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TRATOS RAROS, ROMANCES Y RISAS por AzraelK20

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Notas del capitulo:

Se que se desesperaron por saber lo que ocurriria, por eso me apure para subir el capitulo, me esforse en el, espero les guste, un titulo cortiti, me gusto por alguna razon.

CORAZON


No podemos interferir en la vida de nuestro padre, desde nuestro nacimiento no lo dejábamos ser feliz, era su oportunidad de ser libre de nosotros le gustara o no tenía que salir de ahí. Estábamos tan molestos que no podíamos dejar de pensar en ello, debía ser feliz, no era justo se encadenara a nosotros dos no era justo.


-¡Por eso mismo se van todos ahora!


-Un poco de acción baya, no son tan débiles, hasta que se salieron de ahí. –Intento atacarnos, la verdad estábamos tan deprimidos que no intentábamos salir, además en su distracción la prisión se volvió débil. – ¡Te atreves a levantarle la mano a una mujer maldito bicho rastrero aun sabiendo que esta es una Diosa!


-A mis hijos no les tocas. –Papá estaba molesto, muy molesto.


-Vete y llévate a Camus. –Unas llaves todo lo arreglan, se descuido en su reclamo y se las quitamos. –Y no es una sugerencia, es una orden.


-Ustedes son mis hijos y aunque me duela lo que tengo que hacer los defenderé.


-¡Vete no te queremos aquí!


-¡No!, ustedes váyanse con Camus. –Lo queremos pero nada cambiaba lo que le pasaba, no podíamos romperle el corazón dejándolo sin Camus.


-Milo vete que Camus no te puede esperar eternamente, vete antes de que te arrepientas de todo, vete para que no seamos una carga.


-Lamento interrumpir un momento tan tierno, pero se va a quedar conmigo pequeños demonios…


-Blas llévate a todos, esto es entre mujeres.


-Melina somos hermanos, estamos en esto.


-Pero solos no están seguros, ahora no me hagas gritarte a ti también, él te necesitara más que a mí.


-Entendido… contraparte, no hagas algo tonto hermanita.


-Y tú no te regreses.


Ya solo era problema de mujeres, mi hermano no le pegaría a una mujer, pero yo sí. Soy solo una niña, pero nadie toca a mis padres y sale ileso, no pueden llegar y desarmar la felicidad de estos, cuando alguien hace eso, se debe arrepentir pronto.


-Ni lo creas posible, arrepiéntete o te dejare como confeti.


-Una niñita es quien los defiende y su hermano la obedece, jajá… -Me ataco, sin duda es mayor que yo, tiene más experiencia, pero mi familia es algo que no me dejaría caer.-… ¡!


-Te dije que debías arrepentirte. –La armadura de mi padre, me estaba defendiendo.


-¡Melina! –Mi padre no podía razonar, soy una niña, pero quien se mete con mi familia conoce a un demonio.


-¡No te preocupes, no lo dejare regresarse! –Melina estaba haciendo algo peligroso, usar la armadura de escorpio desobedeciendo toda regla le metería en problemas.


Le pedí a Camus que también estaba shockeado me dijera sobre el resto, me señalo el camino, traía a papá en su espalda, lo deje inconsciente, se regresaría si no. Los libero del ataúd, estaban confundidos por todo, no sabían cómo los atraparon, nuestro otro padre se puso loco cuando no vio a Melina.


-¡Donde está tu hermana! ¡Donde dejaron a Melina!


-Querrás decir la amazona de escorpio…


-¡QUÉ! –Papá miraba a Camus con verdadera sorpresa, la amazona de escorpio, mi padre jamás calculo algo como eso. – ¿Como pudieron dejar a mi pequeña pelear, como dejaste que tu hermana se quedara?


-Papá no hagas que también te noquee, le prometí que los sacaría a todos a salvo, ahora nos vamos, ella estará bien. –eso es lo que yo pensaba fielmente, mi hermana estaría bien. – ¿Pero qué?


-¿A dónde con tanta prisa?


-Eros vete de aquí o no respondo. –Eros se estaba metiendo, no lo dejaría. –Ahora no te pongas a defenderla.


-No dejare que se vallan.


Sabía que mi hermano los cuidaría, Afrodita las pagaría, por engañarnos y encerrarnos, y por querer hacer a nuestro padre quedarse con ella. Me encargaría de ella con mis propias manos, no le tendría piedad, quien se metiera con mi familia no saldría bien parado de la respuesta, me pagaría con su vida.


-La suficiente fuerza para usar esa armadura, pero no eres una Diosas, no me podrás vencer.


-No lo seré del todo, pero dentro de mí la sangre de un Dios corre al igual que la de un humano y eso me enorgullece.


-¿Qué me aras?


-No creo que debas preguntar.


Se escucho un grito, pero no pertenecía a mi hermana, sino a esa bruja, estaría bien, podía confiar, peo ahora me debía hacer cargo de Eros para podernos ir sin preocuparnos, más Hades estaba tan molesto porque mi hermana se quedo que no me dejaría pelear, si era necesario también lo noquearía como a Milo.


-Déjame pelar.


-No dejare que lastimen a mis hijos.


-No te lo estoy pidiendo, déjame pelear con él, ustedes no saldrán heridos.


-No puedo.


-¿No puedes o no quieres?


-Ya dejen de hacer eso, no deberían hacerle esto a sus padres.


-¿Quieres terminar igual Camus?


Se encargarían de cuidarlos para que nada les pasara, no quería que se metieran, suficiente con que nos hubieran secuestrado teníamos como para que no hiciéramos algo. Eros tendría el mismo destino que Afrodita.


-Sin duda los defenderás.


-Sin duda quieres hacer lo mismo.


-Pero no somos iguales, no poseemos la misma fuerza, sabes cómo terminara este enfrentamiento.


-No digas cosas que no han pasado, me enorgullece tener sangre humana dentro de mí… Además no estoy seguro de tu predicción por eso no te tengo miedo.


Esa mirada igual a la de su hermana, parecía la de un psicópata, una sonrisa de miedo, mucho más miedo que cuando Hades sonríe, ya que esta era sádica a irónica, la de un acecino a punto de tomar la vida de si próxima víctima, Eros y Afrodita ahora ya no serian los mismos, esa pelea ya estaba decidida por esos niños, las vidas de sus padres no se truncaría, era su decisión, aun siendo solo niños tenían ese deseo, que fueran felices, y Milo no quería dejar que los dañaran, igual Hades. Me arrepentía de todo el desprecio y desdén con que trate a Milo durante tantos años, y cuando le rompí el corazón aquella vez que me dijo sus sentimientos.


De verdad era fuerte, podría decirse más que Hades, estaba contraatacando y comenzaba a acorralar a Eros. El dios del amor no tendría oportunidad, tampoco la Diosa de la belleza, en su dirección podía sentir el cosmos de Melina sobre el zullo; Milo comenzaba a despertar, lo detuve antes de que despertara del todo y quisiera regresar por su hija, esa pequeña niña estaría bien, era seguro, el cosmos de la Diosa no tenia oportunidad contra ella.


-Suéltame Camus.


-Y hacer que te maten, jamás.


-No entiendes, son mis hijos, y los defenderé a ellos y a ti aun cuando me cueste la vida.


-Tonto, tus hijos te están diciendo que no te entrometas, quieren protegerte, ¿Acaso piensas destruir su deseo de que estés a salvo?


-¿Donde está Hades?


-Lo dejaron como tú antes estabas.


Milo lo miro a un lado, antes de que uno de los ataque nos alcanzara ambos lo sujetamos y nos quitamos de ahí, los demás aun miraban como un niño se enfrentaba a un Dios. Pero Eros no se quedaría quieto, una flecha se dirigía al pecho de Blas, no quería ver, Milo si cerró los ojos pero la curiosidad me pudo más, logro detenerla, su hermana sabia que él necesitaría ayuda, parte de la armadura de escorpio había a acudido a su hermano, la parte del pecho y los brazos.


-Milo confía en tus hijos, ellos no quieren que te pase nada. -Sabía que no quería ver que le pasara algo a sus hijos, le ayude con eso, y de nueva cuenta lo deje inconsciente, para que cuando despertara los viera una vez más libres de peligro.


-No les des la razón…

Notas finales:

Y pues quien sabe como estarian las pelas, no tengo imaginacon para los pleitos, me bloqueaba cuando queria describirlos, quiza en otro capitulo sabran como se dio la pelea a detalle.

Nos leemos


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