Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un año contigo por Higary

[Reviews - 211]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holi hola, gente bonita!! Hoy es 10 de Octubre, cumpleaños de mi precioso Narutito y además inicio del Festival literario sasunaru!!! Precisamente para esta fecha tenía reservada esta historia, la tengo escrita y transcrita desde hace meses (Kyuu: Para que se den una idea, a mano la escribió antes de Encuentros y despedidas y Onenight. Y envidien a su hermana quien ya leyó la historia completa ¬¬). Con este fanfic saco de nuevo mi vena dramática, snif, snif, ya irán leyendo por qué, pero realmente me gustó mucho como quedó TT///TT La frase del inicio es un fragmento de una frase que escribí, en otro capítulo la leerán completa. Bueno, de momento no tengo más que añadir, salvo que le den una oportunidad a esta historia ya que tendrá de todo, jeje. Sin más: ¡¡a leer!!

 

Disclaimer: Los personajes aquí presentados son propiedad de KishimotoMasashi-sama. La idea de esta historia es producto de mi descubierta vena dramática.

*** MI DESEO ***

 

“No todas las historias tienen finales felices…”

 

Uchiha Sasuke, heredero de una rica e influyente familia, estaba convertido en un exitoso y respetado empresario a sus veintisiete años. Temido y admirado por igual, podía presumir el tener una vida llena de lujos y comodidades que muchos envidiarían, sin embargo había algo que nadie sabía. Se encontraba en su oficina con el teléfono en la mano y cara de fastidio, pero no podía colgar la llamada.

-Cariño, te esperaremos para cenar.

-Madre, te dije que tengo mucho trabajo –contestó él intentando no bufar con enfado

-No quiero excusas, cariño. Hoy es tu cumpleaños y te hemos organizado una reunión con nuestros socios más cercanos e importantes.

­-Ahh, qué bien –dijo con falsa alegría

-Hijo, hoy cumples veintisiete años, ya debes pensar en asentar cabeza. Nunca te he conocido alguna novia formal.

El azabache apretó el teléfono, pero se contuvo para no decirle algo indebido a su madre (y con lo que seguro ella pondría el grito en el cielo). Sólo soltó un suspiro.

-Nos vemos en la noche, madre. Ahora voy camino a una junta importante.

Colgó el teléfono y apretó la mandíbula. Era veintitrés de Julio de un cálido verano, sin embargo él se sentía frío y vacío. Las palabras de su madre habían logrado molestarlo un poco, ya que lo que ella dijo no era del todo cierto. Hace años hubo una persona a la que él amó muchísimo, pero todo se arruinó por culpa de su orgullo y estupidez. Aún ahora, nueve años después, seguía lamentándose por la decisión que tomó.

-De todos modos no sirve de nada –murmuró sonriendo amargamente-. No desde que supe lo feliz que vives.

 

Aprovechando su hora de comida, salió de la oficina y se puso a deambular por las calles. Quería distraerse un poco y así prepararse psicológicamente para la cena de esa noche, ya que no dudaba que su madre hubiese invitado también a las hijas solteras de sus socios, no sería la primera vez que ella quisiera presentarlo con alguna mujer que considerara una candidata “adecuada” para ser su esposa y entrar a la familia Uchiha.

-Sólo hay un problema –soltó en voz alta-, y es que en toda mi vida una única persona me ha amado por lo que soy y no por mi apellido.

 

Siguió avanzando por las calles y detuvo su caminata de golpe, ya que en una parada de autobús miró a un hombre rubio de ojos azules, que aparentaba su misma edad, sentado mientras leía un libro de medicina. Por un instante Sasuke tuvo la fugaz idea de dar media vuelta y salir huyendo, sin embargo fue traicionado por subconsciente.

-Naruto… -murmuró

El joven rubio alzó la cabeza y volteó a verlo, abriendo los ojos de sobremanera. Pareció tranquilizarse y sonrió de manera extraña al tiempo que cerraba su libro y se ponía de pie para encararlo.

-Vaya –habló él-, ha pasado mucho tiempo, ¿verdad? Te ves bien, Sasuke.

El moreno sintió un escalofrío cuando lo escuchó pronunciar su nombre. Sólo Uzumaki Naruto, el hombre frente a él, lograba producirle ese efecto; el mismo que tenía desde sus años de preparatoria cuando ellos se conocieron, fueron rivales, amigos y sostuvieron un intenso romance por dos años. Noviazgo que el propio Sasuke arruinó.

-Sí… Lo mismo digo, Naruto.

-Me parece raro que alguien de tu posición ande por aquí caminando. No irás a tomar el autobús, ¿o sí?

-Quería… tomar un poco de aire fresco. ¿Tú qué haces aquí?, ¿esperando a alguien?

-Sí, a mi novio. Ambos hemos estado tan ocupados últimamente que hoy por fin podremos darnos tiempo para salir juntos.

-Ya veo –apretó un puño-. Escuché que te estaba yendo muy bien en el hospital.

-Me esfuerzo. Quiero ser el mejor Pediatra de Japón –declaró con orgullo

Sasuke sonrió levemente, a su pesar. Naruto era su ex novio y el gran amor de su vida. Cuando estaban por graduarse de la preparatoria, el padre de Sasuke oyó rumores de que su hijo menor salía con otro hombre, y cuando lo confrontó, el chico negó tal hecho. Sabiendo que su relación le traería graves consecuencias, Sasuke optó por terminar con el rubio y así seguir el camino que su familia esperaba de él. Eligió su apellido antes que a su novio, y esa era la decisión de la que más se arrepentía.

-Ahh, Gaara –oyó decir a Naruto, quien alzaba una mano-, por fin llegaste.

-Disculpa, había muchos clientes –contestó un pelirrojo de ojos color aguamarina

Sasuke usó todas sus fuerzas para impedir que su serio semblante se quebrara. Cuando terminó con Naruto, el rubio quedó devastado, pues él estaba dispuesto a renunciar a todo por su amor. Sin embargo, decidió no llorar más y seguir adelante. Fue a la Escuela de Medicina, se graduó con honores, entró a trabajar al mejor hospital del país, era un reconocido Pediatra y, aunque Sasuke odiara aceptarlo, vivía con un buen hombre llamado Sabaku no Gaara, chef y dueño de un elegante restaurante. Todo esto lo sabía ya que nunca pudo dejar de estar al pendiente de los avances del rubio, aun cuando estos dolieran.

-¿Y quién es él? –preguntó Gaara percatándose de su presencia

-Es Uchiha Sasuke –presentó Naruto-, íbamos a la misma clase en preparatoria.

-Ah, claro. Mucho gusto –le extendió una mano-, soy Sabaku no Gaara, novio de Naruto.

-Uchiha Sasuke –se la estrechó-. Es un placer.

-Bueno, debemos irnos o nos cancelarán la reservación –habló el pelirrojo

-Eres chef y me llevas a otro restaurante –el rubio negó con la cabeza

-Oye, tengo derecho a probar otra comida.

El ojinegro se sentía molesto e ignorado, pero no podía decir nada. Hacía años que perdió ese derecho. Vio cómo Gaara rodeó los hombros de su pareja, aunque antes de alejarse más, Naruto giró la cabeza.

-Por cierto –sonrió levemente-, feliz cumpleaños, Sasuke.

Totalmente sorprendido, el moreno los observó marcharse sin poder decir palabra alguna. Él y Naruto siempre mantuvieron en secreto su relación, habían decidido revelársela a sus amigos luego de que se graduaran, pero eso nunca pasó. Gracias a ello, Sasuke había podido averiguar información de su antigua pareja a través de sus ex compañeros sin que éstos lo miraran con rencor o sospecha por cómo terminaron las cosas, y uno de ellos le había dicho días atrás que Naruto y Gaara estaban pensando seriamente en adoptar un hijo.

-Luces muy feliz –murmuró-. Me alegro que al menos tú lo seas, te lo mereces.

 

Cerca de donde estaba se ubicaba un parque, así que decidió caminar a través de él; realmente ese día se tornaba para ser muy complicado. Sentado en el pasto, Sasuke pudo observar a un anciano de aspecto sumamente desaliñado, debía tratarse de un vagabundo ya que pedía dinero a los paseantes, pero todos lo ignoraban. El Uchiha suspiró y buscó dentro de sus bolsillos, sacando un par de monedas. Él había aprendido a la mala que el dinero no compraba la felicidad, pero sí era necesario para que las personas subsistieran.

-Aquí tiene –dijo entregándole las monedas

Iba a seguir su rumbo, pero la voz de aquél hombre lo detuvo.

-Muchas gracias. ¿Sabes? Eres un joven muy curioso. La gran mayoría pasaba de largo sin siquiera dirigirme una mirada.

-La gente es así –contestó-. Ahora si me disculpa…

-¿Tienes algún deseo por el que intercambiarías todo tu tiempo de vida?

-¿Qué? –volteó a verlo, alzando una ceja

-Quiero saber si, a pesar de que pareces ser un joven exitoso, hay un deseo por el que serías capaz de sacrificar la vida que te queda.

-Con todo respeto, pero creo que algo está yendo mal dentro de su cabeza.

-Al contrario, yo me considero bastante cuerdo –rió levemente y lo miró a los ojos-. Entonces, ¿cuál es tu respuesta?

-… Sí, hay algo –se puso serio-. Mi ex novio y amor de mi vida ahora se encuentra muy feliz al lado de alguien más, todo por mis errores. Y a pesar de eso, sólo puedo pensar en cosas egoístas: daría todo mi tiempo de vida a cambio de poder vivir un año entero junto a Naruto, como debió ser si yo no lo hubiera dejado.

Un año, eso era todo lo que Sasuke quería. No podía arrebatarle a Naruto el mundo que había logrado construir con sus propios méritos, por eso le bastaba con estar un año entero a su lado.

-Comprendo –respondió el anciano-. Así será: a partir de mañana y hasta tu próximo cumpleaños tendrás aquello que deseas. Y el veinticuatro de julio, dentro de un año, regresarás a tu vida original para pagar lo acordado.

-Es decir, para morir.

-¿Te arrepientes ahora?

-No –sonrió levemente-. Si realmente puedo volver a estar junto a Naruto, jamás podré arrepentirme.

-Eso dices ahora, y luces muy seguro, pero luego de que lo recuperes, será muy difícil y doloroso volver a renunciar a él.

-… Sí, lo sé.

 

Después de aquella extraña charla, el Uchiha continuó con su día normal. Terminó su trabajo pendiente y luego asistió sin quejas a la cena organizada por su madre. Durante la velada no prestó atención a nadie, se sentía extraño y relajado. Tal vez la plática con aquél anciano había logrado que se hiciera falsas ilusiones, pero por unas horas quería imaginar que algo así se pudiera volver realidad.

 

Esa noche regresó a su departamento y se quedó dormido profundamente. Con un poco de suerte soñaría con esos años de preparatoria, lo más felices de su vida, donde tenía a su querido rubio.

 

-Oye, despierta o se nos hará tarde.

Sasuke podía sentir los rayos del sol dándole en el rostro, pero estaba tan cómodo que no quería levantarse. Hacía tanto que no descansaba tan bien.

-¡Teme, date prisa!

Al sentir un golpe en su cabeza, abrió levemente los ojos, encontrándose con otros azules que tanto añoraba.

-¿Na…ruto? –preguntó desconcertado

-Claro, ¿o acaso despiertas al lado de otro hombre? –sonrió divertido- Ay, Sasuke, y eso que apenas ayer cumpliste veintiséis, pero creo que ya tienes lagunas mentales.

-¿Veintiséis? Entonces… se cumplió.

-¿Qué cosa? –ladeó la cabeza, confundido

-Nada –sonrió ampliamente-, no es nada, dobe.

-Siempre he odiado que me llames así.

-Como digas, usuratonkachi.

-Es muy temprano para que molestes, teme. Mejor apúrate porque todavía debemos alistar todo para abrir el restaurante.

Frente a sus ojos negros, el rubio se quitó el pijama y tomó una toalla para ir a bañarse, al parecer. El moreno se sonrojó levemente, pues hacía mucho que no miraba el cuerpo desnudo de Naruto. Se dejó caer nuevamente sobre la cama y giró la cabeza, la almohada junto a él estaba impregnada con el aroma de su dobe.

-Naruto –susurró embelesado y sonriendo bobamente-… Un momento, ¿dijo restaurante? Bueno, tendré que adaptarme pronto a esta nueva vida.

Observó el departamento a su alrededor. Era un lugar muy sencillo y pequeño, sólo contaba con lo indispensable, no se comparaba nada con su lujoso departamento. Sin embargo, despedía un aire hogareño.

-Sólo un año, ¿verdad? –amplió su sonrisa- Vamos a ser muy felices, usuratonkachi. Te lo prometo.

Puede que aquello fuera únicamente temporal, pero eso no cambiaba el hecho de que una vez más Naruto estaba ahí, a su lado. Y por esa nueva oportunidad no le importaba lo que tuviera que pagar o perder.

 

“Para ellos dos no hay cielo ni tierra… mientras estén juntos”

Notas finales:

HIGARY-NOTAS:

Snif, snif (Kyuu: Higa-chan, es demasiado pronto para el llanto -_-). Cofcof, lo siento. Ahí lo tienen, queridos lectores, el nuevo producto de mi vena dramática y las noches de insomnio, jeje. Como dije arriba, esta historia tendrá de todo… menos lemon XD (Kyuu: Ya saben que a Higa-chan no le gusta cómo escribe el lemon. Ah, y como yo ya dije en otros fics, esta historia es una lenta agonía ¬¬). La frase del final la dijeron en el manga de Haruwodaite, no recuerdo quién O.O Sólo me queda esperar sus comentarios con saludos, pedradas, felicitaciones, golpes, amenazas, pedradas, flores, cebollazos, jitomatazos, pañuelos (Kyuu: Que todavía es muy pronto, pero ténganlos cerca por si acaso -_-), bombas y demás. Ya subí también el capi 2 de Romeo v/s Romeo y el 6 de Nuestro presente, para que pasen a leerlos (Kyuu: Por cierto, ese último y esta historia se actualizarán semanalmente. Sólo Romeo v/s Romeo será quincenal). Por hoy es todo, no dejen de participar en el Festival y/o apoyar los fics participantes. Se me cuidan mucho y ahora sí nos leemos la siguiente semana, jeje. Byebyeeee!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).