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Cuando Un Chico Se Enamora De Otro Chico por Caballero de la Luna

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Notas del capitulo:

Hola Hola, he aquí el nuevo capítulo de mi obra favorita. Me tardé un poco más de lo planeado pero no esperaba que el capi saliera tan largo, aquí mis 5 protagonistas narran su día a su manera, era algo que tenía ganas de hacer desde hace tiempo, así que viva por mí, espero les guste y no se confundan. Los veo al final.

CAPÍTULO 36 – CUANDO SE VIVE UN DÍA A LA VEZ

Día de Marcos

Eran las 10 de la mañana, yo me encontraba limpiando la casa, no me molestaba para nada realizar las labores del hogar y menos ahora que tenía a mi compañero Luc para ayudarme.

-Marcos, ya terminé de lavar todos los platos. –Me comentaba el tierno Luc mientras se quitaba unos guantes rojos de plástico de las manos. –Ahora iré a arrancar un poco de yerba del jardín.

-¡Luuuuuuuc! –Me lancé sobre él y lo abracé. –Eres mi ángel mágico de la limpieza, como quisiera que Kyle fuera la mitad de ordenado que tú, deja sus calzones sucios regados por el cuarto y yo tengo que levantarlos.

-No es nada, además, ustedes me cobran una renta muy económica considerando que vivo prácticamente en un castillo. Y debo decir que desde lo de la semana pasada, mi conciencia está más limpia así que puedo concentrarme en otras cosas.

-Oye, vamos a tomarnos un café mientras platicamos un rato. –Mientras tomábamos café estuvimos hablando de muchas cosas, debo admitir que su personalidad había cambiado mucho, seguía siendo el chico tímido e inocente pero ahora tenía una chispa que personalmente; me platicó que no había tenido suerte en el amor, bueno y que los únicos dos novios que has tenido en tu vida uno haya resultado ser tu medio-hermano y el otro haya fingido su muerte no es algo que te adviertan en los horóscopos.

-Pero, de verdad admiro tu relación con Kyle, se ven también juntos. –Le dio un sorbo a su taza de café instantáneo preparado con leche. -¿Alguna vez han peleado?

-Bueno, hemos tenido nuestros “momentos de tensión” como cualquier pareja pero llegamos a un punto en el que nuestro amor es tan fuerte que nada ni nadie puede separarnos.

-Qué envidia, yo he perdido toda fe en los hombres, creo que mejor me conseguiré un gato.

-Pues... si es contigo, a mí no me importaría tener una relación de tres. –Al momento solté una risa burlona pero de inmediato me di cuenta que Luc se había sonrojado.

Seguí con la limpieza ahora de mi habitación y encontré bajo la cama un libro de anatomía de Kyle, fui a revisar el horario escolar que tenía pegado en la pared, y me di cuenta que hoy llevaba esa materia, le iba a escribir un mensaje para preguntarle si quería que se lo llevara, pero en eso se me cae al suelo y veo que el libro está prácticamente nuevo, así que decido revisar su gaveta y veo que todos sus demás libros están igual sin uso, pero entonces... ¿a dónde demonios sale mi novio todas las mañanas si esto demuestra que no va a la escuela? Antes de que pudiera pensar en una respuesta lógica, recordé que Tess quería verme a mí y a Karo para algunos detalles de su boda. Le avisé a Luc que iba a salir, él estaba a punto de tomar una ducha, cuando iba saliendo ya de la casa a subirme a mi auto, un hombre en extremo guapo apareció en frente de mí. ¿Acaso este era el amante de secreto de Kyle?

-¿Se le ofrece algo? –Pregunté un tanto descortés.

-Hola, soy Sebastián, soy el contratista que llamó para arreglar su tubería.

-Ah, claro. –Le extendí la mano, me dio un apretón muy fuerte, era un monumento de hombre, no podía culpar a Kyle por engañarme con él. –Sí mira, me gustaría que revisaras la tubería del segundo piso, yo creo que habrá que cambiarla toda, de momento voy de salida pero mi compañero está adentro, él puede explicarte todo, y no te preocupes por el dinero, lo que haga falta lo pagaré. –Dejé muy confundido al chico, y salí rumbo a ver a mi amiga Tess.

Nos reunimos Tess, Karo y yo en una tienda de vestidos de novia, donde mi amiga me dio una extraña noticia que me conmocionó. Luego de un rato fuimos a tomar una bebida a un café cercano, y ambas notaron mi cara de preocupación, les comenté lo de los libros y que al parecer Kyle no había ido a la escuela en semanas.

-Te engaña. –Dijo Tess con un tacto inexistente. –No me vean mal, Karo me ha obligado a ver con ella un montón de animes yaoi y creo que ya estoy empezando a entender cómo piensan, dime... ¿Quién de ustedes hace más veces de seme cuando tienen sexo?

-¡Tess! –Me puse rojo como tomate, no podía contestar esa pregunta. Pero Karo me insistió que necesitaban conocer toda la información para poder emitir un juicio justo. –Pues, ambos somos versátiles, pero si somos justos él ha sido más veces el seme.

-¡Eso es! –Dijo Karo Eufórica como si hubiera resuelto el misterio más grande del mundo. –Siempre vi a mi hermano como un uke, probablemente necesita llenar ese hueco dentro de él, y hablo sin doble sentido. Pero lo más seguro es que haya ido a buscarse a un hombre pene-tieso que lo trate como la hembra que es. –Karo y Tess comenzaron a reírse escandalosamente pero yo sólo me hundí en mi silla con la mirada perdida. –Ay, Marcos, en serio lo siento, era una broma, todos sabemos, incluida mi amiga aquí, que mi hermano te ama, no tengas dudas de eso, créeme él jamás te engañaría.

Aunque sus palabras me hacían sentir mejor, no iba a estar tranquilo hasta descubrir lo que Kyle hacía cada mañana, estuve dando vueltas en mi auto intentando pensar, hasta que por casualidad vi a Kyle sentado tomando una bebida al lado de un chico súper atlético que vestí ropa deportiva muy entallada, incluso a la distancia podía ver que era un tipo pene-tieso. Con furia estacioné mi auto y caminé hasta donde ellos estaban muy felices platicando, notaron mi presencia cuando dejé caer un vaso de agua fría en la cabeza del sujeto y luego me fui de ahí, lo que menos necesitaba en ese momento era escuchar las inventadas excusas de Kyle, nuestra relación había terminado.

Día de Tess

Había ido ir a Boutique Françoise porque me habían dicho que era la mejor tienda de alta costura especializada en vestidos de novia pero parecía que estaba en el tianguis más corriente de un pueblo de aborígenes.

-¡Françoise, te pedí vestido blanco, esto es perla! ¿Acaso quieres que todos los asistentes piensen que están en la boda Jasmine la prostituta?  -Le grité a ese afeminado diseñador disque francés, no sé qué me molestaba más, si sus diseños o el diminuto bigote arriba de sus labios con botox.

-Ahm Tess, ¿Podrías explicarnos para qué nos llamaste? –Preguntó Marcos con cara de aburrimiento, tanto él y Karo estaban sentados observando cómo me cambiaba vestidos.

-Pues, ustedes están aquí por qué son mis dos mejores amigos y es su deber ayudarme a tomar una decisión. –Cambié mi tono al de una chica dulce, eso siempre me funcionaba para convencerlos. –Además, les tengo unos regalitos. –Chasqueé mis dedos y enseguida Françoise trajo dos pequeñas bolsas de regalo, una para cada uno de ellos, ambas traían un juego completo de productos de belleza, cremas faciales, exfoliantes, lociones corporales, sales aromáticas, y hasta un estuche de mentas, la verdad es que Marcos no tiene el mejor aliento matutino y esta es mi forma dulce de arreglar ese problema. -¿Y bien? ¿Qué les parece?

-Gracias amiga. –Karo estaba entretenida abriendo su bolsa. –Pero todos estos productos son muy caros. ¿A qué viene todo esto?

-¿Mentas? –Preguntó Marcos sorprendido, pero hizo bien en comer una.

-Pues, sorpresa, sorpresa. –En mi cara se dibujaba una enorme sonrisa. –Ambos han sido escogidos para ser mis damas de honor en mi boda. –Yo estaba tan feliz que corrí a abrazarlos, pero los muy egoístas de inmediato comenzaron a quejarse, parecía que no sabían que yo era la única que tenía ese derecho. Primero Karo se rehusaba a usar un vestido y tacones altos sólo para cumplir con las normas que dicta la sociedad y que sí quería que fuera mi dama, entonces iría vestida de jeans, tenis, y pulseras de picos. En el otro oído me zumbaba Marcos, que era imposible para él ser mi dama de honor porque era hombre, cómo si el ser hombre le importara cuando Keyla lo hace morder la almohada. –Si ya me voy a morir para dejar de darles problemas. –Entonces me senté en el piso sobre ese asqueroso vestido que llevaba puesto y comencé a gritar mis males a todo pulmón mientras sollozaba de tristeza. –Siempre he estado sola, todas mis amigas siempre han envidiado mi belleza, Mike me fue infiel y para colmo... ¡Voy a emparentar con Keyla! Nadie comprende mi dolor, lo único que yo quería era que mis dos UNICOS amigos en el mundo compartieran conmigo ese día. –Eso fue todo, rápidamente los aceptaron ser mis damas de honor, y Françoise comenzó a tomarles medidas, mi plan había dado resultado.

Todo mi día estaba saliendo tal cual lo había planeado, creo que merecía ir a refrescarme un rato en mi enorme piscina. Al llegar a casa cambie mi atuendo y me coloqué mi traje de baño de dos piezas, me enrollé una pañoleta transparente en la cadera, lentes oscuros y un sombrero playero sobre mis lacios y rubios cabellos, si existe mujer más sexy que yo en verdad quisiera conocerla.

Mi sorpresa fue grande cuando encontré a mi hermano recostado sobre una silla de playa vestido con su horrible short floreado que usaba para nadar, puede que Adam sea guapo pero jamás tuvo mi sentido de la moda.

-¿Qué haces aquí? –Le pregunté mientras un sirviente me llevaba una limonada. –Creí que estabas peleado con papá y que no aprovecharías nada que él te diera, eso incluye la piscina.

-Tranquila hermanita. –Me sonrió muy seguro de sí. –Me aseguré de que papá no estuviera, además estoy aquí como un favor a ti. –Le pedí que se explicara mejor, pero en eso de la alberca veo que sale un chico, cabello castaño, abdomen bien formado, brazos fuertes, con su cuerpo perfectamente depilado y vistiendo un solo pequeño bañador.

-¡Kike! –Me alegré al ver mi antiguo amigo. Él es dos años mayor que yo, lo conocí en mi primer año de preparatoria. –Tengo años sin verte.

-Hola, preciosa. –Se acercó a mí escurriendo delicadas gotas que hacían brillar su cuerpo. –Te daría un abrazo pero no quiero mojarte. –Si supiera que ya lo estaba sólo con verlo, si saben a lo que me refiero.

-¿Qué haces aquí? –Nos sentamos bajo una sombrilla para hablar más cómodos. –No te veía desde tu graduación.

-La universidad me tuvo muy ocupado, y estaba en centro comercial cuando me encuentro con Adam y me invitó a nadar un rato, bueno aunque yo acepté con la esperanza de verte, pero Tess... me quedé boquiabierto cuando te vi, ya no eres la pequeña niña de primer año, ya eres toda una mujer y no creo que haya alguien más sensual que tú.

-Tus palabras están llenas de verdad. –No sé qué me pasaba, mi cuerpo se sentía raro, emanaba mucho calor, estuvimos hablando por largo rato y no me di cuenta que mi celular tenía varias llamadas perdidas de Clark.

-Bueno, creo que ya es hora de irme. –Me  sorprendí al ver que ya habían pasado tres horas en lo que comíamos y nadábamos. –Tengo que llegar a revisar unos papeles, pero fue un gusto pasar la tarde con ustedes, fue como regresar a la prepa. –Se acercó a mí y mientras me besaba la mejilla me susurró algo al oído que me dejó intranquila. –Cásate conmigo.

¿Acaso acababa de preguntar lo que creo? Ni tiempo me dio de reaccionar, sólo me sonrió de manera tan encantadora, se enrolló una toalla a la cintura, tomó su ropa y las llaves de su auto y caminó mientras yo observaba su perfecta espalda alejarse. Por lo que restó de la tarde ni salí de mi habitación, tenía el aire acondicionado al máximo intentando enfriar mi cuerpo y mi mente, pero no dejaba de escuchar sus últimas palabras. Segundos después uno de los sirvientes tocó mi puerta y me avisó que mi prometido me estaba esperando en la sala. Bajé sin muchas ganas.

-Amor, te estuve llamando, ¿estás bien? –El rostro de Clark se notaba muy preocupado, yo sólo asentía y movía mi cabeza sin muchas ganas. Este chico que no había visto en años había logrado confundirme, con tan sólo un roce de su mano me hizo dudar de mi compromiso. –Ya sé lo que tienes, estás en tus días, ¿verdad? No te preocupes, traje chocolates, analgésicos y veremos lo mejor de Caso Cerrado con la Dra. Polo en Netflix.

-Mejor, lo dejamos para otro día, no me siento muy bien. –Noté su expresión de decepción, y nos despedimos con un beso sin ganas, de nuevo subí a mi habitación y me sentí la peor persona del mundo, sobre todo cuando recibí un mensaje de Kike que inevitablemente me hizo sonreir.

Día de Luc

Debo decir que al fin aclarar todas las dudas que me hacían sentir como asesino había hecho un verdadero cambio en mí, era como si me quitara 100 kilos de peso de encima, y todo se lo debía a mis nuevos amigos, por estar inmerso en mi depresión no me di cuenta de la gente tan maravillosa que me rodeaba. Me encantaba pasar tiempo con ellos jugando videojuegos con Kyle, cocinando junto a Marcos, leyendo fics yaoi junto a Karo y hasta salir de compras con Tess era de lo más divertido. Y aunque quedaban aún misterios por resolver, finalmente me sentía en una vida normal, quizá hasta podría pensar en enamorarme. El pensar en eso hizo que me pusiera rojo.

Todo esto pensaba mientras estaba en la ducha, Marcos había salido y ahora estaba solo en casa, así que salí de la ducha, me sequé un poco el cuerpo, coloqué la toalla sobre mi hombro y así desnudo salí de mi habitación rumbo a la cocina a tomar un poco de jugo, pero al disponerme a bajar las escaleras al primer piso, vi a un hombre extraño que se me había quedado viendo.

-¡Auxilio un pervertido! –Grité mientras con mis manos me tapaba la entrepierna. -¡Policía, alguien venga!

-Espera chico. –Era un hombre de 26 años, cabello negro muy oscuro, delgado, con una sexy barba a medio afeitar. –Yo soy el arquitecto, vine a hacer unas reparaciones.

-Sí, claro. A mí no me engañas voy a llamar a la policía.

-Pues si quieres hazlo, pero para llamar vas a tener que quitar tus manos de ahí. –Reaccioné que con mis manos me estaba cubriendo y de inmediato salí corriendo a mi habitación, lo primero que hice fue ponerme unos bóxers, y luego llamé a Marcos y me describió al sujeto tal cual, al parecer su historia era cierta. Me puse el resto de mi ropa y salí de mi habitación y él estaba ahí afuera esperándome. -¿Y bien? ¿Soy peligroso?

-Sólo dedícate a hacer tu trabajo. –El sólo sonrió y me fui a tomar mi jugo. Pasé un tiempo haciendo tarea de matemáticas, no sé porque teníamos que llevar esa materia en mi carrera, no es que fuera malo, pero había problemas que me costaban más trabajo resolver.

-¿No sabes despejar ecuaciones simples? Y yo que pensaba que eras inteligente. –Lo descubrí observando sobre mi hombro.

-¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar haciendo tu trabajo?

-Es mi hora de almuerzo. –Sacó una caja de comida y se sentó junto a mí en mi escritorio. –No me gusta comer solo, además puedo ayudarte a resolver tus ejercicios, soy maestro de matempáticas también.

-Ósea que eres maestro, reparas casas y ¿qué más? ¿También eres monaguillo los domingos?

-Lindo sentido del humor. –Se acercó más a mí, y comenzó a explicarme cómo resolver mis ejercicios, de alguna forma le estaba entendiendo mejor que a mi maestro. Cuando terminó de comer volvió a su trabajo y yo pude terminar mi tarea. A los 15 minutos me gritó desde el sótano, al parecer necesitaba ayuda con algo. Me pidió sostener su escalera mientras apretaba unas tuercas de tuberías en el techo, no quería resbalarse. No me quedó más remedio que ayudarlo como pago; le sostuve la escalera y él subió a hacer lo que tenía que hacer, de alguna forma extraña, su entrepierna quedó a la altura de mi cara y me la acercaba y alejaba conforme a sus movimientos.

-Ooops. –Dijo y entonces un potente chorro de agua nos empezó a caer a los dos.

-¿Qué haces? –Pregunté furioso, mientras quedaba todo empapado.

-Ya lo resuelvo. –Ajustó un poco más las tuercas y pronto el agua dejó de escapar. Pero ya los dos estábamos empapados. -¿Será que puedo usar tu secadora? –Pero antes de que yo le respondiera, él ya se había quitado la camisa y estaba por quitarse los pantalones.

-¡¿Se puede saber qué demonios haces?!

-Tengo que quitarme la ropa para secarla, además me parece que tú no tienes problemas con andar desnudo.

Este sujeto era un verdadero pervertido, no sé ni de donde saqué una toalla y se la aventé para que cubriera sus menudencias. Puse la ropa a secar y yo me iba a ir a cambiar  mi cuarto, pero él me pidió que anduviera también en toalla, de otra forma se sentiría incómodo, hasta apenado resulto, demonios, ¿cuándo dejaré de sufrir? Preparé un poco de café caliente, pues empezaba a refrescar y nos podíamos resfriar, acercábamos las tazas con extrema delicadeza para no quemar nuestros pechos desnudos con alguna gota; no había conversación, el único ruido que se escuchaba era el espantoso sonido de nuestros labios absorbiendo el líquido.

-¿Y si tu novio regresa y te encuentra conmigo así, no pensará mal? –Qué patético intento de conversación.

-Es mi compañero de casa, yo no tengo novio. –Respondí mientras fingía mandar mensajes en mi celular, era mi estrategia básica cuando no quería hablar con la persona que tenía al lado.

-Me sorprende, con tu dulce carácter pensé que tenías a centenas de chicos universitarios a tus pies. –Mi detector de sarcasmo lo detectó fuerte y claro.

-No tenemos que hablar mientras esperamos la secadora. –Ya me estaba comenzando a fastidiar ese sujeto, se creía muy guapo y muy interesante, cómo me fastidian los presumidos como él.

-Está bien, no hablaremos. –En eso, colocó la taza de café sobre la mesita de centro, y se acercó a mí, yo lo miraba fijamente, mi frente comenzó a sudar cuando su rostro estuvo frente al mío, sabía lo que iba a hacer  pero aún así no pude detenerlo. Me besó. Sentí sus labios húmedos y carnosos sobre los míos, había pasado mucho tiempo desde que había besado a un chico, pero aún así no logró impresionarme. -¿Qué pasa? –Se quedó confundido al ver que yo ni me movía, y sólo lo observaba con una cara seria y molesta. -¿Me vas a decir que no sentite nada? –Me dio varios besos de piquito como intentando provocar en mí una reacción.

-Si ya terminaste de violar mi espacio personal, tengo que seguir estudiando. –Me levanté del sofá y él me agarró del brazo, sus manos estaban muy calientes.

-No entiendo, estás en una situación por demás erótica con un tipo con un cuerpo de Dios, ¿y te vas a estudiar? ¡No puedo creerte que no te causé nada! –Puso su mano sobre mi entrepierna y empezó a tantear.

-¿Lo ves? Los tipos como tú ni si quiera me excitan, recoge tus cosas cuando termines y ya no me molestes. –Sebastián se quedó petrificado, al parecer yo era el primer chico que se resistía a sus “encantos”, y lo admito, tiene un cuerpo genial, pero no es lo que yo busco en un chico, además... ya está viejo.

Día de Kyle

La alarma de mi celular comenzó a sonar exactamente a las 5:30 de la mañana, por mucho que me gustaban las canciones de Pablo Alborán, me estresaba escuchar la misma cada mañana. Me encontraba acostado cubierto de pies a cabeza por un abrigador edredón azul, con los ojos entrecerrados estiré mi mano izquierda hacia la derecha para alcanzar mi móvil que se encontraba cargando batería sobre el buró junto a la cama. Me levanté lo más delicadamente posible para no despertar a mi aún durmiente novio. Con sigilo entré al baño, mientras orinaba abrí la llave del agua caliente para que estuviera lista cuando fuera momento de entrar. Cabeceando me dispuse a ducharme, las tibias gotas de agua poco a poco iban despertando cada parte de mi cuerpo. Luego de cinco minutos salgo de nuevo al cuarto para vestirme, y me sorprende ver que Marcos ya se ha levantado. Me pongo mi filipina blanca de doctor, como es costumbre para ir a la escuela de medicina y rápidamente bajo hacia la cocina.

Veo a Marcos, intentando no cortarse con un cuchillo mientras medio dormido rebana tomates. Ya le he dicho que no es necesario que se levante a hacerme el desayuno, pero insiste en que sí él no lo hace, entonces yo no comería nada en todo el día. Me acerco a él y lo abrazo por la espalda, le doy un beso aunque su aliento mañanero no sea precisamente de menta fresca y le susurro al oído que es el mejor novio del mundo y que soy muy afortunado de despertar cada mañana a su lado.

Nuevamente dejó la casa con un estremecimiento en el corazón pues sé que le estoy mintiendo, hace un mes que fui expulsado de la facultad de medicina, mi rendimiento ya no era el mismo de antes, mi motivación era el poder despertar a Marcos del coma, y ahora ya no tenía razones para seguir poniendo atención, a decir verdad se me hacía tan tedioso que deje de asistir incluso en los días de exámenes. Los únicos que sabían de esto eran mis papás, ellos obviamente me regañaron y me dieron como dos horas de sermón sobre el dinero y lo que implica pagar una universidad, por esa razón diario salía a buscar trabajo pero era inútil, no podían darme trabajo de doctor y para otras actividades no tenía la preparación ni la experiencia necesaria.

Como es costumbre, visité unas cinco empresas diferentes pidiendo incluso puesto de cargador o de lo que me dieran, todos se mostraban siempre muy complacientes pero al final nadie me llamaba.

Eran ya como las dos de la tarde, mis pies me dolían y me senté en una banca vacía en un parque, mi estómago rugió y recordé que tenía los emparedados que me había hecho Marcos, saqué uno y antes de poder darle la primer mordida, comenzaron a escurrir lágrimas de los ojos, me sentía como el hombre más fracasado del mundo, no estudiaba, no trabajaba y al final iba a decepcionar a la persona que más me importaba. En eso alcé la mirada y vi como un balón de futbol se dirigía a máxima velocidad directo a impactarse contra mi cara, con grandes reflejos levanté mi mano derecha y con fuerza detuve el balón.

-¡Perdón! –Escuché decir a un tipo que venía corriendo, era un sujeto como de 21 años, de piel blanca, atlético, vestía unos pants grises y playera azul marino. –Pateé más fuerte de lo que pensé.

-No fue nada. –Le devolví el balón, y me dispuse a comerme mi sándwich.

-No te manché tu uniforme, ¿verdad? –Yo sólo me negué moviendo mi cabeza, él sonrió y se dispuso a irse pero se detuvo. –Sabes, nos hace falta un jugador más, ¿te interesa jugar un partido conmigo y mis amigos? -¿Futbol? Hacía años que no jugaba en partido, mis ojos se iluminaron, sin decir nada más me quité la filipina y quedé sólo con mi playera blanca cubriéndome.

Entré a la cancha donde estaban otros chicos, igual de apariencia muy atlética, me dieron la bienvenida al partido y comenzamos a jugar, no me avergüenza decir que mi equipo perdió, porque tenía años que no sentía esa emoción por jugar.

-Bien jugado. –Me extendió la mano el sujeto que me había invitado, y se presentó como Kevin, por lo que yo le dije mi nombre también. –Es un placer conocerte Kyle, que pena que estés en la facultad de medicina, nos vendría bien un sujeto con tus habilidades en la facultad de Educación Física.

-¿Cuándo inscriben a esa escuela? –Me mostré muy emocionado e interesado en saber más, por lo que Kevin sugirió irnos a tomar algo a un restaurante para que me platicara sobre el proceso de inscripción, materias y maestros, hasta dijo que si me inscribía tendría el camino libre a unirme a la selección de futbol de la universidad donde él era el capitán. Estábamos hablando muy a gusto sobre un maestro que una vez lo hizo hacer 500 lagartijas desnudo bajo el sol cuando de pronto apareció Marcos, tirándole un vaso de agua a fría a Kevin, para luego gritarme que era un mentiroso embustero y salir de ahí sin explicarme nada. Me disculpé con Kevin, y le dije que me tenía que ir, él sólo se quedó sonriendo y me dijo que me esperaba en su universidad. -¡Marcos, espera un momento por favor! –Corrí tras de él para preguntarle la razón de su enfado.

-¡No quiero volver a verte Kyle! –Caminaba mientras secaba las lágrimas de sus ojos. –De verdad me creí todo ese cuento de que eras un chico lindo y dulce, pero ya has demostrado tus verdaderos colores.

-Espera, dame la oportunidad de explicarte.

-¡¿Explicarme qué?! –Marcos se detuve y volteó a mirarme con furia. -¿Explicarme como es que ahora eres feliz con ese pene-tieso o como le gusta que le digas? ¿O cómo es que mi cuerpo flácido ya no te parece atractivo? ¡Anda, húndeme más! ¡Humíllame hasta que no quede nada de mí! –Vaya, reina del drama a la vista. No me quedó más remedio que tomarlo por la fuerza, y darle un apasionado beso que poco a poco lo fue calmando.

-Marcos... –Me separé de sus labios una vez estuvo más tranquilo. –Sí, te engañé. –Empuñó su mano para darme un golpe justo en la nariz. –Pero no sobre lo que crees. ¡Ya no estudio medicina! –Ahora me miraba confundido. –Me expulsaron de la facultad... No te lo había dicho porque tenía miedo de decepcionarte y... –Entonces se me lanzó a besarme tan apasionadamente como lo había hecho yo hace un momento, ahora el confundido era yo.

-¿De verdad que no me engañas con otro?

-Amor... somos Marcos Y Kyle... la gente escribe fanfics lemon sobre nosotros, nuestro amor es eterno, yo te voy a amar hasta que estés tan flácido y arrugadito como una vieja pasita.

-Sí, no entres en detalles. –Ambos reímos y nos volvimos a besar. –Pero, no entiendo por qué no me lo habías comentado, ¿tan ogro me crees?

-No es eso... sólo no quería decepcionarte. Así que... ¿estamos bien? –El asintió con la cabeza y nos volvimos a besar. –Ahora... ¿Pene-tieso? ¿De dónde sacaste eso?

-Ay, fue una idea de tu hermana... –En eso vimos pasar del otro lado de la calle a Karo muy arreglada, ambos nos quedamos muy intrigados.

 Día de Karo

-Tarde, qué tarde es.

La prueba de vestido de Tess se había alargado más de lo esperado, iba corriendo por las calles tropezándome con un montón de gente, no sé ni por qué me había puesto zapatillas, el dolor de pies sería el castigo por haber dejado abandonados mis cómodos tenis. Finalmente llegué al Starbucks, el aroma a café siempre me había parecido tan delicioso y revitalizante. Me detuve un momento frente al ventanal del local para ver mi reflejo. Zapatillas oscuras, leggins rosas debajo de una falda negra, una blusa sin mangas, blanca con franjas moradas, una chamarra de mezclilla y diversos tipos de brazaletes de cuero. Sonreí, la verdad creo que me veía bien, pero de un momento a otro me sentí avergonzada, no es propio de mí andar modelando o preocupándome por mi atuendo, ¿acaso era porque se acercaba el 14 de febrero? Esa fecha siempre me había parecido absurda, todos tan felices y enamorados, y al día siguiente ya estaban peleados por cualquier estúpido motivo. Definitivamente tener pareja no es algo que a mí me interese, aunque he salido con algunas chicas y me he vuelto novia de algunas lectoras de mis fics que viven en otros países, la verdad es que siempre me va mal en el amor.

Miré mi celular y me sorprendí al ver que había llegado cinco minutos antes, estoy en buena forma, no cabe duda que ver el anime de Free es un ejercicio muy bueno, me siento con ganas de competir en natación. Hablando de Free, aún tengo que actualizar un fic de ellos, no sé por qué mis lectoras me piden que empareje a Haru con Rin, es obvio que Haru debe estar con Makoto. Un momento, estoy divagando, será mejor que entre, quizá ya llegó.

Entré al Starbucks y me saludó uno de los empleados que es el que casi siempre me atiende, miré para todos lados y en efecto no había llegado, quizá no venga, sí será mejor que no venga, me evito malos momentos, de hecho creo que yo también debería irme, yo no estoy hecha para estas cosas. Seguía viendo los alrededores y mi sorpresa fue grande cuando vi que Dereck estaba sentado solo, bebiendo un capuccino con exceso de crema batida y chispas de chocolate.

-Hola, Dereck. –Me acerqué hasta él. -¿Cómo estás?

-Preguntas como si te importara. –Me respondió viéndome con unos ojos llenos de depresión y odio, como Rin, que buena idea para el fic, Rin se volverá loco y matará a Makoto, y el pobre de Haru quedará solo, y además tendrá 5 meses de embarazo. ¡Viva, mpreg! ¿Eh? ¿A dónde estaba? En serio debo de dejar de divagar con mis fics.

-Si pregunto es porque me interesa. –Me senté en una silla frente a él. –Anda, cuéntame. Los problemas de los gays son mi especialidad.

-Pues... –Parece que ya iba a hablar, si los gays me aman. Pero en vez de hablar, comenzó a chillar escandalosamente y todos en el lugar nos volteaban a ver.

-Tranquilo, compañero. –Le acerqué las servilletas para que se limpiara. –Ese Adam es un malvado, ¿verdad?

-¿Cómo sabes que estoy así por él? –Preguntó sollozando.

-Es obvio que estás enamorado de él, yo me di cuenta desde el momento en que nos conocimos, de hecho creo que los dos harían una linda pareja.

-¡Ya sé! Pero él sólo se preocupa por su trabajo, sus amigos, su hermana y por su amado Marcos, en serio odio a ese niño, cuando estábamos en el extranjero, Adam no hacía otra cosa que hablar de Marcos y Marcos.

-Sí, no te sientas mal, Marcos es el típico chico del que todos se enamoran, pero estoy seguro que si lo tratas más, hasta amigos podrían llegar a ser.

-Ese es otro punto. –Vaya, el hombre parecía estar lleno de frustración. –Nadie de su grupo me acepta, hasta quieren más a ese loco asesino potencial. -¿Acaso se refería a Luc? Oye, me acaba de dar una idea para un fic en donde un asesino se enamora de... ¡NO, Karo! Concéntrate por una vez en tu vida, el hombre está sufriendo. –Digo, los dos llegamos al mismo tiempo pero todos parecen quererlo más a él. El otro día fue mi cumpleaños y nadie me felicitó.

-¿En serio fue tu cumpleaños?

-¡Nooooo! ¿Lo ves? Nadie sabe ni cuando es mi cumpleaños.

-Pues si fueras así todo el tiempo estoy seguro que muchos serían tus amigos. Normalmente eres arrogante, presumido, ofensivo, y eso no nos incomoda, digo, tenemos a Tess. Pero casi siempre te escondes tras Adam, si nos dieras la oportunidad de conocerte así como ahorita, estoy segura que todos seriamos tus amigos. Y si Adam no ve lo maravilloso y guapo que eres, pues ya habrá alguien que sí note lo bien que te ves con lentes grandes, y cuando encuentres a ese chico espero que me lo cuentes... a veces sufro bloqueos en mi fic y necesito material nuevo. –Rio, era la primera vez que lo veía de esa manera, parece que no era un mal chico después de todo.

-De alguna manera me siento mejor. –Tomó las llaves de su auto y se levantó. –Gracias por la plática, si alguna vez necesitas inspiración para uno de tus fics, llámame, estudie en una secundaria sólo de varones. Y... suerte en tu cita.

-¡NO es una cita! –El sólo me sonrió guiñándome el ojo y salió del lugar.

Miré la hora en mi celular, habían pasado 20 minutos luego de la hora pactada, ya sabía que esto sucedería así, mi papel en la vida es ayudar a otros a encontrar el amor pero nunca tenerlo para mí, será mejor que me vaya... bueno me compraré un café como el que estaba tomando Dereck, creo que lo necesito ahora yo.

En el instante en que me rendí, se abrió la puerta de Starbucks y entonces la vi entrar, pantalón de cuero ajustado, blusa blanca manga larga, un collar dorado adornaba su cuello, su cabello castaño se mecía con la brisa del viento que entró junto con ella. Sonrió al verme, mi corazón se aceleró cuando se acercó a saludarme con un delicado beso en la mejilla.

-Perdona el retraso, hubo un choque unas calles atrás y me tuve que desviar. –Nos sentamos en una mesa y noté su mirar hermoso. –Hasta que nos volvimos a ver, Karo.

-Tiempo sin verte, Fe.

 

CONTINUARÁ...

 

Notas finales:

¿Les gustó el capitulo? A mí sí, estos episodios de "relleno" me encanta escribirlos, y aquí hubo drama, comedia, yuri, y hasta escenas cliché del yaoi por parte de Luc y Sebas.

Entraron nuevos personajes en escena, me moría por traer de regreso a Fe, al final la otra chica "Fred" no me convenció, pero Fe me encanta, ya quiero ver las cosas que hará.

Sebastián originalmente es el protagonista de mi fic "Abrir mi Corazón", el final de ese fic ha sido el capitulo en el que más amenazas demuerte he recibido jaja, a mucha gente no le gustó el final, pero a mí me encantó y sentí que era justo lo que tenía que pasar. Pero por lo mismo decidí traer a Sebas acá, no se preocupen, no tienen que leer el fic, sólo se los menciono como referencia, pero a diferencia de Luc, su historia previa no será relevante.

Muchas gracias a todos por sus buenos deseos, ahí poco a poco voy retomando rumbo en mi vida nuevamente, hasta me ofrecieron un nuevo trabajo al que pronto entraré y podré salir de las deudas en las que me metió mi "amigo". Pero gracias de verdad a todos por preocuparse, a mi amigo Nick Gardner (Lean su fic, AQUÍ, está bueno) a Algodón de Azucar  y a SweetPrincess, muchas gracias por su apoyo, y en general muchas gracias a todas las personas que me regalan algo de su tiempo y vienen a leer. Hasta la próxima.

Espero sus reviews.

 

 


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