Deidara guarda un secreto, tiene un sentimiento especial por su compañero Itachi, quiere confesarse, pero la suerte no está de su lado y todo sale mal; aun así logra transmitir sus sentimientos pero Itachi es demasiado ingenuo para darse cuenta que el rubio es a él a quien desea como su Valentín.

Itachi x Deidara

 Estuvimos juntos tanto tiempo que no sé, cómo, ni cuándo sucedió; comencé a verlo de manera diferente, a sentirme distinto cuando estaba junto a él. 

Mientras miraba por su ventana, pensé en el tiempo que faltaba para poder verlo de nuevo, ver su sonrisa, mirar su cabello rubio, observar cada uno de sus gestos; así que lo supe, me había enamorado de mi mejor amigo. 

No quiero perderlo, poder permanecer al lado de la persona que uno más ama es el privilegio de ser su amigo pero a pesar de ello, quiero que Deidara sea sólo mío. 
 

Deidara comienza a tener sueños de una vida pasada, no comprende que es lo que ocurre, recibe una mala noticia y aunque nunca ha creído en el destino, su mente le jugará en contra y aún más sus sentimientos, porque con todo su corazón querrá confiar en las almas gemelas y en que la suya es sin duda Itachi Uchiha.

 La relación de Itachi y Deidara era complicada, compartían momentos de su vida cotidiana la mayor parte del tiempo pero no podrías llamarlos amigos, más bien todo lo contrario, no había nada que los uniera y hasta el momento su única conexión era su constante rivalidad. Ellos eran justo como los colores primarios Rojo y Azul, tan únicos y necesarios que podrían brillar por sí mismos pero lo que todavía van a descubrir es que al igual que la pintura, sus colores podrían mezclarse y tornarse en un hermoso color púrpura.

Lo bueno de los cumpleaños es que se repiten cada año, pero en esta ocasión es primera vez que Deidara se ve en la incertidumbre de encontrar un regalo perfecto para cierto pelinegro; todo para no quedarse atrás después de la sorpresa que recibió por parte de Itachi en su anterior cumpleaños. Logrando  encontrar después de tanto pensar un presente ideal que le traerá buenos recuerdos de su pasado y presente.

 Deidara es un artista, creía fielmente en que sus creaciones eran la más bella exposición de lo que significaba para él, explosiones, caos, desesperación pero un encuentro le hace cuestionarse a sí mismo sobre sus creencias de lo que pensaba era el arte; su permanencia en Akatsuki lo hacen darse cuenta de algo más valioso que sus propias técnicas y sin perder de vista que el arte era efímero, era explosivo, era un bang, decide eliminar a Itachi, el poseedor de aquellos ojos carmesí; pero el tiempo lo hace cambiar de opinión y no arrepentirse aun en el día de su muerte.

   En la última noche del año, Deidara se encontraba pensando sobre que escribir en sus propósitos, quería cambiar y hacer feliz a Itachi, motivando al pelinegro a iniciar una lista también, anotando lo más importante en su lista de año nuevo.