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¿Dónde estaba? No tenía ni la más mínima idea, no sabía qué hora eran ni siquiera podía abrir los ojos realmente, pero si sentía, podía sentir el calor de la mañana acariciando su adolorido rostro; tampoco sabía qué heridas tenía porque en realidad le dolía todo y cada una de las partes de su cuerpo... Cada tramo de piel le dolía e incluso hasta respirar se le hacía dificultoso. Pero podía oler algo que reconocería claramente, estaba cerca de un río e incluso podía asegurar que la mitad de su cuerpo desde la cintura para abajo estaba siendo claramente bañado por el agua de éste o quizá era la sensación de adormecimiento que le recorría la mayoría del cuerpo, no estaba seguro. Necesitaba abrir los ojos, saber dónde estaba... Poder llegar a la casa de su hermana, saber que estaba bien, que nada había pasado; las ganas de llorar volvieron a él por pura impotencia que le carcomía el interior. En ese minuto se dió cuenta que era un inútil, que no podía proteger a su hermana o a su madre y eso lo detestaba realmente.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos por un murmullo, demasiado lejos como para ser captado en su totalidad y él estaba demasiado herido como para creer que era real. Intentó abrir los ojos pero sólo logró entreabrir uno de ellos, el izquierdo. Lo único que veía era la intensa luz de la mañana porque estaban en pleno verano y la luz era lo que veía hasta que algo lo cubrió.
-ByungHun -escuchó apenas que su nombre era pronunciado por alguien, quizá fue un poco remecido, pero sentía que lo movían apenas.
El ceño de su frente se frunció cuando era tomado, para su sentido claro, con brusquedad y puesto sobre algo plano y duro. La sensación del río ya había desaparecido, pero se sentía entumido y ni siquiera era capaz de hablar, poco a poco volvió a sumergirse en un profundo sueño tal cual había llegado hasta el río y ahora lo sacaban de allí. El chico volvía a dormir quién sabe si de forma plácida o estaba recordando cómo le hicieron cada una de esas heridas, pero no, los pensamientos que recorrían la mente del chico en esos momentos era sobre una persona específico y no se trataba de su hermana o de su madre, era nada más que ChangHyun quien estaba en sus pensamientos en esos momentos, sonriéndole como si jamás nada hubiera pasado y recordando algo que esperaba algún día que volviera a pasar... Sentir su cuerpo bajo sus manos, su dulce aroma, su voz gimiendo su nombre... Si eso era lo que quería ByungHun, escuchar al menor una vez más decirle que lo quería, que era suyo; en el fondo de su corazón el pelirubio aún guardaba la esperanza de que el menor le recordara, la dolorosa esperanza de que aquello ocurriera.
Cuando sus sentidos despertaron nuevamente su cuerpo ya no se hallaba tan entumido, ni sintiendo frío, ni siquiera la sensación del río o el sol pegando fuerte en su rostro. Ahora habían zonas que le dolían más, pero era un dolor diferente, como si le hubieran cocido ciertas zonas de su cuerpo y otras ardían cubiertas por telas. Se sentía incluso más incómodo que cuando estaba con el sol sobre su cuerpo, sus manos reaccionaron lentamente moviéndose al igual que sus ojos se trataron de abrir, pero cuando lo intento de igual manera que en el otro lugar sólo pudo abrir uno. Había otra cosa diferente, la luz que lo encandilaba ya no era la misma, ahora era más brillante, más blanca; un suspiro se escapó de sus labios haciendo que todo su interior doliera en hacer ese simple gesto rogando por rapidez de que su ojo "intacto" se acostumbrara a la luz del lugar para poder observar a su alrededor. Su mente volvía a reaccionar y a procesar nuevamente, debería encontrarse en un hospital; sobretodo por aquella molesta aguja que cruzaba su piel en el antebrazo y ese pitido molesto que indicaba sus pulsaciones, además de lo que regulaba el suero que entraba a su cuerpo, si todo aquello era correspondiente a un hospital. Cuando la luz se hizo menos intensa para sus sentidos pudo verificar con la vista lo que su mente había pensado, se encontraba en la habitación de un hospital, todo blanco y desagradable sin poder evitar tener el deyavú de cuando ChangHyun tuvo el accidente. Pero lamentablemente para él no se hallaba solo, sentía una intensa mirada a su costado derecho que esperaba al igual que él lo hizo en aquel momento a que sus miradas se cruzaran y finalmente lo hizo, la persona que halló allí eran dos no una, MinSoo y HyunChul.
-L.Joe... -suspiró el menor con el tono de voz aliviado pero la expresión en su rostro no decía lo mismo porque él mismo sentía el rostro tan hinchado que hasta a él le preocupaba cuál podía ser su estado.
-Hola -dijo él y su voz salió ronca, e incluso le dolió provocando que hiciera una mueca de dolor e intentase llevar una de sus manos hasta su garganta, pero desistió cuando ésto le iba a comenzar a provocar aún más dolor del que ya sentía.
Su mirada se había desviado de ellos porque no quería ver en realidad la expresión de preocupación al hacer esos gestos, los cuales que no podía evitar porque se sentía tan adolorido que le molestaba. Se sentía débil y eso le desagradaba completamente, tenía la mirada entrecerrada en dirección hacía la puerta que se hallaba estática y nada interesante para observar pese a que su mirada estaba fija allí.
-¿Cómo te sientes? Llamaré a la enfermera -ésta vez quien habló fue MinSoo, pero ByungHun no dijo absolutamente nada.
Tampoco lo haría respecto a lo que había sucedido anoche porque tendría que decirles a ambos que se alejaran. Él mismo debía alejarse ahora que sabía que ellos estaban aquí... No podía perderlos a ellos también así que tenía que comportarse de forma cautelosa, podían estar en cualquier lugar realmente. Las cosas para él no habían sido fáciles en Estados Unidos y nunca tuvo cara para contarle al grupo todo lo que le había pasado, además ¿Para qué necesitaban saber? Mejor ignorante que posiblemente muerto; ante ese pensamiento una sonrisa ladeada surcó sus labios, casi imperceptible recordando ese hecho tal como si fuera ayer.
Le bastó cerrar los ojos para que el recuerdo inundara su mente de forma inevitable, tenía apenas 12 años y era muy pequeño y delgado, intentando de alguna forma que el hombre que le tenía afirmado le soltara para de ese modo a ayudar a su mejor amigo. Los gritos del contrario era todo lo que él podía escuchar mientras le hacían observar aquella escena, no entendía como las personas eran capaces de hacer ese tipo de cosas, de dañar tanto a otras simplemente por dinero, simplemente por... Una estupidez.
-Lee Byunghun -fue ésta vez el tono de la enfermera quien lo sacó de esos desagradables recuerdos que comenzaban a inundar su mente haciendo que su mirada se fijara en ella, notando como MinSoo y HyunChul habían abandonado ya la habitación.
Se dejo revisar por la enfermera y según lo que escuchó de su parte tenía una herida de bala en el hombro, dos costillas rotas, una muñeca fracturada y estaba lleno de cortes y contuciones; nada de qué preocuparse en realidad, ellos sabían hacer su trabajo y no iban a matarle aún, no les convenía, debían sacarle a él dinero que no tenía... O podrían hacer algo más... Algo que no sería en contra de él sino en contra de todas las personas que amaba y no podía permitirlo, debía hacer algo para poder solucionar todo.
No supo en qué momento se volvió a quedar dormido, supuso que la enfermera le había cedado de nuevo, era difícil escuchó decir, que alguien con esas heridas no sufriera de dolor mientras estaba despierto; pero el dolor para ByungHun no era nada comparado con la preocupación que sentía. Dentro de los días que estuvo en el hospital la única persona que él mismo dejo que entrara a su habitación era su hermana, Hannie, como la llamaba ella con aquella enfermera lo cuidaron durante el tiempo que estuvo en el hospital, halló la excusa para que los policías no le acosaran con preguntas porque él no iba a responder nada y tampoco pondría una denuncia... Eso no funcionó en EE.UU y no lo haría aquí tampoco.
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Las cosas no habían cambiado demasiado, cuando salí del hospital con una venda incómoda alrededor de mi torso, el yeso en mi muñeca inmovilizada por la fractura que tenía ni siquiera podría conducir mi motocicleta por culpa de eso. Afuera me esperaba mi hermana con el mismo rostro preocupado que había tenido durante todo ese tiempo, sabía lo que ocurría, Hannie no era una persona tonta y nunca había estado alejada de la realidad que vivíamos como familia... Pese a que a mi siempre me hubiera gustado mantenerla ignorante y feliz de todo lo que sucedía. Sin mayores palabras me subí a su automóvil en el asiento de copiloto con el pequeño bolso, eran apenas las nueve de la mañana y el sol se hallaba suave sobre el cielo mientras le miraba de forma perdida. ¿Cómo estaba todo? ¿Ricky?... Él, sobretodo él... Pero los recuerdos vinieron a mi mente con tal rapidez y dolor que me hicieron fruncir el ceño... "¡TE ODIO LEE BYUNGHUN!" Su voz gritándome que me odiaba... Por lo menos el odio era mejor que cualquier otra cosa, pero el menor ya no sentía nada respecto a mi, absolutamente nada porque no me recordaba, no había nada de mi en él... Nada que me retuviera a su lado pero yo seguía allí... Intentando dar lo mejor de mi para que él estuviera bien...
-Te quedarás en casa, Omma dijo que era lo mejor... Ella te podrá cuidar allí. Dijo que si era necesario no fueras a la universidad hasta... Hasta solucionar todo -Su voz, la voz de mi hermana irrumpió el silencio que se había impuesto de manera tensa porque ni siquiera sabía qué decir- ¿Me contarás... Qué te hicieron? -preguntó ella insegura pero en ningún momento fui capaz de mirarle.
-Está bien... Me quedaré en casa y congelaré la universidad -Fue lo único que dije mientras observaba por la ventana, tenía en mente conseguir trabajo y sabía bien en dónde lo haría, de modo que me pagarían lo suficiente para ir saldando aquella deuda. Tenía todo planeado porque de todas formas necesitaba alejarme de él y del dolor que sentía tan dentro de mi...
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-¿Dónde está L.Joe Hyung? -Había sido Ricky quién preguntó por el rubio. MinSoo se había dado el tiempo de explicarle todo al menor: De contarle la verdad. Desde ese momento Ricky jamás dejó de preocuparse, se sentía tonto y tenía un montón de sentimientos encontrados en su interior- Se supone que ya le dieron de alta.. Debería estar aquí -mencionaba con insistencia mientras miraba a su alrededor, el grupo estaba sentado en su hora de colación, todos en un silencio expectante ante las preguntas del menor. Nadie sabía si decirle o no, luego de que le había contado al menor, éste no había dejado de acosar a la hermana del rubio para preguntarle cómo estaba; siempre le llevaba cosas, chocolates, regalos para él... Pero MinSoo le había pedido expresamente a HaYeong que no le contara a ByungHun que Ricky había sido quién le había enviado esas cosas.
-L.Joe... Congeló -Fue MinSoo quién luego de beber su café le dijo al menor que ByungHun no asistiría más a la Universidad. El rostro del menor se descompuso.
¿Era enserio? Después de todo, después de que ahora él sabía toda la verdad y aún más MinSoo le había contado a todos los del grupo qué era lo que estaba sucediendo con él... ¿No lo vería?
Comienzo a buscarte pero...
Aquí estoy, completamente sólo llorando
Las lágrimas cesaron y me estoy riendo
Porque te dejé solo...