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Cuando Un Chico Se Enamora De Otro Chico por Caballero de la Luna

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Notas del capitulo:

Sí ya tenía tiempo sin actualizar este fic, perdón es que tengo muchos compromisos de trabajo y estoy algo triste porque un amigo se va a otra ciudad y si a eso le sumamos la falta de inspiración....ufff

Pero bueno, aquí estoy con ganas de seguir escribiendo, espero que les guste este capitulo!!!

CAPITULO 3: CUANDO NOS ACERCAMOS.

 

Cuando noté que Marcos estaba cayendo desmayado, rápidamente solté el balón y logré atraparlo entre mis brazos antes de que su cuerpo se golpeara contra el suelo. Intenté hablarle, gritando su nombre para ver si con eso reaccionaba, pero al no obtener respuesta, lo levanté y lo llevé cargando hasta mi casa. Entré, y lo recosté sobre uno de los muebles de la sala.

-¡Papá, ven rápido! –Mi padre es médico general y esperaba que él pudiera hacer algo para ayudarlo.

-¿Qué pasa hijo? –Entró mi papá preocupado al escucharme tan alterado.

-Es mi amigo... estábamos jugando y... –Mi padre comenzó a checarle el pulso, cuando Marcos lo jaló hacia él y le susurró al oído algo que yo no pude escuchar; mi papá rápidamente corrió hasta dónde tiene sus medicamentos de emergencia, sacó una sustancia y procedió a inyectársela en la vena del brazo. Al hacer esto, mi amigo rápidamente volvió a quedarse dormido.

-Vengan... –mi padre sacaba a mi hermana y a mi mamá de la habitación –dejémoslo descansar.

-Yo me quedaré con él. –Mientras mi familia se retiraba, yo me quedé observándolo, al parecer el medicamento que le administró mi papá estaba funcionando, pues su rostro se veía más tranquilo; creo pasé una hora observándolo sin poder moverme, pude ver su pálida y suave piel, su rostro tan encantador y sus labios; sin darme cuenta fui acercando mi rostro al de él, sentir su calor me llenaba de una excitación incontrolable, cuando estaba a punto de darle un beso, su boca se movió.

-¿Capitán? –Despertó en el momento más inoportuno -¿Qué está haciendo?

-¿Yo? –Mi cara se puso de su nuevo y habitual color rojo –Sólo intentaba tomarte la temperatura –acerqué mi frente a la de él –Parece que estás muy bien. –Me limité a reír nerviosamente.

-Pues creo que tú eres el que tiene fiebre, estas muy caliente –me contestó tocando su frente con su mano para luego sentarse en el sillón –Perdóname por las molestias que te causé.

-No fue nada, me alegra haber estado ahí para ayudarte. –De pronto hizo un esfuerzo por levantarse -¿Qué estás haciendo?

-Me voy a mi casa, no quiero causarte más molestias.

-Pero estás muy débil –intenté detenerlo –creo que si no hay inconveniente, deberías quedarte a dormir conmigo. –Me volteó a ver con rostro de sorprendido –En camas diferentes por su puesto... y con ropa.

-¿Crees que tus familiares me acepten? –Me preguntó con cierta timidez.

-Claro, además ya conoces a Karo, y a mis papás de seguro les caerás muy bien.

-Veo que ya despertó tu amigo –Entró mi mamá con una charlo con sándwiches. –Justo a tiempo para la cena.

-Rápido, rápido. –Apareció a toda velocidad mi hermana, sentándose en el sofá. –Pon rápido Desperate Housewives.

-¿Ven esa serie? –Nos preguntó mi amigo.

-Esa y muchas otras, -llegó mi padre con un vaso de refresco en la mano, y se acomodó para ver la tele.

-Es costumbre para nosotros –le expliqué –ver series juntos a la hora de la cena.

-¿Está bien que me quede? –Se volvió a excusar –No quiero invadir su espacio.

-Tu siéntate y ve la tele con nosotros. –Terminamos de ver el capitulo y nos levantamos del sillón para irnos a dormir, pues al día siguiente era lunes y todos íbamos a estar muy ocupados. -¿Quieres llamar a tu casa para avisar que te quedaras?

-Claro. –Tomó el teléfono y marco su numero y habló con el hombre que le contestó -¿Lauro? Soy Marcos, me quedaré en casa de un amigo... no te preocupes estoy bien... te encargo mucho la casa... buenas noches. ¡Listo! –Volvió a verme con una sonrisa.

-¡Vamos! Te llevaré a mi habitación. –Entramos, la verdad no es muy grande, tengo una cama tamaño matrimonial, un televisor, unos estantes con juguetes, posters de cantantes, y un baño, para mí es más que suficiente. –Perdona el desorden y lo pequeña que es.

-Es perfecta, -entró y observaba todo un tanto maravillado –gracias por compartirla conmigo.

-Tengo algo de ropa –le pasé un short y una playera –por si quieres cambiarte y darte un baño.

-Gracias –sin aviso se quitó la camisa dejando su blanco pecho al descubierto; toda mi sangre comenzó a fluir directo a mi... cerebro, lo que me impidió pensar claramente, creo que él se dio cuenta. –Perdón, -se avergonzó esbozó una risa de nervios–es que estoy acostumbrado a desnudarme en mi cuarto.

-No te preocupes, por mí no hay problema –me recosté en mi cama apoyando mi cabeza sobre mis brazos, mirando al techo paro poder ordenar mis pensamientos; de reojo pude ver como entraba al baño de mi habitación, y aunque cerró la puerta, al poco tiempo empecé a escuchar como caía el agua de la regadera, y en mi mente sólo estaba la imagen de su delicado cuerpo desnudo refrescándose, lo único que nos separaba era una estúpida puerta. Se me ocurrió un plan para acercarme más a él y tal vez poder espiarlo, decidí que ese sería un perfecto momento para entrar y lavarme los dientes. -¡Entraré a lavarme la boca! –Grité con un tono robótico que se produjo gracias a mi nerviosismo, abrí la puerta del baño y sin esperarlo me encontré con Marcos completamente desnudo y con su cuerpo húmedo goteando, nos quedamos viendo como por cinco segundos cuando reaccioné y completamente cohibido, salí del baño cerrando la puerta tras de mí. -¡Perdón! ¡Perdón! ¡Perdón! –Le repetía completamente avergonzado. –No pienses que quería espiarte.

-¿Debería pensar eso? –Abrió la puerta pero para mi desgracia ya llevaba puesta la ropa que le había prestado. -¿No me habrás traído a tu habitación para hacerme cosas pervertidas, o sí?

-¿Cómo crees? Pues somos amigos, es algo normal; los dos somos hombres y además –suspiré –tú tienes novia.

-Ahh –suspiró él un tanto decepcionado. Me di un baño rápido con agua helada, que mucha falta ya me hacía, y al poco tiempo salí para acomodarnos para dormir, los dos en la misma cama, el sólo pensar en eso hacía que la ducha fría perdiera su efecto. Apagué la luz y nos acostamos.

-Parece una chica linda –empecé a hablarle en plena oscuridad –me refiero a Tess.

-Es la mejor, ella ha estado conmigo toda la vida, la quiero como no he querido a nadie. –Verdaderamente la quería mucho, en ese momento todas mis esperanzas se vinieron abajo. –Es por eso que debo terminar con ella.

-Espera... –pregunté incrédulo. -¿Qué?

-Es lo que debo hacer, ya le he ocasionado muchos problemas. ¿Sabes? Mis padres murieron cunado yo era niño, no tengo hermanos o más familia. El padre de Tess, era el mejor amigo y socio de mi padre, él ha cuidado de mí desde entonces, aunque vivo solo en mi casa, tanto él como Tess, siempre han procurado mi bienestar. Y ahora que se acerca el final, no quiero arrastrarlos conmigo.

-¿De qué hablas? –Me levanté un poco, apoyando mi cuerpo sobre mi brazo para poder verlo mejor.

-Estoy enfermo, y aunque los doctores todavía no lo confirman, sé que lo que tengo es muy serio.

-Pero la medicina avanza muy rápido y...

-No lo suficiente. Estoy tranquilo, ¿sabes?, no tengo remordimientos, he aceptado la vida que me tocó.

-Pues yo no lo aceptó –le dije en tono firme al tiempo que me coloqué encima de él –No estoy dispuesto a dejarte oír ¿me oíste? ¡No quiero volver a escuchar que estás resignado! ¡Tienes que luchar y yo estaré contigo! –No me pude contener y lo tomé entre mis abrazos abrazándolo fuertemente. -¡No te atrevas a dejarme!

-Prometo que... daré mi mejor esfuerzo.

A la mañana siguiente, nos despertamos y arreglamos para irnos a la escuela, mi mamá me dijo que Karo se había adelantado, lo cual se me hizo muy extraño; una vez listos salimos de la casa, mientras caminábamos no hablamos mucho, más bien disfrutábamos de la compañía del otro. Unas cuadras más adelante pude ver a mi amigo Miguel esperándome.

-¡Mike! –Lo saludé con un gesto de mi mano. –Perdón por la tardanza.

-No hay problema. Veo que hoy tienes compañía.

-Sí, -le respondí –es mi amigo Marcos, lo conocí el sábado, y va en nuestra escuela.

-¡Es un placer conocerte! –Contestó Marcos en voz alta y muy nervioso.

-Lo mismo digo. –Seguimos nuestro camino, mi amigo Mike no es de las personas que hablan mucho, es un tipo serio, por eso me cae muy bien. Cuando llegamos a la escuela, se oyó el estruendo de una molesta voz femenina.

-¡¿Dónde has estado?! –Era la pelirroja Tess, que vestía ya su habitual falda a cuadros cafés y su blusa blanca, ya que ese era el uniforme de las chicas. -¡Fui a tu casa y no estabas, luego te llamé al celular y me mandaba al buzón!

-Perdón Tess –se disculpó el chico. –Lo que pasa es que me quedé a dormir en casa de Kyle y mi celular se descargó. Incluso tuvo que prestarme un uniforme, te digo que todo esto pasó de improviso.

-En serio estaba preocupada –se acercó a abrazarlo con lagrimas en los ojos –pensé que a lo mejor tú...

-Descuida –correspondió el abrazo –nada grave me pasó, estoy bien. Por cierto, tengo algo importante que decirte –Le tomó de la mano y la llevó a un lugar a parte para hablar. –Esto es muy difícil para mí, -titubeaba al hablar, le costaba mucho trabajo articular las palabras correctas, pues a pesar de todo, ella era la única amiga que había tenido, -quizás tomes esto a mal pero...

-¡Quiero que terminemos! –Dijo abruptamente la pelirroja para sorpresa de su ahora exnovio. –La verdad he analizado bien las cosas y me dí cuenta que te quiero más como a una amiga o incluso como a un hermana. Es por eso que... –las lágrimas le brotaron de los ojos.

-Tess –quiso alcanzarla pero la chica lo evitó.

-¿Es lo que quieres decirme, no?

-Yo... –El pobre chico se sentía muy mal.

-No quiero atarte a mí, tu sabes perfectamente cuál es mi condición, dentro de poco tiempo voy a empeorar y...

-Y no quieres que la persona que esté a tu lado sea alguien a quien no amas. Pero te aviso que no me pienso separar de ti, tendrás que aguantarme hasta tu ultimo día... –la chica le dio la espalda y comenzó a caminar –aunque sea solo como amiga. Solo espero que la persona que pongas en mi lugar sea lo suficientemente fuerte como para aguantar lo que pasará.

 

CONTINUARA...

Notas finales:

Bueno espero que les haya gustado, proximamente escribiré la continuación, así que no se desesperen, de que la escribo la escribo jaja.

Del que no sé si continuar es un fic que se llama "Heliotropos Blancos", no sé si alguien lo haya leido, lo que pasa es q le puse ese titulo por mi novio... o ex-novio más bien, y no sé, me trae recuerdos tristes, sé que es tonto, pero así soy, entonces me gustaría saber si quieren que lo continue o no...

 

Espero sus comentarios, no sean malitos, nos vemos en el proximo capitulo, cuidence mucho!!


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