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Bonanza por Kunay_dlz

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Notas del capitulo:

Los pertonajes de Harry Potter pertenecen a J.K. Rowling.

 

 

Continuación de "Lost Heaven" desde el punto de vista de Harry.

 

 

AVISO: La canción "Consejo al espejo" y "La vida en el barandal"no estarán en esta serie, cada canción ya está publicada en una serie de three-shot (xover Harry Potter/Gravitation: La vida en el barandal, Consejo al espejo y Me muero por besarte)

 


 


Aforismo


 


 


 


Que soy un héroe dicen, que soy el más grande mago de la época moderna… tan solo por debajo de Dumbledore. Dicen que mi hazaña de haber detenido al Señor Obscuro fue lo que me convierte en alguien poderoso, influyente y más que respetable. Tsk, ¿quién les dijo que viviría tan solo para ‘ellos’? Yo tengo una vida, MI vida, y la voy a aprovechar al máximo. No, nunca tuve nada desde pequeño más que una interminable lista de deberes, miradas de odio y reproches de hasta el mal clima.


Por eso, en el Mundo Mágico, conforme avanza el tiempo, sin ayuda para salir de la terrible casa en el número cuatro de Privet Drive, sin credibilidad con los adultos, con ‘seguidores’ volátiles de acuerdo a las publicaciones del periódico, y sin contar los numerosos ataques hacia mi persona durante años escolares sin nadie para defenderme más que yo… decidí no ser más su títere.


 


No hay pena en el placer


La felicidad es lo más importante


Tendré que hacer el bien


La sociedad me lo pide constante


 


Todo empezó como toda buena ‘historia’ debe hacerlo, por amor. Sí, aun yo, escuálido, crédulo, manipulable Harry Potter pudo amar. Un chico, sí otro chico es a quien amo, fue quien poco a poco se acercó a mí. Y no, no lo hizo por ‘mi fama’, al contrario, él no se acercaba a mí por temor a ser poco para ‘mis estándares’… no fue sino hasta que logró acercarse y ‘verme’ que se dio cuenta de lo humano que soy. Nos hicimos amigos, como estuvimos en la misma competencia juntos (una donde yo no decidí participar sino que me forzaron) practicamos juntos, resolvimos el acertijo de la Segunda Prueba juntos, descubrió otra más de mis tantas debilidades y, también fue el momento en que me dijo lo que sentía por mí.


Primero no me sentí listo, intenté alejarme, él era una gran amigo y no quería perderlo por no saber ‘amar’, por no saber corresponderle. Luego, llegó el baile, lo vi tan guapo y elegante, tan carismático con su acompañante, yo también estaba con alguien más, pero al verlo feliz con alguien más, sentí lo que luego descubrí eran celos aunque primero lo interpreté como molestia, pensé que había mentido. Pensando en que era fácil de olvidar, lo busqué al otro día, hablamos y continuamos con nuestra amistad.


 


Es más, cuando un hombre le fuerzan la bondad


Muy raramente feliz será


En cambio teniendo felicidad el bien hará


 


Así me sentí mejor, con él a mi lado, así sin prestarle atención a la chica con la que había ido al baile, así tan atento como siempre conmigo. ¿Egoísmo o posesividad? Lo importante era que estar con él me hacía feliz, la felicidad era algo nuevo para mí y en lugar de asustarme por tal pensamiento me aferré a él… no lo dejaría escapar. Además, con él a mi lado, apreciando mi esfuerzo por ser más abierto y mi intento de amar, tan solo hacía que algo creciera en mí, algo para él y para nadie más.


Entonces llegó el día de la Tercera Prueba, algo malo sucedería, atesoré el poco tiempo que tuve con  él, aprecié sus miradas y ligeras caricias, sus tímidas palabras de aliento, y su visión para el término del Torneo: volvería a declarar sus sentimientos por mí. Y, esta vez, yo ofrecería los míos. Seríamos felices, estaríamos juntos, me sacaría de Privet Drive, recorreríamos el mundo y nos entregaríamos en cuerpo y alma el uno al otro. Era como un sueño. Y en un sueño se quedó.


 


La única forma de poder deshacerse de la tentación


Aprende a mejor ceder a ella


Evita la prohibición


 


La Copa era un Traslador. Él y yo fuimos a dar a un cementerio, al cementerio que lograba ver por instantes en mis sueños… y la terrible frase, “mata al intruso” me helaron la sangre. Estaban por asesinar a Cedirc ¡No lo permitiría! ¡No dejaría que me arrebataran la felicidad! Lanzándome sobre Cedri para caer al suelo, apunté mi barita a Peter, sin remordimiento pronuncié el Avada Kedabra, cayó sin vida y me acerqué a lo que quedaba de Voldemor.


Reuniendo en mi barita todo el poder de mi deseo de acabar con él de una vez por todas, recordando la felicidad que he tenido en este año, usé otro Avada Kedabra… y ya no hubo más Lord Voldemort. Cedric me miraba atónito, apenas creyendo lo que acababa de ver, lo que acababa de realizar el chico que le había robado el corazón. ¿cómo se sentiría ahora? pensé… ¿seguirá dedicándome un pensamiento de cariño? me cuestionaba… ¿qué pensará de mí ahora que soy un asesino? me atormentaba.


 


Y no, no tienes derecho a dramatizar


No ves que tu vida exquisita está


Cada impulso que ahogues más te dañará


 


Con temor busqué sus ojos, no había repulsión ni temor en ellos, había asombro y un extraño toque de entendimiento, avanzó hacia mí y me envolvió en sus brazos… me ofrecía consuelo, me daba su apoyo, me decía que entendía lo que hice. Aun temiendo su rechazo me aseguró que él seguía amándome, dijo que lo que acababa de ocurrir no podría olvidarlo aunque quisiera pero que no me sienta culpable; era un guerra en la he estado con Voldemort y al fin la he ganado. Dijo que pese a lo cruel de la situación, ésta debía llegar tarde o temprano.


El solo pensar lo que ocurriría al volver a Hogwarts me hacía temblar, había matado a alguien, magos obscuros o no, sigue siendo un asesinato, las interminables preguntas, los interrogatorios, el mareo de la burocracia atrapada en siglos pasados… el peligro de los Mortífagos que quieran vengar a su Señor. Quizá mi temblor fue muy evidente, quizá algo parecido pasaba por la mente de Cedric, el caso fue que él propuso nos fugáramos juntos. Me propuso olvidar el Mundo Mágico y todo lo que ahí intentan colocar en mis hombros… me pidió que tan solo fuera para él.


 


Recuerda, no hay que temer


La gente muere de sentido común


Un momento y otro que hacer


Espero que está vez no seas tú


 


Ignorantes, tontos, enfermos de amor… dejamos nuestras baritas en el cementerio. Salimos de ahí, huimos hacia un amanecer que auguraba un bello futuro. Fue duro al principio, éramos muy jóvenes, no teníamos identificación, estábamos sucios, lastimados y nos hacía falta dormir; hacía días que no comíamos nada, evitamos varias veces a la policía, a trabajadores sociales que insistían en llevarnos a refugios… para recuperarnos. Lo evitamos todo, evitamos los lugares donde Cedric estaba seguro alguien podría informar al Mundo Mágico acerca de nosotros pues lo que quedaba de nuestros uniformes aún tenían las insignias de nuestras Casas y de la escuela.


Sufrimos mucho, hubo veces en las que el pensamiento de regresar cruzó por nuestras mentes, hubo veces en las que pensamos pedir ayuda debido a nuestro mal estado, pero lo soportamos, nos dimos aliento cada que nos sentíamos desfallecer, pensamos que nuestra felicidad valía más que ‘un poco de sufrimiento’. Teníamos claro que si volvíamos, nos separarían, sin preguntar, sin tomar en cuenta lo que pensáramos, creyéramos o sintiéramos… así que no, preferimos seguir adelante por nuestra cuenta. 


 


Y no, no hay mañana, aprovéchalo


Hazlo quemar con gran flama


La conciencia es un término lindo para ser cobarde


 


Encontramos ayuda en personas tan buenas que jamás pensé existían en el mundo, creí que al igual que todos estas dos personas se darían la vuelta al vernos, dejándose llevar por nuestra apariencia de vagabundos, pensando de antemano que éramos criminales, que éramos ladrones que robaríamos a la primera oportunidad. Estas personas, tan amables, nos ayudaron poco a poco, siempre con algo que pudiéramos ‘regresar’ después. Así, con pequeño lugar donde dormir, una ducha un par de zapatos usados y ropa prestada, Cedric y yo conseguimos empleo, fuimos capaces de tener una fuente de ingresos estable.


Eran empleos sencillos, a veces cambiaban pero nunca nos faltó, teníamos lo necesario y hasta pudimos darnos un par de lujos de vez en cuando; ir al cine, cenar en un restaurante italiano, viajar hasta la playa. Sí, lo admito, eran citas estos ‘lujos’. Cedric trabajaba tan duro, así como su antigua Casa lo decía, era alguien a quien llegué admirar aún más, trabajaba de día, intentaba ‘ponerse al día con los muggles’, ambos estudiábamos lo que se supones ya debíamos saber a nuestra edad. Paso a paso fuimos avanzando, eso sí, las muestras de cariño aumentaron ya que no teníamos que cuidarnos las espaldas a cada momento.


 


(ooooh oooooh oooooh ooooh)


 


Con bases más sólidas, con la certeza que podríamos llegar más lejos, nos las arreglamos para llegar a otro país. Nos establecimos en un lugar donde no había manera que alguien del Mundo Magico nos encontrara, hallamos mejores empleos yo como maestro y Cedric en la política local, la manera en que fue educado desde pequeño le dio las herramientas necesarias para la diplomacia; nuestra vida al fin era nuestra, al fin podíamos vivir en paz… y, sobre todo, con amor.


Nos hemos casado, seguimos igual de locos enamorados, seguimos con la seguridad que estamos juntos y que no podrán separarnos. Lejos del mundo que nos hizo conocernos, del mundo que nos mostró que la única manera de obtener algo era luchar con todo para que sea arrebatado. Amándonos, así vivimos.


 


 


 


Fin.


 

Notas finales:

Gracias por leer.


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