IDEAS DE CABEZA, WONDERLAND AL OTRO LADO DEL ESPEJO
Sentimos que caíamos, al ver nuestro alrededor nos encontramos en un túnel cayendo a nuestro lado ubicamos a nuestro padre y a Camus, no podíamos ubicar a todos, pero los sentíamos cerca, nuestro padre nos sujeto para evitar el impacto contra el piso. Al tocar el fondo miramos a nuestro alrededor y vimos a varios de los caballeros dorados.
-¡Cúbranse la cabeza!
-¡Que! –Y nuestro mundo dio vuelta cayendo al piso. –Ya entendimos…
-Caímos en el techo y luego al piso, no puede ser esto sí que es ilógico.
-Mu quítate de encima.
-Dile a Aioria que se quite.
-Pero tengo encima a Aldebarán.
-Y yo tengo a Saga y Kanon encima así que los dos quítense.
-Pobres de Shaka y Mu… ¿Dónde estamos papá?
-Salgamos a ver qué es lo que ocurre.
Había varias puertas a nuestro alrededor todos intentaban abrirlas pero todas se hallaban cerradas con llave. Pero repentinamente en el centro una mesa de vidrio apareció, nadie la había visto, ni nosotros y en ella estaba una llave, cuando la tomamos intentamos abrir las puertas pero ninguna abría.
-Genial, ninguna abre.
-Ya Aioria no te preocupes alguna debe abrir…
-Si no la abriremos a la fuerza. –Death y sus increíbles soluciones.
-Miren una llave.
-Pero, pero… esa mesa no estaba aquí. –Dhoko no entendía nada.
-Bueno pues debe abrir alguna de las puertas distraídos con su permiso.
No sabíamos que hacer pero una cortina llamo nuestra atención, era la única de un color diferente, al recorrerla encontramos otra puerta mas rustica que las otras. Intentamos abrirla al girar la llave la puerta se abrió y nos mostro una entrada a un gran jardín muy extraño. Todos salieron apresurados la verdad esa habitación donde estábamos era muy pequeña.
-Esto se está volviendo raro. –Dhoko mira a todos lados.
-¿Oigan pero que pasa? –Nosotros nos mirábamos, nuestra ropa era diferente. -¿Pero cómo?
-Nuestra ropa ¿Qué nos paso?
-Muy bien esto ya no es gracioso. –La vos de Afrodita sonaba en extremo molesta.
-Hay Dita… jajaja… pero si te ves tan dulce jajaja…
-¡Cállate orejotas!
-Creo que ya entendimos esto.
-¿Qué pasa?
-Bueno Shaka terminamos dentro del libro gracias a Death.
-Pero nos podrían decir que libro era solo vimos la portada.
-En el libro había tres historias, una era la de Hansel y Gretel…
-¿Y las otras Milo idiota? –Death se estaba pasando. –Hice un verso… ¡Nooooo!
-Fingiré que no oí nada… la otra era de Alice en el país de las maravillas y Alice y el otro lado del espejo y lo que encontró ahí.
-Y por lo que parece estas historias se han mesclado.
Analizando la situación las historias se mesclaron, y ahora formábamos parte de una locura. Todos se estaban peleando por lo ocurrido con Death Mask, no hiso caso a la advertencia y todos estaban en problemas el más molesto era Dita que no quería ni que le recordaran las burlas de Death o lo asesinaría. Revisando la posición en la que estaban podíamos deducir algo.
-¡Suéltala! -Mu representaba al gato Cheshire, era extraño verlo de esa forma vestido, una camisa de mangas largas rayada morado y negro, y un pantalón negro, tenía un cascabel en el cuello y alguien llamado Aioria le había jalado la cola. –Remedo de reptil.
-Yo no fumo, cof… -Shaka representaba a la oruga azul, estaba vestido del todo con un traje antiguo azul exceptuando las botas negras, con botones plateados, parecía el traje de un militar.
-Pero solo es el caparazón, no soy una de verdad. -Aioria parecía ser la falsa tortuga, un traje beige y un caparazón en su espalda.
-Ya vasta déjense de pelear que no llegaremos a ningún lado. -Papá como antes lo fue se volvió el sombrerero loco con un chaleco morado oscuro, su traje antiguo azul marino, en uno de los bolsillos del saco se veían varias tijeras de diferentes tipos asomar, mientras en el otro unas agujas se encontraban clavadas, y un sombrero extravagante con plumas de colores de copa, aunque en ese momento tenia la mirada algo perdida. –Jajajajaja… -Se le subió lo loco.
-Milo tiene razón, ya basta, y Death hazme el favor de no jalarme las orejas. -Camus era el conejo blanco, un pantalón negro con un chaleco blanco con corazones rojos, y unas orejas blancas, cuando se dio la vuelta pudimos ver una colita esponjada, eso nos mato de risa. –Y ya no te rías Milo que pareces demente.
-Ustedes sepárense ya. -Aldebarán era Humpty Dumpty, un sombrero negro con franja roja, una camisa blanca y encima un chaleco amarillo con su corbata de moño roja y unos pantalones azules. –Tal parece que Milo ya se creyó el papel, no pierdan la cabeza.
-Que afán con hacer eso Aioria, suelta la cola ya. -Aioros era el grifo, unas alas de águila salían de su espalda y tenía una cola de León, sus ropas eran sencillas como las de entrenamiento, una camisa color azul y un pantalón café con unas sandalias. –Death tu también cállate.
-Pero se ven graciosos, sobretodo Camus con esa cola esponjosa y Dita… jajaja. -Death era la libre de Marzo, una camisa blanca con un chaleco rojo remendado, un saco desalineado gris algo polvoso y un pantalón a rayas negro con blanco.
-Ya vasta cangrejo que ya verás lo que te espera cuando regresemos. –Lo amenazo con el puño en alto. Tenía un pantalón y la camisa blanca, encima un chaleco color rosa pastel con los botones como si fueran caramelos rojos, y encima un saco azul claro con pastelillos amarillos bordados en los bolsillos y otro en la espalda color verde claro y unas antenitas en su cabeza; Dita tomo un papel que en nuestras vidas hubiéramos creído, la melindrosa merienda posa. –Atinadamente de dieron el papel de liebre loca.
-Esos dos solo se pelean. –Vestidos igual pero con algo diferente.
-Si a eso yo le diría amor apache hermano. –Eran los gemelos Tweedledum que era Kanon y Tweedledee que era Saga. Ambos llevaban una camisa de manga corta rayada en azul y rojo, un pantalón negro de pechera con los botones dorados.
-¡Orden ya! ¡Dita no estrangules al cangrejo! –Shion tenía una armadura de los caballeros medievales blanca, en el pecho marcada con un carnero, no parecía haberse dado cuenta tal parecía, aunque esta se viera demasiado estorbosa y más pesada que las armaduras doradas.
-Sepárense Death… Dita. –Dhoko le ayudaba a separarlos, igual llevaba una armadura medieval pero color rojo y marcada con una balanza en el pecho, ninguno de los dos llevaba casco y no se daba cuenta de lo que llevaban puesto, solo notaron el cambio de los demás.
-Estos de caballeros no tienen nada. –Atenea como siempre no hacía nada, eso no era nuevo en ella, igual que su papel era inútil, la duquesa dueña del gato Cheshire. Llevaba un vestido de mangas largas color verde con detalles guindas, con un cinturón dorado en la cadera.
-bueno ahora supondremos que como las historias se mesclaron ustedes sustituyen a Alicia, siendo Hansel y Gretel.
-Bueno pues al menos tienes un momento la cabeza sobre los hombros Atenea, porque entre más tiempo pasemos en este lugar corren el riesgo de volverse los personajes y enloquecer.
-¡QUE!
Les explicamos que ese riesgo se corría al entrar en una historia tomando el lugar de algún personaje, por eso razón no era seguro confiarnos, ya que a cada minuto podrían tomare la personalidad muy enserio y al final se volverían parte de la historia, así que antes de que enloquecieran debíamos encontrar al responsable, aunque ya sabíamos a quien culpar de ese problema.
-El que se ríe después de causar un problema es porque ya sabe a quién echarle la culpa, ¿Death a quien vas a culpar?
-No es obvio que esa mujerzuela es la culpable Dita.
-¡QUE DIJERON!
-Pero si a usted ni la mencionamos, yo hablaba de Afrodita jajaja.
-Démonos prisa, porque parece que lo loco ya se le subió y en lugar de cangrejo tendremos a una libre, papá… ¿papá? –No lo entrabamos, ahora si estábamos en problemas, no estaba con nosotros.
–Bien ahora no solo tenemos que salir, tenemos que encontrar a Milo, se nos acaba el tiempo, se nos hace tarde... demonios ya estoy hablando como el conejo.
Comenzamos con el recorrido en busca de nuestro padre, no podíamos dejarlo atrás, así comenzaba nuestra travesía atreves del tablero del país tan extraño, donde deberíamos encontrar a quien nos mando hasta ahí, y deshacernos de ella para así salir, Afrodita esta vez estaba muerta, y por lo que sabíamos no sería fácil vencer las locuras que se nos presentaran, después de todo no respetan a la lógica convencional.