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Digno de ti por Athena Takahashi

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Notas del fanfic:

Que decir... soy nueva en Amor Yaoi, es mi primer fanfic y es cortito. Espero mejorar con el tiempo ^^

ADVERTENCIA: Contiene spoilers sobre el argumento de la saga Kingdom Hearts.

Había pasado un mes desde que habían derrotado a Xemnas y regresado a las Islas. Ese había sido el mes más tranquilo para Sora en más de un año. Todo lo anterior le parecía ahora tan irreal, casi como un sueño. A pesar de haber sido una aventura extremadamente peligrosa había merecido la pena, ya que había tenido el placer de conocer a grandes amigos como Donald, Goofy y el rey Mickey. Pero lo más importante era que ahora volvía a estar junto a Riku y Kairi, sus eternos amigos. Sora seguía sumido en sus pensamientos, mirando al mar, hasta que una voz conocida lo despertó de su ensimismamiento. -¡Sora!-Gritó Riku a lo lejos. Sora se giró y vio a su mejor amigo corriendo hacia él. -¿Qué haces aquí, Sora? Kairi y yo te hemos estado buscando por todos lados.

-Estaba pensando-dijo al fin Sora.

 – ¿Pensando en qué?-inquirió Riku.

-En lo que hemos vivido todo este tiempo, lo que ha significado para nosotros… y lo que nos puede deparar el futuro.

-Sora, espabila-dijo Riku mientras posaba la mano en el hombro de su compañero-Ahora lo que tenemos que hacer es aprovechar que estamos juntos de nuevo y recuperar el tiempo perdido.

-¡Sí, tienes razón!-exclamó Sora con la gran sonrisa que lo caracterizaba. En ese momento, los  muchachos no pudieron evitar mirarse a los ojos. Sora se perdió en los profundos ojos azules de Riku, en aquella mirada tan misteriosa y cautivadora, mientras que Riku quedó prendado y atrapado en la de Sora, la cual rezumaba inocencia y sinceridad. A los pocos segundos el hechizo se rompió y apartaron la mirada. Riku volvió a mirar a Sora, de reojo, y se dio cuenta de que sus mejillas mostraban un leve enrojecimiento. Riku propuso una carrera como en los viejos tiempos, en parte para cortar la tensión que se había creado en el ambiente, a lo que Sora accedió. Tras finalizar esas competiciones de antaño, volvieron a sus hogares, mientras la noche los asaltaba.

“Horas más tarde”

Sora despertó en su cama con un gran sobresalto. Miró el reloj y eran las 3.a.m. No pudo evitar recordar aquella fatídica noche en la que descubrió la desaparición de la balsa y sintió un fuerte impulso por ir al lugar secreto. Sin saber por qué, sentía ahora algo similar. Tras bajar sigilosamente, se dirigió a su barca particular y llegó a la isla en la que solían jugar. Tras arribar, accedió a la oscura cueva y avanzó hasta el fondo, donde vio a Riku de espaldas. Éste se volvió y miró a su amigo, con sorpresa.

-¿Qué haces aquí, Sora?

Sora sonrió.-Pues, te vas a reír. Es que... he sentido que tenía que venir aquí. Simplemente eso-

Riku no consiguió reprimir una carcajada y Sora lo observó, ceñudo. Riku lo calmó, diciendo-No, Sora. No me malinterpretes. Es solo que… es curioso. Yo también he sentido esa especie de llamada, he sentido que tenía que venir a este lugar-

De repente, los dos se quedaron en silencio, perdiéndose de nuevo en sus respectivas miradas, al igual que la tarde anterior. Riku vaciló un poco pero finalmente se atrevió a acercarse más a su preciado amigo. Alzó la mano y le acarició el cabello con suavidad. Poco después descendió al rostro, acariciándolo con la misma delicadeza. A Sora le resultaba complicado resistirse al contacto, sus mejillas se encontraban más ruborizadas que nunca. Entonces, Riku, atendiendo a sus más profundos y a la vez evidentes deseos, lo besó. Al principio fue un beso algo torpe, ya que era el primero de ambos, pero muy dulce, hasta que se fue tornando en otro más apasionado. Sora se estaba dejando llevar, pero la razón acudió a él y separó sus labios de los de Riku.

-¿Qué estás haciendo?-preguntó Sora.

-Sora, yo, lo sien…-intentó responder Riku, pero quedó interrumpido por un fuerte abrazo de Sora.

-Riku, yo no se por qué, pero…-quiso decir el muchacho, pero hubo otra interrupción: un nuevo beso de Riku.

Este era ya otro cantar; estaba lleno de pasión y ardor, aunque era a la vez reconfortante. Riku movió sus manos y esta vez se dispuso a acariciar la espalda de Sora. Riku lo miró a la cara e hizo lo que Sora deseaba y pedía con su mirada. Con las manos un temblorosas, pero con decisión, lo desnudó poco a poco. Y entonces acarició todo su cuerpo a la vez que hacía estremecer su alma. Sora siguió los mismos pasos, con las manos aún más temblorosas, pero lo consiguió, y acarició con dulzura cada parte del hermoso cuerpo de su íntimo amigo; de este modo ambos tomaron conocimiento mutuo de sus sendos cuerpos a la perfección Al momento, Riku comenzó a besar el cuerpo de Sora, cada poro de su piel, absorbiendo su calor, jugueteando con su lengua, mientras que Sora siseaba susurros de placer. El peliazul  permaneció un rato con este juego hasta que llegó el momento más importante: penetró en el interior del castaño haciéndole gritar de placer y arrebatándole su inocencia. En verdad los dos perdieron su inocencia en aquel acto con el que se entregaban el uno al otro, quedando conectados sus cuerpos, almas y corazones. Poco después de llegar Sora al orgasmo  Riku finalizó su tarea, dejando huella en el interior de Sora. Retozaron un rato abrazados y volvieron a sus hogares sin decir nada en ningún momento, puesto que no eran necesarias las palabras.

“Horas más tarde”

Por la tarde, Riku y Sora volvieron a encontrarse en el lugar secreto, siguiendo otra vez sus instintos.

Riku comenzó la conversación-Sora, necesito pedirte perdón.-

-¿Por lo de ayer?

-Claro que no. Lo de ayer tanto el uno como el otro lo deseábamos. Quiero pedirte perdón por lo que sucedió hace un año, por todo el daño que te causé-

-Riku, no…-

-Sí, Sora, fui un egoísta. ¿Recuerdas que en el mundo de la oscuridad te confesé que te tenía envidia y quería ser como tú?-

-Sí…-

Después de  unos segundos de silencio Riku inspiró hondo y preguntó:-¿Sabes para qué? Para ser digno de ti. Para merecer a la luz que en todo momento me guio en mi camino por la oscuridad-

A duras penas, Sora articuló:-Riku, eres más que digno de mí. Eres mi otra mitad, la parte que me complementa y me convierte en un ser completo.

Acto seguido, Riku mostró un fruto del paopu a su amado. Sora se quedó sin respiración, empezó a temblar de emoción y lanzó los brazos al cuello de su amante. Riku lo besó con la intensidad y el fuego de las horas anteriores. Después de un sinfín de besos los dos enamorados compartieron ese fruto que uniría sus destinos hasta el fin de sus días… y más allá.

 

 

 

Notas finales:

Bueno, a pesar de mi inexperiencia espero que haya sido de vuestro agrado. Por supuesto, acepto críticas, quejas y sugerencias para mejorar en mis futuros trabajos ^^


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