TORTURAS
La madre de L podría ver las cesiones si lo deseaba desde la otra habitación, pero no se atrevía a violar la privacidad de su pequeño escuchando como un espía lo que le confiara a la psicóloga. Por lo que solo esperaría afuera a que el pequeño saliera.
-Hola L.
-Hola Kimy. –Notaba que después de ese día ya hablaba más abiertamente.
-¿Cómo estás?
-Bi… bien. –Debía ser más paciente.
-L me gustaría que me contaras porque no te gustan las escuelas, me dijeron que tenias años sin ir a una hasta que te inscribieron en la universidad tus padres.
-No me agradan las personas. –Se dio vuelta en el diván quedando de espaldas. –Me ven raro por ser diferente y siempre me tratan mal, dicen que no soy como ellos y por eso no puedo estar cerca de ellos.
-Pero no todos son así…
-Es verdad, las personas no valen la pena…
-No te pongas así L, hay personas que te quieren y protegen… y tus padres ¿Cómo te llevas con ellos?
-Bien… supongo, casi no hablo con ellos nunca están…
No tuvo éxito en hacerlo hablar, sería difícil si la persona lo tenía tan asustado. Cuando volvieron a casa la madre de L recibió una llamada, la cual la preocupo bastante, tenía que hacer un vieja de negocios y estaría fuera por varios días, su pequeño L necesitaba compañía, no lo podía dejar solo, pero sabía que su esposo no trabajaría mientras L estuviera en casa, por lo que podría cuidarlo.
-Adiós L.
-Mamá… -Sintió el agarre del mayor que lo detenía en sus brazo tanto para que no se callera debido a su pierna y para que L no corriera como un cachorrito detrás de su madre.
Se despidieron de la mujer, L temía por el mismo, no sabía que le pasaría ahora que estaría solo en la casa. Su padre lo dejo en la sala, se extraño ante el trato tan amable de su padre, pero no se confió. Después de unas horas el mayor se acerco al menor, L recogía las piernas y se abrazo con fuerza, sintió los brazos del mayor y cuando reacciono estaba recostado en el sillón, sintió como la mano del mayor recorría su piel por debajo de la ropa, hasta llegar al pantalón y desabrocharlo. Comenzó a gemir por el contacto, lo que al mayor le agrado y mas al ver el sonrojo.
-Espera un poco, que se que te gustara lo que sigue.
-Haaa… para… ha… aléjate…
El contacto ceso y fue cargado hasta su habitación, el mayor lo desnudo y le arrojo una bata que saco del baño que pertenecía a L; se la puso rápido para evitar disgustar al mayor, después le ato las manos y lo llevo hasta la habitación propia; L miraba desde la cama asustado, sintió repulsión ante las caricias y besos del mayor.
-¡No, no, no!… -Sintió asco de tener que hacer algo como eso.
-Cierra la maldita boca. –Le golpeo en el rostro para callarle, después busco con que cubrirle la boca y tomo la cinta de la bata atándosela alrededor de la boca metiendo una parte dentro haciendo que L sintiera asco.
-Mmm… Mmm… Mmm…
-Eres tentador, me alegra tenerte solo para mí, no me importa que alguien se me adelantara, después averiguare quien fue y me desharé de esa persona.
-¡Mmm… Mmm… Mmm!
-Que tengas dulces sueños me bello ángel.
Comenzó a envestirlo con rudeza, L gemía de dolor pero la tela en su boca lo mantenía mediamente callado. Después de varias envestidas se vino en su interior, salió bruscamente. L miraba suplicante y se escondía en las sabanas intentando refugiarse; lloro sin poder dormir al encontrarse al lado de aquel que lo lastimaba tanto.
-Despierta… no dormiste, bien levántate que te tengo que llevar a ese lugar. –Se le acerco dejándole un beso en la frente y quitándole la mordaza; L tosió agarrando el aire que podía, todo el asco que sentía lo hiso devolver el estomago frente al mayor. –¡!
-…
-Levántate.
Salieron rumbo al consultorio de la mujer, L estaba nervioso por estar en presencia del mayor. Cuando entro se sentó frente a la mujer y se quedo en silencio viéndola, su semblante no era nada sano, se veía más pálido de lo normal y sumamente cansado.
-¿Quieres hablar hoy? –Negó pesadamente. –Veo que estás cansado, permanece aquí mientras hablo con tu padre.
Ella salió y L se tiro en el diván con la sola intención de reponer fuerzas, necesitaba volver a la escuela, ahí se sentía seguro, y sabia que con Light no le pasaría nada. Mientras descansaba el padre de L charlaba con la doctora, esta notaba que L estaba más nervioso que las veces anteriores.
-Buen día.
-Muchas gracias igualmente.
-Veo que usted si decidió escuchar lo que L quisiera decirme.
-Bueno, este chico es un poco extraño…
-No creo que sea extraño, todas las personas somos distintas, además usted es su padre, no debería hablarle así.
-Bueno, usted me podría asegurar que es mi hijo, por lo que yo tengo comprendido es muy probable que sea de alguien más.
-No logro comprender lo que dice señor.
-Yo he criado al pequeño como si fuera mío, pero no sé si lo sea de verdad, su madre bien pudo engañarme, siempre está trabajando.
-Ya comprendo, pero independientemente usted debería pensar que si lo es, lo ha visto crecer todos estos años.
-La verdad ni mi esposa o yo estamos mucho con L, nuestros trabajos nos lo impiden, nació en un momento en el que estábamos muy ocupados con nuestros empleos.
-Comprendo que tuvieran que alejarse, me había dicho algo así su esposa, que querían un hijo pero como no lo conseguían se dieron por vencidos y se dedicaron a sus trabajos de lleno, ahí nació L.
-Así es, y me temo que nació enfermo, se imagina lo que es cuidar de un bebe que nunca duerme, aunque no lloraba casi era cansado para los dos.
-Pero L ahora está dormido.
-Por una extraña razón tiene días durmiéndose, pero que ahora no la engañe, tiene los ojos cerrados pero si se acerca sabrá que no duerme.
-Quisiera saber cómo se comporta en la escuela, observarlo en ese lugar me ara ver como se relaciona con las demás personas.
-Aun no volverá, con la pierna lastimada no puede irse, pero cuando regrese creo que podemos hablar sobre la posibilidad.
-Gracias, debo regresar con L, así que muchas gracias…
-Lo siento es un mensaje de mi trabajo, me debo retirara ya, podría pedirle que lo haga quedarse hasta que vuelva, gracias.
Entro buscando respuestas del cuerpo dormido, L estaba ocupado en sus pensamientos, cuando la sintió detrás la miro algo preocupado, pero volvió a su semblante neutro y frio de inmediato al saber quién era.
-Tu padre me pidió te quedaras un momento mientras volvía ¿no te molesta?
-No, no necesita preocuparse, lo esperare si es necesario.