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final ALTERNATIVO de "Ciel Phanthomhive in a little trouble" por nofynoky

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Notas del fanfic:

sólo espero que lo disfruten y que no se desilucionen de mi historia... realmente espero que les guste tanto como los otros capitulos!! :D

NO OLVIDEN DEJAR REVIEWS!!!! :D

Notas del capitulo:

NO LEAN ESTE FIC SI ES QUE NO HAN LEÍDO EL OTRO... QUE ES EL INICIO... 

supongo que la mayoría de las que lea este fic ya lo sabe... pero nunca falta hacer la advertencia jajajajaja

de todas formas dejo el link del inicio...

http://amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=73156

 

AAAH!!! Y OLVIDABA DECIR QUE LO QUE ESTÁ EN NEGRITA... ES LO QUE NO SE CAMBIÓ DEL CAPITULO "ORIGINAL"...

CAPITULO ALTERNATIVOOO!!!

-          Aah!... – gritó Alois con un alarido de dolor mientras se llevaba las manos a la garganta y se dejaba caer de rodillas.

-          No! No otra vez…! – dijo Ciel entrando en desesperación al ver a Alois retorcerse en el suelo.

Ciel se acercó velozmente, no tenía idea de lo que le sucedía a Alois, pero estaba seguro de que tenía que ver con ese estúpido demonio que tenía que haberse cruzado en sus vidas. Alois había comenzado a emanar una extraña luz amarilla y sin pensarlo dos veces, Ciel se lanzó de rodillas a su lado.

En el preciso instante en que lo tocó para darlo vuelta y poder ayudarlo, recibió algo parecido a una corriente eléctrica que lo recorrió desde la mano hasta cada extremidad de su cuerpo. A diferencia de los toques eléctricos que sentía cada vez que se rozaban, ésta sensación era desagradable y horrible. Las imágenes comenzaron a agolparse en su cabeza, sumergiéndolo en una especie de ilusión… eran recuerdos, recuerdos de Alois.

Al comienzo vio todas las veces que estuvieron juntos desde la primera vez que se conocieron, todo era una cámara rápida sin frenos. Las imágenes y los sonidos pasaban a toda velocidad, de vez en cuando se veía a sí mismo desde los ojos de Alois.

De pronto todo se detuvo en un momento, las cosas comenzaron a pasar lentamente, desde el momento en que le dio ese último beso antes de que se lo llevaran… vio la oscuridad, pudo sentir en carne propia el dolor que sentía Alois en esos momentos… claro que era una sensación mucho más amortiguada a lo que fue en realidad para el rubio… pero no dejaba de ser doloroso.

Sintió el miedo y la soledad recorrer cada una de sus venas al ver cómo su vida se le iba, más bien la de Alois, pero todo se sentía como si le estuviera sucediendo a él mismo.

De pronto todo se volvió oscuro y frío… conocía esa sensación… era el momento en que Alois había muerto, entonces… ¿cómo es que se encontraba vivo frente a sus ojos?  

De pronto se sintió abriendo los ojos lentamente… no, no era él, aún estaba dentro de los recuerdos de Alois y éstos continuaban. Estaba en un lugar oscuro y húmedo, el frío le carcomía cada hueso, sin embargo Alois no le ponía atención a eso.

Intentó moverse y unas cadenas lo tenían atado fuertemente, forcejeó hasta el punto de que sus muñecas y tobillos sangraron. Un demonio horrible apareció al poco rato, desesperadamente intentó soltarse nuevamente al ver cómo esa bestia se acercaba con malicia.

La tenue luz hacía que las sombras se alargaran y todo tomaba un aire aún más temible… Ciel conocía esa expresión en la cara del demonio, lo había vivido en carne propia… no quería creer lo que venía a continuación… una tortura interminable.

El monstruoso ser llevaba consigo un enorme y afilado cuchillo, el cual pasó lentamente sobre la piel de Alois que fue cortada con tanta facilidad que parecía tan frágil y delicada. Ciel simplemente no quería seguir observando, no tenía idea de cómo salir de esa pesadilla tan lívida de la cual Alois había sido el protagonista.

Un dolor agudo le atravesó de un extremo a otro, la tortura de Alois había comenzado… no bastaba con quemarlo con fierros al rojo vivo… ni con una serie de cortes por todo el cuerpo… si no que cada vez, al terminar con la tortura, lo remataba atravesando sus entrañas con una enorme espada… removiéndolo por dentro sin ninguna compasión. ¿Para qué hacia aquello? Al parecer su intención era que lo viera.

Podía escuchar los alaridos de dolor, sentir la desesperación que cada vez iba en aumento, su cuerpo al completo estaba cubierto por sudor.

Ciel ya no podía seguir con eso, o perdería la razón de un momento a otro, la infinita tortura se repetía una y otra vez, con métodos cada vez más siniestros que los anteriores… ahora lo comprendía, Alois había sido revivido y asesinado cuantas veces se le antojó a aquél demonio… únicamente para torturarlo una y otra vez hasta la muerte.

Al fin la terrible pesadilla terminó y Ciel fue liberado jadeante de los recuerdos del rubio, no aguantó ni un segundo y apenas volvió en sí, se inclinó a un lado y vomitó todo lo que tenía. Ya iban dos veces en su vida en que vomitaba por presenciar algo tan impactante, pero aquello no tenía comparación… incluso había podido sentir la milésima parte de la tortura de Alois y aun así creía haber salido del mismo infierno.

¿Cómo Alois podía ser tan fuerte? No se explicaba cómo es que podía pasar por todo ello una y otra vez y luego actuar como si nada hubiese pasado frente a él.

Una vez recuperado se volvió hacia Alois que tenía los ojos apretados por el dolor.

-          Es… es Claude… el contrato se ha… roto. – intentaba explicar con mucha dificultad el rubio, apenas si podía pronunciar las palabras, sin embargo Alois las comprendió. Habían matado a Claude y lo que probablemente estaba sintiendo Alois era el sello rompiéndose.

Se sentía completamente inútil, no tenía idea de qué hacer… Alois se removía intentando reprimir los gritos, era consciente de cómo estaba Ciel y no quería empeorar las cosas. Un hilo de sangre le corrió por entre los labios apretados, el contrato le estaba haciendo pedazos la lengua y no podía hacer nada.

Ciel no podía resignarse a que todo aquello estuviera sucediendo… Alois siempre era el salía sufriendo… realmente ya no le parecía algo real, su vida se había vuelto un completo caos…

El ambiente era muy tenso, Alois llevaba un rato con ese dolor que no disminuía y Ciel no hacía más que observarle impotente, no quería volver a tocar a Alois por miedo a volver a compartir esos horribles recuerdos.

Se sentó a su lado, abrazándose las piernas con sus brazos, era todo lo que podía hacer. Intentó concentrarse en sus pensamientos para poder distraerse un poco, al mismo tiempo no quería encontrarse a solas con su mente… no quería recordar el momento en que se llevaron a Alois, ni el momento en que le dijo la verdad de lo que había hecho… ni mucho menos quería verlo sufrir.

¿En qué momento de su vida todo se había vuelto tan melodramático y tan lleno de problemas? Tal ve siempre había sido así, desde la muerte de sus padres y la suya propia… pero quizás estos sucesos le afectaban más que los otros… ¿de qué demonios estaba hablando? Le afectaban mil veces más.

Todos esos pensamientos lo llevaron a uno en especial… Alois había muerto, de hecho había muerto una y otra vez con ese demonio que no le dejaba respiro alguno. Estaba seguro de que volver a la vida tenía su precio y aquél demonio monstruoso no era lo suficientemente amable como para darle siquiera un precio razonable… seguramente todo era parte de su estúpido juego.

De pronto Ciel salió de su propio ensimismamiento, Alois se estaba levantando, pero parecía diferente, sus movimientos no eran fluidos ni demasiado naturales… parecía estar debatiendo consigo mismo en un tira y afloja.

Ciel hizo lo mismo que el otro mirándolo con desconfianza.

 

-          Alois? ¿Qué sucede?

-          Ciel… corre – fue una forzosa respuesta por parte del rubio… ¿correr? ¿Por qué haría eso? Recién había llegado corriendo y ahora que estaba con Alois éste le pedía lo mismo. – corre antes de que no pueda detenerlo.

-          ¡¿de qué… estás hablando?! – casi le gritó, no quería ninguna sorpresa más.

-          Él puede controlarme… y está enfadado. – le dijo Alois volviéndose forzosamente.

Ciel se quedó simplemente anclado en su lugar… Alois estaba luchando contra algo en lo que él no podría ayudar… su propia mente.

El rubio comenzó a acercarse lentamente, luchando contra cada paso que daba, no entendía porqué demonios Ciel no corría… ¿es que acaso no le había escuchado?

El demonio que lo había torturado tantas veces como había querido, estaba haciéndolo de nuevo… pero de una forma mil veces más terrible que las anteriores… de verdad volvería a pasar por todo aquello e incluso más por hacer que Ciel se encontrase a salvo.

Pero no… aquél monstruo estaba empeñado en arruinarle la vida.

Ciel lo miraba desesperado, no hallaba el momento e que todo aquello terminara… ¿algún día volvería todo a ser como lo había sido?

El de ojos zafiro se acercó aún más a Alois que sacudió la cabeza incrédulo y con la mirada más desgarradora que Ciel había visto jamás. Era consciente de que el rubio era incapaz de reaccionar por sí solo… y sabía lo duro que estaba siendo para él…

Pero ya estaba harto de siempre huir… esta vez lucharía a su lado y enfrentaría lo que fuera… no era justo dejarle todo el sufrimiento y el trabajo a Alois.

Después de todo… tenían una alianza ¿no?

Quedaron uno frente al otro, Ciel tenía la misma expresión que ponía cada vez que estaba frente a un gran problema… la actitud desafiante tan propia de él.

Pero nada de eso le importaba a Alois… lo único que quería era ver que por una vez en su vida el conde se tragara todo su maldito orgullo y huyera a más no poder.

Las manos le temblaban escandalosamente, sus brazos querían ir a por la espada que tenía guardada entre sus ropas… pero Alois luchaba con todas sus fuerzas, que poco a poco se iban haciendo insignificantes ante el poder controlador del otro.

Su voluntad iba flaqueando a pasos agigantados y el chico de pelo azulado seguía en frente suyo, se mordió el labio ferozmente, sus manos habían comenzado a avanzar lentamente hacia el interior de su rasgada chaqueta…

Alois sintió el liquido tibio correr desde sus labios, el sabor metálico que tan conocido se le había hecho últimamente… el dolor le ayudaba a aclarar sus ideas, pero aun así era demasiado para él. Sus temblorosos dedos ya estaban tocando el helado metal del mango.

No se atrevía a pronunciar palabra, por miedo a que apenas dejara su labio libre perdiera totalmente el control y atacara despiadadamente al chico que amaba… sí… Alois lo amaba.

Por primera vez se dio cuenta de que su atracción por él era mucho más que eso… el calor agradable dentro de su pecho cada vez que lo veía… los espasmos que tenía cada vez que se tocaban… el deseo incontrolable de protegerlo a toda costa…

Ciel era su primer y único amor… y ahí se encontraba, a punto de asesinarlo.

Sus manos y sus acciones ya no le pertenecían, el mango de la espada estaba firmemente sujeto por esa mano que no le correspondía… nada que hiriera al conde en frente suyo le incumbiría jamás.

Ciel notó el brillo de la espada bajo la ropa de Alois, su mano la estaba sacando muy lentamente haciendo que hiciera un pequeño chirrido que anunciaba lo que vendría a continuación.

A su vez el conde llevó su mano dentro del chaquetón, estaba decidido a hacer algo por sí mismo y tenía oculta una espada al igual que Alois.

El rubio le suplicaba con la mirada que lo dejara… podía adivinar los pensamientos de éste a la perfección… esa mirada lo estaba destrozando por dentro, pero no cedería.

Estaba decidido a llegar con eso hasta el fin.

El rubio apretó los ojos firmemente, había perdido la batalla contra su propia mente y sabía lo que vendría, simplemente no quería ver lo que sus propias manos irían a hacer.

De un momento a otro las espadas entrechocaron con un estruendo, ambos chicos se movían con maestría en una lucha sanguinaria… las emociones de ambos hacían de ésta la lucha la más terrible de todas… una lucha contradictoria e indeseada.

Ciel había logrado contener los feroces ataques de Alois sin atacarlo directamente, pero no duraría mucho… sin embargo no estaba dispuesto a perderlo nuevamente.

El rubio lanzó una estocada directamente al torso de Ciel y por poco logró evitarlo, el mayor era realmente bueno.

Era una pelea que no parecía tener fin… pero el cansancio comenzaba a debilitar los brazos de Ciel y Alois no bajaba el ritmo de sus fuertes golpes ni dejaba de blandir la espada hacia los lugares vitales del, ya de por sí, cansado conde.

¿Podría todo esto terminar bien?

Alois blandió nuevamente la espada contra él, pero esta vez no alcanzaría a esquivarla…

Cerró los ojos… de verdad no le importaba tanto ser asesinado por su amigo… realmente lo admitía… ya no era amigo en el sentido estricto de la palabra… sentimientos como los que le provocaba aquél chico… no eran de simples amigos..

Retrocedió inútilmente viéndose atrapado contra un árbol y la espada de Alois que se aproximaba peligrosamente…

Notas finales:

les gustó?? espero que sí... pero si se aburrieron... intentaré hacerlo mejor en los proximos capis!!!! :D

NO OLVIDEN DEJAR SUS LINDOS REVIEWS!!!! 

byeee!

PD: esta continuación está especialmente hecha para tod@s l@s que me dejaron todos eso reviews... y que a pesar de eso perdieron... por muy poca diferenciaaa!!!!

pero espero que lo disfruten de verdad... :D las quiero a todaaaas!!! y todos* xD


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