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Cuando Un Chico Se Enamora De Otro Chico por Caballero de la Luna

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Notas del capitulo:

Hola, la magia del Halloween me ha traido desde la tierra de los muertos y regreso con una actualización para este fic, mi tradicional y desquciado capitulo de Halloween.

Espero que les guste.

CAPITULO 34 – CUANDO NO ERES TÚ MISMO.

 

Habían pasado ya dos semanas desde el incidente con el conejo, la policía no había resuelto nada sobre el homicidio de Mike y según averiguamos después, dejarían el caso como sin resolver; vaya sistema de seguridad que tenemos. En cuanto nosotros, todo había estado muy tranquilo, habíamos vuelto a nuestra vida habitual, ningún incidente preocupante se había llevado a cabo, la nube que nos atormentaba finalmente parecía alejarse, pero una cosa peor se acercaba, Halloween.

-Odio el Halloween y odio disfrazarme. –Rezongaba mientras me recostaba en la cama que compartía con mi novio. –No entiendo por qué a ti te gusta tanto.

-Pues desde niño nunca tuve la oportunidad de disfrazarme o de pedir dulces, y no sería malo que compartieras mi entusiasmo. –Marcos buscaba entre un montón de disfraces, que había pedido por internet, uno que le agradase; pero los esqueletos, fantasmas y piratas no parecían agradarle del todo. –Quiero disfrazarme de algo que impacte.

-Por mí puedes usar tu traje de “Adán”, eso dejaría a más de uno con la boca abierta. –Me miró con una sonrisa pícara. -¿Pero qué hay de la fiesta? Nosotros no nos hemos distinguido precisamente por ser socialités.

-Pues quiero encajar con los chicos de mi universidad, y aunque no fue mi idea, se me hacía grosero no realizar la fiesta aquí luego de que me lo pidieron unas cien mil veces. Además, todos nosotros necesitamos relajarnos.

Vaya que sí lo necesitábamos, enfermedades asesinas, conflictos escolares, sociópatas asesinos, incendios, misterios sin resolver, creo que una tonta fiesta era el menor de los problemas. De hecho mi desconfianza hacia Luc había disminuido, se había portado muy bien, cocinaba y hasta lavaba nuestra ropa interior, alguien que toca calzones ajenos no puede ser una mala persona. Entre los tres decoramos el lugar, calabazas brillosas, telarañas y murciélagos colgaban del techo, hasta habíamos instalado un sistema de sonido envolvente 5.1 para que sonaran ruidos de tormenta y arrastre de cadenas.

Ya eran las 7 en punto y primero llegaron Tess y Clark, la chica iba disfrazada con un diminuto y entallado vestido verde y de su espalda salían alas de hada; por lógica mi hermano llevaba orejas de duende, un ridículo gorro y el complemento de atuendo de Peter Pan.

-Vaya Tess… -Exclamé al verla. –De verdad sabes cómo destruir una inocente figura infantil con tu pervertida actitud.

-Silencio Keyla. –Odiaba que me llamara así. –Ya quisieras tú ponerte uno de estos vestidos. Además, ¿tú de qué estás disfrazado? ¿De mendigo a punto de morir? –Llevaba mi antiguo uniforme de futbol que usaba en la prepa que ya estaba algo desgastado por tanto uso, y no me había afeitado pues escuché que las barbas estaban de moda.

-Basta de peleas. –Intervino Clark como siempre de mediador entre nosotros. –Hoy es un día para relajarnos y divertirnos como niños, por favor no peleen.

Marcos, estaba disfrazado de Sherlock Holmes y se veía muy chistoso arreglando todas las cosas; Luc, su ayudante, estaba disfrazado como Harry Potter, pero su gabardina era demasiado grande y se tropezaba a cada paso que daba, debo admitir que los dos se veían muy bien. Al poco rato llegó mi hermana, ella no estaba disfrazada pues consideraba todo este evento un producto comercial que se había separado de su festividad de origen y no iba a malgastar un cosplay que bien pudiese utilizar en una próxima convención de anime. Karo llegó con un enorme tazón de palomitas acarameladas, sus favoritas, pero Tess le recriminó que era una fiesta universitaria y no eran niños para llenar sus dientes de caries con semejante producto. Entre la discusión de rosetas de maíz, hicieron su aparición Adam, quien llevaba su ropa de médico pues no había tenido tiempo de cambiarse y no podía llegar tarde a una fiesta que su amado organizaba; y Dereck, quien llegó vestido de un traje blanco muy elegante, con un pañuelo rojo que sobresalía del bolsillo del saco.

-Miren, encontré esto afuera. –Dereck nos mostró un CD. -¿Es de ustedes?

-Debe ser una copia pirata de Anabelle. –Comentó mi hermana. El disco tenía un sello de conejo y una nota que decía: “Reproducir.” –Bueno, me muero de la curiosidad, lo voy a poner en tu reproductor.

Todos nos sentamos en la sala para ver de qué se trataba ese disco, pero el reloj del horno comenzó a timbrar, indicando que los pasteles de calabaza estaban listos por lo que Marcos se levantó inmediatamente para dirigirse a la cocina. Mientras tanto, en la pantalla apareció el conejo y detrás de él un espiral como hipnótico, el conejo empezó a hablar palabras muy poco entendibles, más que nada se oía una especie de zumbido, pero todos nos quedamos perdidos en la imagen.

-No me lo van a creer pero eso pasteles de calabaza me quedaron riquísimos, hasta yo mismo me sorprendí. –Marcos, quien venía satisfecho con su obra se sorprendió que ya no había nadie en la sala. -¿Chicos? ¿Dónde están? ¿Amor, adónde te fuiste? –Fue en ese momento que escuchó un gemido, como de alguien que estaba sintiendo un profundo dolor. Se acercó hacia los muebles y encontró a Clark tirado en el suelo y rápidamente corrió a auxiliarlo.

-Mi medicina… mi medicina. –Era todo lo que mi hermano decía, su voz se escuchaba ronca, y sus manos temblaban como si tuviera artritis. –Me duele todo el cuerpo… no puedo caminar… mis medicinas hijo… no hagas sufrir a este anciano. -¿Acaso había dicho anciano? Marcos de inmediato fue por unas píldoras que él tomaba cuando estaba enfermo y se las dio junto con un vaso de agua, esto pareció hacerlo sentir mejor pero Clark no podía ponerse de pie, así que también fue por su silla de ruedas, que estaba guardada en el armario de los abrigos junto a la puerta principal.

-Clark, necesito que me digas qué tienes y donde están todos. –Marcos lo ayudo a sentarse en la silla, estaba algo pesado.

-Te diré lo que pasa. –Mi hermano hablaba como un viejo amargado. –El maldito gobierno nos quiere tener prisioneros, le entregué los mejores años de mi vida al ejército y ahora me tiran a la basura como si fuera el nuevo disco de Vicente Fernández. –En eso se escuchó sonar el timbre de la casa. -¡Fuera de mi propiedad!

-¡Ya voy! –Marcos atendió y los primeros invitados comenzaron a llegar, entraron y se fueron acomodando en los muebles, o eso intentaron pero el abuelo Clark los alejaba con su mal humor. –Por favor discúlpenlo, está muy metido en su personaje, es psicólogo y representa a un Peter Pan anciano a manera de critica a la sociedad y… al capitalismo comercial. –Uno de los chicos preguntó si podía poner su iPod en el estéreo y ambientar un poco con música, el anfitrión no se negó pero cuando empezaron a sonar las primeras notas de Nikki Minage, Clark comenzó a gritar que eso era del diablo al igual que Pikachu y que mejor pusieran música de Mocedades.

-Amor, no seas tan amargado con nuestros invitados. –En la sala apareció Tess, vestida como una recatada ama de casa suburbana, falda larga, cubierta con una blusa hasta el cuello, cabello recogido, perlas y zapatillas de tacón bajo, esto si era algo extraño de ver. –Tomen niños, hice algo de chocolate caliente, galletitas con forma de fantasmas y todas las palomitas dulces que puedan comer. –Los invitados, aunque algo extrañados, no dudaron de disfrutar lo que se les estaba sirviendo.

-Tess… -Mi novio tomó del brazo izquierdo a su amiga y le susurraba con algo de histeria. -¿Me puedes decir por qué están actuando tan raro?

-Ay mi chiquito preocupón… -La chica le apretó con fuerza las mejillas. –Tu sólo dedícate a disfrutar de tu fiesta, ahora si me disculpas volveré a la cocina, dejé unos filetes descongelándose en el fregadero. –Sin decir más la chica se fue para la cocina dejando al joven aún más desconcertado, en eso volvió a sonar el timbre, muy pronto la casa estaría de llena de universitarios deseosos de fiesta.

-Descuida amigo, yo me encargo de abrir. –Apareció Luc ante él, parecía actuar normal, pero sacó su varita y extendió su brazo para luego gritar. -¡Aloho Mora! –Este estaba igual de loco que los otros. No le quedó más remedio a Marcos que abrir la puerta el solo luego de que Luc argumentó que Voldemort quizá le había hecho algo a su varita.

Marcos abrió la puerta y dejó entrar a la multitud que ya se había reunido en la fascinante casa de la fiesta de Halloween, pero uno huevos que chocaron contra la pared los perturbaron; se trataba de Karo, quien con una sonrisa traviesa seguía atentando contra la propiedad.

-¡Señorita, sube a tu habitación inmediatamente! –Se oyó la voz de regaño maternal de Tess desde alguna parte de la casa, tenía su sexto sentido materno completamente despierto.

-¡No quiero, voy a seguir jugando! –Karo era una niña rebelde, se metió entre los invitados y en la sala comenzó a darle vueltas a la silla del abuelo Clark, quien la regañaba usando vocabulario muy antiguo; fuera de molestar a los invitados estaban muy divertidos con todo el acto de comedia.

Pero faltaban tres personajes que todavía no habían sido descubiertos, para suerte de Marcos uno no tardó mucho en aparecer, el chico que hasta hace poco estaba vestido muy elegante ahora estaba sin camisa, pantalones rotos, y lo peor de todo, usando calcetines con sandalias.

-¿Y ahora a ti que te paso? –Le preguntó Marcos, sorprendido con el cambio de Dereck.

-Cuando era huerco mi amá siempre me decía que estudiara que juera alguien en la vida, pero a veces me dan hartas ganas de retacharme pal’ campo, hacerme de unas tierritas y hacer lo que siempre quise, criar ovejas mientras que mis hijos se casan entre ellos.

-No tengo tiempo para ti. –Fue lo único que respondió al breve monólogo de Dereck sólo para dejarlo como host de la fiesta, y luego encontrarse de nuevo con Luc, a quien le pidió ayuda para encontrar a Adam, sin duda él sabría resolver toda esta situación. A pesar que Luc hacía hechizos localizadores, seguía sin poderes mágicos; fue entonces que vio a unos chicos reunidos en circulo y estaban a las risas, Marcos vio que entre ellos y agachado acariciándole las piernas a los universitarios se encontraba Adam. -¿Me permiten un momento? –Mi novio jaló a Adam a lo que los chicos se vieron deprimidos. -¿Y tú qué?

-Pues soy doctor, esos chicos tienen algo hinchado entre las piernas, mi juramento hipocrático me obliga a aliviarlos y a disminuir su inflamación. –Cabe mencionar que Adam sólo estaba usando un apretado bikini rojo.

-No puedo ni verte ahora. ¿Me puedes decir qué pasó en los cinco segundos que dejé la sala?

-Pues pusimos ese video... –Adam se distraía con cada chico que pasaba y se relamía los labios para incitarlos. –Ah sí... y salió ese conejo hablando y luego…

-Gañanes y damitas. –Dereck había tomado el micrófono de la máquina de karaoke que había rentado y todos voltearon a verlo inmediatamente. –Hoy les traemos un espectáculo traído desde las Europas, mucho mejor que Juan Direchon o el Justino Castor, con ustedes la única, la sensual, la maravillosa ¡Keyla Rubí! –En ese momento todas las luces se apagaron y un reflector alumbró a las escaleras que subían al segundo piso.

-Ohhhhhhhh caught in bad romance. –Se escuchó la canción de Lady Gaga pero con una voz que me resultaba muy conocida. – Raaarraaa Aaaahhhaa Romarromamá GAGA Uuuuu La Laaaaa. –Lo negaré en un futuro pero yo descendía por esas escaleras con una peluca larga y rubia y un vestido hecho de filetes que había encontrado en la cocina.

-Me quiero morir. –Marcos comenzó a sudar frío luego de verme pero todos los invitados empezaron a aplaudir y a corear la canción mientras mi novio estaba literalmente boquiabierto. –Piensa Marcos, ¿por qué todos están actuando así? Veamos, Clark como un anciano, Tess como una cálida ama de casa, Luc como un ser de fantasía aislado de la realidad, Karo como una niña inmadura, Dereck como alguien sin clase, Adam como un lascivo y creo que pasivo sujeto y por último Kyle que parece estar listo para la marcha del orgullo gay,  eso sí es divertido, odia disfrazarse y siempre le ha preocupado su masculinidad a pesar de ser gay. ¡Eso es! ¡Todos están actuando como lo que jamás quieren ser! ¡Soy un genio! ¡De verdad soy un Sherlock Holmes!–En eso Karo llegó por detrás de Marcos y le bajó su holgado pantalón de detective y dejó expuestos sus calzoncillos holgados de corazón y de inmediato se escucharon los chiflidos de todos. –Esto ya llegó demasiado lejos, haré lo que debí haber hecho desde el principio, reproducir ese DVD. –Pero de reojo vio como Dereck el pueblerino inculto se lo estaba comiendo. Cuando estaba a punto de echarse al suelo a llorar, vio como todos en la fiesta se estaban divirtiendo, incluyéndonos a nosotros y finalmente ese era el motivo por el que había organizado todo esto. Así que el chico se subió los pantalones, tomó otro micrófono y fue hasta donde yo estaba cantado. - Raaarraaa Aaaahhhaa Romarromamá GAGA Uuuuu La Laaaaa. –Era la única parte que se sabía.

La noche no había sido como había estado planeada pero si había sido grandiosa, algunos disfrutaban de jugar tetris en la pantalla con el abuelo Clark, otro grupo degustaba todas las golosinas hogareñas que Tess preparaba, Luc realizaba hechizos con los fanáticos del ocultismo, otros revivieron su lado infantil mientras jugaban escondidas en la oscuridad del jardín de la mansión, con Dereck... bueno la mayoría lo evitaba o le daba dinero, Adam ofrecía su show stripper al ritmo de música electrónica, y Marcos acariciaba mi sedosa, larga y falsa cabellera rubia. El reloj sonó doce campanadas a la media noche y el trance pareció acabar, por un momento me sentí avergonzado al encontrarme vestido como mujer y sé que lo mismo le pasó a los demás una vez que volvieron a su verdadera personalidad, ¿Pero qué demonios? Es Halloween y todos nos estábamos divirtiendo así que la fiesta siguió por mucho rato más. Si el conejo pensaba que al volvernos personas que no somos nos iba a humillar o a hacernos sentir mal pues se equivocó, qué importa si no somos nuestro propio ideal o lo que estipula la sociedad que debemos ser, mientras nos aceptemos tal cual somos entonces todo estará bien.

A la mañana siguiente, ya era sábado día primero, nos despertamos como a las 3 de la tarde y pedimos una pizza para almorzar mientras limpiábamos todo el desastre, encontré la túnica que uso Luc para su disfraz de Harry Potter tirada en el suelo y pensé correcto entrar a su cuarto y guardarla en un cajón, en realidad fue como si algo me guiara, abrí el último cajón para guardarla y mi sorpresa fue que encontré una camisa llena de sangre, reconocí esa camisa, yo se la había dado a Mike en su cumpleaños, el último que habíamos pasado juntos, ¿por qué Luc tenía esa camisa y además cubierta de sangre? Ahora sí tendrá que responder a todas nuestras preguntas.

 

CONTINUARÁ...

 

Notas finales:

Ya sé que el capítulo se desvió tantito de la historia, pero es Halloween, todo puede suceder, pero nos dejó la premisa de qué es lo que pasará en el siguiente capítulo.

Fue divertido disfrazar a Kyle de mujer jaja, y quiero agradecer a mi amigo LuisLittleMonster por inspirarme a poner una canción de Lady Gaga, me pareció un buen detalle, espero que te haya gustado el capítulo.

Y bueno, eso es todo por ahora, espero que comenten, no sean malos.


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