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Tres VS Tres. por Raes

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Notas del capitulo:

  Yo sé que ansiaban por esta parte. (??)

 

  No quise escribir lo clásico que se encuentra en la mayoría de los relatos lemon, aunque seguramente haya muchas cosas acá que también esté en la mayoría. XD! Sólo quise obviar ciertas acciones y otras cambiarlas por otro tipo de fantasía (?)  No sé si les habrá pasado leer varios que se parecen bastante, por eso trato (demasiaaaaaado) en escribir cada uno de diferente forma, aunque salga medio ‘chugui’ ajaja.

  Espero que les guste, es un bizarro DaeJae, no tiene morbo (lo omití) porque sino iba a ser demasiado enfermo(?) y no quedaba para este fic, tal vez en otro.

 

  Lxs veo al final ~~.

 

  El beso fue demasiado necesitado, como si ambos hubiesen estado esperando el momento con desmedida anticipación. Daehyun rodeó el rostro de Youngjae con las manos abiertas para atraerlo más a él, para poder sentir sus labios húmedos presionar sobre los suyos sin ningún impedimento, queriendo grabar su sabor y su textura en lo profundo de su memoria.

  Youngjae había anhelado tanto tiempo con poseer los labios de su compañero, porque eran enfermizos, tentadores a niveles extremos, rojos y abultados. Y ahora estaba cumpliendo ese sueño. Siempre le había atraído Daehyun, por supuesto que no de la misma manera, pero sintió atracción por él incluso antes de aceptar que le gustaba.
  Le gustaba todo de él, absolutamente todo.

 

            – Dios, Jae –musitó el mayor a penas distanciando la unión. Al menor le encantaba que murmurara su nombre y mucho más si lo llamaba de esa manera– no sé si pueda resistirme a ti…

            – Agh –se quejó distanciándose otros centímetros.

 

  La fuerza con que mordió su labio inferior fue poco más de lo que esperaba. Sin embargo, cuando llevó su mirada a los ojos del Daehyun, notó que éste lo observaba con hambre, como si fuese un león salvaje a punto de saltar hacia su frágil antílope. Sin saber por qué, se sintió débil nuevamente, estaba cayendo otra vez en esa dominancia que lo controlaba, que sólo podía generarle el mayor haciéndole asentir a cualquier pedido, no por obligación, sino porque ciertamente lo quería así.

 

            – Tus labios –murmuró Youngjae.

            – ¿Qué tienen?

 

  El mayor sabía a qué se refería, pero le encantaba ver a su menor sumiso, pocas veces lo veía ser tan evidente, siendo que tiende a tener una actitud inteligente y objetiva.

  Youngjae miró la expresión que el otro le estaba brindando y soltó un suspiro inconsciente, que tras notarlo, enrojeció hasta la más recóndita zona de su cuerpo. Daehyun tenía los labios ligeramente separados, rojísimos, ya hinchados -considerando su tamaño habitual-por el beso enardecido, y su mirada clavada en él, penetrante. Le estaba dando la oportunidad de someterlo, y así lo haría. Elevó su ceja izquierda a tiempo que le brindaba una mínima sonrisa, que Youngjae no resistió la visión y apresó su labio inferior para contener otro soplo.

 

            – Te ves demasiado lindo, Jae.

 

  La cama más cercana era la de Daehyun, ocupada por una almohada enorme y otra más pequeña. Como si estas fuesen demasiado estorbo, Youngjae se sentó y apartó los almohadones a golpes, no podía ver nada, estaba cegado por la sensación del beso que con suerte halló el cabezal y evitó golpearse con la estructura de madera. Daehyun lo había empujado hasta su cama, sin dejar de besarlo ni sostenerlo por la cintura. Se sentía tan bien tenerlo así. Avanzó por sobre el cuerpo del menor y a medida que iba pasando el tiempo, un par de manos se abrieron paso por el borde de sus pantalones y la fina camiseta de manga corta que traía puesto.

 

            – Youngjae.

            – No creas que eres el único capaz de dominar.

 

  Daehyun rió ante esas palabras, permitiéndole deslizar hacia arriba su camiseta hasta quitársela por completo. La mirada de Youngjae recorrió la bronceada piel expuesta y sintió impulsos fuertes de tocar y acariciarlo por todas partes. Nunca antes se había sentido así teniendo a otro hombre encima, y el creciente calor no le ayudaba demasiado, menos saber que se estaba excitando.

 

  Los besos continuaron sobre el rostro de Youngjae, tenía los labios de Daehyun recorriendo su mentón, sus mejillas, parte de su cuello. Sintió la respiración agitada en su oído junto al roce húmedo y el hormigueo se propagó hasta la parte profunda de su garganta. Llevó sus propias manos hasta los botones de su camisa y de a uno comenzó a desabrocharlos, quería sentir el cuerpo y la piel del mayor encima de él, por más que le resultara un poco vergonzoso mostrarse así.

  En cuanto tuvo su pecho al descubierto, Daehyun abrió la tela permitiéndole observar la blanquecina piel de Youngjae: pareja, sin marcas, tersa y en contraste con su propio tono, la sola imagen de éste enrojeciendo cada vez más, lo volvía loco. Se agachó enfrente de él y llenó de besos su estómago, presionando con fuerza ciertas áreas. No se lo diría, porque lo más probable fuese que el menor se negase, pero dejaría pequeñas marcas en su cuerpo, todas hechas por sus labios y las succiones que realizaba.

 

  Luego de varios minutos eternos, colmando la habitación de jadeos por parte del menor y chasquidos de lengua por parte del contrario, Daehyun tomó el borde del pantalón de Youngjae y éste se estremeció contorneando su cuerpo sobre las sábanas. Ahí estaba el gran problema, ahí estaba lo que clamaba por ser atendido.

 

            – Daehyun… –gimió sintiendo las manos tomar su pantalón rozando sus caderas. Iba a ser expuesto completamente.

            – Confía en mí.

 

  Siempre lo había hecho, siempre confió en él. El pantalón junto a su ropa interior fue deslizándose de a poco por sus piernas, hasta que él mismo vio su miembro, erecto, liberado y descubierto. Se llevó ambas manos a los ojos cubriéndolos por completo, no quería ver el rostro y la expresión en Daehyun cuando lo viese desnudo: ¿Qué diría? ¿Cómo reaccionaría? ¿Y si no era como esperaba que fuese? ¿Y si se reía? Su mente se llenó de preguntas y situaciones vergonzosas, una peor que otra, con un desenlace desastroso. Pensó que hubiera sido mejor terminar con aquello antes de que lo empujara a la cama, así al menos tendrían un recuerdo grato y no humillante. Sin embargo, mientras imaginaba cosas negativas, sintió un calor extra rodear su miembro y presionar el glande. Gimió por el contacto y se descubrió los ojos, encontrándose con el mayor de pie inclinado sobre él y una mano en sus genitales.

 

            – ¿Por qué te avergüenzas? –Le preguntó Daehyun sonriéndole. No era una sonrisa pícara, era más de esas que tranquilizaban, que te llenaban de paz, que te hacán sentir querido.

            – Porque… porque…  –tartamudeó Youngjae.

            – Eres precioso. –Sentenció con la misma expresión de antes.

            – ¡Porque tú llevas todavía puesto los pantalones! –Gritó el menor. No era lo que realmente tendría que responder, pero fue lo que le salió por impulso, lo primero que se le vino a la mente. No pudo pensar, no después de recibir semejante halago. Daehyun rio cortando la unión visual y Youngjae se tapó la boca por su comentario lujurioso.

            – Ya te tocará quitármelos.

 

  Recostado en la cama, vio al contrario agacharse hasta acercarse a su zona baja. No estaba seguro de lo que iba a hacer, pero la idea de que lo hiciera… le gustaba. Llevó su cabeza hacia atrás estirando su cuello y mordió su labio inferior, pero esa remota protección por acallar un futuro suspiro, fue en vano. En cuanto sintió otro tipo de calor en su miembro acompañado de humedad y un músculo alrededor, liberó una gran bocanada de aire y se aferró fuertemente a las sábanas estrujándolas.

 

  Más abajo, Daehyun había capturado el miembro del menor con una mano lamiendo la longitud entera, antes de apropiarse por completo con su boca.

 

  Le fascinaba sentir cómo Youngjae se retorcía bajo sus acciones, cada jadeo era como música para sus oídos. Lamía longitudinalmente el miembro del menor sujetándolo con una mano para darle mayor estabilidad y con la otra se sujetaba por el muslo interno de las piernas de Jae, apreciando bajo su tacto el movimiento de sus caderas para sentir mayor placer. Daehyun nunca creyó, -o realmente nunca lo pensó detenidamente-, practicarle sexo oral, pero el solo hecho de saber que Youngjae lo disfrutaba le daba motivos más que suficientes para querer repetirlo, si es que hubiera otro momento. Llevaba trabajo de varios minutos estirando, lamiendo y presionando, que estaba seguro que en cualquier momento el menor llegaría a su límite. Y era algo con lo que jugaría.

 

            – Dae… –gimió Youngjae desde la cabecera de la cama. El mencionado lo oyó pero hizo caso omiso, no se apartaría hasta que estuviera a punto de correrse–. No, Dios… Daehyunnie –volvió a repetir pero esta vez más dificultosamente.

 

  Por más que insistió e insistió en llamarlo, el mayor no acataba sus órdenes, continuaba moviendo sus labios y su lengua sin ánimos de frenar. Youngjae intentaba cerrar las piernas, empujarlo con las manos, inventar algo para que se alejara, y a la vez, deseaba que siguiera haciendo lo que hacía, que no se apartara, que mantuviera su boca caliente y húmeda en su extensión. A cada segundo que pasaba  su cuerpo le pedía liberarse. De pronto, como si supiera lo que estaba atravesando mentalmente, Daehyun cerró sus labios con especial presión sobre la punta rodeando por completo el glande, y arrastró su boca fuera deslizando la lengua por la misma.

 

            – Ahh…

 

  Youngjae se aferró a las sábanas fuertemente y tiró su cabeza hacia atrás, cuando su resistencia se disipó y alcanzó el orgasmo. Arqueando un poco su espalda y plegando sus brazos a los costados, dejó que se tranquilizara cuando sintiera que se había liberado por completo, con la mente nublada y algo fuera de sí por la intensidad con la cual había alcanzado su punto máximo.

  Permaneció pares de segundos inmóvil, recobrando el aliento y respirando agitado. No escuchaba nada salvo su respiración, Daehyun no emitía sonido alguno y esto lo desesperaba. Youngjae pensó dos veces antes de intentar levantarse para ver a su compañero, a esa altura de las circunstancias no sabía lo que podría estar haciendo o lo que diría. Dudoso, irguió su cabeza y con ayuda de sus brazos adoptó la postura perfecta. Cuando lo vio, creyó que despertaría otra vez.

 

  Daehyun se quedó contemplando el cuerpo de Jae delante de él, viendo y apreciando como se contorneaba mientras su semen se liberaba sin impedimentos, excitándose ante tal visión. Cuando el chico menor frenó sus movimientos, sonrió satisfecho esperando a que se levantara para poder mirarlo, y más aún, para que notase cierto detalle en su mejilla.

 

            – Jae…

 

  El mayor poseía cerca de la comisura de sus labios, una mínima, pequeña, pero visible gota de esperma, la cual ya había recorrido un par de centímetros por su piel. Youngjae entreabrió los labios pero no fue capaz de soltar palabras, su sorpresa era demasiada como para formular aunque sea una corta frase.

  Daehyun avanzó por encima del menor y capturó sus labios en un febril beso, volviéndolo a recostar sobre las sábanas. Sentía su propio cuerpo rozar con el caliente torso de Jae y la humedad de su transpiración. La habitación comenzaba a saturarse de aire caliente. Los voluptuosos labios recorrieron las mejillas, el mentón, el cuello, depositando cortos besos mientras sus manos acariciaban al contrario hasta donde fuese que pudiera llegar. Youngjae estaba mareado, extasiado, ni en sueños había imaginado  tal situación, y cuando creía que nada más podría mejorar, un susurró se coló por sus oídos.

 

            – Tócame…

 

  Era el momento de hacer su parte, Daehyun conservaba puesto sus pantalones y Jae moría por quitárselos, fue el primer lugar a donde llevó sus manos y tiró de la cintura de la prenda robándole un jadeo al mayor. La voz le salió tan seductora que mordió el hombro contrario para acallar su propio respiro.

 

            – Hazlo, Jae, tócame. –El cuerpo del mayor se movió para darle mejor alcance a su ropa, y desde su lugar, besaba los cabellos del menor acariciándolo.

 

  Youngjae deslizó sus manos hacia el interior de la ropa y gimió al sentir el miembro duro de su compañero, estaba caliente y palpitaba, o quizá era su mano recreando los latidos de su corazón. O ambos. Frotó por encima simulando masturbarlo mientras besaba su torso bronceado y arrítmico por las entrecortadas respiraciones. Entendiéndose, abandonaron la cama situándose a un lado de pie, postura que Youngjae no adoptó demasiado tiempo, puesto que tenía otros planes. Se agachó sobre una de sus rodillas y se deshizo de los pantalones de Daehyun un solo desliz, que quedó con el miembro erecto del mayor enfrente de su rostro. Lo notó más grande que el de sí mismo, no era que estuviese comparándolo, pero era inevitable no notar la diferencia.

 

  Lo pensó, lo pensó, pero antes de hacerlo, Dae  lo tomó del mentón haciéndolo parar.

 

            – No quiero que lo hagas. –Dijo mirándolo a los ojos– No quiero que tus lindos labios lo hagan.

            – ¿Y si quiero?

            – No, al menos no por ahora.

 

  ‘No por ahora’.

 

  De vuelta sobre la cama, Daehyun se posicionó sobre Jae rozando sus masculinidades sin piedad, sintiendo que nuevamente el menor se encontraba igual de excitado que él. Atacaba la cavidad bucal con su lengua y lamía los labios distrayéndolo, tratando de concentrarlo en cualquier cosa menos en lo que estaba por hacer. Llevó la diestra a la parte trasera del cuerpo contrario, pero Jae lo detuvo rompiendo el contacto de sus labios.

 

            – No quiero que uses tus manos.

            – Pero… –Daehyun lo interrogó con la mirada.

            – Supongo que sería lo más conveniente, pero no quiero que sea así. Es…

            – No me molesta hacerlo.

            – Por favor Daehyunnie, sólo… hazlo despacio.

 

  Cómo no quererlo, cómo no caer enamorado de ese chico si era tierno cada momento, aunque lo camuflara debajo de palabras cortantes, sus miradas nunca mentían, y sus acciones, tampoco. No tenía que esforzarse por ser lindo, no tenía que fingir para gustarle a otras personas, era inteligente, perspicaz, y cualquiera que lo conociese terminaría encariñándose con él. Como le pasó a Daehyun.

 

  No iba a lastimarlo, de ninguna manera.

 

    Las manos de Youngjae se aferraron una vez más en las sábanas, cuando se sintió completamente lleno por Daehyun. Una sensación nueva lo invadió por completo, tensando sus extremidades y sintiendo otro cuerpo recostarse sobre él. Se aferró a éste que lo besaba en sus mejillas permaneciendo unidos y en silencio. Se fue acostumbrando a la intromisión, a los leves movimientos, al arrastre y presión que sentía en su entrada. Cuando estos pasaron de ser dolorosos a excitantes, movió sus caderas indicándole al mayor que estaba listo.

 

  Daehyun marcó el ritmo de sus embestidas disfrutando cada gemido de Jae mezclándose con sus propios jadeos, viendo los gestos en su rostro, cómo cerraba los ojos con fuerza cuando propinaba una estocada más fuerte, admirando a su menor en muchas formas. Sin embargo, algo volvía más estimulante al momento, y no se trataba necesariamente de la penetración, sino más bien, era algo auditivo.

 

  Los gemidos de Youngjae alcanzaban notas altas, como si cantara, y sus suspiros eran como los instrumentos que ambientaban la sinfonía. Youngjae cantaba sin darse cuenta. Y Daehyun quería escucharlo eternamente.

 

            – ¿Qué… haces? –Preguntó agitado el menor.

            – Algo. –Daehyun tomó su celular de la mesita de noche, y tecleó algo en la pantalla que el menor no fue capaz de ver. Simulando no darle mucha importancia, lo dejó a un lado de su cabeza y continuó con las embestidas rápidas sacándole a Jae más gemidos sonoros y musicales. Dos minutos y treinta y siete segundos figuraban en la pantalla, cuando Jae giró invadido por la curiosidad al recibir el brillo del celular a un lado de su cara. Confuso miró a Dae y recibió una sonrisa como respuesta. El mayor tomó el teléfono y volvió a teclear, sonando luego de cinco segundos la voz del menor.

 

            – ¿¡Pero qué!? –Gritó Youngjae, aunque enseguida fue callado al recibir una estocada certera en una parte que antes no había sentido. Los movimientos siguieron tocando esa zona sensible obligándolo a cerrar sus piernas alrededor de la cintura de Daehyun. El placer iba en aumento gradualmente.

 

  Menos de tres minutos habían sido grabados en el celular, minutos en los cuales se apreciaba a la perfección la voz entrecortada de Youngjae, acompañado de leves susurros por parte del mayor. Antes de perderse en la sensación que lo envolvía, los movimientos cesaron.

 

            – Esto me servirá para cuando me sienta solo y no estés cerca para consolarme –confesó Daehyun frenando sus movimientos sobre el menor al mismo tiempo en que observaba con una sonrisa el gesto excitante que Youngjae le brindaba debajo de él.

            – La sola idea de imaginar tocándote pensando en mí es… –Youngjae no pudo terminar su frase porque Daehyun embistió con fuerza obligándolo a callar y a cerrar los ojos por el placer.

            – Cuidado con lo que dices, Jae –dejó de moverse y lo miró de nuevo a los ojos, esperando su respuesta completa.

            – Es… A-ah –gimió al sentir el miembro del mayor salir de su entrada con una lentitud tortuosa.

            – Sé cuidadoso con las palabras, Jae –masculló lamiendo seductoramente los labios del menor. Esta simple acción hizo delirar aún más a Youngjae dejando espacio entre sus labios para respirar agitado.

            – Y tú con otra cosa –refutó jadeando mientras observaba la oscura mirada del mayor.

            – ¿Entonces? –le susurró Daehyun besándole las mejillas abultadas y trasladando sus húmedos besos hasta alcanzar la piel de su cuello– Sigo esperando tu respuesta.

            – La sola idea de imaginarte así es –hizo una pausa, estiró su cuello para darle mejor accesibilidad y apoyó sus manos en la espalda del mayor– ordinaria y asque… ¡Ah, Dae! –gritó al sentir otra embestida en su zona trasera. El contrario sonrió escondido entre las sábanas y el cuello de quien aprisionaba con su propio cuerpo.  Youngjae jadeó una vez más y terminó su respuesta– Pero… en ese caso, yo también quiero una grabación tuya.

 

  Daehyun no esperaba esa contestación, de hecho creyó que seguiría contradiciéndole, pero oírlo de esa manera lo encendió de otra manera y arremetió con fuerza introduciendo su miembro una y otra vez desde la base hasta punta. Escucharlo gemir en su oído y murmurar su nombre de forma casi suplicante e interrumpida, era lo más erótico y excitante que alguna vez pudo haber imaginado. Sintió la presión en su espalda, los dedos sujetándolo con fuerza, la fricción del miembro caliente del menor en su propio estómago, que estaba seguro en que no tardaría mucho más para correrse.

  Los vaivenes de las embestidas coincidían con los gemidos que liberaba Youngjae y el movimiento de la cama donde estaban recostados. Los cabellos humedecidos por el sudor, volvían la escena más erótica y la imagen que se brindaban mutuamente les generaban un cosquilleo y presión en su zona baja. Estaban maximizando las sensaciones.

 

 

 

 

 

  Youngjae sintió el torso contrario agitarse, escuchó los gemidos de Daehyun aumentar su volumen y su respiración golpear en su propio rostro mientras le susurraba cosas cariñosas rozando sus labios.  Sintió como lo anegaban por dentro, un placer indescriptible  lo colmó hasta sentir su propio orgasmo.

 

  Una sensación aguda les recorrió  el miembro, desde la base hasta la punta, tensándose y aumentando su dureza, y una sensación electrizante que les recorrió todo el cuerpo segundos antes de liberar su esperma.

 

            – Podemos hacer lo que sea cuando estamos juntos.

   

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

  ¿Les suena a ALGO la última frase?
  Quien lo adivina se lleva todo el love del mundo♥.
  Lo cursi lo voy a dejar para lo que sigue, casi todo este cap es ecshitante... tal vez.

  Y en otras noticias(?):

  Tengo un fic AU HimLo que ya estoy subiéndolo, si le gustaría leer aunque sea un poco, acá les dejo el link Save Me . Si le gusta, dejen un review, y sino, también. XD!

  Y... un proyecto DaeJae raro combinado entre dos autoras. En las notas explico de qué va: Link 

  ¿Qué couple esperan en el próximo cap? Este se extendió demasiado. ¿Se notó que mi bias es Daehyun? ¿No? Entonces hice mal trabajo. (?)

  Sin más cosas que decir... nos encontramos en la siguiente actualización.


  Saludos~.


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