba trabajando, pero la idea le pareció muy linda y le dijo dónde guardaban la llave de repuesto para que entrara a la casa a decorar la habitación y cuando Mike llegara se sorprendiera con el lindo detalle. Llegaron y encontraron la llave justo donde les habían dicho y entraron a la casa.

-¿Por qué te tengo que acompañar yo? –Se quejó mi hermana que cargaba el tanque de helio.

-Porque fue tu idea, además yo no podría arruinar mis uñas cargando objetos tan pesados. –Una vez dentro, comprobaron que la casa estaba sola, se dirigieron al cuarto de Mike, a donde Tess ya había entrado muchas veces ya. Mientras subían al segundo piso, encontraron en las escaleras, la ropa de Mike tirada, lo que las chicas vieron a continuación las dejó impresionadas, también había ropa de mujer regada junto a la de mi amigo.

-Tess... –mi hermana tragó saliva intuyendo la situación de la ropa regada en el suelo. –No quiero asustarte, pero parece que Mike fue atacado por Cell. (Referencia Dragon Ball Z) –Bien, mi hermana no sabía nada, pero Tess sí que lo sabía, rápido corrió hasta la habitación y deseo nunca haber abierto esa puerta. Mike se encontraba desnudo acostado bocarriba en la cama, teniendo sexo con una chica que estaba encima de él.

-¡Amor! –Fue lo único que el chico dijo al ver que su novia lo había descubierto siéndole infiel.

-¡Eres un desgraciado! –Mi hermana explotó, ya que su amiga no parecía reaccionar. -¿Cómo pudiste hacer algo así? –Lo que pasó a continuación fue tan sorprendente que mi hermana soltó el tanque de helio que aun cargaba.

-Tranquilas chicas, todavía queda mucho Mike para compartir. –La chica con la que estaba Mike mostró el rostro, se trataba de Fe, quien la situación más que incomodarle parecía divertirle mucho pues no dejaba de sonreír.

-No... –Karo sintió como el corazón se le rompía en miles de pedazos, Tess volteó a ver a su amiga, y comprendió que ella no era la única herida. Intentó detenerla pero salió corriendo.

-¡Karo, espero! –Quiso ir tras ella pero la mano de Mike apretando su hombro la detuvo.

-Amor, déjame explicarte. –Mi amigo se había cubierto las piernas con una sábana e intentaba en vano de justificarse, pero él ya no era importante ahora.

-¡Suéltame! –Fue la última palabra que le dirigió, antes de alejarlo con una fuerte patada en el abdomen haciéndolo caer junto a la cama, donde una muy complacida fe, fumaba un cigarro.

Fue entonces que Tess salió corriendo tan rápido como podía, para alcanzar a su amiga, pero Karo estaba tan fuera de sí, que cruzó la calle sin darse cuenta y fue arroyada por un conductor que no pudo hacer nada para evitarlo. El tráfico se detuvo y mucha gente se reunió en círculo alrededor de mi hermana que había quedado muy malherida, el sujeto que la atropelló llamó a una ambulancia que no tardó en llegar y llevó a mi hermana junto a su amiga acompañante, justamente al hospital donde estaba internado Marcos. Clark llegó de inmediato al hospital junto con mis padres, al parecer Karo estaba muy lastimada pero sobreviviría.

-¿Qué fue lo que pasó? –Le preguntó Clark a Tess mientras mis padres hablaban con el médico.

-Es una tormenta. –Fue lo que le respondió, y volvió a comenzar a llorar escurriéndosele todo el delineador. –Karo y yo estábamos de compras, y decidimos ir a casa de... –Pronunciar su nombre le esa difícil. -...de Mike y lo encontramos en la cama junto con Fe.

-Dios mío. –Mi hermano abrazó con gentileza a la chica. -¿Estás bien?

-Yo no soy la que está hospitalizada. –Mustió una sonrisa.

-¿Hay algo que pueda hacer por ti?

-Aún me queda un último ataque, y a decir verdad, necesito tu ayuda, para hacerlo, debo ir a mi casa por algo, te hablo y nos ponemos de acuerdo.

-Claro. –Se despidieron con un beso en la mejilla y la rubia se fue a donde su chofer la estaba esperando.

Mientras tanto yo caminaba por las oscuras calles de la ciudad a mi encuentro con el proveedor. Llegué al lugar indicado y a lo lejos pude ver entre las sombras a un hombre vestido con ropa oscura y un pasamontañas color negro que le cubría el rostro.

-¿Tienes mi encargo? –El chico me mostró las suspensiones. –Aquí está tu dinero. –Le ofrecí pero el bruscamente me tomó de la mano. -¿Qué haces? Aquí traigo lo que acordamos.

-¡El trato cambió! –Su voz se me hacía ligeramente familiar. –Si quieres tu paquete, tendrás que hacer algo con mi paquete primero. –Se tocó la entrepierna. –Anda, ponte de rodillas, ya sabes que hacer. –Lo pensé por un momento, pero era el único con el tratamiento de Marcos, y estaba seguro que con eso podía curarlo. No me quedó más remedio, me puse de rodillas y me dispuse a abrirle el cierre del pantalón, era un pequeño precio si con eso traía a mi novio de vuelta. –No puedo creer que ames tanto al comatoso.

-¿Bruno? –Sabía que se me hacía conocida la voz. -¡Eres Bruno!

-Sí, que listo eres. –Se quitó el pasamontañas y mostró su rostro.

-¿Qué pasó con el sujeto que siempre viene?

-Le hice una mejor oferta. Pero no te detengas, termina lo que estabas a punto de hacer.

-Eres un desgraciado, y todavía esta mañana viniste a decirme que me amas.

-Te amo. –Repitió. –Pero que el amor no es lo que nos unió, fue la pasión, el deseo. Y voy a demostrarte lo mucho que te amo. –Tiró las suspensiones al suelo y yo recé para que ninguna se hubiera roto, luego me tomó con fuerza de los hombros, yo me quería escapar de él y sin querer resbalé, golpeándome la nuca con un ladrillo que había tirado, el dolor fue inmenso y dejé escapar un grito. –Si amor, grita, sé que lo deseas.

-¡Basta, por favor, te lo ruego Bruno! –Escurrían lágrimas de mis ojos, jamás me había sentido tan indefenso, no tenía fuerzas para resistirme, y en el suelo él seguía intentando poseerme. Me desgarró la camisa y besó mi pecho sin dejar de repetirme lo mucho que me amaba. Me dio media vuelta y me colocó bocabajo contra el piso, intenté arrastrarme para huir pero me era imposible, por suerte, encontré una botella de vidrió a mi alcance y tomándola, la rompí con fuerza contra su cabeza, y lo alejé con una patada. -¡Ahora sabes bien por qué jamás podría amarte!

-Kyle... –Dijo mi nombre como si él también estuviera sorprendido por lo ocurrido. Aproveché el momento, tomé el paquete, y con dificultad me puse en pie y comencé a correr tanto como pude. No alcancé a llegar muy lejos, me escondí entre contenedores de basura, y le hablé a mi hermano, dándole mi ubicación para que fuera a recogerme. Al llegar, notó el estado en que me encontraba y me ayudó a subir al auto, y emprendimos marcha.

-¿Te intentaron asaltar? –Yo no respondía. -¡Maldición Kyle, necesito saber!

-No... No fue un asalto.

-Hermano, no puedo ayudarte si no me dices nada. –Su tonó cambió, era más suave. Clark había pasado por mucho ese día.

-Estaba caminando... –comencé a relatar, omitiendo la parte en la que me encontraba con un traficante. –Me encontré a Bruno y él... intentó violarme.

-¡Bruno! –Suspiró enojado.

-No hizo nada, me defendí, pero me golpeé la cabeza, con un analgésico estaré bien.

-¡Estoy harto de esos dos! Por su culpa, Karo está en el hospital y ahora te hacen esto. ¡Voy a acabar con ellos!

-¿Cómo que Karo está en el hospital?

Me explicó la situación, y antes de ir al hospital, pasamos al departamento para que me cambiara de ropa y no preocupar a mis padres. Por suerte cuando llegamos, Karo ya estaba más estable y fuera de peligro. A la mañana siguiente las cosas no estaban tan bien para Bruno, quien había pasado toda la noche tomando en su departamento.

-Que malo eres hermanito. –Fe justo se iba despertando y traía puesto sólo una blusa delgada de tirantes y unas pantaletas. -¿Por qué no me invitas?

-¡Déjame solo! –Le respondió con voz alcohólica.

-Ay, que amargadito amaneciste hoy. –En eso, tocaron el timbre, y su mayordomo stripper fue a atender. Se trataban de Clark y Tess quienes habían llegado. -¡Vaya pero si es la novia! ¿Has venido a pedirme consejos sobre cómo satisfacer a un hombre? –Tess quiso abofetearla pero mi hermano la detuvo.

-¿Cuánto tiempo? –Fue lo que la rubia le preguntó a la chica, refiriéndose al tiempo que había estado con Mike.

-Pues... desde que dejó de acostarse contigo. –La chica rio con malicia, pero esta vez una bofetada la golpeó con fuerza. -¿Crees que puedes venir a golpearme a mi propia casa? ¡Everardo, sácalos de aquí!

-No iremos a ningún lado Fe. –Aseguró mi hermano. –La que se va eres tú. Tenemos los registros, y al parecer te escapaste de una institución mental, tenemos todos los datos.

-¡Ustedes no pueden hacer eso! –De inmediato, dos enfermeros fortachones entraron al lugar y la tomaron por los brazos, pero la chica enfurecida no dejaba de patalear e intentar resistirse. -¡Bruno, diles que estoy bien! ¡Bruno, no dejes que me lleven! –Su hermano sólo estaba cabizbajo, perdido en el alcohol. -¡Voy a regresar y créanme que van a lamentar esto!

-Adiós, loca. –Se despidió Tess aventándole un besito, y los enfermeros se llevaron a Fe finalmente.

-Ahora, tú. –Clark se dirigió a Bruno. –Sé muy bien lo que le hiciste a Kyle, él no quiere denunciarte, pero te aseguró que si te vuelves a acercar a él yo mismo te destruiré. Te irás de este lugar si sabes lo que te conviene. –Bruno no respondió, seguía perdido en su mente, tal vez también debería estar en una institución mental al igual que su hermana. Clark y Tess salieron del departamento, dejando al chico completamente solo, a excepción de su fiel sirviente.

Los días pasaron, y aunque seguía internada, ya Karo estaba un poco mejor, incluso se divertía jugando a las carreras en silla de ruedas con otros niños que estaban internados, aunque seguía muy afectada por lo ocurrido, pero poco a poco lo iba superando. También fue difícil para Tess, sobre todo cuando tuvo que confrontar a Mike una última vez, donde este se despidió para siempre de ella sabiendo que no lo iba a perdonar, inclusive se despidió de mí, diciéndome que lamentaba lo que había hecho y sabía que había arruinado las cosas, por un lado era mi amigo y lo extrañaría, pero en esta situación tenía que estar del lado de mi hermana, y Mike era un recordatorio de lo que había pasado, nos despedimos en un abrazo, deseándonos a cada quien la mejor de las suertes.

Esa tarde, mis hermanos, Tess y yo, nos encontrábamos junto a Marcos en su habitación, nos gustaba reunirnos ahí para hacerle compañía de alguna forma, además yo siempre hacía ejercicios con él para que no le costara trabajo mover sus músculos cuando despertara.

-¡Quiero ir a dar una vuelta al jardín! –Replicó mi hermana desde su silla de ruedas. A todos les pareció una buena idea, pero yo me quedé un momento diciéndoles que los alcanzaba en un momento.

Una vez que se fueron, tomé una jeringa y sujeté el brazo de Marcos para inyectarle la solución que yo creía que lo haría despertar. Esperé un momento a ver si ocurría alguna reacción, aunque ya llevaba días inyectándosela y nada pasaba, pero ese día fue diferente.

De pronto, observé en la máquina que su ritmo cardiaco comenzó a acelerarse, una alarma sonó y yo escondí mis instrumentos en la basura. Un doctor y enfermeras comenzaron a llegar, lo había logrado, el corazón de Marcos latía de manera normal otra vez y le habían quitado el respirador para examinarlo. Pero algo salió mal, comenzó a tener taquicardia, era tan fuerte que su apacible rostro dormido mostraba un intenso dolor. El aceleramiento era tan brusco que inevitablemente le causó un infartó haciendo que su corazón se detuviera.

-Otra vez no. –Era mi culpa, le había ocasionado a Marcos una reacción extraña y ahora tenía un paro cardiaco. Me arrinconé, yo era el responsable, por querer curarlo yo mismo, había matada a mi novio que quizá si hubiera seguido el tratamiento de los doctores especialistas hubiera despertado. El medico tomó su aparato de electroshocks y comenzó a resucitarlo, varios intentos fallidos después, finalmente declaró la muerte definitiva de Marcos. Las enfermeras y todo el equipo se alejó, y doctor se disculpó diciendo que sentía mucho mi perdida pero ya no había nada más que pudieran hacer. -¡No, Marcos! –Me aventé hacia él y lleno de rabia y lágrimas en los ojos comencé a darle puñetazos en la cara. -¡Eres un maldito cobarde! _las enfermeras intentaron detenerme pero no pudieron, ahora comencé a darle golpes en el pecho. -¿Crees que la vida es muy dura? ¡Ni siquiera tienes el valor de enfrentarla! ¡Prefieres darte por vencido y morir! –Fue entonces que la máquina del corazón volvió a latir y Marcos, quien estaba debajo de mí, dio un alto y abrió los ojos.

-Fuego. –Fue lo primero que dijo, y no lo entendí muy bien, cuando escuchamos una poderosa explosión en los pisos de arriba, de inmediato el lugar se vio en vuelto en llamas y las incendiadas vigas del techo comenzaron a caer sobre nosotros. Gente corría asustada por los pasillos, otros más se hallaban envueltos en llamas gritando de desesperación, algunas enfermeras habían quedado muertas aplastadas cuando el techo de la habitación comenzó a derrumbarse. Lo único que pude hacer en ese momento fue envolver a Marcos con mi cuerpo para de alguna forma protegerlo, él estaba asustado y no comprendía bien lo que estaba pasando, sentí sus uñas aferrarse a mi espalda, mientras veíamos el lugar entero derrumbarse.

 

CONTINUARÁ...

Notas finales:

Pues ya Marcos despertó y Kyle lo agarró a golpes, en la escena final quería hacer algo similar al episodio 10, en la que todos lloramos y sufrimos, ahora quería expresar furia, rabia, desesperación, no sé que piensen pero para mi no hubo amor y es que Kyle ha cambiado tanto, tal vez hizo lo incorrecto al no dejar ir a Marcos.

Ay se nos fue Mike, pero es que el pobre lo tenía trabajando en otro fic también, no se daba abasto el pobresito, y como al final decidí dejarlo en el otro, pues dije, si va a salir de esta historia quiero que haga algo malo y pues ahi estuvo, y aunque no salia mucho, lo voy a extrañar, y si quieren seguir leyendolo, pues vayan a ver mi otro fic, se llama "Se enfría mi café", está...bueno creo jaja.

Con Fe y Bruno no sé que hacer, tal vez vuelvan quizá no, ahí si necesitaré de su opinión. Yo creo que Bruno todavía puede dar más, aunque no lo he pensado bien.

Y bueno este fue el final de la segunda etapa. lo que sólo es una excusa para decir que me voy de vacaciones y que saldré con mi familia asi que quizá no tenga tiempo para nada, y necesito  tomarme mi tiempo para escribir, tengo que pensar bien cómo continuar todo esto, digo ¿un incendio? ¿cómo diablos los voy a sacar de ahí? Pero bueno, estense pendientes porque esto todavía va para largo, sólo es un pequeño break.

No creo tardarme otro año en actualizar, pero les deseo Feliz Navidad si no he vuelto para ese entonces.

La verdad estoy muy feliz con las cosas tan bonitas que siempre me escriben, de verdad no creo merecerlas pero pues no se las niego jaja.

En fin, ya me extendí mucho, les mando un abrazo bien fuerte y recen para que Santa me traiga un novio este año, bueno me conformo con dinero. 

Hasta pronto.


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