Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ofrenda por la paz por MerrickLioncourt

[Reviews - 164]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Este capítulo es inmediato al capítulo 4 y se desarrolla en el santuario.

Los caballeros presentes se quedaron petrificados.

 

- ¿Qué hay con Shun? – Pregunto Geki con mucha cautela.

 

Saori se dio la vuelta, no sabía por dónde comenzar. Hermes había avisado que tenía que presentarse en el Olimpo, sin dar más detalles. Al llegar se encontró con Zeus y Hades. La noticia que recibió de ellos le dejo pasmada.

 

- Saori – Llamó Jabu con un tono suave. - ¿Qué ocurre?

 

Palas lo meditó un poco, podía contarles parte de la verdad. Lo otro, era demasiado para que ellos lo supieran. Dio la vuelta para enfrentar a sus guardianes, se acercó a ellos para hablar con más confianza.

 

- Shun ha cambiado mucho. – Comenzó la chica, pero fue interrumpida por las preguntas de los demás caballeros.

 

- ¿Lo viste? ¿Cómo esta? ¿Está bien?

 

- Calma – La joven diosa levantó las manos para invitar a sus santos a serenarse. – Tranquilos. Shun está muy bien, se le nota feliz. Hades lo tiene muy bien cuidado. – Los chicos se miraron entre ellos, la diosa solo atinaba a mirarse las manos. – Es solo que, está muy cambiado.

 

- ¿A qué te refieres Saori? ¿Acaso ese desgraciado lo alteró? ¿Cambió sus recuerdos? ¿O lo transformo en algo más conveniente para él? – Ban estaba alterado, tal vez no demostró mucha cercanía hacia Shun, pero era su hermano. Si Shun sufría, todos sufrían, y no soportaría ver sufrir aún más a los 4 caballeros divinos.

 

- Nada de eso Ban. Hay cosas que conciernen a los dioses, y es muy difícil para la conciencia humana comprender.

 

- Pruebanos. – Athena suspiró, Shaina tenía razón.

 

- Bien. La continuidad tiempo/espacio es diferente en el Olimpo y los otros reinos. Esta discrepancia es más notoria en el inframundo. – Sus caballeros guardaron silencio - Hades puede observar lo que ocurrió en cualquier época. Su reino no se sujeta a las normas del tiempo. Un día aquí puede ser varios años allá.

 

- ¿Quieres decir que Shun…? – Jabu no terminó la respuesta. Comenzaba a entender el cambio de Shun y empezó a recorrerlo  la intranquilidad.

 

- Si, Shun ha crecido. Al parecer estos dos meses para él han sido por lo menos 3 años.

 

Todos permanecieron en silencio. El viento levantaba las hojas secas y una leve capa de polvo. Saori se aferró al báculo de Nike. Parecía que perdía fuerzas.

 

-¡Athena-Sama!

 

Marín y Jabu auxiliaron a la joven evitando que cayera sobre sus rodillas. Athena se apoyó en los hombros del caballero del Unicornio, mientras que Marín le ayudaba a incorporarse.

 

- Tranquilos, viajar al Olimpo no es sencillo. – Jabu la escoltó a donde debería estar el trono de Athena.

 

- Shun es una preocupación de todos, aunque fue su decisión, Hades aceptó un trueque irreal. Debe haber algo oculto en todo esto. – Dijo una vez que estuvo sentada.

 

- Shun es apuesto, tal vez Hades lo quiera de amante – Nachi sintió como las miradas de sus hermanos le cortaban la piel. – Er... era… una broma. Yo…

 

- Cierra el hocico – Le espetó Geki enfadado. – Shun es un niño y eso es enfermo, incluso para un dios.

 

- Pero ya no tiene 14 años, tendría 17 – Mencionó distraídamente Ichi. – Si Hades lo quiere lastimar puede hacerlo sin sentir remordimiento por lastimar a un niño.

 

- ¡Sigue siendo un niño! – Geki estaba furioso.

 

Athena observaba a sus caballeros, todos estaban molestos, incluso Marin y Shaina tenían su cosmo alterado. Ella también lo había pensado. Hades quería usar a Shun como consorte, pero el cambio del joven y su verdadera identidad la tenían confundida.

 

Geki y Ban seguían discutiendo sobre los planes de Hades; Ichi y Nachi se habían encerrado en un mutismo, Nachi sentía culpa, mientras que Ichi seguía meditando sus propias palabras. Jabu pensaba en sus hermanos ¿cómo tomarían la noticia que les acababan de dar? Habían visto demasiado, vivido demasiado ¿podrían con esto?

 

Los rostros de las amazonas eran invisibles para los chicos, pero podían verse sutiles cambios en su lenguaje corporal. June tenía las manos firmemente apretadas en puño, un hilito de sangre comenzaba a correr entre sus dedos. La respiración de Marín era errática, contenida, viendo detenidamente, su cuello estaba húmedo por las lágrimas que resbalaban de sus ojos. La única que permanecía en aparente calma era Shaina. Su mirada estaba atenta a Athena, le apenaba Shun, pero aún había otro asunto por tratar.

 

Palas observaba a sus caballeros, hasta que encontró a Shaina. Por un momento la diosa bajo la mirada, hizo acopio de fuerzas y suspiró.

 

- Hades se ha mantenido firme en su palabra – Las discusiones cesaron y la atención se centró en la diosa – No apoyará a Artemisa en sus planes. No entregará la humanidad a los caprichos de los dioses, eso es lo que Hades ha dicho.

 

Los santos guardaron silencio.

 

- ¿La diosa Artemisa sigue con lo dicho? – Athena asintió a la pregunta de June.

 

- Pues no la dejaremos, que venga con su ejército, no dejaremos que destruya este recinto. – Jabu contestó desafiante. – No dejaremos que destruya lo que Seiya construyó.

 

El resto se le unió con gritos de aprobación, incluyendo a las amazonas. Una vez más Athena les pidió calma alzando las manos. Los santos guardaron silencio.

 

- A diferencia de otras ocasiones, este es una desavenencia entre dioses que no involucra a los seres humanos. – Athena guardó silencio pero ninguno interrumpió a la diosa. – Esto debe arreglarse en el Olimpo.

 

- Shun estaba en el Olimpo. – Replicó Ban.

 

- Pero no apoya a Artemisa. -  Constestó rápidamente Athena. – El ya dejó claro su postura – Athena desvió la mirada recordando la discusión que había sostenido con el que fuera su santo de Andrómeda. – El apoyará a Hades. – La mirada de la diosa se perdía en la oscuridad.

 

- Pero…

 

- No más peros Jabu. Ustedes deben concentrarse en restablecer la orden de Athena. Shaina hizo descubrimientos interesantes y ustedes junto con Seiya, Hyoga, Ikki y Shiryu serán los encargados de su entrenamiento.

 

Los jóvenes estaban contrariados, sin más discusión hicieron una reverencia colocando una rodilla en el piso y dejaron sola a Athena.

 

 Una figura se escondía en una cámara lateral. Se desplazó lentamente una vez que los caballeros se habían ido. Athena observaba el horizonte en el lejano mar.

 

- ¿Escuchaste todo? – Preguntó Athena al hombre que caminaba hacia ella.

 

- Lo suficiente. – Ikki contesto con voz entrecortada. Athena se levantó y camino hacia el.

 

- No es conveniente que estés levantado recién. – Se acercó al caballero del Fénix y colocando una mano sobre su pecho alivió el dolor de su cuerpo. – Ahora Ikki, define suficiente.

 

- Hades es un pervertido que quiere violar a mi hermano y Artemisa es una...

 

- Cuidado Ikki.

 

- …diosa interesada en derrocarte – Athena sonrió, Ikki le respondió con una sonrisa sarcástica.

 

- No es propio del Patriarca expresarse con desdén de los dioses. – Athena camino hasta una cámara lateral, del lado contrario por el que Ikki apareció. Hizo un ademán con la mano para que Ikki entrara.

 

- Después de usted, mi señora. – Athena rió ante la respuesta y cruzó el umbral.

 

Llegaron a un balcón, un vestigio de cortinas blancas colgaba en el dintel y sobre la tapia de mármol. El lugar aún conservaba una mesa de mármol y un par de asientos del mismo material.

 

- Hay cosas, que no pueden ellos saber. – Mencionó al tiempo que se sentaba, invitando a Ikki a hacer lo mismo.

 

- ¿Y es mi privilegio siendo Patriarca?

 

- No precisamente. Hace siglos escogí a uno de mis caballeros como Patriarca. El conocimiento popular es que el Patriarca rige el santuario en mi ausencia.

 

- Pero no es lo único.

 

- No. El Patriarca también es mi concejal. – Saori le dedico una mirada significativa. Ikki sonrió abiertamente. Un gesto que pocos privilegiados podían atestiguar.

 

- Creo que te equivocaste de sujeto. – Saori sonrió. – Shiryu es mucho más sabio que yo.

 

Saori quedó observando al santo por unos instantes.

 

- Dime Ikki, ¿qué harías tú?

 

Ikki parpadeo un poco antes de contestar.

 

- Rectificaría el camino para no causar más daño.

 

- Y ¿Si no ha habido daños?

 

- Entonces prevendría que los hubiera no tomando decisiones estúpidas.

 

- ¿Pero cómo puedes saber eso, si ni siquiera lo has intentado? – De pronto los dedos de Ikki se volvieron interesantes y su dueño se dedicó a observarlos. – Escucha lo que tengo que decir, si considero que tus consejos son extravagantes o que presentas un peligro para los aprendices o tus compañeros, tomaré tu consejo. – Ikki sonrió superficialmente – Sin embargo, el hecho que me adviertas sobre tus posibles errores es ya un consejo sabio. – La sonrisa de Ikki se hizo más abierta.

 

- Está bien, veremos que tienes para mí. – Athena sonrió.

 

- Bien, días después de que regresamos, Artemisa se dirigió al consejo del Olimpo y demandó mi destitución como regente de la tierra. Zeus se negó, Hera apoya a Artemisa, Poseidón como sabes está ausente, Apolo apoya a su hermana, Ares está feliz con que haya otra guerra, Demeter solo escucho y no tomo partido. Hefestos dijo que es cosa que a él no le importa y Afrodita hará lo que diga Hades. – Ante el nombre Ikki se revolvió en su lugar, un destello de furia encendió su mirada.

 

- Y ese…

 

- Ikki..

 

Ikki crispó sus puños.

 

- … dios del inframundo… ¿qué dijo al respecto?

 

- Me defendió. – Ikki la miró sorprendido. – Si, resaltó las cualidades de mi cargo y lo que he logrado a través de los siglos.

 

- ¿Ayuda?

 

- Zeus lo escucha a él más que a nadie. Hefestos puede cambiar su postura si Hades mantiene la suya y ya me escuchaste, Afrodita seguirá a Hades.  – El gesto de Ikki fue de un millón de dólares. No podía creer que alguien tan prepotente tuviera tal poder de convencimiento.

 

- ¿Y qué es lo que te preocupa?

 

- Hasta ahora este es un problema entre dioses. – Ikki comenzó a entender – La diplomacia se va a acabar, sobre todo si Ares se involucra y comienza a irse del lado de Artemisa.

 

- Ya veo, no tenemos las fuerzas para defendernos si eso llega a pasar.

 

- Veo que ya entendiste. – Saori sonrió e Ikki suspiró profundamente pasando sus manos por la cabeza. – Que sugieres.

 

- Bien, puedes recurrir a varias estrategias.

 

- Me gustaría escucharlas todas.

 

- Bueno… - Ikki vacilaba, estaba analizando todos los detalles. Saori lo veía en sus ojos que deambulaban en el horizonte. Ikki funcia el ceño en señal de frustración y  movía las manos tratando de expresar una idea. Saori se estaba divirtiendo – Podrías abdicar, entregar la tierra a manos de Artemisa.

 

- ¿Así de fácil?

 

- Sí y no. – Athena lo inquirió con la mirada – No tenemos la suficiente fuerza para derrotar a los guardianes de Artemisa, somos 14 a lo sumo y solo 4 podemos portar armaduras doradas, enfrentarlos sería un suicidio.

 

- Continúa.

 

- Si entregas tu poder a Artemisa, tendríamos tiempo de reorganizarnos, recuperar fuerzas y reclamar tu trono de vuelta. – Ikki volteó a ver a Athena significativamente.

 

-¡Ja! El poderoso Ikki sugiriendo un plan para ceder y atacar – Ikki volvió a encontrar sus dedos interesantes – Vamos Ikki, sé que tienes algo mejor que eso. – La joven se había movido y ahora estaba sentada en la mesa de mármol y apretaba la mano del caballero.

 

- Si, se me ocurre otra cosa, pero…

 

- Tienes miedo de involucrar a Shun. – La afirmación le peso en el pecho.

 

- No fue una buena elección, tengo demasiado que perder, Athena…

 

- No acepto renuncias.

 

- Los estoy poniendo en peligro, dudo de mi juicio y…

 

- Y por eso serás un excelente Patriarca. – Saori sujeto la mano de Ikki entre las suyas. No era un coqueteo, era un gesto de hermandad y de apoyo. – Dime tu plan, sin miedo.

 

Ikki suspiró, no sabía si podía afectar a Shun, que permisos sobre su hermano le daría a Hades con su sugerencia, pero compartírsela a Athena no lo iba a dañar.

 

- Podrías aliarte con otros dioses, buscar su apoyo no solo político, también con fuerzas. Pedir refuerzos con ellos.

 

- ¿Tienes a alguien en mente? – Ikki suspiró largamente antes de contestar.

 

- Tus más grandes aliados en este momento serían Zeus, Hades y Poseidon. El primero es tu padre y no te ha negado su apoyo político, el segundo te dio su apoyo político y tienes un acuerdo de paz con él, pero… ¿te prestará socorro si lo necesitas? – Athena sonrió, esa cuestión ya estaba zanjada – Poseidon es otra carta, lo encerraste – Athena sonrió – Y rechazaste su propuesta de matrimonio – Saori rió ante el comentario.

 

- Cómo bien has dicho tengo el apoyo de Hades y Zeus. Y no rechacé a Poseidón, rechace a Julián Solo. – Ikki rió.

 

- Gracias a los dioses.

 

- Ikki… - El aludido se encogió de hombros.

 

- Es un engreído. – Athena rió, Ikki la estaba tratando como su hermanita.

 

- ¿Y quién según tu sería un buen partido?

 

- Seiya – La joven se sonrojo.

 

Saori se levanto de su lugar y camino dando la espalda a su acompañante.

 

- Es interesante tu sugerencia. Volvamos al tema que nos ocupaba. – Ikki rió internamente. Athena en el interior era una chica de 14 años que se moría por Seiya. – Hades directamente no me ha negado su apoyo con la protección.

 

- ¿Directamente? – Saori, dudaba, ¿qué podía decirle a Ikki?

 

- Un oráculo del inframundo me advirtió de usar a los espectros para mi benefició.

 

- ¡Shun! – Athena le miró sorprendida - ¡Claro! Si usamos a los espectros el cabrón se las cobrará con Shun.

 

- Ikki te advertí del lenguaje. – Ikki  levantó las manos en señal de arrepentimiento.

 

- ¡Perdón! – Ikki tardó un segundo en asimilar lo que Athena le había dicho previamente, pero al fin llego la información a su cerebro - ¿Qué hacía un oráculo del inframundo en el Olimpo?

 

- Los dioses pueden llevar a sus oráculos por si necesitan consultar a las parcas.

 

- ¡Vaya! – Ikki permaneció en silencio. – Tú no tienes oráculo.

 

- No, hace siglos que no ocupo uno, en el sentido técnico eres tú. Ya que vivo entre los humanos, ¿para qué ocuparía un oráculo? – Athena se guardó la verdad. – Bien caballero de Ikki de Leo, es tarde, apreció sus consejos. Ahora vaya a descansar, le esperan días agitados.

 

Ikki se levantó hizo una inclinación de cabeza.

 

- Athena, un placer servirle.

 

Ambos jóvenes rieron. Ikki dejó a la chica en el balcón, pero no se alejó mucho, sabía que ante cualquier eventualidad el debía proteger a Athena. La cámara del patriarca permanecía casi intacta. Ikki se dirigió a ese lugar, entro a la habitación abandonada y se sentó en la loza de mármol que servía de cama.

 

La luz de la luna entraba por la ventana y por las grietas en las paredes. Había escuchado lo que dijeron de Hades queriendo a Shun como amante. Eran especulaciones pero también era un presentimiento que no le dejaba en paz. Además estaba la amenaza de Artemis, y si de alguna forma ella podía dañar a su hermano, no, la diosa de la luna no tenía porque dañar a Shun.

 

Comenzó a sentir el cansancio apoderarse de su cuerpo. Se concentro en sus nuevos aposentos y vio detalles que antes no había notado. En un rincón de la habitación había una colchoneta de plumas,  junto con sábanas de algodón y lino. También había una cobija de lana finamente tejida. Dedico 10 minutos a arreglar la cama acomodando la colchoneta y la ropa de cama, encontró que en realidad era un lugar muy cómodo para dormir.

 

Había también un armario y dentro de este juegos de pantalón y túnica con faja y sobretodo. En un pedestal, frente a la cama estaba el casco y la máscara del patriarca. Ikki se sentía incomodo viendo ese objeto que había sido utilizado por Saga y Shion. Aunque al verlo detenidamente el casco mostraba sutiles cambios y la máscara era plateada en lugar de roja.

 

Cambio sus ropas por unas más cómodas y que suponía eran las ropas de descanso. Estaba alistándose para dormir cuando escuchó un ruido afuera. Encendió levemente su cosmo para percibir cualquier movimiento en los aposentos de Athena. Concentró todos sus sentidos y escucho como alguien se movía con dificultad, parecía que se arrastraban por el piso.

 

Cautelosamente Ikki salió de su cuarto, esperó un poco y percibió el leve cosmo del caballero de Siberia. Ikki se apresuró a ayudarle.

 

- ¿Estás loco? – Preguntó alarmado. Se acercó a Hyoga, lo cargó sobre sus hombros y lo llevo a la habitación – Te dijimos claramente que no te levantaras.

 

- Ikki…

 

- Si ya, ya estás aquí. – El Fénix coloco el dorso de la mano sobre la frente del Cisne. – Sigues con fiebre.

 

- Shun… - Ikki se desarmó. Habían despertado casi al mismo tiempo, Hyoga quería salir a buscar a Shun y repetía su nombre una y otra vez. Entre Ikki y Seika se lo impidieron, pero Hyoga se las había ingeniado para escapar.

 

- Ahora no podemos ir con Shun.

 

- ¡Salvalo! – Fue lo últmo que dijo antes de caer en la inconsciencia.

 

Ikki suspiró, acomodó a su compañero y hermano en la cama y le arropo.

 

- Eso pretendo. – Besó suavemente al ruso en la frente y se acostó del otro lado de la cama.

Notas finales:

1. No me gusta la Athena formal que presenta Kurumada en Hades y La overtura del cielo. Me gusta mucho más la que nos ofrece en Next Dimension, más cercana a sus caballeros y menos formal.

2. Sigo con la línea de la historia mitologica. En la mitología griega, Zeus y Plutón (Hades) eran muy cercanos, tanto que uno no actuaba sin la aprobación del otro. Hay autores que se atreven a afirmar que son la misma persona, aunque hay pruebas de que son personalidades distintas (Zeus es promiscuo y tiene amantes mortales a diestra y siniestra, además de que procrea con mortales y diosas; mientras que Hades es relativamente fiel, solo se le conocen dos amantes y una esposa, se podría decir que hasta casto es el condenado, por aquello de que no tiene hijos, pero ese tema se puede discutir en otro foro)

3. No se estan coqueteando, Ikki solo juega con Saori.

4. No se estan coqueteando... bueno... quien sabe.

5. ¿Qué habrá discutido con Shun que la tiene tan mal?

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).