Leer libros era lo que más le gustaba y aún más creerse el personaje principal de las historias que éstas contenían, en especial si llevaban de género ciencia ficción y aventura.
Muchos niños soñaban con ser doctores, veterinarios o futbolistas en cambio Kim JongIn solo deseaba con todas sus fuerzas ser un héroe.
Pero, ¿por qué nació ese sueño quimérico en la cabecita de Kim?

Cuando el chico de piel morena aprendió a leer, suceso que sucedió a temprana edad, y tuvo la oportunidad de escapar de la realidad que lo envolvía, así lo hizo, se adentró a un mundo donde él se sentía plenamente feliz e importante, un lugar donde ayudaba a los demás y como recompensa recibía las sonrisas de agradecimiento, su imaginación y sueños producto de los libros que con el transcurso del tiempo fueron aumentando a montones.
Se aferró a sus fantasías hasta que cumplió la mayoría de edad, donde se ensimismo en que los sueños que alguna vez tuvo eran resultado de la soledad que lo embargaba en su niñez y como en ese tiempo la gente que lo rodeaba lo rechazaba y lo trataba mal, nada mejor que convertirte en tu propio héroe, ¿no?
Los libros solo habían sido un escudo o eso es lo que se había obligado a creer, hasta que una familia se mudó a su pueblo y allí conoció a un pequeño chico de grandes ojos, el cual volvería a hacer que sus sueños renazcan pero ahora con más fuerza.

-¿Podrías convertirte en mi héroe, JongIn?

¿Qué les deparará a un muchacho con un sueño frustrado de ser un gran héroe y aún pequeño niño que poco a poco va perdiendo el cabello y su corazón late con dificultad?

"Me gusta mucho tu gorrito KyungSoo.
Y a mí me gusta mucho tu capa, JongIn".

Sí, hubo un gorrito pero nunca hubo una capa.

Una realidad y una invención.

"Todo lo que uno pueda imaginar otros podrán hacerlo realidad"