(HAIKYUU BARTENDER/CHEF AU)
(Shimada x Yamaguchi)

Breve mención de: Tsukishima x Yamaguchi

Yamaguchi Tadashi había pasado toda su vida sintiéndose como una sombra, un reflejo borroso que nunca podía brillar por sí mismo. No importaba cuánto se esforzara o cuán bueno fuera en algo, siempre había alguien que lo superaba. Una y otra vez, era relegado a un papel secundario, casi invisible, como si fuera un fantasma al que nadie prestaba atención.

A excepción de una persona.

Esa única excepción se convirtió en el centro de su mundo, el eje alrededor del cual giraba su vida. Pero con esa devoción también llegó el temor. Un miedo constante, profundo, de que algún día esa persona lo abandonara o, peor aún, lo reemplazara por alguien más valioso, alguien mejor.

Intentó desesperadamente cerrar la brecha entre ellos, esforzándose por alcanzar su nivel. Pero cuanto más intentaba, más se ampliaba la distancia, y lo único que logró fue caer al abismo de su propia inseguridad.

El día que lo despidieron de Shiroki fue el punto de quiebre. Sintió que todo había terminado, que su vida era un fracaso absoluto. Aquel trabajo era su última oportunidad, la meta que se había autoimpuesto para demostrarse a sí mismo que podía ser alguien digno. Pero lo había perdido en un incidente que consideraba profundamente injusto, algo que estaba convencido de que no había provocado.

Mientras la persona que más amaba intentaba consolarlo, diciéndole que aquel traspié no definía su valor, Yamaguchi no podía aceptarlo. Todo su ser estaba envuelto en la frustración y el dolor de no ser suficiente. Había dedicado su vida a intentar estar a la altura, a convertirse en alguien que mereciera estar a su lado. Pero ese sueño, esa aspiración, se había roto, y con ello, toda su esperanza.

A medida que el peso de su fracaso lo aplastaba, su mundo se volvió oscuro. Los días carecían de propósito y el futuro parecía un lugar inalcanzable. Sin embargo, Yamaguchi no era alguien que considerara rendirse de manera definitiva. No buscaba atentar contra su vida; su lucha era diferente. Quería destruir al fracaso, no a sí mismo.

Y entonces, en medio de esa desesperación, tuvo una idea.

Huir.

Se inventaría otra vida, dejaría todo atrás para reconstruirse desde cero. Crecería, se reinventaría, y quizá algún día podría mirar hacia atrás sin dolor, enterrando el amor que nunca pudo ser.

Así fue como tomó su decisión. Iba a empezar de nuevo, dejando atrás su pasado y los sentimientos que lo habían consumido. No sabía qué le esperaba en el futuro, pero por primera vez en mucho tiempo, el incierto horizonte se veía como una promesa, no como una condena.

Él renacería, dispuesto a convertirse en alguien que pudiera ser digno de tener sus propios sueños.

 .

Esta es la tercera parte de la saga Flair & Dine, para una mejor comprensión de los hechos, se recomienda leer los siguientes trabajos en el orden mencionado: 

 -FLAIR I: Amantes de dos caras 

-DINE: Rómpeme   

-FLAIR & DINE I: Sentimental Macchiato

HAIKYUU AU BARTENDER

Kuroo x Konoha

Bokuto x Akaashi

Kuroo Tetsuro estaba totalmente enamorado de alguien que claramente no le correspondía.

No era como si aquello fuera a lastimarlo toda la vida y no era como si debiera quejarse de su infortunio. Simplemente estaba convencido de que lo mejor que podía pasar en su vida, era que el objeto de su afecto estuviera a su lado incondicionalmente como un amigo –el mejor de ellos-. 

Tampoco era como si Bokuto Kotaro, el susodicho, estuviera al pendiente de sus sentimientos que se le antojaban solo como una amistad de años de conocerse. Las cosas no cambiarían de todas formas por más que Kuroo se lo dijera, así que con esos ánimos realistas, el joven se había mandado automáticamente a la mierda sin siquiera intentar una triste confesión.

Y bueno, ciertamente desde que era un niño lo sabía, estaba al tanto de que ese amor que crecía en su pecho y quemaba sus entrañas con violencia no debía ser demostrado si no quería asustar a su persona más valiosa al punto en que jamás le volviese a hablar. Tenía miedo.

Había una parte en su cabeza que era renuente a aceptar que Bokuto lo querría y claro, estaba tratando de ahorrarse su discurso de “somos solo amigos, no me lo hagas difícil, ¿Sí?”.

 Kuroo estaba convencido de que las cosas estarían bien siempre que su amado estuviera bien, hasta que conoció a cierto muchacho que puso su mundo tal y como lo conocía de cabeza. 

 Y fue en ese momento donde por primera vez en su vida, sintió celos.