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TRATOS RAROS, ROMANCES Y RISAS por AzraelK20

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Notas del capitulo:

Perdonen la tardansa pero no sabia como escribir el capi, por eso me tarde, pero aun asi no tengo mas excusas, ademas de que mi manita no esta muy bien, pero bueno ahora si el capi nuevo, espero que les guste.

31/05/2013

DETRÁS DEL SUEÑO


-Pero no podemos quedarnos sin hacer nada…


-Esperen puedo ver algo. –Me acerque para poder ver a través de esa cortina de rosas, su perfume era distinto al venenoso de la casa de piscis, pero aun así era un misterio, un obstáculo, inclusive al acercarme a esas flores tenía la sensación que tenia Afrodita. -¿Milo? –Era Milo, estaba seguro, no podía ser nadie más, esa maraña de cabello la podía reconocer donde fuera. -¡Milo!


-Camus espera… -No les preste atención, era mi Milo, el que estaba ahí.


-¡Milo!...


-Agárrenlo… -Era Aioria el que me jalaba, pero solo podía ver a Milo del otro lado, no me escuchaba. –Camus no te pongas como loco…


-Camus Aioria tiene razón cálmate.


-Pero es Milo…


-Dioses, Milo está tirado en el piso, no se mueve… -El debía estar bien, pero no se movía, Death solo negaba yo ya estaba desesperado, no ahora que apenas le di razón a mis sentimientos. –Hay que ir por él.


-Death espera… se está moviendo un poco.


-¿Milo no es escuchas?


-… -Solo se movía muy moco, levanto la cabeza, pero casi de inmediato la dejo caer pesadamente entre esas rosas.


Teníamos que cruzar de inmediato, Milo no podía quedarse ahí tirado. Por lo que pronto comenzamos a buscar la forma de entrar, los pequeños mellizos solo nos veían sin saber qué hacer, me costara lo que me costara Hades era el único capaz de hacerse cargo de ellos en momentos asi, yo no sabría simplemente como reaccionar.


-¡Ya me arte!


-¡CAMUS! –No podía quedarme de brazos cruzados, tenía que rescatar a Milo, solo quiero tenerlo conmigo, no sé ni porque siento un sentimiento atorado en mí, como si estuviera desde… -¡Camus reacciona!


-Demonios el cubo se volvió loco, aventarse contra esa cortina de rosas intentando cruzar.


-¡Camus! –Logre escuchar a los mellizos, no sabía que paso, pero al tocar esas rosas solo perdí toda mi fuerza. –Camus despierta.


-Estará bien, pero hay que encontrar otra forma de cursar…


-Bienvenidos al tramo final del camino, pero lamento informarles que no podrán avanzar a la última casilla del tablero caballeros.


-Afrodita no se para que quieres a Milo, el no es tuyo, no te quiere. –Nuestro padre Hades se había puesto a la defensiva, el no quería a Milo, pero detestaba esa actitud caprichosa de Afrodita.


-Pues tampoco te quiere a ti, no sé porque me discutes, no debería importarte lo que le pase.


-… te gusta hacerme rabiar… pero esta vez te diré que yo no lo hago por mi sino por mis hijos, para mi Milo no es algo que quiera, pero para mis hijos lo es todo. –Camus solo reacciono al escuchar eso y se levanto de golpe.


-Yo mismo me haré cargo de ti. –Afrodita lo repelió con un simple gesto de su mano, Camus estaba dejándose llevar, es una persona sensata, pero una vez pierde los estribos es algo impulsivo en cuanto a sus sentimientos. -¿Qué le hiciste?


-Yo no le hice nada, el muy tonto intento escapar y se topo con mis rosas, pero no te preocupes yo jamás dejaría que muriera por algo asi, las rosas lo pueden matar claro esta porque están alimentándose de su fuerza vital, pero no quiero eso. –Lo aparto usando sus poderes y sentó en una silla que apareció alejada de las flores. –Es demasiado lindo como para que lo deje morirse asi.


-Aleja tus labios de Milo.


-Acuario no pierdas los estribos que de nada te servirá… aunque esto no me agrade tanto te ayudare a pasar.


-Aquí viene el anciano… veamos qué es lo que aras.


-Subestímame todo lo que gustes, eso no quita que se todo de tus estúpidas flores mocosa.


-… no te atreverás…


-Claro que si, aquí tienes al anciano. –Con solo un movimiento su espada llego hasta ese lugar y al desenfundarla las corto de un tajo, fue avanzando hasta cortar la espesa cortina de rosas, Camus que no se quedo atrás lo fue siguiendo y congelaba lo que de estas quedaba, definitivamente jamás se tendría una oportunidad de verlos trabajando en equipo. –Y ahora que es lo que piensas de…


-Maldito… eres un maldito Hade…


-A ninguno lo tocas resbalosa.


-Primero te enfrentas a nosotros dos, o acaso se te olvida el último enfrentamiento, huiste como una cobarde de mí.


-Ustedes no van a pelear.


-Se les olvida alguien… -Los miramos un momento, somos niños y solo estorbamos, queremos ser útiles. –Papá… Camus confiamos en los dos.


-…


-Camina caballero.


Ambos continuaron avanzando, nosotros nos quedamos enfrene de Afrodita, ella se mofa de nuestro padre diciéndole anciano, pero se le olvidaba que para nosotros ella es muy anciana, cosa que si se lo restregamos la enloquece. Si es que somos solo niños ¿Por qué queremos tanto despedazar a Afrodita?


-Muy bien anciana…


-Solo nosotros tres ¿o traerás a Eros?


-A mi bebe no lo vuelves a tocar mocoso. –Eros termino mal la ultima vez, en ese caso porque no comprende lo que hace, Eros es más grande que nosotros.


-… en ese caso…


-No se queden ahí piensan dejar que Milo nos mate si les pasa algo a esos niños.


-… Sabe Atenea, Milo se ha encargado de criarlos bajo algunas de nuestras leyes…


-Les ha permitido entrenar y sabe que ellos como tal no nos dejaran acercarnos.


-Shaka, Mu… son niños independientemente, además de que Milo nos matara si les pasa algo, eso los incluye a ustedes dos… los demás, ¿no piensan hacer nada?


-Ellos ya lo dijeron todo, reglas son reglas.


-Aldebarán ustedes no saben lo peligroso de esto… me arrepiento de haber hecho el trato con esos dos y guardar el secreto.


-¿De qué secreto habla?


-Pues eso ya no interesa, lo que interesa es que no pase nada malo Shura.


La observamos fijamente al rostro, como comenzar con esto, sin duda alguna seria más divertido que con los espectros. Mucho más divertido…


-Camus…no los dejes pelear… -Logre escuchar un pensamiento de Milo.


-¿Por qué no quieren que peleen?


-Quieres detenerte a preguntar… odio estas estúpidas flores. –Nos comenzaron a acorralar parece que tienen voluntad. Volví el rostro a los gemelos, nadie es rival para ellos, mitad dioses mitad humanos, aun así, Milo no lo quiere dejar pelear, es demasiado misterio.


-Quiero saber… es lo que pasa solo eso.


-Bien… solo no bajes la guardia… ellos pierde el control en una pelea, ni yo soy algo que los detenga fácil… maldición… tampoco Milo…


-¿Y cómo lo saben?


-¿Cómo?... ¿Tu como crees?... en una ocasión cuando eran muy pequeños… estúpidas flores… -Continuaba cortando, pero yo aun congelándolas para impedir broten no logro mantenerles mucho así. –Un espectro les molesto en extremo, de hecho fue Radamantys… y lo que paso después nadie lo quiere recordar, Milo y yo terminamos heridos tratando de controlarlos.


-Pero que paso, das muchos rodeos…


-Su cosmos causo estragos no solo en Radamantys, también en el castillo de Pandora y nosotros, con solo su llanto este se despertó abruptamente… y una vez despierto es prepararse para una lucha despiadada que no parara tan fácil…


-Quiere decir que…


-Amigo o enemigo terminaras de la misma forma, solo ellos quedan en pie, nadie más…


-Volveré por ellos…


-No lo hagas, ahora tenemos que quitar al escorpión de ahí, después… podremos intervenir, si no es muy tarde.


Seguimos avanzando, podía sentir ese pequeño y dulce cosmos volverse muy agresivo, Milo no nos perdonaría que algo más pasara, la última vez se molesto demasiado, pero no tenemos más que la fe en que no sea tarde cuando volvamos. Quien lo diría, trabajar en equipo con Hades, de verdad nos volvimos locos, o posiblemente solo estábamos desesperados.


Subir escaleras, por un segundo me pasó una ironía por la cabeza, pero este lugar es un laberinto, si las subimos podemos bajar y viceversa, tendríamos que adivinar cuál era la que nos ayudaría a subir.


-No te quedes ahí parado… sigue caminando.


-La razón de la ayuda… ¿Qué es lo que quiere?


-Yo nada… ¿acaso creías que yo pediría algo a cambio?... si lo pensaste, pues acostúmbrate caballero, porque esto es gratis… adelante –Abrió una reja rompiendo con la espada el candado, a caso tan mal lo juzgamos todos, siendo así en ese momento era servicial, o simplemente la locura de ese lugar nos afecto mucho, aun así eso no lo desaprovecharía, primero estaba Milo.


-¿A dónde creen que van guapos?


-… -Otra vez no, miramos, no era de mal ver la dama, pero no era momento además era el enemigo.


-No van a continuar, la señora Afrodita me encargo cuidar a este niño. –Ella parecía pensar en algo al vernos a los dos. –Aunque tenga que levantar la mano ante un Dios o tener que romperle la cara a algo tan lindo como tú. –Odio que hablen asi, su sonrisa burlona intentando seducir, en esos momentos una mujer asi ni como respetarla además tienen a mi Milo y eso a nadie se lo perdono. –Vamos lindura no me veas de esa forma.


-No me llames de esa forma.


-Ni le des importancia Acuario que de nada te servirá enfadarte con esta mujer. –Su postura era muy seria, acaso algo en ella lo puso asi. –No es algo que importe.


-Jun.… ya quisieras que te hiciera caso. –Ella reflejo completo desde a Hades, era demasiado inusual que una persona que no está en posición de enfadar a un Dios lo haga sin precaución ni reparo. –Y bien ¿se van a quedar como completos idiotas o van a hacer algo?


-Ignórala acuario tu sigue que yo me encargo de ella. –Una sonrisa algo siniestra, era claro que dejarlo no era buena idea.


-No creo conveniente esa petición porque ¿Era una petición no?


-Ja hasta crees… de esta yo me encargo.


Milo, volví a mirar su figura a lo lejos, no podía dejarlo tanto tiempo haya solo, a recuperarlo se había dicho, era interesante que en ese momento las cosas me parecieran interesantes y excitantes, quizá era la recenté locura descubría en mi o el hecho de que a quien tenía que salvar era a Milo, en peligro indefenso, y pensándolo mejor ahora me sentía como un depravado. Todo eso pasaba por mi cabeza mientras me acercaba a él o lo intentaba porque sin darme cuenta estaba en el techo de ese lugar, ni la mas mínima idea de cómo bajar de ahí, pero desde ese punto podía ver a Afrodita que pelea se estaba llevando en ese lugar, no lo podía distinguir muy bien solo veía las siluetas que intentaban darle alcance siento interceptadas y desviadas de su alcance, pero, aun asi lograron darle un buen golpe.


-Sabes algo no nos importa lo que digas o hagas pero te queremos desaparecer…


-Solo hablan, no son nada… malditos mocosos.


-¿Qué pasa anciana, el tiempo te ha puesto lenta?


-Sin duda son muy engreídos… lastima pero al menos asi esa deliciosa y pecaminosa manzana no tendrá nada a lo cual atarse después de esto y me la podre quedar.


-… ¿Para qué lo quieres? –Nos detuvimos un momento, tan entrada era la batalla que no habíamos más que intentando agarrarla para molerla a golpes.


-Mmm déjenme pensarlo… es que me gusta es todo.


-… Sabes eres una vieja bruja sin remedio, asi que…


-Si es necesario a golpes te lo quitamos.


Seguimos con más ganas detrás de ella, pudimos ver unos segundos a los demás, los caballeros solo nos veían, pero no pasaba por nuestra cabeza lo que en realidad pasaba en ese momento, lo que ellos veían, o lo que nosotros hacíamos.


-No entendemos porque te comportas asi. -.Un golpe bien asestado.


-Mocosa… ¡Ahora sabrás lo que es el poder de un verdadero Dios!


-… -Solo verle asi, es cansado, tan agotador, pero su ataque no era nada. –Con tan poco te conformas.


-Hermana… no juegues con ella.


-Está bien adelante tienes el honor de regresarle el golpe.


-Bien…


-¡Malditos engendros! –Su propio ataque se le regreso. -¡Esto no es un juego!



-Atenea hay que hacer algo…


-Kanon no podemos… ¿Quieren terminar muertos?


-No nos importa lo que diga, ya esto es demasiado, ellos no la han podido atacar tan libremente como ella ha hecho y…


-¡Saga! Entiende que por sobre todo pongo su seguridad, no los quiero muertos de nuevo.


-Ahora si se preocupa… primero somos solo como basura para usted y ahora le preocupa.


-…


-Y se quedo callada Mu.


-No es eso… son unos desagradecidos, le prometí a  Milo que no los dejaría ponerse en riesgo con sus hijos.


-Nosotros ya no entendemos nada, solo porque como antes dije, Mu el callo y no sabe ni que decir.


-Shaka me están crispando los nervios… si no les digo es porque confió Milo la va  a librar igual que ustedes y les contara todo.



Nosotros no podemos parara, ¿Pero qué pasa?, algo nos está manejando, estamos viendo un poco más claro, pero, esa visión se nublo… Claro está que no pueden hacerse cargo solos de esto, asi que una mano extra no les caerá nada mal, solo es una ayuda, después de sus pocos años necesitan aprender a defenderse y nosotros les damos las herramientas, claro que, también nos divierte hacer esto.


Seguí intentando llegar a Milo esto es un laberinto de escaleras y pasillos aunque parezca fácil moverse, no sé ni cómo ni cuándo pero regrese donde Hades y esa mujer que se estaban peleando e insultando como su no existiera mañana, la peleara era ensañada, la mujer no dejaba de golpearle y Hades no parecía que intentara defenderse pero de vez en ves le asestaba golpes muy fuertes.


La pelea era tan pareja que no parecía fuera una simple guerrera la que peleaba con hades había gato encerrado en esto.


-Ya te dije con un demonio que ni me interesas… -Un buen golpe en el estomago que la aparto mandándola contra una pared.


-Y yo te dije que eres una vieja arpía que no tolera nada…


-Eres un estúpido arrogante… me das asco, hijos con un humano, que asco, no pudiste caer más bajo y eso que vives en el inframundo… ¡HAG!


-¡No vuelvas a meter a mis hijos en esto Perséfone!... ¡!...


-Ni sé porque te interesan, son más inestables que nada y lo sabes, todo el Olimpo lo sabe… -Esto ya era por demás loco, Perséfone, se suponía era la esposa de Hades, entonces era una pelea por el territorio amatorio. -¡!


-¡No sigas!... –Eso parecía termino todo, ese golpe la mando lejos y dejo inconsciente. –Tú  te negaste a darme hijos... ahora no te quejes que desde antes de esto renunciaste a mí y yo te complací en liberarte del trato.


-…


-¡Con un demonio caballero que haces ahí arriba te mande por el padre de mis hijos!


-… ya lo sé, pero este lugar es demasiado confuso llevo toda tu pelea intentando llegar con él, lo más cerca que llegue termine como ahora en el techo.


-Pues ven aquí. –Con un ademan me regreso donde él, al menos ya no estaba de cabeza.


Corrimos intentando llegar, descifraba más fácil las confusas escaleras que yo… Ya podíamos divisar la ubicación de Milo, yo me adelante, Milo es solo mío, no permito que nadie le haga daño. Me acerque de inmediato a verlo, estaba inconsciente por fortuna, por un segundo lo creí muerto.


-Milo… Milo. –Le moví un poco.


-¡Escorpión!


-¡! –Dio un brinco leve. -¿Qué?... ¿Qué pasa? ¿Dónde estoy?... ¿Mis hijos?


-Cálmate Milo están bien…


-No, no lo están… puedo sentir la turbación… ¡Porque los dejaste pelear estúpido! –Milo intento brincarle encima pero las piernas le fallaron, ni me noto hasta que lo atrape.


-A mi no me reproches que era venir por ti la prioridad de este cubo de hielo.


-Camus… perdóname, no quería…


-No te apures, son tus hijos los que están halla.


Nos pusimos en marcha de nueva cuenta por los niños, Milo se veía muy afectado, pero no sabíamos o que nos encontraríamos, en verdad había una turbación en sus cosmos, se sentían muy diferentes a lo habitual, incluso a cuando le pateaban el trasero al Pegaso.


Al llegar, la vista que estaba frente a nosotros era algo que no se podía ni imaginar, la imaginación se quedaría corta, los dos le estaban dando una paliza a la Diosa, incluso Eros que en quien sabe qué momento había llegado estaba siendo golpeado como si no hubiera mañana.


Al voltear con Milo pude ver su rostro totalmente cambiado, no recordaba esa expresión en el, una mescla de temor, angustia y desesperación; parecía estar temblando, cualquiera diría que Milo tenía miedo en esos instantes.


-¡Melina, Blas!... –Ellos no notaban la presencia de nadie.


-¿Oye escorpio?... cucú… -Hades le paso la mano frente al rostro, pero Milo no parecía a verla visto.


-¡Milo!


-Hay que parar esto… y rápido.


Como para algo a lo que no sabíamos como confrontar, yo jamás los había visto así, las peleas con Pegaso eran mucho muy distintas, aun siendo niños de una patada lo dejaban afuera pero ahora se veía le diferencia de nivel entre un humano común.


Afrodita lanzo un ataque pero ellos lograron regresarlo, ella quizá recibía de vuelta sus ataques pero ellos terminaban con algún estrago de ello. De ambos lados se encontraban heridos de alguna forma, Eros parecía que gracias a Blas ya estaba quedando fuera de la batalla, ese niño es realmente fuerte, no le daba oportunidad de defenderse y al mismo tiempo evitaba los ataques de Afrodita en la medida posible. De Una patada un puñetazo, era de verdad algo que jamás imaginaria de Melina.


-¡Alto!... no me escuchan…


-No te estreses escorpio… sabes que no los podemos detener, esto será hasta que se cansen o los dejen medio muertos a ese par…


-Ni lo sueñes… yo los parare…


-¡Escorpio!


-¡MILO!


Milo se lanzo a la pelea, fue esquivando los ataques como podía, Milo está loco al hacer eso, intente ir tras él, pero un ataque me lo impidió, apenas y lo pude esquivar, al ver quien fue el responsable vi a los gemelos, ellos me atacaron.

Notas finales:

Como avise en otros fic me quedare sin internet proxmamente no se cuando pero cuando sea les dejare dicho para no dejarles asi como asi.

El final de la pelea lo tendran en el capitulo siguiente, perdonan queria poner todo aqui pero ya estaba muy largo y ademas aun no acabo esa parte, es la mas complicada porque no se escribir muy bien peleas.

Una ves mas una disculpa y hasta la proxima


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