Kyoya puede recordar, con claridad estremecedora muchas de las veces en que el bronco y él han tenido sexo (follar, hacer el amor, como les venga a mejor a quien hable de eso). Han sido muchas, a lo largo de los años, y hay unas que recuerda más que otras. Porque tuvieron algo especial, porque significaron algo o porque sí. 

Un día de esos, casi como por casualidad, Kyoya descubrió que el bronco no era más que un retorcido, mentiroso, cabrón, hijo de puta y que disfrutaba jodiéndole la existencia.

Porque, al final de cuentas, Kyoya es una persona muy simple. D18.

No esperen romance, que entre estos dos no me sale ni a palos.

Al final de los días, sumergido en una nube de neblina, te necesito más que nunca. Estoy abrazando a la oscuridad. SebastianxCiel.

Siento que algo en mi interior se retuerce envenenándome toda mi alma, quitándome un pedazo de mí mismo, mientras mi corazón se desespera por salir por mi garganta y llora a gritos, desesperado por algo de calma. Las pantorrillas se me entumecen, mis pulmones no encuentran aire para respirar, mi corazón está con taquicardia y siento calor, un calor que me quema el alma, mientras el tren comienza a avanzar y te veo correr junto a él, llamándome mientras golpeas los vidrios de unas de las puertas del vagón en el que estoy, pidiéndome algo que no entiendo.

Intento no mirarte, ni a ti ni a la gente que observa la situación, curiosas, metidas, como siempre. Camino por el vagón esquivando personas, para dar con la entrada del otro vagón mientras el tren comienza a avanzar con más velocidad y doy un último vistazo hacia ti, estás llorando y en tus labios distingo mi nombre... finalmente te pierdo.

Intento no echarme a llorar para no darle un espectáculo a la gente y me cambio de vagón. Me friego los ojos e intento calmar mi respiración, mi móvil comienza a sonar y no hace falta que mire la pantalla para saber que eres tú el que me llama. Le quito la batería sin siquiera apagarlo y lo guardo en mi bolsillo de nuevo. Es hora de despedirme de ti.

El amor, en sí, es curioso... ¿verdad, Naruto?

Fútbol.

Sí, el fútbol es algo que afecta profundamente los pensamientos del sexo masculino. Cuando piensan en abrazos demasiado efusivos, besos o cualquiera de esas cosas entre hombres, entonces son gays. Pero si adhieres el factor *fútbol*, entonces los ves saltar uno arriba del otro, abrazarse, besarse en la mejilla y muchas otras cosas, que para una mente yaoista, llevan a imaginar situaciones descabelladamente adorables o sexys.

Ellos "sólo" son dos compañeros de equipo.

¿Alguna vez has querido cambiar el destino?

Naruto y Sasuke nunca tuvieron la vida que esperaban, pero un encuentro fortuito y el desafío a un amor prohibido les demostrarán que, aunque nunca es tarde para intentar rectificar, no siempre es fácil encontrar el camino correcto.

Elige, Sasuke: o él, o la ansiada venganza que tanto has deseado durante cada segundo de tu existencia.

Y Sasuke Uchiha eligió, con todas sus consecuencias.

[SasuNaru]

[Eeetto... Ya sé, esto no es propio de mí... Es un poco gotiquillo, pero bueno... Hmmmh... Se me fue la olla, en una media hora, o cuarenta minutillos, o algo así ^__^U Bueno, es un GaiLee, poco explícito (por no decir nada¬¬) y algo triste. Hmpf. Creo que es AU, pero no lo sé ni yo. ¡¡Dadle una oportunidad, y dejad reviews!!]