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Ofrenda por la paz por MerrickLioncourt

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Notas del capitulo:

Un interludio...

El mundo entero estaba cayendo en caos. El satélite natural había disminuido la distancia entre la tierra en 30 por  ciento. Las zonas costeras se habían inundado por una repentina marea alta ocasionada por el reposicionamiento de la Luna, las pocas mujeres que seguían encintas habían perdido a sus bebés, había casos de ataques cardíacos y hemorragias espontáneas por todo el mundo, las muertes se contaban por miles y todo aquello estaba lejos de terminar. Con cada minuto que pasaba, las cosas se iban poniendo peor. Debido al efecto gravitacional, los polos magnéticos se desplazaban a una mayor velocidad, estaban a horas de sufrir un gran terremoto que movería los polos de la tierra.


Artemisa sonreía. Una nueva era estaba comenzando, la era de la Luna. La diosa era la regente de este nuevo mundo y nadie podría hacerle frente, todos tendrían que aceptar el nuevo orden de las cosas. Ningún otro dios podía oponerse a ella, ni siquiera Athena, y si lo hacía, ella estaba más que lista para destruir lo que quedaba de su patética orden.


Athena elevaba su cosmo para proteger a la mayor cantidad de personas posibles, especialmente a los que se encontraban en los lugares más vulnerables. Logro salvara algunos niños y a sus madres y también a muchos hombres, ese simple acto ya era rebeldía contra Artemisa. Sus guerreros estaban protegidos dentro del santuario pero aun así sentían los efectos, el más afectado era Ikki, su posición cómo Patriarca lo exponía más a los cambios que sufría la tierra, prácticamente sentía lo mismo por lo que pasaban el resto de los seres humanos aunque con menos intensidad. Pero el que sintieran esos cambios no quería decir que estuvieran pasando por ellos, era empatía lo que los conectaba a los cambios, tenían que entrenar su mente para separar lo que sentían de lo que realmente estaba pasando con sus cuerpos.


Pero Athena no era la única diosa que brindaba protección a los humanos. Las costas de Grecia se encontraban protegidas por el cosmo de Poseidon. La marea había subido sin causar oleajes mayores, lo que supondría mayores pérdidas humanas junto con la perdida de tierra firme. Hipnos y Thanatos habían procurado muertes pacificas a todo aquel que había sido alcanzado por la elevación de las aguas, hacían lo que podían para dar el mismo beneficio a todo aquél que moría, pero era muy difícil seguir el paso. Morta estaba desesperada, pues los hilos se reventaban a cada momento cuando una vida terminaba antes de su tiempo natural, esto entorpecía el trabajo de los gemelos, Alecta hacía su mejor esfuerzo para reforzar algunos hilos protegiéndolos con su cosmo. No podían permitir que la desesperación se apoderara de ellos, tenían que seguir con su deber con la humanidad.


Zeus no interfería con lo que ocurría en la tierra, a final de cuentas, Artemisa era la nueva regente del planeta, sin embargo se encontraba intranquilo, pues tantas almas llegando al inframundo podían ocasionar una catástrofe y la molestia del hijo mayor de Cronos. Sin contar que atraerían la atención de los poderes antiguos, aunque estaba seguro que ellos no intervendrían.


Las principales iglesias del mundo se encontraban abarrotadas, la gente se apiñonaba en los atrios para rezar el rosario. Pedían por el cese de toda calamidad. Pedían por el perdón de los pecadores, elevaban sus plegarias para que Dios enviara a un salvador, cómo antes había hecho en Noé y Moisés. Los cantos y alabanzas inundaban los atrios de Roma, Lourdes, Medjugorje, México, Argentina, Nueva York y Jerusalén. Era cuestión de tiempo antes de que los extremistas actuaran.


Una bomba estalló cerca del muro de los lamentos. El estallido arrebato la vida a cientos de judíos que se habían acercado a rezar frente al muro, clamando por ayuda a los cielos. Los extremistas islámicos asesinaron a todo aquel que era reconocido cómo apóstata o pecador sin importar si era o no de su religión. Decían que todo aquello era por culpa de los pecadores.


Muchos otros levantaban los ojos al cielo y simplemente pedían que aquella tortura terminara, que alguien interviniera por ellos y los salvara. Sabían que su comportamiento había sido malo pero no deseaban la destrucción de la tierra y menos la muerte de sus hijos, hermanos o padres. Las horas pasaban y ningún cambio era notorio en el ambiente.  Era claro, los humanos estaban solos. Ninguna fuerza natural o divina intercedería por ellos. Algunos podían sentir una energía cálida que los cubría, otros se sentían seguros estando cerca de lagos y ríos, pero no frente al mar. Todos, sentían el aroma del sándalo en el ambiente y el miedo a la muerte disminuía.


Unos pocos, habían dirigido sus plegarias a lo que fuera que causaba los desastres. Le pedían que parara, le entregaban sus vidas y las de sus hijos para que todo aquello se detuviera. Ante ellos apareció uno de los ángeles de Artemisa, quién les entregó brazaletes con el símbolo de la luna. De inmediato, los nuevos creyentes eran trasladados a la isla del Adriático en la cual la diosa tenía su fortaleza. Los rezos a Artemisa le daban fuerza a la diosa. La hija de Zeus y Hera sonreía. Por fin podía decir que tenía más poder que su pobre hermana, en quién los hombres poco a poco dejaban de creer y admirar. La satisfacción que sentía por tener derrotados a sus hermanos se veía en su rostro. La arrogancia de su andar era aún más marcado que antes. Se sentía la reina del universo, o por lo menos así se sintió hasta que vio aquellos relámpagos surcando el cielo. No eran provocados por su padre, el solo ver aquella luz cruzar las nubes le causaba escalofríos. No podía perder el tiempo, tenía que acabar con Athena y Ares le debía un par de favores.


Sin perder tiempo, se alejó del balcón de su templo y se dirigió a su carroza para ir a visitar a su queridísimo hermano.

Notas finales:

Una disculpa. La semana pasada fue mi cumpleaños y el primer aniversario de la muerte de mi abuela u.u Por ambas razones no estuve en casa el fin de semana y no tuve los capítulos a tiempo. Lo que más me preocupa es que Vene no ha comentado T_T

Este es un breve capítulo. Un interludio de lo que ocurre en la tierra y que será muy importante al momento de que Shun pida ayuda a su familia celestial =)

Saludos.

P.S. Regresó a dar clase, secundaria, primer grado... n.n


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