“Que tarde tan lluviosa, parece que el cielo refleja el llando de mi corazón”
Estos eran los pensamientos de Heechul mientras caminaba bajo la lluvia, en busca de refugio. Encontró una pequeña cafetería y decidió entrar a tomar un café mientras la lluvia cesaba, estaba tan concentrado mirando por la ventana como se estrellaban los gotas contra el suelo, que no se percato de la presencia de un hombre que lo miraba atentamente como analizando el hecho de hablarle o no.
-Heechul- dijo el extraño sacándolo de sus recuerdos y paralizando unos segundos su corazón, esa voz la reconocería aun después de cien años. Giro encontrándose con una fría y profunda mirada.
-Siwon- respondió en medio de su sorpresa.
-Hola, ¿Cómo estás? – pregunto Siwon secamente, como cuando la persona frente a ticarece de importancia y solo lo saludas por cortesía.
-Bien y tú… cuando regresaste de hacer tu especialización en Londres- Pregunto Heechul, con la esperanza de que este no fuera un encuentro casual, sino que el estaba ahí buscándolo.
-Volví a Seúl hace seis meses, estaba cerca cerrando un trato con un cliente y comenzó a llover y no alcance a llegar a mi auto que está aparcado a unas cuantas calles de aquí-
-Ahh- fue lo único que pudo pronunciar Heechul pues sentía un nudo en la garganta y unas ganas inmensas de llorar, se preguntaba que paso con el hombre que amaba y decía que lo amaba hace solo dos años atrás. ¿Dónde fue? Porque quien estaba frente a él, aunque físicamente era el mismo su corazón ya no.
-Rella, ya estoy aquí nos vamos- se escucho la voz de KangIn su amigo, socia y esposo de su mejor amigo Leeteuk, el cual había llamado al entrar a la cafetería para que lo recogiera.
-Ya vinieron por mí, que te vaya bien en tu vida, fue bueno volverte a ver… Adiós- pronuncio Heechul haciendo uso de todas sus fuerzas para que su voz no temblara, giro hacia la puerta donde lo esperaba su amigo sin ser capaz de volver a mirar a Siwon. –Vamonos- dijo a KangIn cuando ya estaba frente a él. Este no respondió nada, pero al ver los ojos de Heechul llenos de lagrimas, supo que algo paso con aquel apuesto hombre con el que hablaba cuando el llego y el cual se la hacía familiar.
En el auto Heechul comenzó a llorar , su socio y amigo no dijo nada solo se limito a conducir, pero no hacia la casa de la madre de su acompañante donde prometió llevarlo, sino hacia el consultorio de su esposo, el sabría qué hacer en esta confusa situación, por algo era sicoñogo y el mejos amigo de Heechul. Aparco el auto, pero este parecía no darse cuenta, asi que KangIn poso su mano sobre el hombro del otro sacudiéndolo suavemente y dijo:
-Llegamos- Heechul miro por la ventana, ya había cesado de llover al igi¿ual que sus lagrimas, giro hacia su amigo con un gran signo de interrogación reflejado en su rostro. –Necesitas con quien hablar y quien mejor que mi Leeteuk-.
-Gracias, siempre me he preguntado que te vio Leeteuk, creo que comienzo a entender- dijo con su característico humor, porque a pesar del dolor que sentía no podía dejar de ser él, sarcástico y sincero.
-Ummm no se sitomarlo como un elogio o insulto- contesto sonriéndole, el ya conocía bien a su amigo y su extraña forma de agradecer.
-Gracias- dijo nuevamente y se bajo del auto dirigiéndose hacia el consultorio de su amigo y confidente Leeteuk. Al entrar saludo a la secretaaria y pregunto si su amigo estaba ocupado, esta le informo que estaba atendiendo al último paciente del dia y que estaba por terminar, se sento en la sala de espera cuando al poco tiempo escucho la puerta y al paciente de Leeteuk despedirse de la secretaria. Se levanto de la silla y se dirigió hacia su amigo.
-Lo vi- dijo al atravesar el umbral de la puerta de aquella cálida oficina.
-Hola a ti tambien, ¿A quién viste?- pregunto Leeteuk sin separar su vista de los documentos que tenía en sus manos.
-A quien mas, sino a mi primer y único amor, la razón de mi inutil espera, como tu dices, y padre de la luz de mi vida- Leeteuk solto los documentos sobre el escritorio y levanto muy sorprendido la vista hacia Heechul, dijo:
-A Choi Siwon.