PREPARATIVOS NAVIDEÑOS
Regresamos al santuario rápido, ya habían pasado días desde el regreso de Camus y nuestro padre, todo estaban acostumbrándose a lo que paso, después de sus vacaciones de casi un mes era muy obvio que se reconciliaron, y ellos aun no creían que pasaron tanto tiempo fuera.
-¡Camus mi papá te habla!
-Melina que sorpresa que no estás con tu hermano.
-El está con mi papá ayudándolo y me pidió que viniera por ti.
-Bien veamos para que me quiere.
Me lo lleve, estaba segura que se quedaría igual de sorprendido que yo cuando supiera la razón. Llegamos al templo de escorpio y se encontró con la escenita que yo había dejado cuando salí, bueno era algo extraña, no podía soportar la risa, y tampoco él.
-Milo pero… jajaja… como te metiste… jajaja… en ese problema… jajaja…
-Camus no te rías que la sangre ya se me está yendo a la cabeza…
-¿Papá estas pesado sabias?
-Permíteme Blas… -Eso sí era muy hilarante, le di la cuerda. –Bien Milo te voy a bajar.
-¡No Camus no la sueltes que me voy a!... caer… ¡MI ESPALDA!…
-Pareces un regalo de navidad con esa cinta en la cabeza.
-Pues será para él para quien más ¿verdad hermana?
-Dejen de hablar entre ustedes y ayúdenme… mi espalda Camus…
Lo levantamos y soltamos, mientras estaba poniendo la decoración de navidad se enredo en la escarcha y quedo colgado de cabeza con uno de los moños en la cabeza. Camus se encargo de ayudarlo con su espalda caer de costalazo fue duro.
-Me prometes tener más cuidado la próxima.
-Te lo prometo.
-¡No es cierto!
-¡CLARO QUE LO ES!
-¡Papá somos tus hijos no le salgas a Camus con tus cuentos chinos!
-¿Cuentos chinos?
-Larga historia.
Regresamos de la cocina con el té de papá y el café de Camus. Papa se pone un poco histérico si toma café, era un poco gracioso verlo así, pero después de un rato da miedo; después del santo golpazo que se acomodo no se debía poner de esa forma.
-¿Aun te hace daño el café?
-¿Aun eres adicto al café?
-¿Y ustedes no dejaran de tener estas discusiones?
Que mejor forma de callarlos, solo sonreímos y estábamos por irnos de ahí, pero nos detuvieron. No sabíamos que podían querer esta vez.
-Bien, como dicen tres son multitud y cuatro muchedumbre, nos vemos mas tarde.
-No crean que hemos olvidado su travesura.
-Papá…
-Sí, pero no tiene que ver con un regaño.
-¿Y en ese caso?
-Díselos tú Camus.
-Bien, solo quiero hacerles una pregunta que es muy importante para mí… - Ese rostro me recordaba a Hades, al que intento acabar con la tierra, por un segundo pensé que algo no saldría bien. -¿Aceptarían que formara parte de su familia?
-Camus ¿Sabes algo?… -Eso no parecía ir bien, debía prepararme para interrumpir si algo se ponía mal. -No tienes que preguntar ese tipo de cosas, -Su sonrisa cambio. –Tú sabes que él es tuyo, desde un inicio siempre lo fue, nosotros no tenemos porque interferir en ello.
-Yo no tengo porque desplazarlos a ustedes. –Fue muy claro con decir eso antes que yo. Solo pude sonreír, Camus y ellos se llevarían bien. -¿Podemos formar una familia nueva?
-Terminemos de arreglar las cosas quieren papá, los adornos no se pondrán solos. –Esa sonrisita era lo que me podía calmar, era la forma de decir que todo estaría bien.
-Camus nos ayudas, yo con la espalada así no puedo hacer mucho.
Claro que por nosotros no tenían que preocuparse, nosotros solo estaremos un tiempo entre ellos, después de todo no podemos quedarnos eternamente a su lado en el santuario, y eso los padres es lo que menos quieren pensar, o al menos el nuestro. Camus nos ayudo mucho, y nosotros ayudamos en su templo, que curiosamente es el más fresco en verano y el más cálido en invierno. Ahora solo estaba organizar el preparativo de lo que harían en navidad, y eso era lo más divertido.
-¡O que se estén quietos! ¡MU, SHAKA, AFFRODITA! –Shion les gritaba como loco, si que era divertido ver eso, era algo nuevo que se pelearan esos tres. – ¡Ayúdenme a separarlos Caballeros, Espectros, no se queden solo viendo!
-Mu suelta a afrodita. -Aldebarán de un jalón lo aparto de la riña.
-Shaka será mejor que te calmes. –Minos se llevo a rastras a Shaka.
-Ya coralito será mejor que dejes de pelearte. –Death sujetaba a Afrodita, eso sí que era algo mejor que una película.
-¿Ya se van a poner de acuerdo o se van a seguir dando con todo?, decidan.
-Bien, después de esta tonta discusión podemos decir que la cena la dejaremos por el momento de lado, y si siguen peleando se lo dejaremos en las manos a Aldebarán, Milo, Camus y Shura.
-¿Por qué yo Patriarca? –Nuestro padre tan bueno como siempre.
-Porque eres de los pocos con los que los dioses nos ayudaron haciendo que sepan cocinar y de los que no se les quema el agua, o ¿Quieres recordar el año pasado?
-A bueno si lo pone así, tiene razón así se evitaran accidentes. –Miraban a Death que hacía un año quiso ayudar en la cena y no le salió muy bien, provoco un pequeño incendio en la cocina.
-Ya dejen eso, fue un accidente, además no sabía que fuera tan difícil.
-Pero si estabas calentando agua, aun no sabemos cómo fue que provocaste el incendio.
-Dita no me ayudes por favor.
Después de unos cuantos golpes se pusieron de acuerdo, ya estaban algunas cosas listas y como aun había tiempo no se presionarían mucho. Decidieron divertirse un poco y salir del santuario, nosotros los acompañaríamos porque sin ayuda Shion no los dejaría irse, era demasiado trabajo para él solo, agregándosele los espectros que se encontraban de “visita”.
-----------EN EL PUEBLO-----------
-Hace mucho que no nos podíamos divertir como se debe.
-¿Nos preguntamos por qué?
-¡Gemelos del demonio!...
-¿Nos hablaron?
-¡A ustedes no a los de Milo!... –No aceptaríamos que nos gritara así, por lo que respondimos.
----------EN UNA ESQUINA ESCONDIDO----------
-Bien caballeros prepárense porque nada los salvara ni esos semidioses que los acompañan, ya verán que de mi poder nadie escapa, disfruten mientras puedan porque cuando menos lo esperen, los aplastare.
-----------
-¿Qué les pasa creí me golpearían?
-Creímos sentir una mirada asía este lugar.
-Ustedes están locos.
Caminamos un rato, ellos no se metían en problemas y Shion agradecía eso, quedaron de irse cada quien a ver y disfrutar por su lado y después reunirse. Nuestro padre no dejaba de hablar con Camus y nosotros aun pensábamos en esa sensación que tuvimos, como si alguien asechara a los caballeros, por unos momentos la percibíamos de nuevo pero desaparecía.
-Ya dejen de mirar así dan miedo.
-Lo sentimos papá, pero creímos que alguien los seguía.
-Nosotros no sentimos nada, deben imaginar cosas.
-Posiblemente, hay mucha gente aquí así que debe ser eso.
-Vamos tenemos que regresar ya es tarde.
Nos reunimos con el resto, ya estábamos por irnos cuando algo llamo la atención de todos, decidieron acercarse a ver. Actores, eso era nuevo, nunca habíamos escuchado que actores callejeros llegaran al pueblo, veríamos que harían, tal vez sería divertido.