AGRADECIMIENTO Y PROBLEMAS
Cuando L se calmo lo subió a la cama, no comprendía porque se quedo dormido tanto tiempo, pero Light si, más no se lo diría. Salió para las clases y así no enfrentarse con las interrogantes de L, no las quería responder en ese momento.
-Si sabe que le di algo para dormir me matara de seguro, tenían razón, fue tan fuerte que quien no duerme jamás, logro dormir.
Mientras tanto L en la habitación intentaba descubrir porque se quedo dormido y repentinamente recordó la amabilidad del mayor cuando le dio un jugo antes de irse, cojeando se acerco a buscar la lata en el bote y revisarla, al verla bien encontró pedazos de algo que no fue bien molido en el fondo.
-Light eres detestablemente lindo. –Lo había medicado con tal parecía un buen somnífero, porque en su vida ningún medicamento había funcionado, y baya que conocía de medicamento para dormir. –Jamás te aceptare otra cosa.
Cuando light regreso L lo esperaba de brazos cruzados, L tenía su mirada clavada algo molesta, era muy notoria pero para Light le era divertida, lo hacía verse más tierno. Se acerco y quiso tocarlo pero L se hiso asía atrás y esquivo su mirada.
-¿Qué pasa?
-Me drogaste.
-No es verdad… yo no…
-Entonces porque el jugo tenía algo, ¿querías ayarme dormido acaso?
-E… lo siento es solo que te quería ver dormido… no fue con mala intención, sabía que te dormirías hasta después…
-Light Yagami eres despreciable… -Se abalanzo sobre L robándole un beso. –Y lindo…
-Eso está mejor.
Continuo besándolo hasta que se escucho que tocaban la puerta, se separaron de inmediato y dieron paso a la persona. Se toparon con el chofer que los llevo a casa de L, ni siquiera este entendía la razón de su aparición, era extraño hasta para el pelinegro.
-¿Qué ocurre?
-Sus padres me enviaron para llevarlo a casa.
-Pero…
-Les fue informado de su accidente y quieren que pase los días de su recuperación en casa, para ello volvieron antes.
Light no comprendía pero lo llevo en su espalda fuera del campus y lo ayudo a subir al coche, L se despidió sencillamente con solo una sonrisa antes de que el vehículo avanzara; Light se quedo mirando hasta que ya no se vio de nuevo. L fue ayudado a entrar a la casa con cuidado y se quedo en la sala, pensó que se quedaría solo de nuevo, pero a los pocos minutos sus padres aparecieron, él sonrió sin que lo notaran ellos.
-¿Hijo como te sientes?
-Bien mamá. –Sintió el abrazo de la mujer a la que siempre quiso pero no veía por estar ocupada, eso lo puso más feliz. –Estoy bien.
-¿Pero qué traes contigo?
-Es un amigo espero que no les moleste papá. –El ave que L cuidaba estaba sobre su cabeza, no pensaba dejarla abandonada a su suerte.
-Claro que no nos molesta. –La madre de L se adelanto a su esposo, no lo veía convencido. –Pero vamos, no puedes quedarte aquí, debes descansar. –La llevare con las mías para que descanses.
Llevaron a L a su habitación y su madre se despidió como nunca antes lo hiso, pera L parecía ser solo una ilusión, aun no lo creía, pero confiaba en que fuera real. Su padre lo trato como casi siempre, solo que se quedo para hablar un momento con él después de que su madre salió.
-¿Cómo estás?
-Bien…
-¿Y la escuela?, escuche que trajiste a un amigo a la casa hace poco.
-Light es un buen amigo, me ha ayudado bastante…
-Lamento que no hayamos tenido tiempo de hablar como antes. –El hombre se sentó al lado de su hijo sosteniéndole la mirada, pero L no lo soporto, y se agacho, jamás había podido aguantarle la mirada a su padre por mucho tiempo. –Así está mejor, que respetes a tu padre agachándote.
-Sí… papá… -A L no le gustaba estar cerca de ese hombre pero no podía hacer nada, sintió el agarre del mayor y se asusto, intento apartarse un poco pero no pudo, repentinamente el mayor lo aventó molesto.
-¡Que es esto! –L miro a donde señalaba en su hombro, lo había descubierto, su padre seguramente lo mataría. -¡quien fue el que lo hiso!
-Papá es pera…
-¡Quien lo hiso, sabía que no debía dejarte ir a esa escuela!
-No es lo que crees… -Sintió presión en el cuello y observo como su padre lo ahorcaba. –para…
-¡Te lo dije, nadie tiene derecho sobre ti! –Le arranco la camisa y observo las marcas que Light había dejado en el cuerpo de L, eso lo enfureció más. -¡Dejaste que te mancillaran!
-Pa… Pa… papá… -El hombre soltó el cuello y se abalanzo sobre el menor acorralándolo, L solo se cubrió el rostro y se quedo inmóvil, sabía que intentar irse lo pondría mas furioso.
-Pero yo no te dejare tan fácil, solo me perteneces a mí, te dejare claro eso, había esperado mucho.
Le arranco el resto de la ropa, L no emitía ningún ruido pero estaba aterrado, sentía las caricias de mayor por todo su cuerpo y se sentía mal por ello. El mayor lo recorría sin contemplaciones obteniendo miradas de terror por parte del menor; L sintió un dolor que no pudo callar, el mayor lo había lastimado entrando de una estocada sin prepararlo.
-¡PARA…! –Sus gritos fueron ahogados por una mano en su boca, que aunque mordía no se apartaba. –Mmm… Mmm…
-No podía esperar más tiempo, y ahora que alguien se atrevió a tocarte no puedo ser bueno contigo.
Las embestidas eran dolorosas para L, no podía resistir más tiempo, pero el mayor parecía a verse olvidado de que se trataba de un ser humano al que tenia debajo. Cuando termino dejo a L tirado en la cama llorando, este intentaba no hacer ruido ya que si lo escuchaba sabía que podría regresar a callarlo. Así paso toda la noche temiendo que cualquiera de sus quejidos fuera oído por alguien, pero no podía evitarlo.
Quería levantarse pero no podía, apoyo con cuidado sus brazos sentándose lentamente, puso su manos temblorosas en su vientre el dolor que lo recorría era insoportable, su pierna le dolía al ser tomado con brusquedad y no sabía si lograría apoyarse, pero lo intento. Cojeando se dirigió al baño de su habitación, abrió la regadera y se quedo debajo del agua hasta limpiar la sangre que se veía entre sus piernas. Volvió con cuidado a la cama y quito las sabanas con sangre, se quedo quieto bajo la cobija hasta que escucho que tocaban la puerta y la abría despacio.
-L… ya es hora de desayunar, ¿Quieres bajar para pedir ayuda a tu padre? –Respiro hondo, se trataba de su madre.
-No tengo hambre mamá. –Se acomodo en la cama fingiendo desinterés.
-¿Te sientes bien? –Se sentó a un lado y puso una mano en la frente de L, este solo se removió intentando quitarla. –No tienes fiebre, ¿Algo malo ocurre?
-No es nada, solo me duele la pierna, pero estoy bien. –Hacia el intento de sonar frio como siempre pero por dentro quería llorar en los brazos de su madre.
-Traeré algo para el dolor, descansa… ¿Y estas sabanas? –Miro la sesta de la ropa de L y vio las sabanas dentro más no las movió. -Supongo que estaban sucias después de que no has dormido en casa, mandare por ellas para que las laven.
-Sí, estaban algo sucias.