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JUEGO DE TRES por chanyII

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Notas del fanfic:

como veran, los personajes y las imagenes son de sus respectivos autores.

 

Notas del capitulo:

ahora si, se puede leer  ?? oO?

 


Cada día era lo mismo, siempre la veía en sus sueños, su cabello lacio, la sonrisa fina y la mirada dulce que le otorgaba cuando decía su nombre, y esta no era una excepción; otra vez apareció, con el uniforme que llevaban en la secundaria mientras envolvía su mundo con esa risita tan común en ella, parada al lado de un árbol.

 El viento sopló fuerte y sus cabellos pasaron por su rostro, sin despegar la mirada dulce movió esos mechones mostrando el brillante anillo en su mano…llamándolo

 

-amore mio…

 

 

 

Esas palabras acariciaron todo su ser, palabras que pueden ser escritas fácilmente que decirlas se haría un mundo de nerviosismo. Para el escuchar tales palabras, tal llamado, le mostraba que su corazón ella siempre habitaría y nunca podría olvidarla.

 

La amaba con el alma… 

 

 

 

 

 

 

 

-oto-san levántate

 

 Una pequeña vocecita hizo lejano aquel dulce recuerdo.

 

-eh?...-tenía el techo frente a él-otra vez…ese…recuerdo

 

 

 

-¿oto-san?

 

 

 

 

 

Giro su mirada y encontró al pequeño rubio de 6 años con los ojos jade frente a él, con la mirada interrogante.

 

 

 

-Haru…-observo los ojos jade y los cabellos rubios -buenos días…- le sonrió mientras removía juguetonamente los cabellos rubios, le era su precioso regalo.

 

Era su hijo.

 

 

 

-oto-san… deja eso- se quejo el pequeño con las mejillas sonrojadas-es vergonzoso…

 

 

 

-¿pero qué dices?, eres mi hijo y me encanta hacerlo- se sentía dichoso de tenerlo, de que llevara su sangre - jajaja

 

 

 

-NARUTO

 

 

 

 

 

Esa era otra voz, una tercera persona en aquella habitación naranja, un tercer rubio con una mirada enfadada.

 

 

 

Deidara, su casero que prácticamente para él, lo hacía sentir como el hermano que siempre quiso tener, o también como una hermana. Deidara tiene aspecto de mujer y nadie lo dudaba, era profesor de primaria y aunque eran pocos hombres los que  llegan a enseñar en la primaria, lleno de niños, donde las madres podían hasta confundirlo de pedófilo; pero en el caso de deidara, confundirlo con un pedófilo era descartado, ¡parecía mujer y su comportamiento era igual al de una madre!

 

 Hace 4 años que se encontraba viviendo en esa casa

 

 

 

- ah! …deidara-san!!- retrocedió asustado de su cama

 

 

 

-a qué maldita hora te vas a levantar, se hace tarde - lo miro enojado desde el marco de la puerta.

 

 

 

-Dei-sensei…- se acercó sonriente el pequeño abrazándolo- ya nos vamos, si, si- decía impaciente- quiero ver de nuevo a mis compañeros

 

 

 

-por supuesto Haru-chan-su rostro había cambiado a uno totalmente dulce-espérame abajo para que yo pueda hablar con tu tonto padre, de acuerdo

 

 

 

-sip. Oto-san no te demores- salió apresurado de la habitación

 

 

 

-figlioooo (hijooooo)- grito en momento desesperado

 

 

 

-tú no te vas a ninguna parte así- ese rostro demoniaco había vuelto-tch eres un caso- cerró la puerta

 

 

 

-dei…dei…iahhhhhhhhhhh

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las pequeñas avecillas revoloteaban por todo el lugar, hasta posarse en una magnifica pieza de escultura, una hermosa fuente. Dos personas salían de la gran mansión blanca.

 

 

 

-al parecer nuestro padre no es para nada tonto- sonrió al viento el mayor

 

 

 

-tsk, que dices, él totalmente me odia

 

 

 

-vamos sasuke, el hecho de que le dijeras que eras gay y que por ello no deseabas que se metiera en tu vida. Fue demasiado desagradable

 

 

 

-como que desagradable- se detuvo encarando a su hermano mayor- lo único que él desea es que me case  y me coja a la primera mujer que se me acerque o la que vea

 

 

 

-…

 

 

 

-¿Qué sucede?- pregunto al obtener la completa mirada de su hermano

 

 

 

-realmente eres gay

 

 

 

-¡¿qué?!...- dio dos pasos atrás- bueno pues…eso…yo…no lo he comprobado- era vergonzoso

 

 

 

-y no lo comprobaras- dijo autoritario siguiendo su camino

 

 

 

-¿Cómo que no?, tu tampoco tienes el derecho de meterte en mi vida-lo siguió enojado

 

 

 

-…tal ves

 

 

 

-nada de tal ves itachi, el hecho de que diga que pueda ser gay, es porque eh salido con algunos chicos pero siempre no he llegado a más…ya sabes a que me refiero

 

 

 

-eso es suerte

 

 

 

-no es ninguna suerte- sus flequillos cubrían sus ojos triste pero para el mayor no eran para nada cubiertos, porque él lo sabia-es solo una maldita maldición

 

 

 

-no lo veas así

 

 

 

-tú que puedes saber- grito muy colérico, pero se cubrió rápidamente la boca- lo siento nii-san…

 

 

 

 

 

Frente a ellos la reja que resguardaba su mansión y afuera de él, el auto negro brillante con el chofer inclinándose con sumo respeto

 

 

 

 

 

-señor uchiha, joven uchiha muy buenos días

 

 

 

- muy puntual como siempre, kakashi

 

 

 

 

 

El chofer sonriente, solo abrió la puerta  para que ingresaran los hermanos. Ya adentro del hermoso auto, el menor aun tenía la cabeza abajo, al que en su vida le tenia permitido. 

 

-sabes una cosa, sasuke- el menor levanto su cabeza

 

 

 

-lamento lo de antes itachi

 

 

 

-despreocúpate por eso, sé que también es mi culpa el que te encuentres así, pero yo no le veo mala suerte a lo que me pasa

 

 

 

-…

 

 

 

-nuestro viejo padre  tan solo desea- lo miro con su fina sonrisa- ver a un futuro heredero  antes de morir y yo no puedo traerlo…- el menor solo desvió su mirada-aunque también es cierto que no debe obligarte a tenerlo ya…ya verás que el amor vendrá a tu vida- acaricio el cabello de su hermano menor

 

 

 

 

 

-“si es que el amor dura más de tres días lo tendré en cuenta…”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Su tío antes de partir de nuevo a Italia, le había ayudado a encontrar un lugar en donde vivir, y ese era la casa de deidara, que al principio se había puesto en contra, aunque luego de ver al pequeño haru, las cosas cambiaron.

 

Naruto uzumaki, un italiano de 24 años, con un hijo de 6 años se encontraban en Japón. La hermosa sonrisa que siempre se impregnaba en su bello rostro hacia ruborizar y hasta derretir a cualquier mujer del planeta. 

 

 

 

-oto-san ya deja…me despeinas- las manos muy cálidas de su padre seguían como imán en su pequeña cabecita, moviéndolas a su antojo.

 

 

 

 

 

Pero aunque le incomodaba esa acción de su padre, era totalmente encantadora esa atención, aunque algunos de sus amiguitos se les era extraño.

 

 

 

 

 

-te veré en casa, hijo-otra vez la sonrisa que con unas mujeres se sujetaban del muro para no poder llegar a los pies de tal ser celestial.

 

 

 

-“tal vez mi madre también se derritió”-jejeje

 

 

 

-eh?...-no comprendió la risa de su hijo

 

 

 

-vamos Haru-chan- le dio unas pequeñas palmaditas en el hombro- ve a encontrarte con tus amiguitos

 

 

 

-sí, Dei-sensei- le sonrió para irse corriendo – cuídate oto-san- dijo antes de desaparecerse dentro de la escuela.

 

Haru tenía muchas energías de brillar, aunque temía brillar tanto como su padre, temía desaparecer a la mujer que amaría.

 

 

 

-naruto quita esa cara– le riño el mayor- no es como si hoy te votaran  de tu empleo

 

 

 

-pues eso es más que obvio deidara-san – dio un fuerte suspiro- consigo un trabajo para luego de tres días ser votado por mi jefe…es que mi suerte de trabajo será siempre lo mismo- estaba demasiado enojado y cansado de que su suerte fuese esa- estoy más que seguro que hoy mismo me votan

 

 

 

-vamos naruto- trato de animarlo- pueda que hoy tu suerte cambie, mira hasta el sol salió más brillante que nunca

 

 

 

-no lo sé deidara-san…no quisiera ver triste de nuevo a mi pequeño Haru, no sé qué haría si de nuevo me votan

 

 

 

-pues nada…solo seguir intentando- le dio unas pequeñas palmadas en la espalda- mira que eres naruto uzumaki y has pasado por seis años cuidando a tu hijo sin su…ya sabes…ese experimento de madre, porque  la verdad a esa mujer yo no la puedo nombrar madre, mira que te abandono recién nacido a Haru-chan

 

 

 

-pero ella…ella no tiene la culpa…soy yo el que la tuvo- trato de proteger al experimento fallido de madre- debí protegerme  a la hora de tener relaciones y ya luego…pues…ya luego…yo…sus padres

 

 

 

-no naruto, ya deja eso- le riño- tú no eres el que tuvo la culpa, vamos…si ella dio a luz a tu pequeño, fue porque sus padres le pidieron dar a luz y hasta tu mismo me dijiste aquella vez, que deseaste que naciera y aportarías en todo para que no le faltara nada  al pequeño…estoy más que seguro que sus padres aceptaron el hecho que su hija iba a ser madre y harían lo posible de solucionarlo…vamos eran jóvenes- completamente deidara tenía la razón- y sus padres de esa, estaban conforme de que ayudarían a su futuro nieto, no que de la noche a la mañana, ella iba a darte al niño diciéndote que sus padres estaban enojados por el bebe y que ella era muy joven para ser madre, muy aparte que tenía el sueño de ser modelo…dejándote a ti con el bebe en brazos frente a la pista de vuelo, donde su avión estaba a punto de despegar…

 

 

 

 

 

Todas las palabras que deidara le  decía eran totalmente ciertas, pero su tonta cabeza daba por seguro que su querida novia, madre de su hijo Haru, había tenido siquiera un motivo para dejarlo con el pequeño, alguno que justificaba los seis AÑOS  de ausencia; por eso se encontraba en ese país, en Japón.

 

 

 

Tenía la mirada en el suelo, recordando los momentos que estuvo con su querida novia.

 

 

 

 

 

-naruto…ya deja eso y sigue trabajando…por ti y…por tu hijo- esas palabras eran muy motivadoras…con mucho sentimiento

 

 

 

-jeee…-miro muy burlón-puedo jurar que te veo como la futura madre de Haru-chan…

 

 

 

-no seas tonto, no soy una mujer para ser la madre de tu hijo- el comentario de naruto no le gusto para nada…aunque tener un hijo como Haru-chan, seria hermoso, ese niño tenía un gran futuro.

 

 

 

-ah, pero aceptarías serlo si fueses mujer- lo miro coqueto- vamos que no te de pena

 

 

 

-calla idiota- se dio la vuelta para entrar a la escuela, de seguro la directora estaría molesta con él, ya habían pasado más de 10 minutos-ve a tu trabajo naruto

 

 

 

-si mi amor

 

 

 

-tonto…-“es que acaso no dejara sus tonterías”  se dio la vuelta, centrándose en enseñar a los pequeños.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Realmente tenía que alejar ese pensamiento de su cabeza, hoy era un bello día y aunque lo voten de su trabajo el iría por otro rápidamente, sin perder un solo minuto de su tiempo. Se dedicaría a su pequeña familia, como deidara lo dijo.

 

 

 

Llego al tremendo edificio, trago grueso y siguió su caminata al interior, se acerco al ascensor y verifico todo. Los papeles listo dentro de su portafolio, camisa arreglada, listo, corbata bien atada…eso era una excepción pero no está nada mal, zapatos lustrosos, listo…se abre el ascensor y sale de este…oh, se olvido de algo…

 

 

 

 

 

-“mi mejor sonrisa… ” Se acerco a la secretaria – ¿el jefe se encuentra?- la miro tan normal como siempre, de una forma coqueta.

 

 

 

-oh…si, recién acaba de llegar- tenia las mejillas sonrojadas- es…está conversando con un cliente, te aviso cuando terminen- se recostó un poco en el escritorio mostrando su endemoniado y tentativo pecho voluptuoso para que el rubio tuviera una mejor vista.

 

 

 

-muchas gracias-envió su mirada al asiento cerca, acomodándose en el

 

 

 

 

 

Una que otra mujer se quedaba observando al rubio, comiéndoselo con los ojos, como si fuese la primera vez que veían algo hermoso y eso que ya se habían visto a dos días atrás, pero no llegaron a entablar una conversación por el hecho de  derretirse a los pies de aquel hermoso ser masculino.

 

 

 

Cuando salió el cliente, la secretaria le mando una guiñada de ojo señalándole que era su momento de ingresar.

 

 

 

 

 

-eh…un gusto verlo de nuevo jefe- se inclino y el jefe, bajo con cabellos canosos, hizo lo mismo

 

 

 

-espero que sea lo que pedí

 

 

 

-por supuesto- saco de su portafolio los papeles y lo tendió a su jefe

 

 

 

 

 

 Pasaron las horas y todo iba bien, al parecer si era un buen día y este empleo le seria estable. Su hijo estaría contento por este logro, apenas con sus seis añitos, se preocupaba por su padre, su hijo era único y él lo amaba.

 

 

 

-muchas gracias- se despidió de su jefe

 

 

 

-hasta mañana naruto-san- se escuchó un pequeño sonidito

 

 

 

-hasta mañana jefe- si este era su día, su suerte había cambiado y eso era bueno.

 

 

 

-espera un momento naruto

 

 

 

 

 

Al escuchar su nombre se detuvo confundido, observo como su jefe releía totalmente alegre el mensaje que le habían mandado, para luego echar una mirada algo triste al rubio.

 

 

 

-“oh, no…no me diga que…”

 

 

 

-naruto…eh…tengo un hermano mio que puede darle un trabajo- busco en su bolsillo y recordó que había dejado en el cajón derecho del escritorio- lamento esto, pero mi hijo a aceptado trabajar conmigo – le tendió una tarjeta- mi hermano puede darte un empleo, yo no puedo…todos ya tienen su trabajo…eres muy bueno con los gráficos  y con todo lo que has aprendido…bla bla bla

 

 

 

-“ahí va de nuevo…maldición”

 

 

 

 

 

Otra vez las palabras de disculpa, agradecimiento y de alago, pero eso no era lo que el anhelaba, el ya quería un trabajo estable, pero porque no le daban, aunque lo bueno de este día fue que no lo despidieron antes, aunque lo malo fue que perdió su tiempo para no buscar otro.

 

 

 

Caminaba por toda esa calle iluminada por los carteles coloridos, pero ya nada de eso importaba.

 

 

 

 

 

-maldición…porque esta bendiga suerte me toco- miro  a algunas mujeres que lo deseaban pero algo las detenía y ese era su saco, maleta y su cara de que el mundo sigue jodiendolo , dio un suspiro, unas palmadas en su mejilla  y siguió su camino- “si fuera  un gigoló ya me hubiese acostado con cualquier mujer “ – dio una pequeña sonrisa a algunas mujeres que lo veían y al notar la sonrisa del sexy rubio se sonrojaban y daban largos suspiros- “aunque debo admitir que si hago eso, deidara-san se amargaría por no buscar un trabajo decente y aparte mi hijo preguntaría si una de ellas es su madre”-…

 

 

 

-oye sexy italiano- escucho un grito por detrás de él, encontrándose con kiba, un joven de 23 años de edad, lo conoció en su anterior trabajo- hola naruto

 

 

 

- kiba- no tenía ganas de saludar amistosamente a su ex compañero de trabajo

 

 

 

-y esa cara- lo miro extrañado –parece como si…no me digas hoy te despidieron de nuevo, vaya si que no te soportan jajaja

 

 

 

-deja la burla….que no estoy de buenas

 

 

 

-ya, ya, no te amargues la vida- le dio una palmada en el hombro- vamos, hay que bajar esos humos y mal gusto de la boca

 

 

 

-¿pero qué es lo que dices?, tengo que irme, mi hijo me estará esperando para darle sus buenas noches

 

 

 

-sigues con eso de mama y papa- iba a reírse, pero se detuvo ante la sonrisa radiante

 

 

 

-soy su padre y dei-chan hace de madre…aunque no hacemos chomi chomi jajaja

 

 

 

-sí, eso lo sé- lo miro extrañado- sabes bien que él te ve como un apreciado hermanito

 

 

 

-sí  y   a él yo lo veo como un hermano mayor-dio una sonrisa sincera y de agradecimiento- le debo demasiado, hasta cuida de Haru como si fuese su hermanito menor tanto como su hijo…Haru siempre se hace querer rápidamente

 

 

 

-si, al igual que tu, aunque hay veces que dan ganas de arrojarte por un edificio

 

 

 

-oh, como aquella vez que mire de lo más normal a la ayudante de la clínica

 

 

 

-no era nada normal idiota- le grito- estabas coqueteando con mi novia

 

 

 

-pero para mí es algo normal, solo muestro cariño…hasta te puedo hacer una escenita aquí- le paso una mano sobre los hombros de kiba

 

 

 

-ni de juego

 

 

 

-jee...te sonrojaste

 

 

 

-ya párale naruto…además ya llegamos – se detuvo frente a un antro- aquí hay algunos amigos esperándome. Entremos

 

 

 

 

 

Naruto no se había dado cuenta de que kiba lo había conducido hasta ese lugar que NO ERA LA CASA DE DEIDARA.

 

 

 

Se dio un manotazo en la cara- debí saberlo…

 

 

 

 

 

-vamos naruto, que no te de pena el traje puesto, aparte que esta vez yo invito- dijo sonriente jalándolo- eso si  luego tu invitas

 

 

 

-espera kiba, yo no puedo…yo…mi hijo

 

 

 

-vamos deja un día de ser padre y únete a la fiesta

 

 

 

 

 

Llegaron a entrar- “hay por las deidades, espero no recibir un fuerte golpe mañana…mañana dejo huérfano a mi hijo….deidara me va a degollar”

 

 

 

Se sentaron en unos elegantes asientos rodeando una mesa, el ruido electrónico era fuerte y hasta un punto incitaba para ir a la pista y bailar.

 

 

 

Conoció a varias personas y hasta obtuvo una que otra mirada departe de las chicas…aunque el único pensamiento que había quedado en su mente era “conseguir una buena escusa antes de que deidara lo llame mal padre”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Por la misma calle, pasaba un azabache con reflejos azulados , los ojos totalmente oscuros y la piel clara, llevando su mejor traje. Sasuke uchiha, caminando muy pensativo por la calle.

 

 

 

 

 

-por todos los uchihas, que has dicho-si pudiera ya se habría levantado exaltado de la  silla de rueda

 

 

 

-como lo escuchaste padre soy gay y no hay más que decir- pero el si se levantó

 

 

 

-sasuke…-mencionó aun impresionado itachi

 

 

 

-hijo impertinente…-se masajeo las sienes

 

 

 

-sin más que decir padre, me marcho para seguir con mi trabajo- se dio la vuelta y seguido por su hermano mayor escucho antes de tocar la perilla de la gran puerta de la sala

 

 

 

-de acuerdo hijo…-tosió un poco- aceptare eso…pero hay algo que falta decir antes

 

 

 

-dilo siquiera, ya me da igual

 

 

 

-se que no podre convencerte en dejar esa tontería de ser gay- se acerco al gran ventanal mirando en el las flores siendo regadas por el jardinero-lo mismo también te digo a ti, sasuke, no podrás quitarme la idea de obtener a pocos días de mi lecho de muerte el futuro nieto

 

 

 

-…-se dio la vuelta y observo a su padre girar y encararlo con esa misma mirada severa que siempre tuvo desde que era pequeño

 

 

 

-tendré un nieto antes de mi muerte o toda la fortuna y las empresas serán llevadas a mi tumba dejándote en la calle a ti y a tu hermano, que sé muy bien que será bien recibido por alguno de mis socios, o tal vez tengas la idea de casarte con un hombre con hijo, soltero y como dices tú, que te ame-dio una sonrisa muy común de todos sus ancestros  e hijos, “la sonrisa de costado”-y sabes muy bien que los hombres solteros con hijo no llueven o se aparecen en el momento que uno desea…que puedo decir, suerte con ello hijo…

 

 

 

-pero…

 

 

 

-vámonos sasuke

 

 

 

-tsk

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Si, recordaba el encuentro discutible con su padre en la mañana, no es que el odiase a su padre, es solo esa forma de su padre que lo hace odiarlo.

 

 

 

 

 

-jamás encontrare a un hombre así. Maldición- apretó fuertemente su puño- tsk…la fortuna ni siquiera me interesa…

 

 

 

 

 

Pero ha de decir que en esa  fortuna y en la misma casa, están los recuerdos de su preciada madre, y el no podría abandonar eso, su madre le era indispensable, muy aparte obtener la idea de ser mantenido por su hermano era lo último que se le ocurriría realizar, así que por lógica, o bien dejaba toda esa terquedad y se acostaba con su ayudante de trabajo o contrataba a un hombre que haga creer estar totalmente enamorado de él y con hijo totalmente digno de poder llevar su apellido, ya que bien el podía poner su 55% de pisar al otro bando.

 

 

 

 

 

-estoy jodido – se detuvo y observo el cielo estrellado- “hoy tuve una cita y lo que consigo es que me dejen plantado…realmente asi viviré el resto de mi vida, rompiéndome el corazón cada vez que un chico me diga ser novios y a tres días dejarme…si mi vida terminara de una vez… ¿ya no sufriría mas?”- sintió que alguien lo empujaba, llevándolo devuelta a si mismo- pero que…- “pero que estaba apunto de hacer” tuvo suerte de que la luz había cambiado, deteniendo a los autos, aun asi se volvió a su sitio, observando a la persona tirada bajo sus pies-¿Quién es este?


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

 

 


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