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Cuando Un Chico Se Enamora De Otro Chico por Caballero de la Luna

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Notas del capitulo:

Bueno Pues aquí trayendoles un capitulo más de esta historia....Finalmente se besarán que emoción, tienen que leerlo pero ya jajaja.

CAPITULO 6: CUANDO LO BESÉ

 

Toda la escuela sabía que Marcos y yo nos queríamos y éramos novios, fue muy difícil para ambos, algunos de mis compañeros de salón me trataban diferente o como si fuera la primera vez que me veían; con mis compañeros de equipo fue peor todavía, hasta hace algunos días nos reíamos y jugábamos en los vestidores sin importarnos nada, ahora cada vez que aparezco se cubren y rápidamente terminan de vestirse sin dirigirme la más mínima palabra.

No le di mucha importancia al asunto, me tenía sin cuidado lo que la demás gente pensara de mí, lo único que me interesaba era pasar el final del día con mi adorado Marcos, abrazando y acariciando sus suaves cabellos, ya llevábamos una semana de a haber empezado a ser novios, pero ninguno daba pie a besarnos, cada vez que alguno lo quería intentar algo pasaba que nos lo impedía o simplemente nuestra vergüenza era la que nos detenía.

Llegué a los vestidores, y como siempre todos salieron apresurados, en fin, no le quise hacerme el ofendido, me puse mi uniforme y decidí vengarme poniéndolos a correr cincuenta vueltas en la cancha, tal vez así aprenderían a respetarme. Cuando salí de los vestidores, todos mis compañeros estaban reunidos murmurándose un par de cosas, finalmente el pelirrojo Roberto se armó de valor y se acercó hasta donde yo estaba.

-¿Pasa algo? –Le pregunté quizás en un tono algo molesto, me crucé de brazos esperando a que este sujeto con la cabeza gacha se animara a decirme qué ocurría.

-Kyle... hermano... –Balbuceaba sin darme a entender nada de lo que quería decirme, lo animé a que me contara de una vez qué era lo que estaba pasando, fue entonces que me pasó una hoja de papel que contenía los nombres y firmas de todos los integrantes del equipo.

-¿Qué es esto? –Mi tono de voz indicó que la molestia dentro de mí aumentaba.

-Son unas firmas... –Roberto tomó aire y se armó de valor para hablarme directamente. –Todos los miembros queremos que dejes de ser capitán, ya no nos sentimos a gusto con tu presencia, es por eso que te pedimos amablemente que dejes el equipo.

-¿Esto es amable? –Pregunté irónico, miré la hoja una vez más, en efecto todos los nombres de mis compañeros estaban ahí con sus respectivas firmas. –No puedo creer esto. ¡¿Es por lo mio con Marcos?! ¡¿Es por eso?! –Todos se quedaron callados y su mirada parecía perdida en el horizonte como si no estuvieran realmente ahí. -¡Me largo! –Tiré la hoja de papel, me di media vuelta y comencé a caminar hacia los vestidores para volver a colocarme mi uniforme normal y salir de ahí.

-¡Si Kyle se va entonces también yo! –Era mi amigo Mike, al parecer el único amigo de verdad que tenía. –No pienso seguir en un equipo así. –Mike de inmediato me alcanzó y caminó junto conmigo a los vestidores mientras los otros se quedaron parados y un tanto avergonzados por lo que acababa de ocurrir.

-No tienes que hacer esto Mike... –Le dije palmeándole el hombro- Yo sé que tu eres mi amigo, no vi tu nombre en la lista esa.

-No podía firmar algo así. -Seguimos caminando hasta los vestidores. –Eres mi mejor amigo, no podía traicionarte de esa manera.

-Pues ahí hay otros que decían ser mis amigos y mira lo que me hicieron. –Por un lado me sentía algo triste de que mi esfuerzo y todo mi trabajo y dedicación en el equipo se viera opacado de esta manera, pero como dije, lo único que me interesaba era mi novia, y además tenía un buen amigo que me apoyaba. –Tendremos que encontrar algo más que hacer en las tardes. ¿Quieres venir a mi casa a jugar videojuegos y engordar comiendo frituras y refrescos? –Mike sólo sonrió y ambos nos dispusimos a pasar una tarde divertida juntos; para las seis de la tarde, llegó Marcos a mi casa, pues le dije que estaría ahí.

-¿Entonces hicieron eso? –El rostro de mi novio se ensombreció, era tan predecible para mí saber que se sentiría responsable por lo ocurrido, así que lo abrace envolviéndolo en mis fuertes brazos.

-Tranquilo amor, -esta podría ser la primera vez que lo llamé de ese modo tan romántico y cursi a la vez –yo decidí irme sin pelear, así que no te preocupes, acepto que tal vez sea lo mejor para el equipo.

-Pues... –Mike hizo un sonido como si se estuviera aclarando la garganta para indicarnos que seguía en la habitación con nosotros. –Yo creo que debemos hacer algo para demostrarle a esos lo bueno que eres.

-¿Pero que podemos hacer? –Me crucé de brazos y comencé a pensar- No puedo retarlos a un partido de soccer, todos son buenos jugadores y aunque yo soy mejor no podría ganarles.

Este fin de semana... –Comenzó a hablar muy seriamente Marcos. –El comité de graduación realizará un evento tipo “Las Vegas” con el fin de reunir fondos, habrá mesas de póker, y demás apuestas, todo de manera legal bajo la supervisión del director. Si compites contra algún miembro del equipo, apostando el liderazgo del mismo, puede que tengas alguna oportunidad de regresar.

-Puede ser la solución pacifica y razonable que estábamos buscando. –Alabó mi amigo la decisión de mi novio.

-Pero no soy muy bueno jugando a las cartas... –Me recosté sobre mi cama resignado a que no volvería a ser el capitán.

-Descuida. –Mi novio me tomó de las manos y sus ojos brillaron tan fuerte que Mike y yo tuvimos que usar lentes de sol. –Yo me encargaré de ayudarte.

La tarde del sábado llegó rápidamente, me encontré afuera de la escuela, vestido con camisa color blanco, traje negro y corbata del mismo color, Marcos había estado practicando conmigo todo el tiempo, a veces llegaba mi hermana a jugar con nosotros pero siempre la echábamos de la habitación porque cada vez que ganaba se ponía a bailar como loca sobre mi cama y desordenaba todas las cartas.

-¡Kyle! –Marcos llegó sonriéndome, el traje gris que traía hacia juego con sus claros ojos y sus blancos dientes que me encantaba observar. Nos saludamos y entramos al salón donde estaba ya todo preparado, realmente parecía un pequeño casino de Las Vegas, aunque yo sólo los haya observado en películas. Mi novio y yo nos sentamos en una mesa de póker, había otros chicos más sentados, parecían de primer año; uno a uno Marcos y yo los fuimos venciendo, debo admitir que las clases con mi hermana habían servido de algo. Pasamos a otra mesa y fue lo mismo, dejábamos sin fichas a todos; una mujer de cabellos rubios y largos, vestida con un entallado vestido negro que dejaba ver sus voluptuosos senos, nos llamó a la distancia; mi novio y yo nos acercamos, Marcos se veía complacido.

-Caballeros... –Nos dirigió la palabra esta chica. –Mi amo desea jugar una partida con ustedes. Debo informarles que sólo los miembros elite de esta escuela han sido invitados. ¿Nos acompañan? –Sólo asentimos con la cabeza y la joven nos llevó por un pasillo cubierto por cortinas rojas, llegamos a una habitación con una mesa de póker y cinco puestos.

-¡Bienvenidos sean! –Nos recibió un chico con una corona en la cabeza y una enorme capa roja sobre los hombros, se encontraba sentado en un gran trono al cual estaban encadenadas dos chicas que traían muy poca ropa y tallaban su rostro sobre las piernas del sujeto. –Me honran con su presencia, por favor tomen en asiento en lo que esperamos a nuestros otros dos invitados. EL siguiente en llegar fue Roberto, vistiendo su traje negro y unos lentes oscuros que le daban la impresión de ser un chico malo, Se sentó al extremo de la mesa y nos quedó viendo fijamente, o eso fue lo que pensamos ya que no podíamos ver sus ojos a causa de los lentes oscuros. La siguiente persona en aparecer fue una chica pelirroja, cuyo rostro era cubierto por un abanico, traía un vestido de tipo chino color rojo, con una abertura en las piernas que quizás era más larga de lo debido, se sentó al lado de Roberto, y el hombre extraño se sentó en medio de la mesa.

-¡Reparte las cartas! –Gritó y apareció ante nosotros mi hermana vestida como una tahúr y con un mazo de cartas en la mano, sólo me guiñó el ojo y comenzó a repartir. -¡Debo aclararles que esto no es un juego de niños y el primero en perder todas sus fichas se convertirá en mi esclavo por el resto de la noche! Y no tengo que decirles que me tendrá que complacer en toda acción que le solicite. No se preocupen, en mi habitación tengo mucho lubricante, así que cualquiera que sea el caso, se divertirán mucho. –Ahora menos tenía que perder, no pensaba convertirme en el juguete sexual de este loco y mucho menos permitir que Marcos lo fuese.

El juego empezó y las victorias estaban muy parejas, los cinco éramos buenos en el juego, tras dos horas ininterrumpidas de juegos, mi cansada hermana me repartió las dos cartas que estaba seguro me llevarían a la victoria, un As de corazones y un siete de picas. En la mesa la primera carta en aparecer, fue el As de diamantes, la siguiente fue el diez de diamantes y la tercera un cinco de tréboles; para mi primera ronda de apuestas ya tenía un par de ases, me sentí un poco más confiado, así que aumenté la apuesta esperando que alguno decidiera retirarse pero todos siguieron jugando. Las siguientes cartas que mi hermana puso sobre la mesa fueron el As de Picas y un comodín. Esto era increíble, tenía póker de ases, fue entonces cuando me armé de valor.

-Roberto. –Le hablé en forma retadora. –Si gano esta mano, me permitirás regresar al equipo como capitán y sin objeciones de por medio.

-Como quieras. –Sonrió muy confiado él. –Pero si yo gano, no sólo serás el esclavo de este loco sino que también serás el mío. Roberto se lamió el labio inferior con lujuria.

-¡Acepto! –Le dije sin titubear, era evidente que yo ganaría, estaba seguro que así sería, pero la seguirdad de Roberto me hacía dudar.

-¡Yo también quiero apostarte algo! –La chica pelirroja del abanico habló y nos dejó ver su verdadero rostro, era nada más y nada menos que Tess. –Prometo que si me ganas, aceptaré tu relación con Marcos, pero si yo te ganó, romperás definitivamente con él.

-Tess... –Marcos la miró con ojos de tristeza.

-No he terminado. –Volteó a ver a Roberto. –Si te ganó a ti, dejarás que Marcos regresé al equipo y le permitirás obtener los créditos que necesita para no reprobar.

-¿Y si yo te gano chula? –Roberto se lamió a un más los labios.

-Me tendrás a mí y a Kyle como tus esclavos.

-¡Acepto! –Tanto Roberto como yo lo dijimos al mismo tiempo.

-¡Ese es el espíritu del póker! –El vicioso comenzó a llorar de felicidad.

-Un momento... –Fue el turno de Marcos para hablar, dirigiéndose a nuestro anfitrión. –Si usted pierde, nadie tendrá porque ser su esclavo. –Todos aceptamos las apuestas y el primero en bajar sus cartas fue Marcos. –Tengo Full House, tercia de ases y par de reyes. –Evidentemente era muy buena mano.

-Sigo yo. –Fue mi turno para mostrar las cartas -¡Póker de Ases y un siete de picas!

-Me rindo. –Fue lo que dijo nuestro anfitrión quien al parecer sólo hacía juego con la tercia de Ases que estaba sobre la mesa, lo siguiente que hizo fue salir corriendo y tropezándose con su enorme capa, todos estábamos felices de deshacernos de ese sujeto.

-Te toca, Roberto. –Le recordé con un poco de nervios, aún no sabía qué cartas tenía. Primero bajó la carta que me temía, el As de tréboles, todo dependía de la carta que siguiera.

-Perdí. –Un seis de picas era la carta que le quedaba en su mano. Tú ganas puedes egresar al equipo.

-¿Estás seguro? ¿O sólo es por la apuesta? –Pregunté porque en el fondo de verdad apreciaba a todos esos chicos, de hecho todos estaban viendo el juego y se acercaron hacia donde estábamos nosotros.

-Hemos hablado. –Roberto me miró a los ojos. Y creemos que no hay un mejor capitán que tú, los dos son bienvenidos en el equipo, y en eso todos estamos de acuerdo. –Todos se acercaron para saludarme y darme un abrazo de bienvenida y también a Marcos le tocaron unos cuantos, ambos estábamos felices de que al fin todos habían aceptado lo nuestro.

-Marcos... –Lo miré con ternura a los ojos y lentamente fui posando mis labios sobre los de él, esa sensación tan suave, tan cálida, mi primer beso finalmente y era con el hombre que me tenía completamente enamorado. –Te quiero tanto Marcos.

-Yo te adoro Kyle. –Volvió a besarme y esta vez todos aplaudieron y mi hermana salió con su equipo de cámaras para grabar todo el momento. –Espera, aún faltan las cartas de Tess. -Era verdad, por tanta felicidad nos habíamos olvidado de ella, Marcos la miró tiernamente, con esa mirada que puede derretir a cualquiera.

-No tengo nada... –Tess tomó su cartas y salió de la habitación, para luego dejarlas en un bote de basura, las cartas que tenía Tess eran diamantes, si ella hubiera querido nos hubiera vencido a todos con su Flush, pero en vez de eso prefirió la derrota.

Mis compañeros nos cargaron a Marcos y a mí sobre sus hombros, finalmente habíamos sido aceptados, le sonreía a mi novio y de nuevo acerqué mis labios a los suyos, estaba seguro que este hombre era el amor de mi vida y no permitiría que jamás nada nos separase.

 

CONTINUARÁ...

Notas finales:

Espero que les haya gustado el capitulo, esta historia se me hace tierna....quizas en los proximos capitulos haya lemon entre Marcos y Kyle, pero no estoy seguro, diganme sus opiniones ^^

 

Nos vemos en el siguiente capitulo!!


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